Se la metió en el ano de un solo golpe

Estábamos de vacaciones, mi novia y yo, pasando una semana en cabañas solitarias en un lugar lejano de cualquier civilización. Esperábamos cualquier escapada para irnos a donde fuera y tener todo el sexo posible. Hablamos de las posibilidades de hacerlo de diferentes formas mientras lo hacíamos, pero no pasaba de ahí.

Esa noche estábamos en un sofá disfrutando de la música y acariciándonos, cuando ella desabotonó mi pantalón y sacó mi pene. Siempre le había pedido una mamada fenomenal y, en ese momento, me dijo:

—Te voy a dar una mamada que nunca vas a olvidar.

Empezó masturbándome, luego se metía todo mi pene en la boca hasta la garganta; de vez en cuando, tenía reflejos de vómito por meterla tan hondo y luego se escupía la mano y me escupía el pene para lubricarlo y frotarlo.

Era fantástico, pero entonces sucedió algo inesperado: de repente, tumbaron la puerta y entraron tres tipos fuertemente armados. Nos tomaron por sorpresa y, al vernos asustados, se rieron. Entonces uno de ellos dijo que mi novia mamaba de maravilla, lo habían visto desde la ventana. Entonces, uno de ellos empujó a mi novia hacia el sofá, se montó sobre ella, se sacó el pene y se lo metió en la boca. Ella no podía tragárselo todo, pero él empujaba hasta que notaba que sus testículos chocaban con la barbilla de ella. Después, de un rato, eyaculó casi ahogándola.

Posteriormente, la pusieron en cuatro patas. Entonces, uno de los tipos me agarró, yo estaba con los pantalones bajados, y me puso junto a ella también en cuatro patas. Entonces, uno de los tipos le metió el pene a mi novia en el ano de un solo golpe, ella gritó tremendamente. Pero el tipo se limitaba a decir que estaba riquísimo. Entonces, el otro tipo me escupió el ano y, en ese momento, me puse muy tenso, porque sabía lo que me iba a pasar: también de un solo golpe me la metió hasta el fondo de los intestinos, doliéndome hasta la espalda por la brutal penetración.

Al reaccionar, vi que mi novia se movía sola, no lo podía creer, estaba disfrutando de que la tomaran analmente un tipo desconocido. Al verla moverse, la verdad es que me excité y empecé a sentir rico ese pene dentro de mí. Hasta que, después de un momento y con movimientos de mi ano, lo apreté lo más duro que pude, al mismo tiempo que el otro eyaculaba dentro de mí. La verdad es que fue fascinante sentir ese semen caliente invadiéndome, pero no iba a terminar ahí.

Después, tomaron a mi novia y le practicaron una doble penetración hasta que los dos eyacularon en su cara y en su boca.

Después me dijeron que era mi turno porque ella ya no podía. Entonces, se sentaron dos en el sofá y me hicieron dirigirles la palabra a gatas. Les empecé a chupar los penes. Nunca lo había hecho, pero lo disfruté.

Mi novia creo que estaba muy excitada por lo que sucedía. De repente, noté un tercer pene dentro de mi ano. Y así fue hasta que él eyaculó sobre mis espaldas, pero a los otros dos les saqué el semen con mamadas y casi me lo como todo, porque me encantó el sabor.

Exhaustos, nos quedamos dormidos y, al amanecer, ellos se habían ido. Mi novia y yo teníamos dolor de mandíbula por las penetraciones que habíamos tenido, pero después de recuperarnos, ella me confesó que le había gustado mucho y, sinceramente, yo también me había gustado mucho, entonces decidimos… Volvimos a hacerlo, pero eso es otra historia.