Violada por un taxista y un amigo
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Antes que nada me presento me llamo Vanesa tengo 22 años, soltera, 95-65-95, soy secretaria, y ahí va un duro episodio de mi vida que espero superar del todo. Esto pasó una noche en la que había salido con mi mejor amiga Alicia a un pub y un par de amigos, la noche pasó muy entretenida, entre música y varios vasos vino, no estaba saliendo con nadie hace meses, y sin relaciones ya llevaba como medio año, yo soy bastante apasionada y era un verdadero castigo, quizá por eso cometí una de las mayores locuras de mi vida.
Toda la noche uno de mis amigos (Carlos) se me estuvo insinuando, al principio no le hice mucho caso, pero con unas cuantas copas de vino encima se me subió un poco la temperatura, poco a poco le fui permitiendo que me tocara las piernas incluso rozar mi conchita bajo la mesa, yo estaba bastante mareada y me animé también a acariciarle la entrepierna, entre esos manoseos, me sacó del pub, nos despedimos rápidamente de los demás y tomamos un taxi, ya cuando estuvimos en la parte de atrás del taxi, me besó apasionadamente, sentí que una de sus manos se colocó encima de uno de mis senos, por debajo de mi saquito.
Llevaba un top bastante escotado que dejaba ver el inicio de mis senos, así que no le fue difícil bajarlo, a la vez que deslizó mi corpiño, sentí que tocaba la piel de mi teta y la manoseaba, jugando con mi pezón, yo bajé la bragueta con mucho cuidado para que no se diera cuenta el chofer del taxi de nada de lo que pasaba, acaricié su pene por encima de su ropa interior y sentí un tremendo bulto a punto de explotar.
Fue en ese momento que sentimos que el taxi paró bruscamente, vimos que pasaba y nos encontrábamos en un sitio bastante silencioso obviamente nos dimos cuenta que no tenia nada que ver con nuestra ruta a su departamento, fue entonces cuando el chofer del taxi bajó del auto nos abrió la puerta y con revólver en mano nos pidió que bajáramos, me tiró una soga, y me dijo: “Puta, ahora amarra a ese cabrón bien fuerte que yo controlo luego y si no lo haces bien te mato zorra”, yo lo hice llorando, aún seguía algo borracha pero me daba cuenta de lo que estaba sucediendo.
Luego me pidió que amarrara sus pies, el revisó todo, sin dejar de apuntarme con el arma, y una vez que comprobó que estaba bien sujeto lo encerró en el auto, luego me ordenó que fuera a la parte delantera del auto y me sentara, yo no paraba de llorar, estaba muy nerviosa, me fijé que dejó el arma, supuse que tal vez en la maletera, mientras mi amigo estaba maniatado y amordazado en el auto, traté de huir, pero ese momento el tipo me persiguió y me dio un golpe que me dejo algo mareada, me dijo: Más te vale que me hagas caso en todo perra! O te mueres!! Y tu amigo también!!.
Me ordenó sentarme en la capota del auto, enseguida me quito el saco, y el top, me quede en corpiño, me ordenó que me lo sacara, yo me rehusé no quería hacerlo, pero ante la amenaza de un nuevo golpe no dudé en hacerlo, me quedé así con las tetas al aire, el comenzó a amasarlas con fuerza, tanto que me dolían, luego las succionó turnándose de pezón, lo hizo por un rato, succionaba con fuerza y me decía: “Que hermosas tetas tienes puta, veremos si tu chochito está anchito como para que entre mi verga zorra”… y me preguntaba por donde me gustaba que me den, era una humillación única, pero no entendía porque mis bragas se sentían húmedas, me hizo echarme hacia el vidrio delantero, me subió la falda y viendo que tenía unas braguitas diminutas me las jaló rompiéndolas.
Yo no paraba de gritar y llorar, me las metió a la boca el animal, luego sentí que lamía mi chochito, mordiéndome el clítoris un poco, luego metió dos dedos en mi vagina, totalmente lubricada, pese a toda la humillación mi cuerpo estaba gozando, se bajó el pantalón y la ropa interior y vi una polla tiesa, supuse lo que pasaría, me abrió las piernas y me la metió de un golpe, me gritó: perra! ¿Así te gusta?, Te voy a dar como merece una prostituta como tu, y comenzó un mete y saca con mucha fuerza, yo sentía esa polla inmensa dentro de mí, recorriendo mi vagina tocando fondo y saliendo, tuve un orgasmo, había un sonido particular de mis jugos mientras su pene me penetraba y salía de mi conchita, luego de un rato, me hizo dar la vuelta, abrió mis nalgas y me dijo: ” perrita ¿Te gusta que te den por el culo?, ¿Lo tienes estrechito o no?, luego de meter un dedo, me penetró con fuerza, sentí que me quemaba el culo, hasta ese momento era virgen, y comenzó con su mete y saca, mientras manoseaba mis tetas y pellizcaba mis pezones.
Luego empezó a darle palmadas a mis glúteos, gritando: “Eso! zorra de mierda…, tienes el culo más delicioso y puto que he probado!, prostituta vas a ser lo que yo quiera y vas a follar como me plazca”, y gritaba un montón de malas palabras, yo había tenido dos orgasmos mientras tanto, y el último fue cuando eyaculó en mi culo, sentí lo caliente de su semen en mis entrañas, me agaché sobre la parte delantera del auto, y me quedé exhausta, me di cuenta que el tipo fue a desatar a mi amigo, y amenazándolo con el arma, le ordenó que me folle, recuerdo que le gritó que ahora quería ver que el me follara, me di la vuelta, y continuó diciendo que era una perra y que me gustaba que me follen así, cuando sacó su pene estaba muy erecto, seguramente por ver como ese chofer me follaba delante de él, yo estaba medio desorientada, no sé, solo sentí su pene introduciéndose poco a poco en mi vagina, y luego a petición del chofer, tuve que lamérselo, le di una mamada contra mi voluntad y se corrió en mi cara.
Mientras tanto el pene de nuestro secuestrador ya estaba erecto nuevamente, arma en mano apuntado a mi amigo se puso a taladrarme de nuevo el culo, luego de un rato haciendolo le ordenó a mi amigo que ya tenía su polla tiesa de nuevo que me penetrara por delante hizo que quedaramos como en sándwich, y tuve mi primera doble penetración de la vida, era exquisito sentir dos pollas al mismo tiempo taladrando mi culo y mi vagina, tuve un orgasmo impresionante, terminaron los dos casi uno detrás del otro.
Sentí semen escurriendo por mis piernas y culo, mis agujeros llenos mi boca aun tenía restos de semen, me sentía sucia, pero el orgasmo seguía haciendo que mi cuerpo se retorciera, luego nos tiró la ropa se subió al auto, y se fue, nos dejó en medio de ese lugar, nos vestimos como pudimos yo tenía la ropa rota y estaba muy sucia llena de leche blanca en el pelo, el cuerpo, nos rescató una patrulla, y bueno sobra decir que no volví a ver a mi amigo, nadie se enteró de lo ocurrido, y sobra decir que fue un trauma duro de superar, desde entonces no me subo a taxis, pero me encanta practicar la doble penetración… ese es tema aparte.
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