Obsesionado con mi hermana mayor

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Mi obsesión por mi hermana comenzó cuando ella tenía 19, y la vi acostada en su habitación, boca abajo, con la falda remangada y las braguitas bajadas mostrando su culo.

Desde ese día, su culo, era una obsesión para mi. Intentaba verla con la menor ropa posible, entrando en su habitación con cualquier escusa. Pero las mejores ocasiones las tuve en el verano.

Por las noches, sacábamos los colchones de nuestras habitaciones al salón para dormir más fresquitos, con la puerta del balcón abierta. Mi hermana mayor siempre dormía en el centro, por lo que la tenía a mi disposición todas las noches, en las que le sobaba e intentaba desnudar su culo, (cosa que no siempre conseguía, debido a la postura que tenia en ese momento), pues estaba obsesionado con él.

Una noche, mis hermanas estaban dormidas y yo no conciliaba el sueño, por lo que puse la tv muy bajito para no molestar. Haciendo zapping encontré una película de una pareja que estaban en la cama. No pensé que era una peli porno hasta que se desnudaron y comenzaron a acariciarse y a besarse para luego follar.

Mi polla estaba durísima, y al mirar a mi hermana vi que estaba boca arriba, con las piernas separadas, la falda-combinación  subida hasta los muslos y se le veía las braguitas, tapando su coño peludo y in sujetador semitransparente tapando sus pechos. Mi obsesión siempre fue su culo, pero al verla así pensé que podría ver el coño de una mujer en vivo y no en revistas ni películas. Apagué la tv, me fui al baño a hacerme una paja, por la peli y cuando regresé, mi hermana seguía de la misma postura.

Me acosté en mi colchón, que estaba al lado del suyo, y me hice el dormido, pues sentí a mi padre que se levantaba para ir al baño. Cuando se acostó de nuevo, esperé un tiempo prudencial y entonces empezó lo bueno. Con el pie, comencé a subir más la combinación de mi hermana hasta la cintura, dejando sus braguitas al descubierto.

Los pelillos del coño se le salían por los lados, alargue la mano y comencé a acariciarle el coño, por encima de la braguita, muy suavemente para no despertarla. Como no vi reacción, acerqué mi mano al elástico de las bragas y poco a poco comencé, muy despacio, a bajarlas hasta llegar casi a los muslos. Poco a poco iba apareciendo su monte de venus, peludito y la cueva del placer. Me conformaba con tocar y pasar mi mano por su coño, de arriba a abajo y viceversa. Luego le subí el sujetador para ver sus pechos. Los tenía grandes, con unas aureolas sonrosadas y coronadas por unos pezones duros. Pasé mi mano por los pechos, jugando con sus pezones durante un buen rato, luego la vestí, y me eché a dormir.

Al día siguiente, estaba con mi padre en un bar y había dos chicos de unos 20 años más o menos, en una mesa y uno de ellos le estaba diciendo al otro como se había follado a una chica que conoció en la discoteca la noche anterior. No me voy a para en detalles, solo diré que uno se me quedó grabado. Le había metido un dedo en el coño a la chica antes de follar con ella. Esa parte se me quedó grabada. ¿Podría hacerle lo mismo a mi hermana, si tuviese la oportunidad?. A medio día después de almorzar, me encerré en mi habitación para ver una revista que me dejó un colega. Al ver a la chica abierta de piernas, pude ver con detenimiento como era el coño de una mujer. Se me puso la polla dura, no solo por la foto, sino pensando como podría hacerle lo del dedo a mi hermana.

Pasaron varias noches, donde solo podía desnudarla y sobar el culo y los pechos, pero aunque  también podía acariciar su coño, no tenía nunca la postura apropiada para intentar lo del dedo, hasta que llegó el finde.

Mis hermanas habían quedado con unas amigas para ir a pasar el día a la playa y me dijeron que si quería ir con ellas. Dije que sí, pensando en tener la oportunidad de ver a mi hermana mayor en bikini. Pasamos un buen día de playa. Cuando regresamos, mi hermana menor entró primero a ducharse, mientras mi hermana mayor estaba en su habitación cogiendo la ropa que se iba a poner. Cuando salió mi otra hermana, entró ella y al terminar, salió solo con la toalla reliada en el cuerpo. Era un poco corta, por lo que para taparse el coño se le notaba el canalillo de sus tetas. Cuando entré yo a ducharme, vi el bikini en el suelo y cogiéndolo me lo lleve a la cara para olerlo y hacerme una paja.

Llegó la noche, y volvimos sacar los colchones. Por muy cansado que estaba por el día de playa, intentaba quedarme despierto hasta que mis hermanas se durmieran y poder desnudar a la mayor como cada noche. Di una cabezada y me desperté ya entrada la madrugada. Miré a mi hermana mayor y esta vez estaba boca arriba, con la falda-combinación subida hasta casi la cintura y el sujetador bajado, (al no tener tirantas), casi a la altura de los pezones, pues se le veían las aureolas por encima. No lo dudé, y acercándome lentamente, pude escuchar como roncaba. Comencé a subir la combinación hasta que dejé las bragas a la vista.

Comencé a acariciarle el coño por encima de la ropa, y llegando al elástico, empecé a bajarlas hasta dejar su coño desnudo. Recordé lo del chico del bar, y comenzando a recorrer los labios de arriba a abajo, encontré la entrada de su coño, y poco a poco empecé a meter el dedo anular, casi entero. Me puse un poco nervioso pues soltó un pequeño gemidito. Creí que se despertaría y saqué el dedo y me acosté en mi sitio. Vi que no reaccionó y que seguía roncando, por lo que terminé de bajarle el sujetador para ver sus tetas y comencé a jugar con sus pezones.

Me armé de valor y comencé a besarlos suavemente, pasando mi lengua por alrededor de los pezones, que se estaban poniendo duros. Luego con mis labios, comencé a dar pequeños mordisquitos, hasta que sin darme cuenta, estaba mamando de ellos. Mi hermana seguía sin reaccionar, así me di cuenta de que tenía el sueño profundo. Le di una ultima metida de dedo en el coño, la vestí y me eché a dormir. Todo lo repetía cada noche y ya no fue obsesión por el culo de mi hermana, si no por mi hermana.

Los años fueron pasando y cada vez le hacia más cosas. Le mamaba las tetas, le pasaba mi polla por su culo, haciéndome una cubana con las cachas, le comía el coño. Era una sensación deliciosa, comerme el coño de mi hermana, hasta que un año, mi hermana 25 años y yo 16 años, nos fuimos de camping con sus amigas.

La casa de campaña tenía dos habitaciones, en una dormíamos mis hermanas y yo, y en otra sus amigas. Por las noches se turnaban para dormir en el medio o en un lado, para poder hablar con sus amigas, pues solo nos separaba una lona y se veían por debajo, por este motivo solo podía sobar a mi hermana noches alternas.

Una de esas noches que a mi hermana le tocaba en medio, tuve la mejor oportunidad de aquellos años. Llegaron bien entrada la madrugada, de la discoteca del camping. Todas venían bastante bebidas. Yo me hice el dormido y las sentía hablar en voz baja y con risitas. Mi hermana menor se acostó primero, pues mi hermana mayor fue al servicio del camping con una amiga. Cuando regresó la vi desnudarse, quedándose totalmente sin ropa y se puso las braguitas del bikini, un pantalón de chandal y una camiseta de tirantas.

Se acostó y al momento se quedó profundamente dormida. Esperé un tiempo prudencial y observé que estaba en posición fetal, de espaldas a mi. Poco a poco comencé a pasar mi mano por su culo, acariciándolo por encima de la ropa. Después de un rato, busqué el elástico y comencé a bajar el pantalón del chandal y dejar al descubierto culo, tapado por la braguita del bikini. Volví a acariciar su culo y le comencé a bajar el bikini muy despacio dejando su culo a mi entera disposición.

Comencé a sobarlo, acariciarlo, besarlo, jugar con mi dedo en su ojete, y armándome de valor, me bajé mi bañador y colocando mi polla entre sus nalgas, comencé a hacerme una especie de cubanas. Entre el sueño profundo y la embriaguez, no reaccionaba, por lo que decidí ir más lejos y apuntando con mi polla en el ojete, la fui metiendo en su culo separándole las nalgas. Cuando casi estaba por la mitad, noté que me iba a correr y sacándola, solté todo en mi bañador. Fue delicioso. Había follado mi primer culo y lo mejor de todo, que era el de mi hermana. Me levanté para ir al servicio del camping a limpiarme el semen.

Cuando regresé, mi hermana estaba boca arriba y como no le subí la ropa, su coño peludito estaba semi desnudo a la vista y una de sus tetas se le había salido por la tiranta de la camiseta. Subí la camiseta, dejando sus tetas a la vista y le bajé el pantalón y bikini, y allí estaba mi hermana, desnuda desde los muslos a las tetas. Comencé a jugar con ellas con mis manos, luego con mi lengua y bajando, comencé a comerle el coño, mientras metía un dedo. Luego, me coloqué encima de ella y rocé mi polla por su coño, siguiendo los labios vaginales y dándole unos cuantos puntazos, hasta que me corrí en su vientre. La limpié, la vestí y me eché a dormir.

A la mañana siguiente, nos levantamos como si nada hubiera pasado. Las dos ultimas noches que coincidió mi hermana en medio, solo la sobaba desnudándole el culo y el coño.

De regreso a casa, por las noches entraba en su habitación para poder desnudarla y abusar de ella como siempre. En una ocasión, varios años después, yo 20 y ella 29, mi hermana estaba sola en la habitación, pues mi otra hermana se fue unos días con su novio al chalet de sus suegros. Mi hermana también tenía novio, pero el trabajaba de noche como Vigilante de Seguridad. Bueno, a lo que iba.

Mi hermana estaba sola en la habitación y de madrugada me levanté para poder seguir abusando de ella. Mi sorpresa fue, que esa noche dormía boca arriba y solo llevaba puestas unas braguitas, semitransparentes. que se le notaban los pelillos del coño y sin nada más de ropa, y destapada. Me acerqué lentamente a su cama y notando que estaba dormida, comencé a jugar con sus tetas, cuando los pezones se les pusieron duros, comencé a chupar y a mamar de ellos, mientras bajaba mi mano y lo metía por las braguitas, tocándole el coño y jugando con su clítoris.

Después de un rato mamando sus tetas, le bajé las bragas y allí estaba ella, totalmente desnuda y a mi disposición. Comencé a lamer por los labios vaginales, hasta llegar al clítoris, succionando suavemente con mis labios y lamiéndolo con mi lengua. Luego me puse encima de ella, y rozando mi polla por su coño, baje hasta la entrada y poco a poco la fui metiendo, hasta tener casi la mitad. Comencé un suave mete y saca hasta que al notar que me iba a correr, la saqué y solté mi lefa en su barriga. Fui al servicio por un poco de papel y cuando regresé, mi hermana estaba de lado, con su culo desnudo casi al borde de la cama, dándome la espalda.

Como pude le limpié la barriga y como seguía dormida, me bajé mis boxes, y empecé a rozarlo por su culo hasta que decidí metérselo como en el camping. Con el mete y saca, no me dio tiempo a sacarla y le llené el culo de lefa. Saqué mi polla, le limpié lo que chorreaba, le subí la braguita y me fui a mi habitación a dormir. Casi no pude pensando… ME HE FOLLADO EL COÑO DE MI HERMANA… Uff que sensación más dulce. Esa fue una de pocas ocasiones que pude abusar de ella, pues había días que se iba con su novio, hasta que 4 años después se casaron.

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Sevilla1972
Sevilla1972
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