Mi tío (52 – pasivo) y yo (18 – activo) solos en casa
📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.
Por motivos de privacidad, no revelaré los nombres de mi y mi tío.
Durante vacaciones no solía salir a pasear, acostumbraba a quedarme solo en casa en compañía de mis padres solo cuando estaban en casa.
Su trabajo demanda un compromiso constante por lo que no están en casa la mayoría del tiempo, hasta que apareció la oportunidad de que viajen fuera del país para una oferta de empleo. Esto los obligó a irse, más decidieron contactar a mi tío para poder cuidar de mi durante los 3 meses que estarían fuera. 😊💕
Una vez el llegó a casa lo recibí animosamente debido a que nos llevamos bien, una vez el se instaló en casa me dijo que se cambiaría de ropa para estar más fresco y cómodo. (Cabe aclarar que mi tío nunca fue algo más que un buen amigo para mi, hasta que pasaron estas cosas). Una vez salió de su habitación, este traía una pequeña tanga blanca puesta, yo me quedé impactado al verlo así: “¿Por qué te vistes así, tío?” le dije, este respondió: “Quería nadar un rato en la piscina para bajar la calor jeje”.
Había quedado tan impactado con su cuerpo que olvidé que en casa había una piscina. Mi tío siempre había sido un buen familiar conmigo pero nunca lo había visto de ese modo, y yo tampoco me había fijado en él desde otra perspectiva, la de atrás.
Su rostro era amigable, sus brazos y piernas estaban bien formados, así como los míos; más el tenía una panza un tanto prominente así como su jugoso trasero que jamás había observado antes. Una vez mi tío se aventó a la piscina me gritó desde allí: “El agua está muy buena, deberías venir a acompañarme”, a lo que decidí quitarme lo que traía puesto para ingresar junto a él, lastimosamente no había notado lo duro que estaba mi pene en lo que veía sus semejantes atributos.
“Parece que la idea te agradó más de lo que creía jajaja”, respondió al ver cómo mi vara se agitaba hacía arriba y abajo tras retirar mis pantalones bastante rápido, “Supongo que sí, tío jajajaja”, repliqué.
Después de nadar y juguetear bastante, este salió de la piscina dándome las espaldas, muy descaradamente, dejando expuesta su sabrosa colita en frente mío y dejándome sin palabras otra vez.
Una vez salió de la piscina me comentó: “Nadar tanto me ha cansado jaja, ¿podrás masajearme un poco?”. Yo salí de mi trance a la par que notaba cómo lo veía por lo que respondí rápidamente: “Claro que si tío, todo sea con tal de retribuir tu favor de quedarte en casa apoyándome estos 3 meses jeje”.
Sin decir más, este se recostó boca abajo en una perezosa que reclinó para que quede de forma horizontal, este relajó su cuerpo y me comentó que estaba listo en lo que yo alistaba una pequeña toalla para cubrir su trasero tan rico, aunque una vez puse esta encima de su culo el me dijo “Quería que masajees esa zona específicamente jaja” a la par que retiraba su tanga dejando esa zona tan vulnerable de él al descubierto.
Nunca había estado tan duro y confundido por su comportamiento tan rápidamente así que le masajee todo excepto eso velozmente y me fuí a mi habitación sin despedirme. Esa noche dormí pensando en cómo se comportaba conmigo y me mantuve confundido.
Al día siguiente me levanté temprano por ruidos en el comedor y en la cocina así que bajé lentamente de mi habitación solo para encontrarme con la figura de espaldas de mi tío con un delantal blanco y unos suspensorios ajustados mientras cocinaba algo, esto no ayudó a mi erección matutina por lo que regresé a mi habitación y no aguanté las ganas de masturbarme pensando en como llegaba de sorpresa a encajarle mi verga entera a su colita rica.
Una vez me corrí salí de mi habitación camino a la cocina como si hubiese despertado recién. Después de desayunar junto a él me fui al gimnasio, al volver entré a casa sin hacer demasiado ruido solo para ver a mi tío en un sofá de mi sala completamente desnudo y jugueteando con un dildo metido en su ano.
Fue mi segunda vez masturbándome en el día pensando en él, más parece que notó mi presencia debido a que me preguntó cómo me fue en el entrenamiento y por qué no había pasado a casa; fingí no saber nada y le respondí las preguntas actuando desinteresado después del espectáculo que acababa de ver.
Pasaron los días de la semana mientras ocurrían situaciones, o insinuaciones, del mismo calibre hasta que un día junté fuerzas para abalanzarme a él.
Esto pasó un viernes por la mañana cuando él andaba estirándose en el techo de la casa mientras hacía algo de yoga, subí allí para observar el paisaje y lo encontré estirándose mientras me daba las espaldas, cuando él hace yoga y estiramientos usa licras ajustadas que resaltan su redondo trasero. Decidí ir a mi habitación a ponerme algo similar con la excusa de practicar junto a él.
Una vez regresé al techo fui sigilosamente hacia él y apoyé mi pene sobre su delicioso culo así como mis brazos a sus piernas mientras le decía: “¿Necesitas ayuda con esa pose?” Él soltó una risa picara mientras me decía: “Me hiciste asustar jeje, sin embargo algo de apoyo y práctica junto a ti no me haría mal”. Fue así como iniciamos con los ejercicios juntos donde cada vez hacía más notoria mi erección en su colita.
Duramos así 1 hora hasta que me dijo: “El sol es bastante fuerte y sudo demasiado con la ropa puesta, afortunadamente somos familia y somos hombres por lo que no creo que esto sea malo”, una vez terminó de decir esto se quitó todo quedando desnudo por completo; “¿No te sientes pesado con tanta ropa?” me comentó mientras se agachaba de nuevo estirando su colita hacia mi fingiendo un estiramiento, yo instintivamente me deshice de mi ropaje mientras lo apoyaba con el estiramiento que era muy parecido a una pose de perrito, no me aguanté más y estiré a mi tío hacia adelante en lo que yo me estiré hacia atrás para insertar mi verga suavemente en él.
Este se retorció suavemente mientras se quejaba levemente, yo atiné a moverme poco a poco de adelante hacia atrás mientras el seguía con el estiramiento actuando como su no pasara nada.
Fue cuando decidí empujar más hacia el fondo mientras mi tío gemía más fuerte, a modo de molestarlo saqué mi verga húmeda de su ya dilatado agujero para ver su reacción, “¿Sientes que te falta algo?” le dije, “Métela de nuevo, me gusta mucho” me replicó a la par que abría sus nalgas para darle paso a mi verga. Inserté mi pene lo más profundo que pude mientras que mi tío no dejaba de gemir de placer entre casa entrada y salida de su culito.
El sudor que escurrían nuestros cuerpos bajo el sol mientras nosotros lo hacíamos rico y sin ropa siempre quedará en mi memoria. “Me das tu leche en mi cara, ¿por favor?” saqué mi verga rápidamente de su trasero abultado y solté mi carga en su rostro. El cansancio que nos dejó esta actividad hizo que nos quedemos descansando en el suelo, jadeando y sudando por el esfuerzo.
Este se inclinó hacia mi lado para besarme con sus labios mientras sacudía mi pene con sus manos, yo seguí sus pasos haciendo lo mismo a diferencia que yo jugueteaba con su culo. Decidimos levantarnos a los 10 minutos y bajamos del techo, nos duchamos juntos mientras nos propinábamos pequeños besos y roces en nuestros cuerpos.
Aún nos quedaba mucho tiempo por delante hasta su partida, hicimos mucho juntos pero eso lo dejaré para historias futuras.
PARTE II
Luego de lo que hicimos el día anterior, existía una energía que yo consideraba incómoda y debido a eso no hablé con mi tío el resto del día. La mañana se desarrolló con normalidad, fui temprano al gimnasio a entrenar, después de lo que hicimos, y pasé el resto del día con mis amigos hasta la hora de la noche donde volví a casa a dormir.
A la mañana siguiente me desperté y fui hacia la cocina, fue cuando vi a mi tío cocinando el desayuno únicamente con un mandil de cocina, el resto de su cuerpo estaba desnudo a diferencia de cómo cocinaba otras veces (ropa interior o shorts ajustados) rápidamente me acerqué hacia él intentando no hacer ruido alguno que me delate para acercar mi erecto pene a través de mi pijama directamente en su colita.
“Buenos días tío, ¿Cómo estás?”, le dije a la par que comencé a hacer leves movimientos de arriba hacia abajo restregándome en su cola; “Hola campeón, todo bien por aquí jeje”, me decía a la par que se inclinaba hacia adelante en lo que estiraba su culo hacia atrás como indicando algo respecto al mismo.
Instintivamente me introduje en el apretado culo de mi tío mientras este gemía levemente mientras yo aceleré la velocidad de mis estocadas. Pasaron unos minutos hasta que este me dijo que quería mi lechita dentro de él por lo que, siendo un chico obediente, le di lo que quería. Una vez terminamos, él acabó de cocinar y desayunamos juntos.
Tras lo que habíamos hecho en días previos, nuestra relación se volvió más cercana así como caliente.
Una noche decidí ir a su habitación a molestar su sueño a propósito, al entrar lo vi durmiendo de lado y con el culito bien estirado; de forma delicada bajé lentamente sus pantalones de dormir para revelar su gran trasero.
Sin aguantar la calentura del momento me eché a su lado, quitándome mi pijama así como quitándole lo que quedaba de la suya, y poniendo mi erecta verga en medio de sus colita mientras me frotaba a modo de provocarlo, este sintió mi roces (al menos eso creí) por lo que tomó sus nalgas y las abrió para darle paso a mi pene, una vez ingresé a él este volteó a besarme incitando que le diera cada vez más fuerte; antes de venirme en él, le saqué la verga de la cola y, aprovechando la limpieza de su agujero.
Lo volteé mirando hacia arriba a la par que me montaba en su panza para hacer algo con lo que había soñado hace mucho, “¿Sabes que es un pecjob?” le comenté mientras posicioné mi pene entre sus pectorales, “Claro que lo sé, y también sé que te encantará esto” me decía mientras juntaba ambos para masturbarme con ellos, estaba tan cerca de venir a los minutos de hacer eso que abrí sus brazos y metí mi pene en su boca a la par que me venía a gran escala.
Nuestros días transcurrieron de este modo pues el calor que sentíamos era inigualable.
Un día antes de que se fuera de casa, decidí hacer algo especial para él así que aproveché que fue a comprar cosas al mercado de la zona para preparar una comida que sabía que le encantaría, mi pene. Una vez este llegó, me vio sentado en la sala de estar completamente desnudo y señalando a mi verga.
“Quería hacer algo especial por tu último día en casa” le decía mientras movía mi pene suavemente, mi tío solo atinó a desvestirse rápidamente mientras se acercaba a mi polla y la chupaba como si no lo hubiera hecho antes o estuviera esperando eso un buen tiempo, pasó un tiempo y este se levantó del suelo para sentarse en mi pene ya lubricado, tras hacer varias poses para disfrutar de la lujuria del momento y venirme más de unas vez, todo terminó en la noche viniéndome de nuevo en su apretado culito.
Tristemente, el día de la despedida llegó y él tuvo que partir de nuevo a su hogar. Afortunadamente, cuando mis padres volvieron a casa, y mi madre a sus quehaceres diarios en donde trabajaba, tuve una compañía diferente por parte de mi padre pero esa es otra historia.
Me encantaría saber su opinión respecto a los relatos para poder seguir redactando jeje <3
By: Anónimo 😁
Tendencia ahora