Probé la infidelidad y me gustó tánto!
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Hola, soy dominicana y casada desde hace 9 años aproximadamente. Quiero destacar que a pesar de todo amo mucho a mi esposo, él también me ama a mi, pero por una serie de circunstancias que ahora no vienen al caso, mi esposo hace unos cuatro años quedó impotente y a pesar de que él intentó por todos los medios satisfacerme con masturbaciones, caricias, oral, etc. no conseguía la plena relajación sexual, por lo que aunque mis deseos eran de seguir siendo fiel y mantener el matrimonio, la verdad es que la idea de tener una aventura cada vez se hizo más fuerte en mi mente. Fui probando a traves de la red, el cibersexo no me satisfacía, me parecía algo de reprimidos o muy infantil, total que fui entrando en chats y manteniendo conversaciones mas calientes cada vez, y si no totalmente calientes si dejando las insinuaciones y provocaciones, con lo que mis deseos de tener una buena penetración fueron aumentando. Despues miré a través de las páginas de contactos, vienen fotos, es todo más directo, en fin que me senti más cómoda con esas páginas y la verdad es que llegué a estar a punto de citarme con algunos caballeros varias veces, pero al final siempre mis indecisiones, los miedos, los nervios, me hacían volverme atrás. Hasta que dí con un mexicano, un hombre ya maduro, tenia 54 años pero un cielo de persona, tan educado, tan gentil, tan experto en el trato a las mujeres. Me contó que venía a veces al pais por cuestiones de negocios (no voy a decir los negocios por si acaso cometo una indiscrecion) yo me lo tomé como una mentira más de las muchas que te cuentan por la red, aunque en las páginas de contactos no es tan habitual el engañar pues no tendria sentido. Y por ese motivo creyendo que nunca iba a venir me fui abriendo a él, y nos contamos muchas cosas, le envie fotos y el sentir sus deseos y su admiracion por mi, provocaba mis calenturas.
Total que un buen dia me anunció que en pocos días iba a llegar a mi país y que como ibamos a hacer. Finalmente le dije que cuando llegara me diese el numero de telefono del hotel donde estaba para yo llamarle. Y asi lo hice cuando ya estaba acá. El hombre una paciencia extraordinaria conmigo pues de nuevo cuando lo vi cerca el tema, me entaron los nervios y las indecisiones. Una de las veces que hablamos me dijo que quedaramos en la cafeteria de su hotel pero solo para hablar y conocernos, que él ya daba por hecho que no ibamos a hacer nada. Aquello no sé, como que me dio confianza y ya por fin quedamos un dia para comer y charlar. A pesar de que no era para tener sexo, algo dentro de mi bullía de tal manera que sin querer reconocerlo admitia que cabía la posiibilidad de acostarme con aquel hombre que tanto me gustaba, la verdad es que tenia un fisico extraordinario, estaba muy en forma, y su pene era de lo mas apetecible. Me gutaba mucho. Creo que en mi se dio la oportunidad de saber que era yo la que iba a decidir dsde la postura de que de entrada no ibamos a hacer nada.
Cuando nos vimos en persona la verdad es que nos agradamos mucho los dos. Yo me sentía incomoda para comer formalmente, además habia mucha gente en el restaurante asi que opte por pedir una bebida alegando que no teía hambre. El fue muy habil, en ningún momento habló de sexo ni de nada que tuviera que ver con la relación que habiamos iniciado, me hablaba como si me conociera de toda la vida y de cosas normales y cotidianas. Era verdad que yo miraba mucho alrededor por miedo a que alguien conocido me pudiera ver. El aprovecho muy bien la oportunidad para decirme que ya que había visto que nada pasaba y que podia estr confiada, que subieramos a su habitación para estar más cómodos y hablar más tranquilamente, más teniendo en cuenta que yo tenía mucho tiempo por delante pues en casa a mi esposo le había dicho que tenía que hacer algo del trabajo que él sabia me iba a ocupar toda la tarde. Asi que disponía de seis horas por delante. Acepté la invitación y fuimos a su cuarto. Aquello al entrar y ver la cama ahi mismo, como que me dio más morbo y empecé a notar algo curioso y es que a medida que añ hombre le comenzó cierto nerviosismo, yo me iba tranquilizando y tenía que reconocer, que la idea de tener algo con aquel hombre, cada vez comenzaba a verlo más deseado. Pero ahora se veía que no había sido una táctica de él el decirme que podia confiar en él, se lo tomó muy en serio y no había ni el menor acercamiento, ni tampoco alusión o sugerencia a algo. Y aquello empezó a preocuparme pues empezaba a pensar si yo no gustaría tánto como yo pensaba que atraia a los hombres. Pero no, si le gustaba, lo notaba en sus ojos cuando él no se daba cuenta que yo le miraba y cualquiera de mis posturas, de cruces de piernas o inclinaciones, etc. se le veia cierta codicia, aunque no lo demostrara, total que yo me fui calentando. Es curioso que pude comprobar que desde que habíamos subido a la habitación en ningun momento había pensado en mi esposo ni en lo que estaba haciendo, que aunque no hubiera pasado nada, evidentemente estaba mal. Al final, aunque nunca ha sido admitido ni discutido, creo que si, que era una táctica de él y bien jugada, seguramente su experiencia le decía que yo me iria calentando hasta que cayera en sus brazos y él jugaba esa situación. SEa como fuera teníamos ya más de media hora en la habitación, yo había tomado ya tres tragos, uno abajo en la cafetería y dos aca en la habitación y entro el alcohol y mi calentura, bueno …..
SEntí deseos de ir al baño para orinar. Él muy atento me llevó hasta adentro y me dijo que creia tener todo lo que pudiera necesitar pero que si precisaba algo le dijese. Mientras me dijo esto por primera vez puso una mano en mi cintura de forma cariñosa y aquello, uffff, me dio una sacudida increible, me gustó tanto que no sólo no lo rechacé sino que le dediqué mi mejor sonrisa. Me dijo un piropo sobre mi sonrisa y mi rostro que agradecí sonriendole nuevamente, me cogió una mano y me la besó, despues me dijo que me dejba sola, acercó su cara y me dio un beso, apenas me rozó los labios. Hubiera deseado que durara más. No pude menos que mostrarme comprensiva con él y ahí cuando ya estaba cerrando la puerta le dije que sentía mucho mi actitud y que agradecía su comportamiento y su comprensión. REcuerdo que me dijo: “Yo sigo dseandote como el primer dia, pero no voy a violentarte, comprendo tu sentido de responsabilidad. Yo te animaría a que te entregues, no te preocupes por mi, pero si quieres hacerme un regalo preciadisimo, ya sabes …… ” Esto se referia a que yo le había enviado una foto en ropa interior donde llevaba una tanguita, que a él le gustó mucho y que yo le prometí me la pondría si algún dia teniamos una cita y él siempre decía que el verme en persona con esa tanguita seria el mayor regalo que podría obtener”. Mientras orinaba no dejaba de pensar en eso y ya cuando me aseé, me puse en frente del espejo y me miré con la tanguita, sé que es vanidoso por mi parte, pero me sucedió algo así como que me gustaba yo misma, me calenté conmigo misma y sin saber bien el porqué, me quité la blusa, la falda y el brassier, estaba muy excitada, si, lo recuerdo y siento palpitaciones en mi vagina, jajaja, salí del baño desnuda, sólo con la tanguita, con las manos me tapaba los senos. Él se quedó perplejo, desde luego que no se lo esperaba y tardaba en reaccionar, me miraba asombrado, yo le sonreia un poco avergonzada, con cierta timidez ….. por fin se levantó y quitó mis manos de los senos para verme así. Me besó en la boca, al principio suave, despues nos entregamos las lenguas con fuerza y profundamente. Me empujó hacia la cama lentamente mientras se iba quitando su ropa, me tendio. No besamos mucho, nos restregamos los cuerpos con pasion y dulzura al mismo tiempo, me besó la vagina, le abría las piernas para demostrarle mi entrega. Me pregunto si me gustaba la mamada, le respondí: Deseo que me lo metas amor! …….
Y así fue mi primera vez como infiel. Espero comentarios y si hay algún hombre delgado blanco o de piel clara que viva aca en rep dominciana, dominicano o extranjero y quiere ponerse en contacto conmigo con gusto recibire sus correos por e-mail en: [email protected]
Gracias por leerme.
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