Susurros al oído antes de hacer el amor
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Cuando la pareja, está haciendo el amor, para ambos el mundo se reduce a un pequeño espacio, a sus sensaciones, a la piel y sus erizaciones, a los besos, al reaccionar de su compañero o compañera, se produce una abstracción del mundo que los rodea. La realidad es uno y el otro, las sensaciones se amplifican, el clítoris, los pechos y el pene son el centro, y la fantasía reina, y es en ese momento que los relatos que se susurran en los oídos del amante, pasan de esa categoría, y se convierten en algo real y vivido por ambos en ese momento, las palabras se convierten en imagen y sensación. Los que siguen son esos relatos susurrados al oído, que me llevaron y llevan a la explosión del placer y el éxtasis, los relatos son en primera persona, pero al volcarlos a la escritura, por efectos de sensibilidad preferí la tercera persona, quizás para verlo como de afuera, para evitar involucrarme y caer en lo grosero o lo soez. (Que no existe en el momento del amor para la pareja, pero si en nuestra relaciones con terceros y el mundo).
1) BAJANDO DEL TAXI: Ella tomo conciencia de todo lo que había pasado, cuando abrió la puerta del vehículo para salir del mismo para la puerta del Edificio donde esta el departamento de la prima que la estaba esperando, asumió todo lo que hasta ahora le parecía un sueño, camino hasta la puerta sintiendo que su vagina estaba muy inflamada, con sensación de estar aún penetrada, los labios mayores de su sexo, rozaban con su tanga, produciéndole como cosquillas placenteras, y un liquido fluía, humedeciendo la ropa interior e inclusive desbordándola, comenzando a correr por el muslo.
Pensaba, “que loca que soy, que inconsciente”, tenia temor a quedar embarazada (y de un desconocido), ya que desde que se peleó con su novio, hacía unos tres meses, había dejado de tomar la píldora, y por supuesto durante ese periodo no había salido con nadie pues aun sufría el duelo de la separación, y no había tenido interés en otro hombre, con sus 26 años, su linda figura, había estado en “stand by”. Esperó que le abrieran por portero eléctrico, y durante el pequeño camino al ascensor, sintió francamente los pequeños hilos de liquido que le corrían por sus piernas. Espero brevemente que viniera el ascensor, lo tomo y llegó al piso buscado, golpeó suavemente la puerta del departamento, y fue recibida por su prima, se dieron un beso de bienvenida, y le pidió pasar al baño (urgente le dijo).
En el baño, se levanto el vestido, y luego se la saco (por las dudas que no se manche, pensó) dejándolo colgada en un gancho, se sacó la tanga totalmente húmeda, y la enjuagó en el lavabo, y luego la exprimió lo mas que pudo. Se sentó en el bidet, y se sintió realmente cansada, había tenido una cantidad de orgasmos seguidos, inéditos para toda su vida sexual, y pudo observar por fin su sexo, el vello púbico totalmente empapado de fluidos y esperma, los labios externos generalmente chatos, estaban muy inflamados, y donde habitualmente solo se veía una línea fina (virginal, le habían dicho), estaba muy separada, y se veían los labios interiores y su vagina, (hecha una cavidad bastante grande), de allí fluía aún el liquido que había humedecido su tanga y corrido por el muslo y la pierna. (Nunca se lo había visto así).
El liquido de color blanco transparente, (mezcla de los fluidos pensó), ya que su calentura había sido muy grande, la más grande que recordaba, y los excesos cometidos y la exposición que se había sometido, jamás había pensado, ni siquiera en sueños que haría. Todo había comenzado unas horas atrás, cuando se reunió con su amiga de toda la vida, en el pequeño bar que frecuentaban, que era atendido por el hermano de esta última, y sentadas en una mesa, se acercaron dos habitúes al boliche, con los que ya habían conversado en una vez anterior. Uno de ellos, “músico”, (así se lo habían presentado), un hombre de alrededor de los 30 años, delgado pero con forma, con pelo largo, y un aspecto de soñador, la invitó a dar una vuelta a caminar por la Avenida (centro comercial del barrio), acepto y su amiga dijo que no tenia ganas, y se quedo conversando con el amigo del músico, y así salieron. Caminaron conversando de todos los temas (el era sumamente politizado, aprecio ella) durante casi una hora, viendo los negocios de la Avenida, y después se quedaron en la Plaza, frente a la Basílica, estuvieron un rato, y el la invito a conocer el lugar donde componía y ensayaba con su grupo musical.
Caminaron unas cuadras desde la plaza, y llegaron a un edificio antiguo en buen estado, el abrió y pasaron por un pasillo hasta llegar a un gran departamento tipo loft, donde en un gran ambiente, muy espacioso, donde había un piano, una batería, y distintos instrumentos musicales. En un rincón de la amplia habitación, había una cama grande, de mas de dos plazas, que estaba bien tendida, el le explico que ese en realidad era el lugar donde también vivía. Le ofreció algo fresco para tomar, y al alcanzarle el vaso con la gaseosa, le atrapó un brazo y la atrajo lentamente hacia el, y la beso. Ella estaba vestida con un vestido de verano, muy liviano y bastante sexy, de color azul, que realmente le quedaba muy bien, y realzaba su figura, ya que era delgada sin ser demasiado, lindas piernas y los pechos no grandes (mas bien chicos) pero si, bien formados y armónicos, su cabello era rubio oscuro y tenia reflejos platinados, la cara bien bonita y los ojos verdes, con una hermosa sonrisa con dientes muy blancos. Recién había salido de una relación de mas de un año, bastante aburrida en los últimos tiempos, ya que se había perdido la pasión (ella creía, que en realidad nunca había existido en una forma explosiva), y donde hasta el sexo había sido formal, no había sido insatisfactorio, pero había faltado eso…. la calentura total, y esto la había pensado y analizado desde la ruptura, y llegado a la conclusión que le faltaba esa experiencia, la de la gran llama quemante, que había quedado como asignatura pendiente. Antes había tenido otros novios, y uno de ellos se había llevado su virginidad a los 17, pero también sin pena ni gloria, incluso no se había dado cuenta cuando la desfloraron, no era frígida, al contrario era multiorgasmica, pero nunca la habían llevado por nadie al fondo de sus capacidades.
Ella era una profesional (Psicóloga), de buena familia de clase media, las cosas económicamente le iban bien, y su educación era la de la moral convencional a la época para la clase a la que pertenecía, aún con las ideas rígidas de la sociedad argentina, respecto al sexo. (Aún para los que se consideraban liberales en ese aspecto). La abrazo, y la siguió besando, mientras sus manos comenzaban la exploración, primero los pechos, a los cuales dejó al descubierto bajando los breteles del vestido, y que comenzó a besar una vez que estos quedaron al aire, (lo que vio, le gusto, eran pequeños, pero muy bien formados, parados y con un par de pezones muy bonitos y agradables), luego siguió lentamente con sus manos, primero acariciando el interior de los muslos, el monte de venus, el suave pelo pubiano, y luego estacionando una mano, en donde presumía que estaba el clítoris, realmente acertando porque allí se encontraba… Suavemente con movimientos rotatorios lo acaricio con dos dedos, arriba de la tanga, observando como el mismo tomaba cuerpo, se hinchaba, tal como los pezones, que ahora eran dulcemente torturados por la boca, mientras la otra mano seguía en loca exploración.
Sorprendida al principio, (pensó, un poco de sexo no vendría mal) ella no atino a nada que no sea devolver el beso, mientras se dejaba explorar, sintiendo como se iba excitando, y de cómo su sexo se iba humedeciendo, de cómo la exigía su clítoris de donde comenzaban a surgir olas de placer y excitación, de cómo los pezones tomaban el tamaño del placer, y de donde también surgían sensaciones que confluían a unirse con las que venían de abajo, en la entrepierna ahora ansiosa. Luego de un breve momento, ella quiso comenzar a participar en la fiesta sexual que se iniciaba, y abrazó a músico, echándole los brazos al cuello, luego una de sus manos bajo y se dirigió a explorar (espalda, brazos, cintura y por ultimo como si fuera casual la entrepierna de el, rozándolo suavemente por encima del pantalón, si bien ya había sentido la rigidez del aparato en su pierna, ahora tenia alguna idea de lo que debería enfrentar en poco tiempo. Si bien ella había tenido experiencias sexuales, los miembros masculinos que le habían tocado en suerte, eran de tamaño promedio, mas o menos en el largo y más o menos en el ancho, nunca nada extraordinario, y nunca había tenido problemas en la penetración.
Pero ahora la cosa era distinta, lo que intuía era grande, el largo era lo corriente mas o menos lo que había conocido, pero lo otro si que era para tener en cuenta, era el ancho, no tuvo miedo, mas bien curiosidad, y prosiguió con su exploración. Mientras continuaba siendo magreada por músico, amasada en sus pechos y sexo, El le tomo una de sus manos y la llevo o a la bragueta ya abierta de su pantalón, y le hizo tomar el miembro duro y firme, y por fin tuvo el acceso buscado, y si, era ancho de verdad, con su mano apenas podía dar la vuelta al tronco del pene, y siguió explorando para abajo, y se encontró con el par de testículos, mas grandes de los que había visto hasta el momento, que se encontraban cerca de la base del pene, miembro que esta realmente parado y en casi todo su desarrollo y duro, muy duro, ella acaricio muy suavemente la bolsa testicular, acariciando suavemente a uno y luego otro, y comenzó mi dulce tironeo muy suavemente para abajo con dos dedos de sus dedos. El continuó con la fiesta, sacándole el vestido totalmente, por arriba, el que tiro arriba de una silla cercana, quedando ella solo con la tanga, que ya estaba corrida dejando a la vista en toda su gloria el sexo, en el cual se notaba lo excitado que estaba el clítoris, que sobresalía de la línea aún cerrada de los labios superiores.
El se termino de sacar el pantalón y una remera, y luego el slip, quedando totalmente expuesto, y muy delicadamente le sacó a ella la tanga, (que había incumplido su misión de no mostrar) quedando a la vista excitada del hombre, una hermosa mujer totalmente desnuda a su disposición, entregada. Lentamente, abrazados, se fueron recostando en la cama. Quedando paralelos, las manos seguían febriles en su exploración, y el apresuró el movimiento suave en el clítoris, mientras su otra mano aferraba uno de los pechos, torturando suavemente al pezón entre dos dedos, y con la boca mordisqueaba al pezón del otro pecho, que de ninguna manera estaba abandonado. Ella con una de sus manos, tomaba al miembro y le imprimía un movimiento suave de arriba hacia abajo. De la cabeza del pene manaba cantidad de liquido lubricante, que había comenzado a mojar la mano de ella. El alternaba el pecho al que mordisqueaba, y una de sus manos la dirigió hacia la cola de ella, comenzando una exploración, que llegó donde el pequeño orificio, y en ese lugar comenzó sin penetración a acariciar haciendo una leve presión en la pequeña segunda entrada. Este último movimiento (bien calculado), fue la gota que faltaba al vaso, y ella estalló en un gran orgasmo. Que el sintió no solo en el clítoris sino atrás, donde el dedo suavemente apoyaba, y todo estalló en latidos y convulsiones, que se notaron también en las tetas que estaba mordiendo.
Todo para ella fue producto no solo del buen trabajo realizado por el, sino por la excitación que le causaba todas las circunstancias que la rodeaban, el extraño lugar, el desconocido que la magreaba, y la tocaba, invadiendo sus más íntimos lugares, y el miembro excitado que sostenía en su mano, y del cual fantaseaba como seria penetrada. Todos los que habían tenido relaciones con ella, siempre le habían comentado que ella era estrecha, lo cual causaba a los propietarios de los miembros penetrantes mayor placer, por el roce que producían esas estrechas paredes vaginales, su vagina, realmente era estrecha. El la dejó reponer, continuando besos y caricias en lugares erógenos, mientras ella seguía con su propia exploración, el comenzó a deslizar su boca para abajo, y lentamente recorrió el cuerpo de ella con besos, pasando por los hermosos senos, el estomago, el ombligo, el monte de venus, el vello púbico y luego la línea del placer, lo cual realizo en movimientos y tiempos lentos, morosos, que causaron esa ansiedad que da como cosquillas de placer en ella. (Esperaba que el llegue al fabuloso destino). El clítoris, aún seguía hinchado, no obstante el orgasmo, fue el primero en recibir primero los besos, y luego la lengua…, que comenzó la caricia en forma circulatoria, y para arriba y abajo alternando, cuando percibió que la excitación de ella, por el tamaño del clítoris, y por los movimientos que ella comenzó a imprimir a su cadera, en rotación primero lenta y luego mas aceleradamente, bajo su lengua, entreabriendo los labios superiores y llegando a los internos, que también comenzaban a inflamarse… Jugó con los labios internos, pasándoles suavemente la lengua, y luego penetro un poco de la misma, en la vagina ya expuesta de ella. Cuando sintió el estado de calentura de ella, trató de poner el máximo de la lengua en la abertura, y en ese momento, lo sorprendió otro orgasmo explosivo de ella, mayor que el primero, como un terremoto.
Cuando el comenzó a deslizarse hacia abajo, comenzando la sorpresiva incursión hacia su sexo, y comenzar a excitarse de forma incontrolable, sus manos comenzaron a acariciarse los pechos, deteniéndose a darse pequeños apretones en los pezones y luego a apretar toda las tetas aplastándolas bajo sus manos. Cuando la lengua de el, jugueteaba en el interior de su vagina, sintió que venia el clímax, pero no al que estaba habituada, este era algo profundo, venia de muy adentro, (atávico, pensó luego al analizarlo), y el placer la inundo de una manera fantástica, no se limito a contracciones en su vagina, todo su cuerpo orgasmo, y teniendo aun los temblores del placer, cayo en un sopor que inclusive desorientó su percepción de tiempo y lugar. Todo esto duro un breve tiempo, el cuando ella orgasmó, se separó y se quedo observando las consecuencias del clímax en ella, viendo las contracciones en la vagina y clítoris de ella, y ella en el casi desmayo, en que cayó ofrecía a la vista de músico toda su hermosa entrepierna, ese maravilloso sexo humedecido y entreabierto. El cayó al lado, y comenzó a besarla en la cara y boca, ella entreabrió sus ojos, ubicándose en donde y en que situación se encontraba, y sus manos volvieron a aferrar el duro aparato (ahora le toca, pensó), y al tomarlo, cobró conciencia de lo que vendría a continuación, quería con desesperación que la penetrara ese miembro. Ella se subió al cuerpo de el, su entrepierna abrazando a una rodilla de el que el mantenía levantada, ella comenzó a frotar su clítoris contra la pierna del hombre, y elevando su torso, ofreció las tetas a la boca de el, que aprovechando la ocasión en forma golosa chupo, metiendose cada teta prácticamente toda en la boca, y apretándolas no con los dientes, sino haciendo succión.
Las manos de ella recorrían todo el cuerpo del hombre, su pecho, la espalda, lo que podía tocar de su poderoso miembro cada vez mas duro y grande, y sintió nuevamente la excitación, es más, cosa rara, la misma no la había abandonado aún después del poderoso e histórico orgasmo, y su clítoris en frotación, y sus tetas succionadas daban mensaje de querer aún mayor placer. El momento de la verdad había llegado, hizo extender la rodilla al hombre, y se sentó arriba de el, tomo el pene (duro, muy duro), y lo dirigió a su vagina, ambos estaban el exceso lubricados, lo puso en la puerta de su estrecha abertura, y comenzó a hacer presión (sentándose poco a poco), al principio encontró resistencia, su vagina no estaba aún acostumbrada a dilatarse tanto, y sintió como el miembro la penetraba poco a poco, milímetro a milímetro, y en el lugar donde iba siendo penetrada, como se iba ensanchando, poco a poco, cuando la penetración estaba en la mitad, pensó, ahora, y aplico toda la presión y se sentó del todo. La sensación fue de éxtasis, totalmente llena, no quedaba un milímetro de espacio en su vagina, la sensación era de partida en dos, no por dolor sino por ese enorme pene que la penetraba, que la dividía, y el placer…, nunca en todas la veces que había sido penetrada, había sentido tanto placer, sentía el miembro, en todos sus detalles, sabia exactamente en que lugar de ella, estaba la gran cabeza, donde estaban los pliegues, sentía donde estaba la arteria principal del pene, estaba tan penetrada que sentía donde terminaba el miembro y donde comenzaba la bolsa testicular, que le rozaba los labios interiores de su sexo. Sentía adentro de sí tantas sensaciones, que se quedó un instante quieta para asimilarlas, y luego intentó moverse, cuando lo hizo cada roce con el pene en su interior, que convirtió en un placer casi inaguantable.
El se dejaba hacer, veía el accionar de ella, y su excitación incrementaba, dejó que ella se moviera e hiciera todo el trabajo, comenzó a jugar con las tetas, que colgaban arriba de su cara, sintió en todo su esplendor la penetración a esa vagina que le era tan estrecha y placentera, su miembro sintió el proceso de ensanche que sufrió la misma, como cedían, como claudicaban, las paredes vaginales, que lo apretaban hermosamente, y temió no poder aguantar mucho mas, ante el movimiento que comenzaba a hacer ella. Mientras ella se movía, al principio muy lentamente y ganaba en intensidad a medida que crecía la excitación en ella, el se aferraba a los pechos que bailaban a su vista, los besaba, y mordía los pezones, sentía que estos habían sufrido un cambio por la cantidad de mordiscos y apretadas que soportaran desde que había comenzado todo el juego del amor. Era un cambio maravilloso solo perceptible para los participantes, habían cambiado en su contextura, se habían convertido en objetos de placer puros, ávidos de maltrato, de ser apretados, mordidos, succionados, el sostenerlos en la cercanía del clímax, obtiene esa sensación de que para ella, lo que le producían las caricias, los mordiscos en los pezones (totalmente parados, erguidos en toda su posibilidad), y las succiones, eran oleadas de placer que directamente influían en cantidades de lubricante que producía en su ocupada y bien ocupada vagina. Y el vio venir su orgasmo, ya no aguantó mas, y el pene adquirió su máxima extensión y grosor, los testículos que ya estaban pegados a la base, se pegaron aún mas, y se pusieron extraordinariamente duros, y ella lo sintió en su interior, y ella también comenzó el orgasmo que se hizo conjunto.
Ella se sentía totalmente llena, en los movimiento cuando el miembro llegaba al fondo, la sensación le era de indescriptible goce, y comenzó a orgasmar junto con el, cuando el miembro se encontraba en el fondo de ella, si el segundo orgasmo había sido espectacular, este sobrepasaba todo tipo de expectativa, fue mas, fue más salvaje, mas intenso, quizás por el agregado de sentir ella la colosal ocupación a que estaba sometida y la explosión que tuvo el pene, el miembro al estallar comenzó a inundarla en oleadas de esperma, en una cantidad que ella no había visto, sentido ni imaginado, y ella en medio de un orgasmo total, y el llenándola total e irremediablemente de su semen y pasión. Quedaron abrazados el uno al otro, el aún con su miembro adentro de ella, no se movieron durante un tiempo mas o menos prologado, gozando de su placer, ella acostada arriba de el, no queriendo que saquen lo que la ocupaba. Cuando el volvió a abrir los ojos, vio que su calentura no se había ido, que aún quería mas de la mujer que estaba cogiendo, sin sacarla y bastante dura aún, rodó con ella en la cama, y comenzó el arriba a moverse, lentamente, al principio, gozando de cada vez que se movía para arriba y casi extraía su pene de la vagina ahora muy dilatada, y fue ganando en velocidad, y su miembro cada vez mas duro, y la excitación volvió a niveles anteriores. Ella aún estaba como obnubilada por el orgasmo anterior, y al comenzar el primero a ponerla abajo y luego al moverse adentro de ella, volvió a tener las sensaciones, volvió a excitarse, pero de una forma distinta, ahora gozaba con el proceso de ensanche que estaba teniendo, cada vez que el pene entraba y salía, sentía que su estrecha vagina, se estaba convirtiendo poco a poco en una gruta, ya al miembro no le costaba entrar y salir, si volvía a sentirse totalmente llena pero ya no tenia la sensación de partirse, y se sintió que la estaban cogiendo y bien cogida!.
La bombeo durante un tiempo bastante prolongado, y al fin volvieron a orgasmar los dos, también fue para ella un orgasmo distinto, esta vez fue fantasioso, se sentía una prostituta, después de tener relaciones con 10 hombres, sentía el sexo tan inflamado y tan abierto, que le parecía mentira ser ella, era como si fuera otra persona, un sueño, una película que estaba mirando y ella no era protagonista. Se quedaron dormidos abrazados, ella despertó primero, y al ver al hombre tendido a su lado, por primera vez le vio el miembro en reposo, y los testículos ya abajo, y hizo lo que siempre había fantaseado, y que por timidez o vergüenza con otros no lo había hecho, pero ahora estaba desatada, realmente no le importaba lo que el pensara después, ahora era una total y verdadera puta. Toco el miembro blando, y le gusto, el seguía dormido, acerco su boca al pene, pero primero suavemente con la mano, le bajo el prepucio, dejando en descubierto el glande rojo e irritado, y se le metió en la boca, lentamente y luego pasando la lengua por el tronco, sintió la reacción, que entraba en estado de erección, que llego a su máximo cuando con su lengua paso por la bolsa, y con la punta de la lengua, tocando suavemente a uno y otro testículo, volvió su cara hacia arriba, y vio que el hombre estaba despierto.
Sin mayor jugueteo, el la hizo poner en posición de cuatro patas, y se la inserto en la vagina por atrás, no sin antes rozar con el pene la otra entrada, pero optó por el camino ya asegurado de la abierta y apetecible hendidura vaginal, que recibió el miembro, como si toda la vida no hubiere hecho otra cosa. La volvió a bombear durante un tiempo prolongado, viendo los pechos que bailaban ante las arremetidas del miembro invasor en la vagina, y le ponía la palma de la mano, en los pezones que se irritaban por el roce cuando era sacudida por la arremetida, incrementando la calentura de ella. La volvió a dar vuelta, y en posición misionera, el le hizo trabar las piernas en las suyas, asegurando una completa inserción. La vagina estaba tan humedecida y llena de esperma que aseguraba aún mas suavidad en la penetración. Y siguieron bombeando durante un buen rato hasta que los dos volvieron a orgasmar (esta vez tardaron mas y se prolongo en interminable y placentero bombeo, porque estaban muy cansados, pero muy excitados).
El ultimo round, ya fue el definitivo, completamente exhaustos, se quedaron tirados en la cama, durmiéndose ambos desnudos como estaban sin cubrirse. Despertando ella por ruidos extraños, y al abrir los ojos, ver a cuatro muchachos que la estaban mirando con ojos desaforados, y uno que le dice a otro – Che, mira, a esta piba, “ músico” la reventó, mírale como le dejo la concha… Se levanto como una tromba, poniéndose una sabana para tapar su desnudez, frente los asombrados integrantes de la banda musical que venían a ensayar, y el músico tratando de que se vayan por un momento para ponerse en condiciones. Se vistió como pudo ( el vestido era fácil de poner), zapatos y cartera y salió a la calle dándole a músico un breve beso en la mejilla de despedida (nos vemos, te llamo, gracias por todo, fue sensacional) tomo el taxi que la llevo a lo de su prima. Cuando se levanto del bidet, cuya lluvia refresco los interiores inflamados y abiertos, y limpió mas o menos los restos del semen y fluidos que lo ocupaban, buscó una bolsa de nylon, (había en el baño) puso la tanga mojada, y la guardo en su cartera. Estuvo poco tiempo en lo de su prima (estaba invitada a cenar), y sentada en la silla sobre la que se revolvía, por las sensaciones que sentía abajo, en su vagina y clítoris (casi vuelve a orgasmar, frente a su prima y el esposo, conteniéndose a duras penas), así que comió, tomo el café, y con el pretexto de estar cansada se fue a casa, al salir la prima se acerco y le dijo al oído “nena, quien te cogió, un elefante?” – ¿Se nota? Le pregunto ella, y le contestaron “Si, lo tienes escrito en la cara”.
Durante tres o cuatro días, duro la inflamación, y al segundo día la abertura ya comenzó a cerrar a su tamaño normal, no obstante lo cual durante otros días, ella sentía sus interiores inflamados, y la sensación de penetración, lo cual cesó completamente cuando le vino el periodo, que fue recibido con mucho alivio. Nunca mas volvió a ver a Músico, inclusive no se habían pedido el teléfono, y a ella le daba como vergüenza ir a buscarlo, y no volvió al boliche durante un tiempo mas o menos largo, ya que tenia miedo de encontrarse con los integrantes de la banda que la habían visto en situación harto comprometida.
Años después ya casada, en una reunión de padres del colegio de su hijo, uno de los papas se le acercó, y le dijo, hola, nos conocemos de la casa de Músico y le guiño el ojo, y le dijo, “ese día, si que la disfrutaste de verdad “….
Este relato susurrado al oído al momento del amor, hizo decir “me hubiera gustado conocerte en el momento que bajaste de ese taxi”…….
SUSURRANTE
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