Tequila a mis 18 años fue increíble y excitante
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Soy una chica de 20 años y lo que les voy a relatar sucedió hace dos años, es una historia verídica la cual guardo con mucho sentimiento. Mi amiga Carolina recién cumplía sus 18 años y fuimos a celebrarlo a un bar de moda… allí se encontraba un chico muy atractivo que de inmediato me llamó la atención resultó que era conocido de Carolina así que la convencí para que me lo presentara, dicho y hecho, el nombre de aquél adonis era Hugo, un chico de 32 años y muy atractivo, era moreno, pero corto café oscuro bien peinado, ojos cafés oscuros muy atentos, boca muy carnosa y sugestiva, un pecho de todo un nadador, y unas piernas que cualquier atleta quisiera tener.
Bueno, a los treinta minutos de estar en el bar, nos pusimos a bailar, Hugo de inmediato se percató de que me había atraído por lo que cuando bailábamos lo hacía muy pegado a mi cuerpo tratando siempre de rozar mis pechos y tocar algo, yo porque lo recién había conocido pues lo ponía en su lugar y lo hacía retroceder los pasos que había dado. Luego le manifesté que estaba cansada y que necesitaba tomar algo así que nos acercamos a la barra yo pedí una copa de vino y él pidió un tequila, luego me preguntó si yo sabía lo que era un tequila shot, yo le dije que no estaba muy segura así que sin yo darme cuenta tomó un limón lo rozó en mi cuello y luego me echó sal, en cosa de segundos tomó de un solo trago el tequila y me chupó el cuello cabal donde me había untado de limón y sal. Lo que recién había hecho Hugo me excitó mucho y lo que siguió fueron muchos besos, de esos de pasión y lujuria en donde nuestras lenguas se enredaban la una con la otra.
En medio de aquél idilio de lujuria, mi amiga Carolina se acercó a mí y me dijo que Hugo era un experto casanova así que me recomendó tener cuidado y llevar las cosas despacio que si no yo me iba a terminar enredando con Hugo en la cama. Traté juro que traté de hacer caso a mi amiga pero los encantos de Hugo por falsos y mal intencionados que fueran pudieron sobre los buenos consejos de mi amiga, así que pedimos dos tequilas mas y los tomamos al estilo body shot, mientras él ya era un experto yo lo convertí a él en mi experimento, le regué todo el zumo de limón en el cuello y rápido le eché la sal, tomé el tequila rápido ¡porque ya no soportaba el deseo de lamer su cuello! así lo hice, chupé todo el zumo de limón y más que cuando me apoyé accidentalmente en el superior de sus piernas pude sentir como su verga estaba dura a lo cual en ese momento no presté la atención que se merecía. Después de unos cinco o seis tequilas el alcohol subió rápido a mi cabeza y fui yo ahora la que sacó a Hugo a bailar, bailé como nunca y él estaba fascinado, lo sabía por su mirada. No pasó mucho tiempo cuando Hugo hizo la sugerencia de que fuéramos a su apartamento, yo le pregunté que qué íbamos a hacer y él contestó que íbamos a seguir bailando y tomando tequila. Yo sabía que lo que quería era ponerme mareada para seguir jugueteando conmigo.
Encontré a mi amiga Carolina y le dije que iba a ir con Hugo a tomar un poco de aire y ella me dijo que lo único que quería él era cogerme lo que me llamó mucho la atención porque en ese momento era exactamente lo que yo quería, estaba súper caliente y quería estar con Hugo. En el auto, Hugo no dejaba de verme y con su mano empezó a meter su mano bajo mi vestido, yo sólo cerré los ojos y me dejé llevar, ¡es increíble lo caliente que te pone el tequila! Poco a poco iba subiendo por mis piernas hasta que llegó a mi conchita, estaba mojadísima y me dijo:
– Estás excitada ¿No?.
Yo respondí que sí, entonces él me dijo que pronto me haría sentir bien e ¡iba a calmar mis ansias!.
Por fin llegamos al apartamento yo estaba muy mareada pero consciente de lo que quería y yo lo quería a él. Mientras íbamos en el ascensor yo me iba topando con las paredes así que él me sostenía y me tomaba en sus brazos y me besaba y me lamía, eso sólo me ponía más caliente.
Sólo entramos al living y me quitó la blusa yo le arranqué su camisa y empezaba a gemir de los deseos que tenía de llevarme a su cama, íbamos como locos camino a la alcoba y en el camino íbamos tirando tiras de ropa hasta que cuando llegamos a la cama estábamos completamente desnudos. Hugo empezó a chupar mis pezones con una fuerza que lo único que provocaba en mí era gritar pero él no me dejó porque me dijo que había muchos inquilinos que eran quejosos, así que lo único que pude hacer fue gemir, gemir y gemir como loca, eso lo excitaba más a él, luego cuando él iba bajando por mi vientre besándolo, le dije que era virgen él de una reacción paró y me dijo que lo iba a hacer especial e inolvidable entonces.
Me tomó con sus fornidos brazos y me alzó a modo de quedar bien tendida en la cama con la cabeza en la almohada, Hugo tomó mis piernas y las abrió luego bajó a mi vagina y la contempló por un rato y empezó a sobarla con sus dedos, mientras hacía eso me besaba el interior de mis muslos, yo sentía que ya no podía más tenía que tener algo adentro de mí, sentía cómo mi hoyito se abría y cerraba deseosa de que Hugo me cogiera. Hugo siguió abajo de mí y acercó su cara a mi vagina y se encontró con un erecto clítoris lo cual siguió aumentando con una lamida que por poco y me vengo en su boca, yo de los deseos me movía como loca en la cama pero él ni por un segundo se separó de mi clítoris, luego dejó de lamerme y me dio un beso untado del líquido de mi vagina en mi boca.
Yo le decía a Hugo tonterías como que lo quería y que tenía miedo, cosas que seguramente él no le prestaba la mínima atención ya que estaba sumergido haciendo lo suyo. Luego se acercó a mí y me dijo que si estaba lista, yo le dije que sí que estaba lista desde que habíamos dejado el bar así que puso su grande y erecta verga en mi clítoris, con su mano hacía que su verga rodeara a mi clítoris lo que me hacía gemir más, él estaba ya listo y me dijo:
– Aquí voy.
Metió su gran verga en mi hoyito chiquito que se contraía cada vez que él intentaba metérmela así que tomó la decisión y la metió de un sólo, ¡Aayyyy! sentí como esa gran verga me penetraba y a decir verdad me dolió de puta madre pero no grité sólo le dije entre pujidos y gemidos que me dolía y sobre todo me ardía como si estuviera echando sal en una herida, sólo me dijo que era porque estaba sangrando porque había roto mi himen.
A Hugo el hecho que me doliera no le importó porque estaba en su mundo metido en mí, él la estaba gozando ya que mi vagina se contraía cada vez que él empujaba más, sus huevos llegaron a tocar los pelitos de mi conchita lo que me indicaba que estaba más que adentro mío, después de que sacaba su verga una y otra vez, volvía a penetrarme más duro, eso me gustó entonces fue cuando yo le dije:
– ¡Házmelo duro, lo quiero duro! – me gustaba realmente cuando su verga topaba con mi concha y ¡me gustaba que él no parara por nada y lo hiciera fuerte!
– Te voy a coger hasta por las orejas – me dijo Hugo
– Pero hazlo duro que me gusta así, así como lo estás haciendo – le dije
La cosa tomó otro ángulo cuando Hugo empezó a tomar mis pechos muy duro, los apretaba con una sola mano y me dolía, pero me gustaba. Hugo me dijo
– Te gusta duro ¿verdad?, pues te voy a coger hasta que no puedas ni caminar.
Eso me excitó mucho más. Fuertemente Hugo sacó su verga de mi vagina y me dió la vuelta, tomó mi pelo largo que me llegaba a la espalda y lo empezó a jalar, a mí me dolía pero me gustaba, luego me dijo que me iba a meter su verga en mi culo, yo le dije que lo hiciera duro y fuerte de un sólo, él trató de penetrarme pero no pudo porque no estaba lo suficientemente lubricado así que me dijo que le tenía que mamar la verga para lubricarla, yo le dije que no sabía así que sólo puso mi cara en frente de su verga y me dijo que abriera la boca, yo le hice caso, me quedé inmóvil y abrí mi boca, él entonces penetró mi boca como si se tratara de mi vagina y entonces empezó a empujar mi cabeza en contra de su verga la que no me cabía toda en la boca. En una de esas la metió tan profundo que me dio náusea así que la sacó de inmediato, al mismo tiempo me di vuelta y le dije que me la metiera por detrás, sin perder tiempo me metió la verga de una sola vez, no les cuento cuánto me dolió pero me excitaba que lo hiciera duro y fuerte como yo le decía, mientras me penetraba por detrás me daba de nalgadas y pujaba y gemía, pujaba y gemía. Hugo me dijo que quería venirse en mí así que me tomó de la cintura y me dijo que pusiera mi cabeza en la almohada y que dejara mi culo bien parado, él se paró sin sacar su verga de mi ano y siguió penetrándome hasta que terminó en mi culo, sacó tanto semen que sentí cómo se corría entre la raya de mi culo. Me dijo rápidamente que le chupara la verga para sacar lo último de su semen y quería que me lo tragara así que seguí al pie de la letra sus deseos, ¡me tragué todo!.
Nos quedamos tendidos en la cama cuando Hugo se levantó y fué a la cocina, cuando regresó a la alcoba traía con él una botella de tequila, la abrió y dejó correr un poco en mi conchita y me empezó a dar una lamida que me vine de nuevo en su cara, fue maravilloso, luego dejo caer un poco de tequila en su verga y yo la chupé como si se tratara de otro tequila shot.
A media madrugada yo tenía que irme pero al tratar de levantarme me dolía todo mi cuerpo en especial mi culo, cuando Hugo me vió me dijo:
– Si quieres te arreglo para que puedas volver a caminar bien – y sonrió.
Fue maravilloso pero sobre todo súper intenso y duro y fuerte, ¡como a mi me gustó!.
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