Una conversación que me excitó

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Era verano, y mi hermana había salido a la feria de la ciudad. Por las noches, sacábamos los colchones de las habitaciones al salón para dormir más fresquitos. Como ella llegaría tarde, entre mi otra hermana y yo dejamos todo preparado para cuando llegase.

Llegó a las 2:30 de la madrugada. Se empezó a desnudar frente a mi, creyendo que estaba dormido. Vi como se quitaba la falda y dejaba ver su culo delicioso con el tanguita de hilo, luego se quitó la blusa y vi sus pechos tapados por un mini sostén que solo le cubría los pezones y poco de sus tetas que pude deleitar mi vista cuando se lo quitó y gozar de sus aureolas grandes y sonrosadas coronadas por dos pezones duros y deliciosos, y como le botaban con el movimiento al desvestirse y cambiarse de ropa. Se puso la combinación y se echó a dormir. Mi otra hermana se despertó y las escuché hablar bajito, pero se me puso dura al oír a mi hermana mayor decirle a mi otra hermana:

.- Hemos ido al piso que hemos comprado para casarnos y puso una manta en el suelo. Nos sentamos y poco a poco comenzó a acariciarme y desnudarme, besándome por todo mi cuerpo. Luego me tumbó e hicimos el amor. Ha sido delicioso, me he corrido dos veces,

.- Ya me cuentas mañana… Contestó mi otra hermana… Es tarde y tengo sueño.

.- Si… Dijo mi hermana mayor… además estoy bebida.

Yo tenía mi polla a tope por ver como se desnudaba mi hermana y más aun por la conversación. Al cabo de un rato, me levanté y fui al baño a hacerme una paja, pensando como se follaba, mi cuñado, a mi hermana y pensando que era yo.

Cuando regresé, mi hermana estaba de lado, de espaldas a mi, con la combinación subida hasta la cintura, dejando ver su delicioso culo, separado por el hilo del tanguita. Cuando me acosté, esperé un tiempo prudencial y cuando la sentí roncar y alargué mi mano despacio para tocar y manosear su culo, separando el hilo del tanga y dejando ver su ojete y parte de su coñito, pues tenía la pierna encogida.

Como no reaccionaba, mientras le acariciaba el culo, metí mi mano entre sus piernas, para acariciar su coño, comenzando a jugar con sus labios vaginales e intenté meter uno de mis dedos en su coño. Cuando lo conseguí, lo dejé un buen rato sintiendo el calorcito de su interior. Luego lo saqué y me lo llevé a la nariz, para olerlo y luego me lo chupé.

Como seguía sin reaccionar, pasé mi brazo por encima de su cuerpo para tocarle los pechos por el escote de la combinación. Uff, que delicia sentir su pezón entre mis dedos. Lo pellizcaba suavemente, hasta que lo noté duro. Me pegué a ella y bajándome los boxes, le puse mi polla en la raja de su culo, separándole las nalgas y comencé a rozarla como si fuera una cubana ( o rusa) con sus cachas. Aun dormida, mi hermana puso la pierna de arriba un poco más hacia adelante y encogida, por lo que pude ver su coño peludito.

Esperé un poco y bajé mi polla apuntando a la entrada de su coño y poco a poco, suavemente, comencé a empujar, metiéndole casi la mitad. Seguía sin reaccionar, entre el sueño profundo y la bebida y la metí entera, comenzando un suave y lento mete y saca, hasta que sentí que me iba a correr, sacándola y soltando un gran chorro de semen entre las nalgas su culo. La limpié con una toallita húmeda que había traído previamente del servicio y me volví a mi colchón, alargando mi mano y jugando un rato más con su culo, hasta que me quedé dormido.

Sobre las 5:30, me desperté para ir de nuevo al servicio. Cuando volví, mi hermana estaba boca abajo, con la combinación subida hasta la cintura y su delicioso y hermoso culo desnudo a mi entera disposición. Le separé el hilo del tanga y colocándome encima de ella, volví a hacerme la cubana entre sus nalgas, pero esta vez no me corrí.

Le separé las nalgas y apuntando en su ojete le metí un poco la punta de mi polla. Se sentía delicioso el calor de su culo en mi glande. Lo saqué y en esa misma posición volví a metérsela en el coño, separándole un poco las piernas. Comencé con un nuevo y suave mete y saca. Cuando me fui a correr, la saqué y le dejé la raja del culo llena de leche. Se lo limpié con las toallitas y me eché a dormir, después de besar sus nalgas.

A la mañana siguiente, nos levantamos como si nada hubiera pasado, recogimos los colchones y mi polla se volvió a poner dura, al ver a mi hermana agachada dejándome ver sus tetas por el escote de la combinación y al volverse, me dejó ver su culo tapado por el hilo del tanga, que casi no tapaba su coño. Volví al servicio a hacerme una paja, pero esta vez recordando como me follé a mi hermana mientras dormía.

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Sevilla1972
Sevilla1972
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