Mi prima favorita: ¿Me prestas tú celular?
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Era el año 2006 aproximadamente, la tecnología no estaba tan avanzada cómo ahora, quien tenía un celular era porque tenía dinero, yo pedí de regalo de cumpleaños un celular y con mucho esfuerzo me lo compraron mis padres, era un celular Nokia tabicote, tenía 3 juegos muy sencillos pero con esos podía pasar horas de diversión, después del estudio tenía que ir a casa de mi abuela los días viernes.
No me gustaba ir a casa de la abuela, debido a que siempre había ahí peleas y discusiones entre los familiares, mi tía estaba loca (era incapaz) y cuando no se tomaba bien sus medicamentos se ponía agresiva y peleaba a veces hasta los golpes con mis otras tías.
En ese tiempo un amigo llevo unas revistas eróticas que encontró en el sótano de su casa, los hombres del salón las veíamos todos los días en el recreo, y un día que le pasé una tarea a ese compañero, como agradecimiento me regaló una de las revistas, me llamaba la atención y siempre que podía veía las fotos de las revistas y mi miembro escurría líquidos por la punta de la cabeza de mi miembro, me sentía muy bien, me empezó a dar mucho morbo el ver a las mujeres desde ahí.
Cómo era super aburrido estar en casa de la abuela, me la pasaba jugando en el celular la mayoría del tiempo, mi prima siempre quería que le prestará mi celular, pero nunca se lo prestaba porque no quería estar yo sin mi único medio de distracción jeje.
Mi prima era muy descuidada en su forma de vestir y actuar, antes no la veía con morbo, pero al ver las revistas eróticas, me empezó a gustar y empecé verla con morbo, un viernes normal, mientras estábamos en el segundo piso, como siempre me pidió prestado mi celular, ella estaba sentada frente a mi con las piernas abiertas y se le alcanzaban a ver las braguitas, porque se sentaba con las piernas muy abiertas, de verla así sentada frente a mi, me generó una gran excitación, e hizo que en mi entre pierna hiciera un gran bulto en mi pantalón, le dije – prima si adivinas en donde tengo escondido mi celular te lo prestó, pero sólo tienes una oportunidad (yo lo tenía en la bolsa trasera del pantalón, y como estaba yo sentado en la cama, era imposible que ella adivinara donde lo tenía)
Ella al escuchar que tenía una oportunidad de conseguir que le prestará mi celular, se levantó y salto de alegría, como sabueso veía pistas de dónde podía tener escondido el celular, y después de analizarlo un par de minutos, me respondió: – lo tienes aquí – ( me dijo mientras tocaba y acariciaba el bulto de mi entre pierna, como queriendo sacar de ahí el celular que juraba que lo tenía ahí escondido)
- No lo tengo ahí escondido – le respondí, pero no me creyó y seguía apretando fuerte mi bulto porque no quería dejar ir el celular que tanto deseaba jugar.
- No mientas, aquí lo estoy sintiendo en mis manos (decía mientras apretaba mi miembro muy excitado)
- Esta bien te lo prestaré, p-pero espera un momento prima (le dije un poco agitado por lo rico que se sentía su manita agarrándome), cierra los ojos le dije y cuenta hasta 10 segundos lentamente.
- Ella cerro los ojos y empezó a contar hasta 10, sin soltar su mano de mi miembro excitado, como pude me levanté un poco y saque de mi bolsa trasera del pantalón mi celular y cuando termino de contar hasta 10, vio que tenía el celular en mi mano y que no era mi celular lo que tenía agarrado, pero no le dio mucha importancia debido a que estaba muy feliz de que por fin podría jugar con mi teléfono.
Le presté el celular y nos acostamos ambos en la cama, yo mientras le explicaba como jugar aprovechaba para frotar mi miembro excitado contra sus glúteos, y como ella quería seguir jugando supongo no me decía nada. Así pase muchas horas restregando el bulto de miembro excitado hasta que no pude más y tuve que ir al baño, sentía que me iba a orinar, vaya sorpresa me pasó que fue la primera corrida que tuve en la vida y yo no sabía ni que era esa cosa blanca que salía de mi verga pero se sintió demasiado rico cuando salió esa cosa blanca y vizcosa de mi verga 🤤 me había vuelto ahora adicto a sentir esa sensación y quería sentirla siempre.
Al pasar unas horas, pasaron por mi y mi prima salió a la puerta de la casa a despedirse de mi, me dijo – gracias por dejarme jugar con tu celular, la próxima vez que vengas me prestas tú celular? A lo que le respondí sonriendo: – ya veremos 😉
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