Mi hijo me dio por el culo creyendo que estaba dormida y borracha

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He pensado mucho antes de escribir este relato. Pero me decidí hacerlo, al leer otros relatos parecidos y por que creo que los lectores pueden ayudarme a tomar una desición al respecto.

Me llamo Maria. Me casé a los 26 años. Mi esposo tiene 38 años. Tengo un hijo de 19 años el se llama Benjamin. El no es hijo de mi actual esposo. Mi esposo trabaja como agente de ventas en la fábrica donde nos conocimos. Por su trabajo, el viaja a provincias y se queda allí por una semana. El está en casa una semana, y la otra está fuera. 😂

Yo salí embarazada. Mi padre me regañó y casi me bota de la casa. Pero mi madre me defendió y por ella seguí estudiando y terminé mis estudios.

Mi madre crió a mi hijo hasta los 4 años. Despues yo me puse a trabajar en una fábrica y me fuí a vivir a un departamento alquilado. Contraté a una persona para que cuide a mi hijo mientras yo trabajaba.

Gracias a dios, en la fábrica donde trabajaba, me iba muy bién ganaba buen sueldo, y era bien vista por mi jefe. Me cuidé mucho para no cometer otro error.

Mi hijo benjamin, era muy dependiente de mi. Cuando me iba a trabajar, lloraba mucho. Pero poco a poco se acostumbró. En la tarde cuando llegaba, ya no se desprendía de mí. Yo le seguía dando mi teta. Aunque ya no salía leche. Pero a el le encantaba chupar mis tetas.

Dormíamos en una cama los dos. El todas las noches chupaba mis tetas hasta quedarse dormido. Así fué creciendo. Y cuando tenía 9 años, conocí al que ahora es mi esposo. Estuvimos enamorados por 10 meses, y decidimos casarnos.

En el tiempo que yo estaba saliendo con mi esposo, traté de ya no darle mis tetas a mi hijo. Pero el no quería dejarlas. A pesar de que ya casi tenía 10 años, todas las noches chupaba mis tetas. Si no le daba, el lloraba desconsoladamente y a mi me daba mucha lástima verlo llorar. Y terminaba dándole mi teta.

Faltando solo 20 días para la boda, recién le separé a otra habitación. Allí le escuchaba llorar pero me puse fuerte y ya no cedí a su llanto.

Ya casada, pasaron los años. Pero no llegué a tener otros hijos con mi esposo. Nos hicimos chequeos médicos, y el médico dijo que mi esposo era estéril. El lo tomó de buena manera y me dijo que con benjamín era suficiente.

Yo estoy contenta con mi esposo. El es muy bueno. Quiere mucho a mi hijo, y en la cama es bastante bueno.

Cuando creció mi hijo, yo noté que el me miraba mucho el trasero. Algunas veces lo pillé mirándome al darme vuelta repentinamente. El se ponía nervioso y se iba. Yo pensaba que era por su edad. Y por que la verdad tengo un trasero grande. Entonces dije: será por que mi trasero es provocador. Y pensé que ya se le pasará.

Iba pasando el tiempo, y cuando mi hijo ya tenía 18 años, noté que el me espiaba cuando entraba a la ducha a bañarme. Él estaba pendiente al momento que yo salía de la ducha para mirarme. Pero yo siempre salía cubierta con la toalla. Solo dejaba ver mis piernas. Pero sin mala intención. Así lo hacía siempre. La verdad no creía que eso alimentaría el morbo de mi hijo.

Despues noté que me faltaban calsones. Yo dejaba mis calsones en un cesto de ropa sucia junto a la lavadora. Y cuando los iba a lavar, no los encontraba. Al día siguiente los encontraba en el cesto. Y nunca los revisé ni nada.

Noté también que mi hijo trataba de estar mas cerca de mí. Me abrasaba y me decía que estaba muy linda. Pero yo lo tomaba como el alago de un hijo y no le daba mayor importancia.

Hasta que un día me propuse investigar que pasaba. Dejé mi calsón como siempre en el cesto, y me fuí. Al rato ví que mi hijo se acercó al cesto y sacó mi calsón y se lo llenó al bolsillo. Luego se fué a su cuarto.

Yo esperé un buen rato, y cuando salió de su cuarto, le dije que por favor necesito que me vayas a comprar un refreso a la tienda. Y cuando el salió. Yo fuí a su cuarto y encontré mi calsón, mojado con semen. Entonces recién me dí cuenta que mi hijo se masturbaba con mis calsones.

No supe que hacer. No le dije nada a mi esposo. Pero me despertó la curiosidad de ver a mi hijo masturbándose con mis calsones. Entonces, un día dejé mi calsón sucio en el cesto como siempre, y disimuladamente, aguardé hasta que mi hijo lo tomara. El ni se dió cuenta que yo le estaba espiando. Se fué a su cuarto, y despues de un minuto, yo me acerqué a la puerta de su cuarto y miré por la avertura de la puerta.

El estaba con el pantalón abajo, y con una mano sostenía mi calsón en su naríz y con la otra se masturbaba. Después el ponía mi calsón en su verga y allí derramaba su semen al ver esta escena, me exité un poco. Pero inmediatamente me repuse y me retiré de la puerta.

Después de una semana le dije a mi hijo: Benjamin: cuando me vas a presentar a tu enamorada? El me dijo: algún día será mamita. Por ahora solo quiero mirarte a ti. Yo le dije: no seas gracioso. Tu eres un chico muy guapo. Seguramente muchas chicas estarán detrás tuyo. Espero conocer pronto amigas tuyas. El me dijo: si mami no te preocupes. Ya te voy a presentar a tu nuera. Y se salió.

Una tarde en que no estaba mi esposo, salí con mis amigas. Era aniversario de bodas de una de ellas. Volví tarde a mi casa, me acosté, y al rato siento que abren la puerta de mi dormitorio. Que por cierto no se puede asegurar por que la chapa está malograda. Me quedo en silencio, y como estaba acostada de lado mirándo a la puerta, vi que mi hijo entró, y despacito se acercó a mi cama.

Yo me quedé helada. No me moví. Entonces mi hijo, me dijo: mamá, mamá, yo no le respondí. Entonces mi hijo empesó a destapar las sábanas. Yo ya no pude aguantar más y me moví. Entonces mi hijo se salió corriendo de mi cuarto.

Me quedé pensando. Si no me muevo, seguro el me folla.

Al día siguiente, el me preguntó a que hora había llegado. Yo le dije que no muy tarde.

Así pasaron los días hasta que llegó la fecha de mi cumpleaños. Justo le tocaba a mi esposo viajar esa semana. Yo le dije que pidiera permiso como otros años, pero el me dijo que no podía. Mas bién invita a tus amigas y festéjalo en la casa me dijo.

El día de mi cumpleaños, invité a mis amigas que vinieron con sus esposos. Mi hijo estaba muy entusiasmado con la fiesta. Había comprado varias botellas de vino. El me dijo: mi papá me encargó que yo esté a cargo de la fiesta, y me dió dinero para comprar todo. El también había invitado a sus amigos.

Comimos y bebimos en la fiesta. Todos bailaban. Mi hijo no se separaba de mí. Me sacaba a bailar a cada rato. Yo le dije que también sacara a bailar a las invitadas. El me dijo que ellas tienen sus parejas. En cambio tu estás sola así es que yo seré tu pareja. Yo le dije: bueno está bién.

A cada momento mi hijo servía licor y me daba a beber. Yo bebía moderadamente. Pero el me decía: mamita hoy es tu cumpleaños. Tienes que disfrutarlo. Yo le dije: si pero no quiero marearme muy rápido. El me dijo: una vés al año que te marees no hace mal a nadie.

El seguía sirviendo vino a todos. Pero era a mí que me daba mas lleno del vaso. Entonces yo empecé a sospechar. Seguramente quiere emborracharme para así poder follarme.

Le seguí la corriente. Y como el estaba acelerado repartiendo copas por todo lado y poniéndo música para bailar, yo aprovechaba para dejar la copa y hacer como que ya había bebido. Mi esposo llamó por teléfono para preguntar como estaba la fiesta. Yo le dije que me estaba divirtiendo mucho.

Al cabo de un tiempo, la gente empesó a retirarse. Hasta que todos se fueron. Entonces yo le dije a mi hijo: ya bete a dormir que estoy muy mareada. Traté de simular mi embriaguéz. El me hiso caso y se fué a su cuarto. Al irse me dijo: ya mamita estás muy linda. Te quiero mucho. Yo le dije: yo también te quiero hijito. Y me fuí a mi dormitorio.

Yo estaba segura que él intentaría algo. Me acosté con una pijama que era como una polera larga. Me eché de costado. Mirándo a la puerta.

Apagué mi luz y esperé.

Después de diez minutos aproximadamente escucho que abre la puerta. Mi corazón empesó a latir con rapidéz. Trataba de conservar la calma y no moverme. Entró mi hijo, y me habló: mamita, mamita. Yo no contesté nada. Luego puso su mano en mi hombro y me movió. Mamá. Mamá. Yo no contestaba nada.

Entonces el empesó a retirar las sábanas. Lo tiró al piso. Luego empesó a levantar mi pijama. Lo levantó hasta mi cintura. Después empesó a bajar mi calsón. Yo estaba a punto de levántarme y decirle que haces. Pero me contuve y seguí inmovil esperándo ver que hacía.

El jalaba despacio mi calsón. Poco a poco logró sacarlo. Sentí que se lo llevó a la naríz y lo olía. Después el prendió la luz. Yo me asusté pensando que me descubriría que estaba despierta. Pero el también estaba un poco borracho. Y no era tan cuidadoso.

Puso su mano en mis nalgas, y susurró: que rico culo. Luego alsó una de mis nalgas para mirar mi ano. Pero como tengo el trasero grande, le era dificil acceder a mi ano. Entonces muy despacito me volteó. Poniéndome boca abajo. Luego alsó las sábanas que había tiradi al suelo, lo hiso como una bola y lo puso debajo de mi pelvis. Quedándo yo con el culo bién levantado por la sábana hecha bola debajo de mí. Después abrió mis piernas para tener mas acceso a mi culo.

En esa posición con mi culo a su disposición, abrió mis nalgas hasta encontrar mi ano. Puso su naríz justo en el agujero de mi culo. Lo olió varias veces. Susurrando despacito: que rico culo. Luego se atrevió a darme una nalgada con su mano. El estaba seguro que yo estaba borracha y que no me despertaría. Y como el también estaba borracho, no medía sus acciones. A mi me bastaba con estar con los ojos cerrados y sin moverme.

Después puso su lengua en mi ano. Lo metía lo mas que podía. Me dió varias lamidas. Yo ya estaba bién exitada con los manoseos de mi hijo.

Allí estaba yo abierta de patas, con el culo levántado listo para recibir la verga de mi hijo. El agarraba mis piernas. Iba recorriendo mi muslo hasta llegar a mi vagina. Allí se entretenía con mi vagina. Metiéndo sus dedos y jugándo con mi clítoris. Luego jaló mi pijama hacia mi cabeza y lo sacó. Quedándo yo totalmente desnuda ante los ojos lujuriosos de mi hijo.

El abrió la gabeta de mi mesa de noche donde tenía mis cremas. Agarró una de ellas. No se cual y sacando un poco con su dedo índice me lo puso en el culo. Metió su dedo hasta el fondo untando de crema mi ano. Luego puso su verga a la entrada de mi culo y de un empujón me lo clavó hasta el fondo.

Yo dí un gemido: haaaa. Pero me contuve. Para no gritar. Pero el como estaba borracho, ni se detuvo. Empesó a bombearme. Me daba nalgadas. Luego me agarraba las tetas las aplastaba. Las manoseaba a su antojo. Moviéndose con su verga dentro de mi culo, me decía cosas sucias obcenas. Eso me puso a mil.

Yo quería mover mi culo para sentir y darle mas placer. Pero apenas me movía casi imperceptible para el que estaba borracho. Quería mirar la cara de mi hijo. Y ver como ponía su cara al estar tirándose por el culo a su madre. Por momento el me jalaba de los cabellos gimiendo como un caballo.

Después me daba nalgadas sonoras. Y me decía: ahora si te romperé el culo puta de mierda. Me trataba con violencia y en una forma descarada y obcena. Ya no le importaba que yo me despertara. Me decía: que rico culo tienes. Este culo le das a tu marido. Ahora me lo das a mí. Eres una puta. Perra culona. Cuanto he deseado este culo. Toma mi verga. Cómete esta verga de un verdadero hombre. Toma, toma toma.

Así siguió por 20 minutos. Con su verga dentro de mi culo, me agarraba la vagina y me masturbaba el mismo. Yo sentía como mi culo se abría totalmente, para recibir la verga de mi hijo. Yo hacía un esfuerzo para poder aguantar esa verga que me destrozaba el culo.

Después empesó a gritar con todas sus fuersas: hay mamita, hay mamita, haaaaayyyy mamiiiiitaaaa. Y vació todo su semen dentro de mi culo. Yo sentí un chorro caliente que me llenaba las tripas. El se quedó un buen rato encima de mi culo. Luego se levantó. Me puso el calsón y el pihama. Me tapó como pudo con las sábanas y se fué.

Nunca nadie, ni mi esposo me habían dado verga por el culo de esa manera. Eso que mi esposo siempre me hace sexo anal. Pero con mi hijo fué otra cosa. No sé si es por su juventud o por que estaba borracho. Pero fué algo extraordinario. Creo que la juventud y la borrachera juntos hicieron que mi hijo me cachara de esa manera. Cuando se fué mi hijo, yo me seguí masturbando hasta llegar a un tremendo orgasmo.

Al día siguiente cuando nos vimos con mi hijo, el estaba de lo mas normal no me dijo nada yo tampoco le dije nada. Pero la verdad a mi me gustó lo que pasó y aunque con un sentimiento de culpa, quería que vuelva a suceder.

Después de dos meses, nuevamente volvió a cacharme de la misma manera. Yo fingiendo estar dormida y borracaha, y el rompiéndome el culo con ese ímpetu de semental arrecho.

Luego ha vuelto a pasar como tres veces más. Pero creo que yo debo parar esto. Pero no sé como. Pienso que si le digo a mi hijo que yo estaba despierta cuando el me metía su verga, el me dirá que por que lo permití. Y me tomará como una mala mujer. Por que yo creo que hasta ahora el cree que yo no setí nada.

Y si en el momento que está metiéndome su verga lo paro en seco y hago como que me desperté, pienso que se puede traumar. Y puede irse de la casa o empesar a consumir cosas, etc. O debo seguir dándole el culo a mi hijo. Y seguir fingiendo que estoy dormida. Aunque a veces creo que él ya sospecha que yo estoy despierta cuando me tiene ensartada por el culo.

Y por otro lado está mi esposo. No sé si decírselo a el o no.

La verdad estoy muy confundida. Por eso me decidí exponer mi situación. Para que alguien me aconceje. Que hacer. Comenten por favor.

By: Maria66salinas 🤣

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