Mi inicio en el exhibicionismo – I, II
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Ser exhibicionista me fascina
Eso lo descubrí hace algunos años, y es ahora que vengo a escribir mi historia de como me inicié y como he seguido disfrutando de mostrarme a muchas chicas.
Todo empezó en una noche de verano, los días se habían vuelto muy calurosos y aún en las noches el calor era insoportable, por tal motivo muchas personas salían a caminar o abrían sus ventanas para refrescarse.
Era el caso de mis vecinitas que vivían justo frente a mi casa, su habitación estaba en el segundo piso justo frente a mi habitación. Ya varias noches las dos hermanas jovencitas abrían su ventana y se sentaban en unos almohadones viendo hacia la calle disfrutando de la poca frescura que la noche podía proporcionar. Las había observado desde mi habitación mientras realizaba mis tareas escolares en mi computadora, para ese momento ya me había pasado por la mente la inquietante idea de exhibirme frente a alguien y al verlas ahí, supe que era la oportunidad perfecta.
Planeé la manera de hacerlo sin que se viera que era al propósito si no que pareciera un descuido. Así que apagué la luz de mi habitación y ya a obscuras abrí una parte de las cortinas, lo suficiente para que pudieran verme. Me puse unos pantalones cortos y una playera holgada que saliera fácilmente, esperé un poco mientras tocaba mi miembro para que se viera en su plenitud (en estado flácido no es muy grande, es de los llamados penes de sangre, pero excitado si alcanza un muuuu bien tamaño).
Después de unos minutos prendí la luz, debido a lo cual no podía verlas pues la ventana reflejaba el interior de mi habitación, aún así escuchaba sus voces platicando, lleno de nervios empecé la hazaña, me quité el shorts, luego la playera y así semi desnudo fingí buscar una pijama la saqué del cajón y en ese momento escuché a una de ellas decir apaga la luz.
Extendí la pijama en una silla y me quite el boxer, mi miembro saltó de la excitación que me provocaba la situación, me di unas vueltas fingiendo buscar la pijama y luego comencé a ponérmela, primero la parte de arriba y al final lentamente el pantalón.
Entre tanto escuchaba algunas risitas y la mayor gritó mi nombre, después de lo cual apagué la luz, y ya vestido fingí confusión buscando en la calle quien gritaba mi nombre, su luz permanecía apagada pero podía ver qué se asomaban entre las cortinas, cerré bien mis cortinas y me asomé por unos momentos hasta que ellas volvieron a salir riéndose de manera nerviosa y se echaban aire en la cara, se veían claramente excitadas y veían hacia mi ventana mientras hablaban en secreto entre ellas riéndose y mirando a mi habitación.
Esa fue la primera vez pero no la última que me exhibí a esas chicas y la situación fue subiendo de tono.
En ese momento me preguntaba si todas las chicas eran igual de calientes y les gustaba ver una verga parada.
Las experiencias exhibiendome me darían la respuesta.
Si quieren leer el resto de las historias comenten.
Las historias que subiré al igual que ésta son 100% reales. Salvo los nombres que en algún momento citaré y serán diferentes a los reales.
Si hay alguna chica que quiera ver mi pene también puede comentar.
PARTE II – Continua la exhibición frente a mis vecinitas
Y a les he platicado como comencé esto del exhibicionismo, que es algo que me excita y me causa mucho morbo.
Puedes ver mi relato de mi inicio en el exhibicionismo.
Las siguientes veces que pude exhibirme lo fui disfrutando cada vez mas. Cada noche esperaba a que las dos chicas (mis vecinitas) salieran por su ventana a “refrescarse” aunque en realidad salían a su ventana para llevarse un buen calentón mirándome, la hermana mayor desistió de asomarse para observarme desnudo, pero la menor continuaba cada noche fiel, fue entonces que me atreví a algo más.
Había logrado conseguir una lampara de noche para mi habitación, de manera que ella pudiera verme y yo pudiera verla sin la molestia del reflejo del vidrio, me desnudé y comenzó la emoción, yo fingía buscar mi ropa de pijama, la chica abría sus ojos de par en par, miraba hacia mi ventana y de vez en cuando volteaba al interior de su habitación cuidando que no la fueran a descubrir, se echaba aire con la mano y para ver mejor subía a un pequeño banco, en un momento deje de verla en la ventana.
Cuidadosamente me quité del área donde podía verme, previniendo que sus padres se hubieran dado cuenta y la hubieran quitado de la ventana, estuve esperando unos minutos cuando ella apareció nuevamente y buscaba ansiosa a través de mi ventana deseosa de verme ahí desnudo frente a su ventana, comencé a tocar mi miembro ella abrió aún mas sus ojos sorprendida de que ese miembro pudiera verse mas grande y duro, cual fue mi sorpresa que de su ropa sacó unos binoculares, y empezó a observarme con ellos, uf¡ yo no cabía de la excitación que eso me provocaba, y mi pene se puso a mil comencé a masturbarme para ella que no dejaba de verme con sus binoculares y tocaba disimuladamente sus pechos y su zona intima por encima de la ropa.
Finalmente me vine, fue una venida colosal, como nunca la había tenido, el ser observado por esa chica me excitó de una manera sin igual, en ese momento escuche silbidos de ella y mandando besos; por sorprendente que parezca así lo hizo pero eso provocó que la escucharan y repentinamente ella bajó del banquillo de manera brusca, yo supe que algo pasaba e inmediatamente me retiré del área de visión, la mamá había entrado en la habitación y no tardó en asomarse por la venta junto con su hija mientras preguntaba que hacia, sacó sus binoculares y volteó a ver hacia el cielo mientras le decía a la mamá mira esa estrella junto a la luna.
Astuta la chamaquilla, así salió del asunto, mientras yo observaba escondido tras la cortina.
Seguiré subiendo mas relatos, no duden en comentar, y lleven la cuenta de chicas a las que les gusta ver hombres desnudos en esta serie de relatos.
#viva el #exhibicionismo
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