Mi prima liliana y yo, fuimos las putas de mi hermano

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Este relato es muy distinto al que comúnmente publico. Y es que experimente un trío este sábado con mi prima Liliana y mi hermano Jorge. Ella es una chica de 19, muy divertida y muy loca, y mi hermano un pervertido de primera. Quizás por eso sucedieron las cosas. Es linda la chica, complexión delgada, buen culo, no tiene un culote pero al menos lo tiene paradito como a muchos hombres les gusta, y pechos medianos. En cuanto a su color de piel, es pálida, muy blanca. Tiene lo suyo como todas. Esté sábado mi día empezó como todos. Arreglar mis cosas, limpiar, hacer tarea y esperar la tarde para algo divertido. Después de comer con mi hermano, ya que papá y mamá tenían que trabajar ese día, decidí recostarme. Eran las 4:30. Justo cuando me acosté tocaron la puerta.

– ¡¡tocan!!, avisaba Jorge.

– ¡¡abre, estoy acostada!!

– ¡¡checa tú!!

Al ya no discutir con él, fui a la puerta. Justo cuando abrí, los gritos de Laura me dejaron sorda.

– ¡¡Daniii!! Saludó y me abrazó.

– ¿Lili?, !! Hola!! ¿que haces aquí?

– ay!! ¿que no puedo saludar?

– jaja no si!!. Pásale.

– ¿estás tú sola?

– no, Jorge creo está en su cuarto.

– ¡¡primita!!, gritó Jorge dirigiéndose a ella. La abrazó y la cargó.

No hice mucho caso, pero su forma en como la miró no era la que debería. Laura no tiene ni la menor idea de como son sus intenciones.

– años de no verte!! ¿que has hecho?, le preguntaba a Jorge.

– nada divertido, la verdad. Solo que ya casi acabo a universidad.

– que bien!! Yo apenas entraré.

– excelente!! ¿que estudiaras?

– ciencias de la comunicación.

– suena bien. Pues mucha suerte!!

– jaja gracias.

– bueno…¿porque no vienes conmigo?, interrumpí su platica jalándola a mi cuarto.

– hablamos luego!!, dijo Lili.

– claro.

Entramos y al cerrar la puerta le sonreí a Jorge como si lo que hiciera fue tan chistoso. Ya le conocía su juego y sus intenciones, y al ver a Lili vi como se la comió con solo un vistazo.

– ¿que traes tú?, me preguntó.

– nada, nada, es sólo que mejor cierro porque luego chismosean.

– jaja..

Resumiendo un poco la plática, hablamos de la escuela, de la família, de lo que ha hecho ella. La plática fue entretenida hasta que hablamos de los chicos.

– oye…¿y los chicos?, ¿con cuantos te has tirado?

– jaja sólo uno. Leonardo.

– cuéntame

– pues no hubo mucha emoción. No duramos mucho, solo 3 meses.

– bueno, ya habrá otro mejor.

– ojala.

-…¿y Jorge?

– ¿ese que?

– ¿con cuantas a andado?

No dije nada y solo solté una risa nerviosa.

– ¡¡¡no me digas que!!

– ¿que que?, le pregunté.

– ¿gay?

– jaja ¡¡¡noooo!! No para nada.

– ¿entonces?, es que tú reacción fue como si no hubiera tenido novia.

– perdón es que…

– digo, porque…aquí entrenos, no está nada mal. Tiene lo suyo. Y tiene un culo…

Miré como lo halagaba, como si no fuera su primo sino un chico al que le tuviera ganas.

– …ajá. Jaja no está mal.

– ¿te lo tirarías?, le pregunté seria.

– ¿como?

– ajá, ¿tendrías algo con él?

– pues… Somos primos, y si no lo fuera ¿no veo porque no? Jaja.

– pero lo es.

– ajá,

– no entiendo…¿porque lo preguntas?. Está bueno pero…¡¡¡¡¡noooo!!!, reaccionó captando lo que le intentaba decir. ¿Andas con él?, preguntó sacada de onda y a la vez sorprendida.

– noo!!!

– a… yo pensé.

– me lo cojo, le respondí muy aleguas.

– ¿¿que??…Bueno, no te culpo, igual yo lo haría…pero…Daniela, ¿tú sabes que pasaría si mis tíos se enteran?, o peor, que ya sabes que, cuando él ya sabes que.

– si, ya sé, ya sé.

– Órale!! Ahora si está buena la historia!!

– no digas pendejadas, Liliana!!.

– oye…¿y ya desde cuándo?

– pues…si ya tiene tiempo.

– jaja no bueno, tú si que sabes aprovechar más el tiempo que yo!! Jaja.

– cállate, te va a escuchar.

– jaja ya, relájate. Oye…¿y que tal?

– jaja no empieces.

– ¿pues que? Es bueno saber.

– ja! Si, coge bien.

– no!! Yo hablaba de lo otro!!

– ¡¡no inventes!!

– ay ya!! Yo quiero saber!! ¿que tal la tiene?, preguntó en voz bajita.

– si, la tiene larga.

– jaja por eso te gusta, maldita sucia.

– jaja ya!! Es un maldito pervertido, también.

– mmm tal para cual. Ahora todo lo entiendo.

– jaja ya, no sigas.

– quiero agua, vamos a la cocina.

– oye…ni una palabra. Nada a nadie.

– ya, tranquila. Será nuestro secreto, dijo saliendo.

Caminamos a la cocina. Decidimos tomar refresco que había en el refrigerador. Nos sentamos en el comedor y nos miramos una a la otra.

– ¿que piensas?, me preguntó Lili.

– nada,

– ya, tranquila, no le diré a nadie.

Justo cuando dijo eso, Jorge salió de su cuarto. Ambas nos miramos.

– ¿que hacen?, preguntó Jorge.

– nada, aquí charlando, ¿y tu, que haces encerrado?

– escucho música.

– jaja ¿prefieres encerrarte que estar con nosotras?

– jaja no hacen algo que sea entretenido.

– podríamos hacer algo que nos guste a los tres. ¿Cierto?, se dirigió a mí Liliana, levantando sus cejas.

– …ajá, si.

– ya viste

– ¿y que tienen en mente?, preguntó recargándose sobre la pared.

– voy al baño, dije.

– espera, me detuvo Lili.

Se paró y caminó a él. Lo tomó del brazo y lo sentó en el sofá de la sala.

– ¿que haces?, nos preguntó.

– ¿quieres divertirte con nosotras si o no?, le preguntó Liliana seriamente.

– si

– bueno.

Liliana como lo había dicho, es muy loca y muy segura de si misma, por lo que no tuvo problemas en improvisar. Me acerqué a ella.

– vamos a jugar a “las strippers”.

– ¿las strippers?, pregunté.

– jaja ¿y como es eso?, preguntó Jorge.

– ya verás. Pero para eso necesitamos música.

Conectó su teléfono al auxiliar del estéreo y puso una canción de Ariana Grande – Into you. No le subió mucho el volumen para no molestar a los vecinos.

– listo. Se paró y pasó sus manos sobre mi cuerpo. Se puso frente a mi.

– ¿si puedes con esto?, me preguntó.

– estas bien loca, pero si.

– bien, solo hay que divertirnos.

Acercó su cara a mi cuello y me dio un beso. Fue bajando por mis pechos, mi ombligo hasta la cremallera de mis jeans. Se paró levantando el culo, intentando excitar a Jorge. Lo miré y vi que le gustó. Me dió la espalda e hice lo mismo que ella de hizo. Resbalé mis manos sobre sus hombros, las bajé por su cintura y las pasé a su ombligo. Fui bajando hasta cubrir su entrepierna con la palma de mi mano.

– tómame bien, dijo Lili.

Presioné mi mano en su vagina.

– así.

Miré a Jorge y vi como puso su mano sobre su miembro. Estaba excitándose.

– ¿te gusta, primo?

– …si, sigan.

Lili subió sus manos al botón de su pantalón y lo desabrochó, bajándoselo un poco mostrando su calzoncito. Jorge estaba recostado con las piernas separadas. Mi prima se subió la blusa hasta quitársela quedándose solo con el sostén.

– Dios!!, dijo Jorge y tragó saliva.

Lili se acercó y lo montó. Mi hermano no se pudo resistir al cuerpo de mi prima y empezó a manosearla. Tomó su trasero con sus dos manos. Me puse de rodillas y metí mi cabeza en las piernas de Lili de modo que mi cara quedara frente a la entrepierna de Jorge.

– ¿te gusta el culo de tu prima?, le preguntó Lili.

– si, es bien buena.

Escuchar que le dijera eso, me genero un sentimiento de celos pero no quise hacer mucho caso. Presioné mi cara sobre la entrepierna de Jorge y sentí que ya la tenía parada.

– quítame el brasier, le pidió a Jorge.

Lo hizo desnudando sus pechos. Miré a ellos. Eran lindos. Puntiagudos, y llenitos.

– mmm que ricas las tienes,

– chúpalas!!

Lili acercó sus pechos a su rostro y Jorge muy receptivo se los lamió. Tomó la punta de su pecho derecho y se la jaló con los labios.

– eso, así, jálamelas.

Ignoré lo que le hacía y empecé a desabrochar el pantalón de Jorge. Levantó un poco su trasero para que pudiera jalarle el pantalón junto con su bóxer. Su verga salió tambaleándose. Estaba larga y un poco gruesa. Se le arqueaba como si fuera un largo plátano. Se le marcaban sus venas. Se le notaba tan rica. La cubrí con mis manos y se la empecé a jalar muy despacio. Acerqué mi nariz y se la olí. Tenía un aroma tan rico y tan adictivo. Con solo olerlo se me hacía agua la boca. El estéreo había cambiado de canción. Ahora sonaba: This is what you de Calvin Harris y Rihanna.

– chúpala, me ordenó, poniendo su mano derecha sobre mi cabeza. Saqué mi lengua y la resbalé sobre su tronco. Se lo lavé. Miré hacia arriba y vi como la lengua de Jorge jugaba con los pezones de Liliana. Los lengüeteaba y los chupaba. Se los jalaba como si quisiera arrancárselos.

– que rico lo haces, dijo Lili.

Las manos de mi prima estaban recargadas sobre los hombros de Jorge.

Abrí la boca y me metí toda la verga de mi hermano. Me llené la boca de su tremenda polla. Mi lengua cubría su trozo de carne. Lengüeteé su punta.

– Aaahhh!!! Eso!!! Cómetela!!

– no pensé que fueras tan hermosa, le dijo Jorge a mi prima.

– ¿que más te gusta de mi?

– tu culo. Lo tienes bien paradito.

– agárramelo.

Escuché que le dio una nalgada.

– ¿quieres probarme la concha?

– si, si quiero.

Se bajó del sofá. No vi lo que hizo. Las manos de Jorge no me permitían mover la cabeza.

– que rico la chupas, dijo excitado. Tomó mi cabeza poniendo sus manos en mis orejas y empezó a sacar y a meter su verga de mi boca. Se masturbaba con ella.

– Aaahhh, que rico mamas.

Mi lengua rosaba su vergota bien dura. Su punta chocaba en mi paladar hasta meterse hasta mi garganta. Sus bolas tocaban mis labios. La tenía bien metida en el hocico. Abrí la boca dejando escurrir mi saliva sobre su pene. Me estaba doliendo de tan penetrada que estaba. Me faltaba aire.

– sácala la puta lengua, me ordenó.

Liliana se arrodilló junto a mi y me peinaba el cabello. Sólo vi como me miraba. Estiré la lengua sacándola lo que podía. Al hacer eso, Jorge presionó mi cabeza sobre su verga haciendo que me entrara toda competa. Sentí que me la metía con todo y sus bolas.

– eso!!! Siii!!! Trágatela!!!

Dios, estaba ahogándome. Cerré fuerte mis ojos y los abrí derramando gotas de lagrimas. La falta de oxigeno ocasionó que mis ojos empezaran a brotar lágrimas. Levantó mi cara dejando salir su miembro. Di un fuerte respiro de alivió. Me estaba ahogando. Liliana tomó mi cara y la giró hacia ella. La miré y se acercó a mi boca plantando sus labios sobre los míos. No creí que hiciera eso. Mi prima me estaba besando. Jaló mi labio inferior con sus dientes.

– méteme la lengua, me pidió.

No me negué. Es tan bonita que para nosotras las mujeres es excitante besar a otra chica, y más cuando es bonita. Abrí bien la boca y metí mi lengua. La untaba sobre sus dientes, su paladar, lengüeteé sus lengua. Ambas jugábamos con nuestras lenguas.

– que rico lo hacen, nos decía Jorge acariciándonos.

Lili sacó toda su lengua y me fue imposible contener las ganas de probarla. Así que la tomé y se la chupé. Se la succioné.

– eso, chúpasela. Jorge solo nos miraba y se masturbaba.

Solté la lengua de Liliana y le besé el cuello. Se lo chupé. Me aparté y vi que tomó la verga de mi hermano y empezó a jalársela muy suavemente. Lili ya no tenía puesto su pantalón. Solamente estaba en calzones.

Se paró del sofá y me tomó de la cintura. Me aventó al sofá quedando recostada. Me quitó el pantalón tan rápido como pudo dejándome en calzones. Miré a Liliana y vi que se recostó sobre el otro sillón. Abrió sus piernas apoyándolas sobre los brazos del sillón y empezó a acariciar su vagina por encima del calzón. Jorge presionó su cara en mi sexo y lo respiró.

– mmm que rico huele.

Reí.

Levantó mis piernas y me quitó la prenda. La aventó y resbaló su larga lengua sobre mis pliegues.

– Aaahhh!!!

Separé mis piernas. Se inclinó hacia abajo y nuevamente lamió mi entrepierna desde mi ano hasta mi clítoris.

– sii!!! Que rico!!, dije.

– estás bien ricota.

Sus mano flexionaron mis blancas piernas dejando que mi vagina y mi anito frente a su cara.

– Dios, que delicia!!

Estaba bien abiertota. Su verga bailaba entre sus piernas. La tenía bien larga. Mis ojos no aportaban de ese ricote pene. Se agachó y comenzó y lengüetear el ano.

No dije ni una palabra. Solo me propuse a disfrutar de su lengua en mi culo.

– ¿te gusta mi culo?

– …si, mija. Me encanta tu rico culote.

Mientras me lamía bien rico el hoyo acerqué mi mano a mi vagina y me empecé a rascar el clítoris.

– mmmm sii!!!

– eso!!! Ráscatelo!! Frótatela!!!

– sii!!! Me gusta esto!!!

– sabe bien rico tu culo. Me encantaría un día verte cagar u orinarte.

– noo!!! Eso no!!

– claro que si!! Metértela verga en la boca mientras estás sentada cagando.

– Aaahhh!!!

Miré a Lili. Seguía jugando con su vagina. Estaba muy excitada. Cerraba su ojos mientras se frotaba su linda vagina.

Dejó mi culo y subió a mi vagina. Su lengua jugaba ahora con mi sexo.

– más arriba, le pedí.

Lo hizo. Subió su lengua en mi clítoris y comenzó a lengüetearlo.

– Aaahhh!!! Siii!!! Ahí!!!! Dios!!!!

– eso, mi amor!!! Que sabrosa la tienes!!!

– sii!!! Sigue!!! Aaahhh!!! Rayos!!!, jadeaba. Rasguñaba el respaldo del sofá. Sentía tan rico. Sentía que iba a explotar.

– Jorge!!! Aaahhh!!! Espe…ra!!!

– ¿que pasa, bonita?

Bajó el ritmo de su lengua. Aunque me lamía lentamente la sensación era riquísimo. Me retorcía de placer. Mientras seguía jugando con mi clítoris, colocó dos dedos sobre mi ano y los empujó hasta meterlos.

– aaaa!!!! Jorge!!!

No fue tan doloroso puesto que su saliva me había lubricado bien ese lugar.

– ¿te gusta como te los meto?

– sssiii!!! Lo haces rico!!!

Me sentía tan llena por el culo. Mi hoyo apretaba sus largos dedos, pero su saliva permitió que se pudieran resbalar fácilmente. Los empujó y los sacudió con fuerza. Mi culo temblaba al igual que todo mi cuerpo.

– me gusta como te penetro el culo.

– ¿si?

Se inclinó hacia mí y me besó. Metió su lengua a mi boquita y la untó por todos lados. Retiró sus dedos y los acercó a mi boca. Tragué saliva y abrí a la boca para que me los metiera.

– eso, pruébalos.

Miró a Lili. Sacó sus dedos de mi boca y caminó hacia ella dejándome de piernas abiertas. Se inclinó a ella y la besó. Ella simplemente se dejó. Con su mano derecha acarició el rostro de Jorge y con la otra se frotaba su lindo sexo. Dejó de besarlo y miró su verga. La tomó con su mano derecha y se la empezó a jalar.

– ¿te gusta?, le preguntó Jorge.

– la tienes bien larga.

Mientras Lili le frotaba el pene, él se propuso a acariciarle el culo y su vagina. Se paró y le quitó el calzón.

– mira que culo más rico.

Le pasó la mano sobre sus nalgas y resbaló se dedos sobre la entrada de su culo. Al tener el ano un poco abierto, Jorge la penetró con su dedo de en medio.

– Aaahhh!!! Que rico!!, Jadeó la puta de mi prima.

Me paré y me acerqué a ella para besarla. Nos chupamos las lenguas. Al estar aún lado de ella aproveché para besarle el cuello. Me subí al sillón y le chupé los pechos. Hice los mismo que Jorge le había hecho. Le jalé las puntas y le succioné como si bebiera su leche. Como si me amamantara.

– sii!!! Chúpame!!!

Le sacó su dedo y se atrevió a chuparlo.

– que rico sabes, prima, dijo Jorge.

Se jaló la verga.

Yo ya estaba arriba del sillón. Apoyé mis rodillas sobre el brazo izquierdo del mueble y mi mano derecha sobre el respaldo del sillón. Las manos de Lili me acariciaban todo el cuerpo. Mis muslos, mi cintura, mi culo. Metió su mano izquierda a mi entrepierna y me rascó el clítoris.

– Aaahhh!!! Lili!!!

Mi mano izquierda la apoyé sobre el cuerpo de Jorge. Tomó las piernas de Lili y las junto para luego flexionarlas muy bien, de modo que su culo se asomara bien y descubierto. La jaló hacia la orilla y le untó su larga verga sobre su ano y su vagina.

– cógeme!! Métemela!!, le pidió mi prima.

– ¿si?, ¿eso quieres?

– si, hazlo.

Resbaló su punta entre sus pliegues y los separó. Fue bajando para colocarla en su orificio vaginal y la empujo muy despacito.

– Aaahhh!!! Que rico!!, gimió Jorge.

– ándale, así!!! Aaahhhh!!! Métela toda!!!

Me excitó ver que su miembro penetraba a mi primita.

– eso!!!

Metía y sacaba. La penetraba muy despacio pero muy profundo. Y eso generaba que mi prima lo disfrutara tanto.

– ven, vallamos a mi cuarto, dijo Jorge.

Bajé del sillón. Jorge se inclinó a ella y rodeó su cintura y su espalda con sus brazos. Lili lo abrazó. Caminamos a su cuarto. Al llegar a la cama la soltó dejándola caer de espalda sobre el colchón. Jorge se paró en la esquina derecha de la cama y jaló a Lili abriendo sus piernas y penetrándola sin problema alguno.

– Aaahhh!!! Siii!!! Que rico!!!

Me subí de rodillas a la cama y me monté sobre los pechos de Lili dándole la espalda a Jorge. Acerqué mi vagina a la cara de mi primita y la tomé del cabello para acercarla a mi rajita.

– ven, chupa, le ordené, presionando su boquita sobre mis pliegues y mi clítoris. No se negó a hacerlo. Abrió su boca y empezó a lamerme.

– ay!! Que rico!!

– Aaahhh!!! Jadeó al ser cogida por mi hermano.

En ese momento sin imaginarlo, Jorge me jaló de las piernas de modo que mi culo quedara a unos cuantos centímetros de él. Me azotó fuertemente y me metió su larga verga.

– Aaahhh!!! Solté un ligero gemido.

Rodeó mi estomago con su brazo derecho y con su mano izquierda tapó mi vagina empezando a acariciar mi clítoris.

Me la empujó fuertemente llenándome la concha bien sabroso. Me abrazó. Me la metía con ganas. Cada vez que me la empujaba, mi culo chocaba con sus muslos, generando un ruido muy chistoso. Me soltó y me empujó de tal manera que quedara incada. Tomó mi cintura y siguió cogiéndome. Mi cara quedaba a la altura de sus pechos. Retrocedió un poco dejando su vagina a la altura de mi cara. Me acerqué y le resbale la lengua.

– Aaahhh!!!

– está ácida, pero me gusta.

– ven, chúpala!!, me dijo bajando mi cara.

Se la escupí y le lengüeteé el clítoris. Le resbalaba la lengua con rapidez.

– Aaahhh!!!! Rayos!!! Dan..iela!!!

La ponía loca. Se retorcía y se tocaba todo su cuerpo. Quería cerrar las piernas pero no la dejé.

– Déjame chupártela bien, le dije.

Me sacó su pene de la vagina y la colocó en mi ano. Me masajeaba las nalgas. Me las abría y me las cerraba. Resbaló su punta sobre mi ano y sobre mi vagina. De repente metió tres dedo en el rabo haciendo que soltara un desgarrador grito.

– Aaaaa!!!! Nooo!!!

Agarró mi cabello y me jaló fuertemente. Mi espalda pegó en su pecho.

– cállate, estúpida!!! Sino te los meto más!!, me regañó.

– sácalos!!! Por favor!!!

Sus dedos resbalaban por dentro de mi culito. Los retiró y escupió su mano para luego metérmelos de nuevo. Mi culo estaba bien abierto. Tener sus dedos dentro de mi me estaba gustando. Su saliva había lubricado mi hoyo. Los retiró y se frotó la verga.

– agarra tu culo y ábretelo, me ordenó.

Lili se recostó y se empezó a masturbar. Verla como se tocaba me estaba excitando. Me recordó cuando lo hago estando sola y aburrida. Su mano resbalaba por su vagina de arriba y abajo. Separó sus largar y pálidas piernas quedando muy abierta.

– que rica se ve, ¿no?, me preguntó Jorge mientras lamía mi cuello.

– …si…

Agarré mi culito y me lo abrí.

– ¿así te gusta?.

– ándale, así. Lo tienes bien rico.

Lo miré girando mi cabeza a la derecha y de reojo.

– quiero que la metas, le pedí.

– ¿eso quieres, mi amor?

– si, eso quiero!! Anda penétrame el culo!!

De un segundo a otro me sentía con las ganas de tener su verga dentro de mi culo. Ambos lo queríamos, y así fue. Colocó su punta en mi anito el cual ya lo tenía un poco abierto, y empujó su verga.

– mmmm si!!, dije.

– ya casi te entra toda.

– vamos!! Métela toda!!

Su pene estaba muy largo y duro. Me excitaba tenerlo adentro. Soltó mi cabello y tomó mi cintura para enterrarme su miembro.

– Aaahhh!!! Que rico!!!, dije soltando un ligero jadeo.

– ¿te gusta, preciosa?

– sii, me encanta!!! Sácala y métemela!!!

Lo retiró un poco dejando su punta adentro, y la metió con fuerza.

– Aaahhh!!! Siii!!! Así!!! Sigue!!! Cógeme!!!

– sii!!! Me gusta que te guste!!!

– ssiii!! Eso!!! Cógeme más rico!!!

Me agaché, quedando como una perrita. Me azotó el culo fuertemente.

– ssiii!!!

Me gustaba como me daba de nalgadas.

Lili se bajó de la cama y se arrodilló junto a Jorge. Me sacó la verga del culo y se la metió a mi prima por la boca. Lili la chupó con ganas. Se la metía toda, la puta.

– eso, chúpala bien, dijo mi hermano muy excitado.

– que rica, comentó Lili.

– ven, recuéstate, me pidió Jorge.

Giré mi cuerpo quedando recostada. Agarró mis piernas y me jaló de modo que mi colita quedara en la orilla de la cama. Lili se sacó la verga, diciendo:

– métesela

Él no dudó en ningún momento y lo hizo.

– Aaahhh!!!, gemí.

Su verga me había entrado. Tan dura y larga la tenía que disfrutaba de como me cogía.

Agarré mis piernas y las flexioné lo más que pude. Las abracé pegándolas las rodillas a mis pechos.

– ándale, así!!

– sácala, dijo la pervertida de Lili.

La retiró y la metió a mi prima. Ella muy facilota lo chupó y lo lamió con ganas. Por una vez me pareció algo irreal de ella pero lo estaba haciendo. Le gustaba mamar.

– la tienes bien larga, primo.

Se puso de pie y le besó el cuello a Jorge.

– cógeme como a ella, le susurró al oído.

Él sólo sonrió. Lili se subió aún lado de mí. Se arrodilló separando muy bien sus piernas e inclinando hacia afuera su culo, dejándolo muy parado. Exponía todo su culo y su vagina al aire.

– que rica!!, dijo Jorge acariciándole las nalgas.

Jorge se inclinó a su culo y la lamió.

– mmmm!! Así!!! Chúpala!!!, le pidió.

– claro que si, hermosa.

– Aaahhh!!! Que rico!!! Así!!!, jadeaba Liliana, mordiéndose los labios.

Miré a su entrepierna y vi como Jorge le lamía el clítoris. Eso volvía loca a mi prima. Jorge lo hace tan rico que lo dejaría hacerlo las veces que él quisiera.

– ven, pásate para acá, me ordenó Liliana agarrándome de las piernas.

Me cambié de lugar. Me recosté dejando mi vagina frente a Lili. Me besó los muslos, y luego mis pliegues. Resbaló su lengua sobre ellos, lamiendo mi clítoris con la punta de su lengua. Me retorcí un poco y solté un ligero gemido.

– que linda vagina tienes, prima.

– jaja si, tú también.

Plantó su boca y jugueteo mi lindo clítoris.

– Aaahhh!!! Sii!!!

Miré a Jorge. Se enderezó y le dio un fuerte azote en la nalga derecha.

– que rico!!, reaccionó Lili.

Jorge sin decir nada la penetró.

– Aaahhh!!! Rayos!!! Siii!!!

– ven, dije acercando su cara a mi vagina.

Empezó a lamer muy rico. Su lengua me acariciaba mi sensible punto haciéndome jadear. La peinaba, la acariciaba y a la vez me rascaba el clítoris.

– …más!!! Más rápido!!!

– ¿si?

– Aaahhh!!! Rayos!!! Dios!!! Siii!!!

Me estaba volviendo loca. Sentía que iba a explotar. Cerré un poco las piernas apretando la cabeza de Lili con mis muslos.

– aguántate, primita, que esto no es nada.

– es que…siento que me vendré!! Aaahhh!!

– no sabes ni lo que dices, pendeja.

Uso sus pulgares para abrirme la vagina para acomodarse mejor.

– Aaahhh!!! Que rico, primo!!! Métemela toda!!! Cógeme así de rico!!!

– si!!! Me gusta metértela!!! Se siente bien rico!!!

– ¿así?, preguntó él penetrándola muy fuerte.

– mmmm!!! Sii!! Así!!! Más fuerte!! Métemela más!!

Las manos de Jorge llevaban el ritmo tomándola de la cintura, y cogiéndola sin parar. Mi prima jadeaba con ganas. Le encantaba como se la cogía mi hermano.

– que rico coge!!! Aaahhh!!!, me decía Lili.

Me froté la vagina con mis dedos. Me masturbaba.

– espérate, primita. Quita tu mano, dijo entre jadeos.

– ¿que haces?, pregunté mientras vi que introducía su índice y su dedo medio en mi rajita.

– ya verás. Aaahhh!!!

Empezó a rascarme por dentro. Me rascaba la parte de arriba.

– mmmm!!! Sii!!!

– ¿te gusta?, me preguntó Lili, sin detenerse.

– sii, sigue!! No pares!!

La sensación que me generaban sus dedos era indescriptible. Sólo sabía que no quería que parara. Sus dedos formaron como un gancho y los rosaba por arriba con rapidez.

– ¿que pasa, Dani?

– …no se…si!! Ssii!! Sigue!!

– ¿que sientes?

– rico!! Me gusta!! Siento que quiero orinar!!!

– ¿si?

– si, mucho!!

– vamos, vente!!!

– eee!!! Dios!!! No puedo!!!

Aceleró su ritmo.

– Dios!!! Dios!! Aaaaahhhh!!!! Rayosss!!!! Sssiii!!!!!

Ese último gemido se convirtió en un delicioso orgasmo. Mi vagina expulsaba pequeños chorros de ese líquido que me enloquecía de placer, salpicando el rostro de Liliana

– vamos!!!, me exigió rascándome con ganas.

Me retorcía. Mis piernas temblaban, hacia gestos con mi cara. Mis ojos se entrecerraban solos. No podía controlarlos.

– eso, bonita!!! Que rico!!

– puta madre!!! Nunca lo había hecho así!!, dije con una voz temblorosa.

– ¿no?. Pues que suerte tienes que haya venido.

– jaja ¡¡pendeja!!

Estaba mojada. Me dio un beso en la parte del clítoris.

– ven primo, acuéstate.

Jorge se subió y se recostó de espaldas flexionando sus piernas. Ella se montó sobre su estómago jalándole la verga.

– esta bien paradota, que rico.

Mirarla como le frotaba su miembro me excitaba mucho. Sólo verlos y tocándome lo disfrutaba. Se levantó un poco y se penetro ella misma.

– eso, móntate bien, chula.

– si, corazón.

Se levantaba y se sentaba, llevando el control.

– Aaahhh!! Me encanta como me entra!!

– se siente bien rico!! Ven, acuéstate sobre mí.

Se inclinó hacia adelante pegando sus chichis sobre el pecho de Jorge.

El tomó su culo y lo empezó a mover de adelante hacia atrás.

– así!!! Sigue!!! Métemela así!!!

Se enderezó y empezó a saltar.

– Aaahhh!!! Que rico!!!

– eso, preciosa, no pares!!! Hazlo más rápido!!

– ssii!!! Aaahhhh!!! Que rico!!! Sii!!!

Liliana se movía muy bien. Aparte de ser delgada era flexible, y sabía mover el culo con ganas.

– vamos!!! Le dijo Jorge dándole una nalgada en el glúteo izquierdo.

– siii!!! Ssiii!!! Aaahhh!!!

Mi prima jadeaba como una puta loca. Brincaba la verga de mi hermano con desesperación.

– Dios!!! Siii!!! Sii!!!

Miraba hacia arriba y cerraba sus ojos. Temblaba la pendeja.

– rayos, rayos!!! Aaaahhhhh!!!! Ssiiii!!!!!

Lili retiró la verga de Jorge liberando un tremendo orgasmo. Parecía que se estaba orinando. Mojaba la verga de Jorge

– que rico, primita!!!

Ella aún seguía divagando en el placer. Se frotaba la vagina. Jorge se la metió y la penetró con rudeza.

– sii!!! Más!!! Aaaahhh!!!!

No creí que le saliera tanto líquido. No creí que tuviera dos orgasmos seguidos. Aunque era el segundo, no expulso tanto líquido. Jorge estaba fascinado por verla jadear.

– que rico te vienes.

– …ajá…respondió cansada.

Me levanté montando el pecho de Jorge y me acerqué para lamer el cuello de mi primita. Me estaba gustando verla jadear y ver su lindo cuerpo. Tan delgado, abdomen plano, pechos puntiagudos. No soy lesbiana pero se reconocer su belleza y su actitud. Las manos de Jorge resbalaban por mi espalda. Me acariciaba con la yema de sus dedos. Mordió mis nalgas, las besó. Separó mis glúteos y resbaló su larga lengua sobre mis pliegues y mi rabito.

– que rica estás, hermanita.

No dije nada.

Miré a Lili a ojos, a sus labios. Los cubrí con mi boca y los mordí muy suavemente. Sus manos vagaban por mi cuello, por mis hombros, bajaron a mis tetas y jaló mis puntas. Las pellizcó haciendo que se me endurecieran. Bajó su cara a mis pechos y los chupó.

– están lindas, me alagaba.

Su lengua la recorría al rededor de la areola. Jaló mis puntas con su labios y me los jaló. Los jalaba como si me los quisiera desprender. Los soltó. Me encantaba como lo hacía. Retrocedí un poco el trasero apoyando las rodillas aún lado de las orejas de Jorge. Su cara estaba exactamente por debajo de mi vagina. Su lengua recorría mi entrada acariciando mis sensibles pliegues.

Di un respiro. Me agaché más presionando mi entrepierna en su boca.

– chúpala.

Sus manos agarraron fuertemente mi culo y comenzó a lengüetearme nuevamente el clítoris.

– Aaahhh!!! Así!!!

Su lengua me lengüeteaba muy rico. No podía controlarme. Me recargue sobre Lili. Me abrazó.

– shhh, shhh, tranquila.

Lo hacía tan bien que estaba apunto de venirme. Paró. Me empujó aún lado. Quitó a Liliana de encima. Quito unas almohadas y se recostó sobre la cabecera. Me jaló a él y me sentó. Me monté en el sin decir una palabra y me penetró.

– Aaahhh!!!

– eso, así, salta, me ordenó.

Al estar en medio de la cama había mucho espacio, y siendo una cama king size mucho más. Juntó sus piernas para que yo tuviera la libertad de abrirlas a mi gusto. Su polla me entrada y me salía. Tener su verga tan larga y incurvada, lograba generarme un delicioso placer. Brincaba muy lentamente. Me encantaba como me resbalaba su vergota. Liliana se puso de pie sobre la cama y se paró frente a mi.

– ven, dijo abriendo su vagina y presionándola en mi boca.

Le lamí.

– mmmm más!!

Lengüeteé un poco más rápido.

– Aaahhh!!! Jadeó. Mete tus dedos, me pidió.

Lo hice tal y como ella lo hizo conmigo y empecé a rascarle.

– ándale, así, que rico.

– Aaahhh!!, jadeé

Jorge me estaba cogiendo muy rico. Me excitaba tanto que decidí brincar con más ganas.

– que rico!!! Mmmm!!!

– eso, bríncame más, hermosa!!! Aaahhh!!!

– ssiii!!! Aaahhh!!!

Salté sobre él como bestia. Sentía tan rico.

– ssiii!!! Aaahhh!!! Que rico!!! Que rico!!!

Dios, era tan indescriptible el placer que invadía todo mi cuerpo. Me quejaba de placer, como si quiera llorar. Parecía que iba a mear. Mis dedos salieron de ja vagina de Liliana y las bajé a mi rajita. Empecé a rascar con muchas ganas el clítoris. Me frotaba como loca.

– ssii!!!! Ssiii!!! Que rico!!!

Era tan exquisito lo que sentía.

– aaaaa!!! Dios!!! Que rico!!!

– eso!!! Así!!! Vente!!! Vente sobre mí!! Decía muy excitado, Jorge.

Brinqué tan rápido que conseguí explotar en un deleitante orgasmo.

– aaaaaahh!!!! Rayooosss!!!! Ssiiiii!!!!

Disparé un chorro como si me hubiera aguantado muchas ganas de orinar. Me volvía loca. Había llegado a ese clímax.

Empapé los muslos y su verga, así como las sabanas.

– que rico sentí, dije exhausta. Mi voz sonaba cansada.

– Aaahhh!!!, jadeaba Lili con sus dedos metidos en su rica vagina. Ella sola se estaba dando ese indescriptible placer. Acaricié su ombligo y su pelvis.

– Aaaaaahh!!!!

Liliana soltó un desgarrador gemido, expulsando otro chorro saliendo de su vagina. Parecía orinarme todo el cuerpo. Mojó mi cuello y mis pechos de su rico orgasmo. Reí y disfruté ser bañada de esa agua. Temblaba mi primita. No podía quedarse de pie. Se dejó caer sentándose en el pecho de Jorge y apoyando su cabeza sobre mis pechos. La acaricié. Le peinaba el cabello con mis dedos.

Mi hermano tomó a Lili de la cintura y la bajó de él. Se bajó por el lado derecho de la cama quedándose de pie. Me bajé por mi cuenta. Me hinqué y cubrí su vergota con mi mano derecha.

– ven acá, dije al meterme au polla.

No se negó. Liliana se bajó de la cama y se arrodilló junto a mí. Me dio un beso en la mejilla, en la oreja, en el cuello. Me jaló hacia atrás agarrándome del cabello y me escupió la boca y luego me lamió la boca. Miró la verga y la empezó a mamar.

– que rico, chúpenla, vamos!!

– ¿te gusta como mamamos, primito?

– me encanta

Nos acariciaba la cara. Nos la empujaba hasta adentro intentando ahogarnos. No se porque le gustaba hacer eso, pero a mi me fascinaba. Lo hizo con mi primita. La penetró fuertemente, metiéndosela muy adentro. La pobre parecía quedarse sin aire, pero no hacía nada. Tenía la boca bien abierta. Vi que su garganta se agrandaba un poco marcándosele las venas. El tono de su piel era rojizo. La sangre se le subía al rostro. Le llenaba toda la boca.

– trágatela!!! Ora!!

Sacó su verga rápidamente y se la untó en toda la cara. La bañaba de su propia saliva. Era mucosa, espesa y burbujeante. La agarré y la empecé a jalar.

– vamos, vente!!!

– Aaahhh!!! ¿eso te gusta?

– sii, respondió por mi, Liliana.

Agarró su vergota bien parada y se la empezó a jalar. Sus dedos rebelaban con facilidad sobre ese largo y duro tronco. Mientras se frotaba le lengüeteábamos la punta. Sacábamos toda la lengua y la resbalábamos en su uretra y su glande. Se lo chupábamos como si fuera una rica paleta.

– vamos!!! Jálatela más fuerte!!, le ordené.

– sii!! Yaaa!!!

– órale, primito!!! Quiero tragarme tu rico semen!!!

– si, que rico!!!

– ya casi!! Ya casi!!!

Estaba apunto de explotar.

– sii!!! Aaaahhh!!!

– órale, papito!!!

– ssiii!!! Abran la puta boca!!!

Estábamos tan ansiosas y excitadas. Abrimos bien la boquita para recibir ese liquido blanco y espeso saliendo de su verga.

Ese último jalón lo hizo expulsar su leche espesa.

– Aaaahhh!!!! Ssiiii!!!! Vamos!!!!

Nos disparaba su semen por la boca. Dios, le salía mucho. Tremendo chorro de semen. Bañó la cara de Lili y la mía. La nariz, los labios, el ojo izquierdo estaban cubiertos de semen. A mi me llenó la boquita.

– eso!! Trágatela, perra sucia.

Lo hice. Me tragué esa leche deliciosa. Sus gemidos hicieron más excitante el momento. Liliana estaba a las risas.

– Dios, me echaste todo a mi, decía mientras le limpiaba con los dedos.

Me acerqué a ella y resbalé mi lengua para limpiar su carita.

– terminen porque ya es tarde, dijo Jorge.

– voy al baño, dijo Lili.

– te acompaño, dije.

Ambas salimos y lo dejamos sólo.

– hay que se quede el pendejo. Bastante ya hicimos por él. No vamos a dejar que nos este mandando, dijo ella mientras entrabamos al baño. Se lavó la cara.

– puta madre, mi cara esta algo pegajosa.

Nos lavamos.

– si quieres báñate, le dije.

– no, ya luego. Oye, la música.

Salimos. Su celular aún tenía batería y sonaba a the chainsmokers ? closer.

Recogimos nuestras prendas.

– ¡¡ya son las 8:20!!, ¿a que hora llegan mis tíos?

– puta madre!! No tardan, apúrate!!

Nos metimos al baño. Cada una se puso su blusa. Se escuchaba un motor.

– ¿serán ellos?, preguntó Lili, mirándome.

– no creo

Justo cuando contesté sonó el claxon. Era mamá, papá estaba de viaje.

– me lleva la…, tu apúrate, yo salgo, dije.

Salí y acomode los cojines. Se abrió la puerta.

– ¡hola, hola!

– ¡¡mamá!!, ¿como te fue?

– bien, ¿que haces?,

– acomodo.

Salió Liliana del baño.

– ¡¡Tía!!

– ¡¡¡Lili!!! ¡¡Hola!!, la saludaba mi mamá con entusiasmo. La abrazó.

– ¡¡que milagro que nos visitas!!

– pues ya vez!! Jaja

– ¿cenas con nosotros?

– si, claro!!

– llamen a Jorge. ¿o no está?

– no si, ahorita le llamo.

Para resumir las cosas. Cenamos juntos, platicamos. Durante la plática Liliana programó la próxima ronda con Jorge. Al menos eso supuse yo, y supongo que él.

– ¿y que tal la escuela?, me enteré que ya entras a la universidad.

– así es tía.

– ¿que estudiaras?

– Ciencias de la comunicación, ya les había comentado a ellos.

– que bien, muchas felicidades, y te deseo lo mejor.

– gracias tía. Pero bueno, me retiro. Muchas gracias a todos.

– hija, gracias a ti por la visita, esperemos verte más seguido.

– claro tía, de hecho me invitaron a dormir para la otra semana.

Al escucharla decir eso, mis ojos se agrandaron de lo sorprendida. No pensé que fuera capaz de hacer eso. Miré de reojo a Jorge. Él sólo la miraba.

– pues aquí te esperamos, sabes que eres bienvenida.

– muchísimas gracias, tía.

– te llevo, habló Jorge

– los acompaño, dije.

– vallan con cuidado, dijo mamá.

Jorge tomó las llaves del auto y salió primero.

Durante el camino ninguno habló.

– y…¿que harán mañana?, preguntó Lili rompiendo el silencio.

– pues…yo iré con unos amigos al cine.

– ¿tú Dani?

– pues…haré tarea.

– llegamos, dijo Jorge.

– bueno chicos, pues…muchas gracias por a tarde, la verdad.

Jorge sólo sonrió. Quería reír, pero no lo hice. Nos dio un beso en la mejilla.

– los veo el próximo fin de semana.

Jorge y yo sólo nos miramos.

– te esperamos, dije.

Durante el camino fue igual, ninguno habló. Al llegar, mamá ya estaba acostada. Entré a mi cuarto y luego a mi baño. Me bañe. Salí y me puse mi ropa. Mientras me estaba poniendo la blusa, Jorge apareció detrás de mi tomándome de la cintura. Me beso el cuello, el hombro y la oreja izquierda. Recosté mi cabeza sobre mi hombro, derecho.

– me encantó estar contigo hoy. Fuiste la mejor.

– tu igual. Abrazó mi estomago. Metió su mano derecha a mi pantalón y la bajó a mi entrepierna y empezó a acariciarme el clítoris por última vez.

– espera…ya no…puede entrar mamá…

– es inevitable irme sin despedirme de ti como a mi me gusta.

Sus dedos me excitaban. No podía decirle que parara. Los sacó y los resbaló sobre mis labios. Los chupé.

– descansa, dijo.

– bye.

Me di la vuelta. Lo agarré del brazo para que girara su cuerpo hacia mi. Al hacerlo lo besé. Sus manos me tomaron de la cintura y luego bajaron a mi culo. Me lo agarró.

– buenas noches, dijo.

– buenas noches, contesté

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