Orgasmo virtual quedando solo con su sostén y una tanguita diminuta
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Era una noche de verano, de esas calientes donde ni se soporta el corpiño puesto. Estábamos muy aburridas con mi amiga Janet, en casa. Yo acababa de salir de la ducha, y solo deje un toallon cubriéndome porque no soportaba el calor. Janet decidió quitarse su remera y pantalón, quedando solo con su sostén y una tanguita diminuta color blanco. Siempre envidie su buen culo y ese par de lolas increíbles pero confieso que esa noche lograron excitarme al punto de sentir humedad en mi conchita.
Estábamos muy aburridas y a ella se le ocurrió entrar a Internet, a uno de esos chats eróticos, para reírnos un rato y matar el tiempo.
Chateamos con varios chicos, algunos viejos, todos ellos desesperados por un encuentro real o al menos una cámara. Como no teníamos intenciones de encuentros con nadie ni cam, todos nos cortaban el rostro pero hubo uno, un increíble hombre, conocedor del buen sexo, ingenioso y pervertido que logro llevarnos a el momento mas erótico de nuestras vidas solo con sus palabras.
Su nick era “conmigoacabas” y eso fue lo que nos atrapo. 33 años según decía, divorciado, solo, por ahora, corredor de bolsa o algo así pero muy estudioso del placer femenino y sobre todo con un dominio de la situación increíble.
Al comienzo no tomamos en serio el juego que nos propuso pero cada palabra que nos decía hacia sentirnos mas mojadas y mimosas cada vez.
Siguiendo sus directivas cubrí los ojos de Janet con un pañuelo y comencé a recorrer su cuerpo caliente y sexy con mis manos untadas en aceite. Primero masajee sus piernas desde abajo hacia arriba hasta llegar a esa colita divina que me hizo estremecer al tocarla… firme, con esa tanga tan profunda… mis manos resbalaban mientras aceitaba ese culo y sentía como ella se agitaba y emitía un pequeño gemido de placer… no saben como me mojaba verla excitarse, aun mas sabiendo que nuestro guía del otro lado de la pantalla también estaba erectándose imaginándonos.
Seguí trepando con mis manos resbalosas por su abdomen hasta llegar a sus tetas, ahí Jorge me pidió que me ponga atrás de Janet, le desabroche el corpiño, lo retire con suavidad y comencé por los pezones a masajear ese par de lolas impresionante. Eso hice… suavemente, con las yemas de mis dedos unte en aceite sus pezones en forma de circulo avanzando hasta abarcar con mis dos manos esos pechos duritos, calientes, excitados, que placer… sentía mi conchita explotar, mi humedad chorreaba por mis piernas, no daba mas y ella gemía como una perrita en celo.
Luego Jorge pidió que sacara el vendaje a Janet y que me quitara la toalla que me cubría. Pidió que me arrodille en el suelo y abra muy bien las piernas. Luego le indico a ella que se recostara con la cabeza hacia arriba, ubicándose debajo de mi conchita y que, con su lengua juguetona, empezara lamiendo los labios de mi vulva hasta encontrar el clítoris, jugando con el en forma circular con la punta de su lengua húmeda y carnosa. Así lo hizo… de una forma deliciosa, perversa, desesperada logrando ponerme loca de placer. Mientras Jorge activo su cam para mostrarnos como estaba su pija y la forma en que el la tocaba… no podía dejar de tocar mis tetas mientras Janet me hacia el mejor oral de mi vida… se contorneaba en el suelo, humedecía sus dedos con mis jugos y después los introducía en su concha con una voracidad increíble.
Estábamos realmente excitadas, locas de placer… luego Jorge pidió que enfrentáramos nuestras conchitas mojadas y comenzáramos a rozarlas entre ellas con intensidad mientras Janet lamía mis tetas paradas y yo jugaba con sus pezones… ese roce de conchas fue increíble, sentíamos explotar nuestros clítoris, nuestros flujos humedecieron el piso… una y otra vez friccionamos sin parar nuestras vulvas hasta sentir esa electricidad de placer que nos llego hasta la cabeza. Que orgasmo… fue increíble. Jorge por su lado acabo desenfrenadamente mojando toda su pelvis con su lechita caliente, que experiencia… Desde entonces tenemos cita obligada con Jorge todos los jueves por la noche y no se imaginan las cosas que nos hizo hacer… ya les contare en mis próximas confesiones.
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