Una contadora muy simpática y sobre todo sexy

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Hace poco entré a trabajar a un despacho contable y conocí a una contadora muy simpática, chaparrita ella, morena, ni fea ni bonita de cara, digamos normal, además tiene unos lindos pechos pequeñitos como de adolescente? ¡pero eso si!, tiene unas nalgas ¡tremendas!, ¡hermosas!, no unas nalgototas asquerosas, no, unas nalgas grandes, redondas, paraditas y muy bien formadas, en seguida hicimos química y platicamos mucho y bromeamos mucho y nos agrada mucho andar juntos, nos ayudamos en el trabajo y salimos a comer juntos diariamente.

Un día estaba especialmente hermosa con un traje sastre de estilo secretarial color bugambilia con saco, falda corta, medias, zapatillas altas y una exquisita blusa blanca con holanes al frente que se le veía de muy buen gusto, se veía tan linda que me sentía especialmente excitado y le decía y le repetía lo bonita que se veía y a ella le encantaba mi actitud y estaba muy contenta; cuando salimos a comer nos fuimos en mi coche y al sentarse se le levantó un poco la falda justo antes de que se le viera el panty y se le veían las piernas tan exquisitas y hermosas que no podía evitar voltear a mirarlas y luego la miraba a los ojos y le sonreía y ella me sonreía a mi, entonces tomé su mano y se la besé delicadamente, hasta entonces jamás la había tocado y con una gran sonrisa le dije: ?Carmelita, tan hermosa muñequita, tan linda, ¿quieres ser mi novia??, ella abrió mucho los ojos y la boca y volteó a mirarme diciendo: ?¡Pepe!, ¡que estas diciendo!, ¿qué no eres casado??, ?si?, le respondí tranquilo, ?y tu también, ¿no?, así es que estamos igual, por eso no te pido que te cases conmigo, solo te pido que seas mi novia, tengo esposa pero no tengo novia, y tu ¿tienes novio, además de esposo?, o qué te impide aceptar?, ella rio divertida y me dijo: ?tienes razón, tengo esposo pero no novio, y si, acepto, sí quiero ser tu novia? y volvió a reír divertida, entonces jalé su mano y le di un gran beso apasionado y le dije al oído: ?vamos por comida rápida para llevar y nos vamos a comer solitos a algún lugar íntimo y privado, ¿va??, ?!va!?, respondió ella feliz y decidida, teníamos 2 horas para disfrutar.

Entrando a la habitación del motel dejé el paquete de comida en el tocador que tenía un gran espejo inclinado apuntando hacia la cama; nos dimos un largo, apasionado y delicioso beso y comenzamos a desnudarnos mutuamente, estábamos en perfecta sintonía, desnudándonos uno al otro y dejándonos desnudar, besando poco a poco y suavemente cada centímetro de piel que íbamos descubriendo, cuando estábamos completamente desnudos di un paso atrás, la miré sorprendido con los brazos abiertos y exclamé: ?¡SANTO DIOS!, ¡pero si eres muchísimo más hermosa de lo que pensaba!, ¡preciosa!, ¡linda!?, ella se ruborizó un poco y yo me arrodillé y la abracé justo a nivel de las caderas, era lo más deliciosos sentir su ombligo sobre mis labios, sus muslos en mi pecho, mis brazos alrededor de su tremendas caderas pero sobre todo mis manos extendidas sobre sus deliciosas nalgas, le besaba el vientre y ella se retorcía de las cosquillas y trataba de empujarme pero la tenía firmemente abrazada, la solté un poco para tratar de acariciar con mi lengua su vagina y ella puso sus manos suavemente sobre mi cabeza, abrió un poco las piernas y comenzó a gemir suavemente, la empujé lentamente hacia atrás hasta que sus piernas tocaron la cama y se sentó en ella, luego le empujé suavemente los hombros para que se acostara y abrí sus piernas poniendo mis manos en sus rodillas, acerque mi cara a su vagina y comencé a besar sus suaves labios vaginales y a acariciarlos con la lengua, luego levanté sus muslos con mis manos e introduje mi lengua hasta tocar sus deliciosos labios internos, su clítoris y su orificio vaginal mientras acariciaba sus muslos con mis manos, ella gemía suavemente pero conforme la acariciaba con más fuerza gemía también con más fuerza, hasta que sentí sus manos jalando mis brazos pidiéndome subirme para cubrir su cuerpo con el mío, entonces me acomodé sobre ella y la besé, ella rodeó mi cintura con sus piernas, cuando la penetré, mi saliva y sus fluidos facilitaron la entrada de mi pene en ella hasta su total longitud, sin dejar de besarnos gemíamos cada vez más sonoramente y nos movíamos con más vigor hasta que tuvimos que dejar de besarnos para gemir casi a gritos y nuestros movimientos se volvieron bastante violentos, su cara subía y bajaba, sus pechos se tambaleaban, yo no paraba de decirle lo bonita que era y lo mucho que me gustaba, sentí la cercanía del orgasmo pero me contuve para permitirle a ella conseguir primero su orgasmo, cuando pensé que estaba a punto de lograrlo deslicé una mano bajo sus nalgas, las apreté con fuerza y empujé mi pene lo más que pude tratando de presionar su clítoris sin dejar de moverme con fuerza y le dije al oído: ?te amo, preciosa, eres hermosa, te adoro? y llegó al clímax con un prolongado y entrecortado quejido y enseguida se relajó un poco, en ese momento la abracé con fuerza y rodé sobre la cama para quedar bajo ella y ella quedó acostada lánguidamente sobre mi, la sujeté de la cintura, la levanté un poco y apoyando los talones comencé a moverme rápida y vigorosamente de abajo hacia arriba mientras ella daba cortos y rápidos gemiditos al compas de mis movimientos y unos segundos después tuve un intenso orgasmo que me obligó a empujarla tanto hacia arriba que prácticamente la levanté en vilo lo cual la hizo reír divertida y exclamó: ?¡oh, wow, que impetuoso, parece que sí te gustó!, ¿verdad??, a lo que contesté jadeando: ?!uf, qué barbaridad, Dios mío, que delicia, te amo, te adoro, eres preciosa, me encantó, me fascinó!, ¿y a ti??, ?¡wow y que lo digas!, me dejaste out, hacía mucho que no lo disfrutaba tanto!? y? ¿te digo una cosa?? tu también eres mucho más guapo de lo que pensaba, ¿haces ejercicio, vas al gimnasio??, ?me gusta mantenerme en forma?, contesté modestamente, pero acá entre nos, la verdad es que no solo me gusta mantenerme en forma sino que tener un cuerpo atractivo es una de mis prioridades en la vida, ya que no soy muy alto ni tampoco tengo cara de galán, por lo menos me preocupo mucho por tener un cuerpo envidiable. Descansamos un rato acostados abrazados en la cama y repentinamente sentí su mano acariciando mi pene y preguntó ?¿qué pasa, ya no tiene batería este amigo?? y rio traviesa, afortunadamente sus jugueteos lograron estimularme lo suficiente para iniciar una nueva erección, entonces se metió bajo las sábanas y sentí cómo me acariciaba el pene con la boca, la erección no se hizo esperar, cuando alcanzó la dureza suficiente gracias a sus caricias orales, arrojó las sábanas al suelo y me montó sujetándome los tobillos, para mí fue una visión extraordinariamente placentera observar claramente mi pene deslizándose una y otra vez dentro de su vagina y sus majestuosas nalgas rebotando alegremente en mi vientre que en esa posición se apreciaban enormes, mientras las acariciaba sentí unos deseos incontenibles de introducirle un dedo en el ano, pero pensé que si no le gustaba estropearía el momento así que solo puse mis manos sobre sus nalgas y le acariciaba el ano con suaves movimientos circulares de mis pulgares, pues parece que eso tuvo un efecto bastante placentero para ella que comenzó a gemir cada vez más fuerte y a moverse con más vigor y rapidez hasta conseguir un nuevo orgasmo y quedar nuevamente acostada plácidamente sobre mi, conservando mi pene en su interior, yo me levanté, la empujé suavemente para indicarle que quería que se acostara boca abajo y ella complacientemente no solo se acostó boca abajo sino que abrió las piernas y apoyando las rodillas en la cama levantó la pelvis ofreciéndome una deliciosa panorámica de su trasero expuesto y dispuesto a recibirme gustoso y complaciente, sin más tardanza me arrodillé detrás de ella y la penetré con cuidado sujetando con firmeza su cintura, una vez dentro comencé con movimientos suaves y lentos, acariciando y masajeando cada centímetro de su parte posterior desde sus hombros hasta sus tobillos pasando claro por su inmensas nalgas y sus deliciosos muslos, conforme me acercaba al orgasmo no pude evitar estrujar un poco la carne de sus nalgas y sus muslos, en un momento separé sus nalgas y pude observar claramente la penetración que le estaba propinando, me tomé la libertad de introducir solo unos centímetros de uno de mis pulgares en su oscuro ano exclamando ?¡Virgen Santísima, que delicia, mi amor, te adoro, eres tan hermosa!? supongo que fue por esas palabras que me permitió juguetear un poco con su hermoso ano; no tardé mucho en tener un gran orgasmo, estrujando sus nalgas como si quisiera reventarlas, una verdadera delicia de orgasmo ya que su trasero es la parte que más me gusta de ella, casi la razón en si misma de haberme propuesto hacer todo lo posible para conquistarla hasta hacer mías esas increíbles nalgas.

Cuando nos dimos cuenta era demasiado tarde para comer lo cual nos causó mucha risa, dejamos la comida en la habitación, nos aseamos, nos vestimos y regresamos al trabajo tan felices que un día sin comer era un precio demasiado insignificante que pagamos con gusto a cambio del enorme placer que acabábamos de compartir.

Pues bien, esa fue solo la primera vez que hicimos el amor, después vinieron muchas ocasiones más, casi siempre a la hora de comer, hemos conocido varios moteles y constantemente damos rienda suelta a nuestra pasión, pero nunca jamás hacemos travesuras en el trabajo ni mucho menos nos pasa por la cabeza la idea de hacer el amor en la oficina ni aunque parezca que tenemos oportunidad, ni un beso, ni una caricia, vamos, ni siquiera una mirada porque siempre hay alguien que se percata y publica el chisme echando por tierra la reputación de los involucrados y provocando severos problemas que pueden tener consecuencias tan graves que ni siquiera deseo mencionar. Somos novios desde hace 8 meses y si no se presenta ningún impedimento seguiremos siendo novios mucho tiempo más.

Te amo Carmelita, tienes las nalgas más hermosas del universo, te adoro mi amor.

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