Por su falta de discreción no fue dueño de mi virginidad

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Mi primer relato. Hola buenas para todos usuarios de toprelatos.

Me presento para ustedes me llamo Yoset, tengo 60 años esposa e hijos y muchos amigos lo cual para todos soy muy macho entre los machos desconociendo que desde muy temprana edad empezó a despertar dentro de mí una hembra que ha ido creciendo bajo mi piel y hoy se ha hecho una mujer llena de deseos ya casi insoportables para mí.  

Empezare diciendo que esto que les voy a contar es mi primer relato no es algo surgido de mi imaginación sino algo muy real. Me ha ocurrido cuando era un adolescente; por eso les pido crean cada una de las palabras que lean en este o cada uno de los relatos que les haga llegar pues todo es muy verdadero. 😵

Fue esta la vía que encontré para desahogar mis secretos y hacerlo conocer a todo el que lea cada uno de mis relatos sin imaginar siquiera aun teniendo parado frente al soy yo el protagonista real de cada una de mis historias , solo cambio en ellos nombres reales.

Cerca de la casa donde yo vivía queda un centro de trabajo donde se trabajaba por turnos de guardia las 24 horas pues había que revisar cada cierto tiempo el funcionamiento correcto de unos motores o turbinas eléctricas de lo cual dependía el abastecimiento de agua de aquel poblado.

Ahí trabajaban varios hombres que eran los encargados de hacer las guardias pero me referiré específicamente a uno pues es el centro y coprotagonista de mi relato de apellido pino el cual todos llamaban por su apellido él era de piel negra media más menos según recuerdo un metro con 70 o algo más, fornido, y de rostro se puede decir nada agraciado.

Yo aun siendo un adolescente me llevaba bien con todos siempre usando ellos conmigo juegos y jaranas acorde a mi edad, yo por lo general casi todos los días después de las 7 de la noche iba y me sentaba en unos escalones que daban acceso a la puerta de entrada de aquel lugar a conversar con el que estuviera de guardia y allí permanecía hasta las 9 o 10 de la noche hora que iba para la casa a dormir. 😛

Mis conversaciones con todos eran conversaciones propias de mi edad, de la escuela, lo que me gustaría estudiar de grande y así esas cosas solo con aquel hombre de apellido pino las conversaciones eran diferentes y sus atenciones para conmigo eran distinta a los demás pues siempre me tenía golosinas, refrescos, galleticas o algo para brindarme por lo que era el turno al que más me gustaba ir y por lo general en el que más tiempo permanecía.

Sus conversaciones conmigo siempre giraban en torno al sexo cosas que yo realmente desconocía para mi edad, si yo tenía o había tenido novia alguna vez, que si me gustaría tenerlas, que habían hombres que le gustaban otros hombres pero que eso todo el mundo lo hallaba mal, que si yo sabía que hacerle a una muchacha cuando fuera mi novia.

Todas esas cosas que además me dejan sin respuestas para el por qué yo a esa edad nunca aun había tenido novia. Yo notaba además cuando él hablaba todo aquello conmigo se le marcaba algo bajo su pantalón que según la conversación transcurría iba creciendo e inevitablemente mi vista iba a parar hay a cada momento y él se sentaba de tal forma para que yo lo notara más lo cual me hacía sentir un cosquilleo recorriendo todo mi cuerpo.

Recuerdo una noche en una de sus guardias, serian como las 8 y fue cuando fue más allá y comenzó todo que en medio de su conversación conmigo y como siempre con aquello marcándose bajo su pantalón me dijo, quieres que te enseñe que hacerle a una mujer para cuando tengas novia y yo solo atine a decir si y como me vas a enseñar y el me respondió fácil ya verás. 🙃

Solo tienes que prometerme y darme tu palabra de hombre que nada de lo que yo te diga hable o haga contigo se lo dirás a nadie, a nadie y me lo repitió, estamos de acuerdo me pregunto y yo respondí, si estoy de acuerdo palabra, después de escuchar mi respuesta se paró y me dijo voy a revisar como están funcionando los motores vamos conmigo.

Yo era un adolescente pero sentía algo distinto en aquel hombre, en sus palabras, en la forma de mirarme, de tratarme, de sentarse para que yo le pudiera mirar aquella cosa que se le marcaba bajo su pantalón a plenitud, todo aquello me hacía sentirme incomodo y apenado en ocasiones pero a la vez me gustaba estar ahí escucharlo mirarlo, me gusta el cosquilleo que me hacía sentir en todo mi cuerpo, tiempo después me di cuenta me había tendido una trampa y yo caí en ella.

Se paró de los escalones y me dijo vamos, me pare y lo seguí el entro delante yo entre tras él y cuando yo entre el cerro la puerta y se dirigió a la sala de motores yo lo seguía allí en aquel local había como si fuera un lavadero para las manos que hacía como una poceta en el piso con desagüe y un grifo de agua más o menos a un metro de altura.

Se detuvo allí y me dijo espera déjame orinar, yo quede como a dos pasos del entonces desabrocho su pantalón poniéndose de frente a mí y saco aquella cosa negra de tamaño descomunal y una cabeza blanquísima para su color y dirigió el chorro hacia aquella poceta, parecía aquello un pedazo de manguera prieta con un tapón en la punta del cual salía un chorro de agua. 😎

Yo nunca había visto nada así lo que hacía mi vista no se apartara de aquella cosota y el cosquilleo en todo mi cuerpo y nerviosismo aumentara a lo que se sumó entonces una especie de flojera pero mi vista seguía clavada allí en aquel trozo de carne negro que parecía quería reventar pues se le notaban gruesas, él se daba cuenta y entonces me pregunto.

Quieres tocarlo?

No, dije yo, el nervosismo se notaba en mis palabras pero mi vista seguía clavada ahí.

Tócalo ven repitió, no hace nada, eso no es malo.

No, volví a responder yo, pero mi vista seguía fija ahí.

Entonces él se sacudió aquella cosota y sin guardarla me dijo.

Cómo quieres que te enseñe si no haces lo que te pido.

Yo solo atine a decir.

Sí pero me dijiste me enseñarías que hacerle a una novia pero aquí no hay ninguna novia.

Y el me respondió.

Yo quiero entrenarte y que lo mismo que yo te pido que me hagas a mi es lo que tú le tienes que pedir a una muchacha cuando este contigo.

No, no, pero así no, respondí yo, mi nerviosismo el cosquilleo y la flojera en mi cuerpo aumentaba pero mi vista no se apartaba de ahí de aquella cosota y debo reconocer aun así no sentía miedo y si curiosidad.

Entonces el me pregunto.

Quieres que la guarde?

Sí, respondí yo.

El la cogió con su mano derecha y trato de meterla bajo su pantalón de verdad aquello estaba muy duro y parado y quedo fuera, entonces me dijo.

Vamos a hacer una cosa ayúdame a bajarla para poder guardarla.

Yo le respondí.

No, y como te voy a ayudar, yo no voy a tocar eso, yo soy varón.

Yo sé que eres varón me respondió el pero no hace nada que me ayudes.

Y acto seguido me dijo.

Hazme una paja para que se baje la guardo y después yo te hago una a ti.

Todo aquello que me decía y hacia aquel hombre me tenía ya además de todo lo otro que sentía en mi cuerpo excitado, y mi pequeño pene nada comparable con aquella monstruosidad ya tenía una erección y él se daba cuenta pues aunque yo lo quería disimular se notaba por encima del short que yo tenía puesto. 🤩

Sabía que era una paja porque se lo había oído decir a varones mayores que yo y también había probado y me había hecho algunas llegando a la satisfacción y era divino pero todavía de mí no salía esa crema viscosa y blanca y si un líquido con algo de viscosidad claro y aguado.

Aun así volví a responder a aquel hombre.

No, no, yo no hago eso háztela tú y guárdatela.

Dale, chico ayúdame, repitió el y siguió diciendo, ayúdame a hacérmela es más rico cuando otro te la hace o te ayuda y después yo te hago una a ti y mientras decía eso se masajeaba aquel trozo de carne negra que cada vez yo lo veía más grande de arriba hasta su tronco con su mano derecha.

A mi mente vinieron mil pensamientos, que yo hacía ahí mirándole aquello a aquel hombre si yo no era pato, y si aquel hombre me cogía a la fuerza y me metía aquella cosota y me perjudicaba, si mi mama y mi papa se enteraban de aquello que estaba pasando me matarían a golpes, pero con todo aquellos pensamientos en mi cabeza yo seguía ahí y mirando como aquel hombres se masajeaba su cosota y seguía pidiéndome lo ayudara mientras decía. 😵

Que rico, que rico es ven mi muchachito ayúdame que nada te va a pasar, ayúdame a bajar esto que yo no te voy a hacer nada más.

Ya mi pequeño pene estaba a mil y se hoy era el grado de excitación que ya yo tenía lo que me hacía permanecer ahí aun con el temor de que aquel hombre tratara de hacerme algo a la fuerza y ahora al cabo de los años tengo la seguridad si se hubiera atrevido yo no hubiera hecho mucha resistencia.

Dale ven chico házmela y después yo te la hago a ti, insistió.

Y de nuevo yo le volví a decir.

No si quieres házmela tu primero pero con temor y pensé ya tenía que irme de ahí pues no savia que quería hacerme aquel hombre.

El insistía en que se la hiciera primero yo y entonces le dije, ya me tengo que ir es tarde y ya me deben estar llamando o buscando de mi casa.

Él se acercó más a mí y me dijo, está bien pero mira cómo me dejaste y mi vista estaba clavada ahí en aquella cocina negra que tenía aquel hombre.

Vamos dijo, voy contigo hasta la puerta.

Le dije yo, y no vas a revisar los motores porque viniste a eso.

El respondió si cuando te vallas.

Camino conmigo hasta la puerta aun con aquello afuera y antes de abrir me dijo.

No le contaras a nadie verdad lo que hablamos y lo que viste hoy aquí verdad.

No, respondí yo, no le diré ni le contare a nadie.

Entonces confió en ti pues lo hombres desde chiquitos tienen palabra, dime volverás de nuevo a mi próxima guardia que es pasado mañana.

Sí respondí yo, pero no quiero hagas eso que hiciste hoy otra vez.

A lo que él respondió, está bien no pasara, te espero y abrió la puerta, recuerdo casi ya saliendo me dio una nalgada y me dijo te espero, yo salí y me dirigí a mi casa serian como las 9y30 de la noche o quizás algo más.

Llegue a mi casa y todo estaba normal pues aún no eran las diez de la noche que era la hora que era mi costumbre de llegar a acostarme. 😋

Recuerdo aquella noche casi no pude dormir nada más que pensando en todo lo que me había dicho aquel hombre lo que quería que yo le hiciera y recordando aquella enorme cosa que tenía aquel hombre entre las piernas y como hubiera sido o que hubiera pasado si yo lo hubiera complacido.

Todo eso me tenía muy excitado y recuerdo tuve que hacerme como tres pajas a mi manera hasta que me pude dormir deseando ya llegara el día de su próxima guardia.

No quiero extenderme más con este mi primer relato pero quería ser lo más explícito posible y no omitir ningún detalle pues fue algo muy real y no creado por mi imaginación. 😉

Ahora en mi segundo relato les cuento que paso en aquella segunda ocasión.

By: Yosetcs

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