Mi hermana me hace una paja y luego follamos
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Era un sábado por la noche y estábamos solos en su casa, pues mi cuñado estaba trabajando. Estábamos viendo una peli, y salió una escena de sexo, aunque no era porno, pero si estaban los protagonistas desnudos. Mi polla se puso dura casi al momento y mi hermana notó mi erección.
Yo notaba como con disimulo miraba el bulto de mi entrepierna, que poco a poco seguía creciendo a causa de la escena y el escote de mi hermana, por donde podía ver sus tetas y sus pezones erectos. Nos miramos y no hizo falta decir palabra. (Ya habíamos follado en otras ocasiones). Mi hermana me acarició la polla por encima de mi calzón. Primero empezó suavemente, para luego bajármelo, saltando mi polla como un resorte y cogiéndola con sus manos, comenzó a subir y bajar, haciéndome una deliciosa paja, mientras yo metía la mano por debajo de su bata y acariciaba su coño, jugando con su clítoris, mientras le metía un dedo.
Los dos soltábamos deliciosos gemiditos, hasta que nos corrimos cada uno en las manos del otro. Nos levantamos y fuimos al servicio a lavarnos las manos.
Cuando salimos del servicio, la tomé de la mano y la llevé a su habitación. La agarré desde atrás y comencé a besarle el cuello, mientras ella echaba la cabeza hacia atrás y yo acariciaba sus tetas por encima de la bata. Luego le empecé a bajar las tirantas, hasta dejar caer la bata al suelo y dejarla solamente con las braguitas. La tumbé boca arriba sobre la cama y comencé a besar sus tetas, jugando con mi lengua en sus pezones, recorriendo la circunferencia de su aureola, notando como se endurecían y lamía y mamaba de ellos. Bajé por su vientre, besando cada centímetro de piel que, hasta llegar a las braguitas, las cuales, tomándolas del elástico, empecé a bajar, siguiendo besando cada piel que aparecía, hasta sacarla por los pies dejándola desnuda.
Mi hermana se estremecía con mis caricias. Subí por su pierna derecha, besándola, hasta llegar a su coño ( Y ) y comenzar a lamer desde la vulva hasta su clítoris, haciéndola llegar al orgasmo. Subí besando su piel, mientras me situaba entre sus piernas y colocaba mi polla en la entrada de su coño, empujando poco a poco, hasta que mis huevos chocaron con su vulva. Comencé un delicioso y suave mete y saca, mientras mi hermana soltaba unos suaves gemidos. Yo mamaba de sus pezones, mientras aumentaba la velocidad de bombeo, hasta que ella se estremeció y aprisionó mi polla cuando llegó al orgasmo, lo que dio pie a que yo soltara varios chorros de lefa en el coño de mi hermana. (Sin peligro, está operada).
Después de recuperarnos, nos dimos un beso entrelazando nuestras lenguas. Nos levantamos, y aun desnudos nos fuimos al salón a prepararnos unos cubatas y ver la tele. A la hora de acostarnos, antes de dormir hicimos un 69.
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