Mi gusto por los cuernos. el origen

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Somos un matrimonio relativamente joven. Alondra y Marco. Ambos en los 30´s. Llevamos una vida normal y recibimos una educación basada en principios y valores muy conservadores. ; Mi esposa, derivado de todos aquellos valores y principios que le fueron inculcados en su núcleo familiar, creció con una idea y perspectiva cerrada en cuanto al sexo se refiere. Como decimos comúnmente, ella era chapada a la antigua. Dado el estilo de vida y las vivencias propias, el estudio de una carrera universitaria, el conocer y desenvolverse en otro ambiente, menos rígido y no tan moralista como el que había en su casa, pues dio origen y pie a que ella cambiara su manera y forma de pensar sobre ciertas cosas, entre ellas el sexo.

Teníamos 27 y 28 años cuando nos conocimos por internet, en una de esas salas de Amor y ligue, en donde encontrar y conocer a alguien podría ser un ?volado? y un verdadero atentado a las normas de convivencia tradicionalistas. En algunas ocasiones previas a conocernos, Alondra y yo, tuvimos pláticas por teléfono al estilo ?hot line?, así que ya predecía con beneplácito que no estaba ante una novata. Pero qué diablos, total, Yo solo quería pasarla bien, quería conocer chicas, tener experiencias para cuando llegara ?la mujer de mis sueños?

Siendo honesto, diré que en un principio era un juego, nada serio, puesto que apenas empezaba yo a descubrir eso de los contactos por la Web, así que después de muchas charlas, y horas de llamadas por teléfono; en donde platicábamos de ?todo?, llego el día el primer encuentro. Al menos para mí, el flechazo fue inmediato. Debo aclarar que fue mucho más de lo que yo esperaba, al conocernos. No me considero un galán ni nada de eso, más en ese momento me sentía muy afortunado. Ahí estaba ella frente a mí, de vestimenta casual; un pantalón d mezclilla ajustado, blusa blanca holgada, y lo mejor, una sonrisa angelical y una mirada enternecedora. Nada que ver con lo que yo me imaginaba. ¿Dónde estaba la mujer ?hot? con la que platicaba? ¿Acaso era alguien más? ¿La mujer de mis sueños y de mi vida había llegado al fin? Esa tarde Fuimos a comer, a dar la vuelta y pues sin mucho que platicar, ambos terminamos en la habitación de un hotel, solo para comprobar si lo que platicábamos por teléfono, era cierto.

Efectivamente, quien lo diría. Esa ?corderito? que había conocido en persona horas antes, Ahí estaba, entregándose a mí, al 100%. Estaba en un sueño. Jamás se iría de mi lado ni yo de ella. Ya más adelante, nos comprometimos en una relación más formal. Fue un breve noviazgo, en donde nos conocimos ?completamente? y en donde nos entregamos a los deleites del placer carnal.

Después de algunos meses de noviazgo, nos casamos y formamos una linda familia. Para entonces todo iba muy dentro de lo ?normal?, vivíamos nuestro sueño rosa de recién casados.

Durante un buen tiempo, la pasión y adrenalina al estar como chamaco con juguete nuevo, pues nos fue llevando a través de un espiral de deseo desenfrenado en donde cada vez buscábamos algo más.

Por razones del empleo que en ese tiempo tenia, yo solía ausentarme varios días de casa, y obvio el deseo y las ganas de tener sexo con mi mujercita, eran enormes. Como dije anteriormente, estábamos dentro d lo normal, viviendo nuestro sueño rosa, y apara ese entonces ?alondra?, mi mujer, ya estaba embarazada de nuestro primer hijo. En ese tiempo yo me encontraba en provincia, y una noche, de esas donde añoras tener a la persona q más amas y deseas, ahí junto de ti, para fundirse en uno solo, ocurrió algo que por nada del mundo me habría imaginado. Me dirigi a descansar y ya casi al amanecer ocurrio?una pesadilla! Deserte y estaba yo ahí, solo en mi habitación, desconcertado, asustado y confundido sin comprender lo que había pasado, sin entender el por que de esa ?mal sueño??. ¿Que paso?

?En mi sueño yo llegaba de sorpresa e iba a buscar a mi mujercita a su trabajo… quien por las actividades propias, se había tenido que quedar tiempo extra en su oficina. Al llegar yo de improviso, ya no alcance a nadie, mas sin embargo desde afuera del edificio vi luz en su oficina por lo que, subí a buscarla. Después de dos pisos de escaleras a pie, llegaba al área de control de calidad y tecnologías de la información. Al final del pasillo podía a ver la luz que salía de su oficina. No había duda, se había quedado a trabajar. Ya no había nadie, y solo una melodía incompresible que provenía quien sabe de dónde y yo ahí caminando ese pasillo, sin dejar de mirar o buscar si no había nadie más de repente me encuentro en la puerta de su oficina y lo que veo me deja pasmado, incrédulo. Ahí estaba mi mujer, mi adorada esposa, justo en el rincón de su oficina mirando contra la pared y apoyada con su manos, su falda subida hasta la cintura, su panty a la mitad de sus muslos y ella; mi mujercita, apoyada sobre sus rodillas y arriba de una silla de escritorio mientras un tipo X con camisa de vestir y con el pantalón a los tobillos la cogía duro y salvajemente. No había duda; era ella. Sus gemidos y ese ?más, más, más? ; no dejaban lugar a dudas. ¡Vaya escena!

Al despertar, todo confundido, sacado de onda por lo que en ese momento me había ocurrido, me levante, me fui a bañar y otra sorpresa más. Al meterme a la regadera y quitarme mi bóxer para orinar; mi ropa se encontraba mojada de un líquido blanco, transparente. ¿Qué paso? ¿Un sueño húmedo? ¿A mis 29 años otra vez? ¿Qué había pasado? ¿Por qué? Todas esas preguntas pasaron por mi mente en una fracción de segundos. La escena XXX de mi sueño volvió a llegar a mi mente, y una ?espinita? que se clavó en mi ser; esa ya nunca jamás podría salirse de mi ser. Con el tiempo encima deje de pensar en eso y deje de darle tanta importancia, y por la premura misma, me apure a bañar, fui a desayunar y me fui a trabajar. Afortunadamente solo fueron unas horas, y de nueva cuenta llegue a mi habitación, pase a comer y me fui a descansar. El día de trabajo se había acabado.

Ya relax y acostado me fume un cigarro… Y nuevamente ese sueño volvió a llegar a mi mente. Las mismas preguntas, la misma escena, una y otra vez daban vuelta en mi cabeza. Lo que ocurrió después vino a incrementar las dudas en mi cabeza. Ahí estaba yo, acostado, cuando de repente siento que mi miembro empieza a responder al estímulo que de mi mente recibía. Más dudas que surgían y ninguna respuesta. Sentí unas ganas inmensas en ese momento de coger. Mi esposa no estaba y yo caliente. Pase mi mano por mi miembro y pude sentir ese cosquilleo de cuando uno ?tiene ganas?.

Un sentimiento de confusión me invadió. De la nada llego la respuesta.-Fue el sueño, mi pesadilla lo que está causando eso- me dije a mi mismo. -No puede ser. Pero, ¿por qué? No dejaba de repetirme una y otra vez. Tomo de golpe un trago a mi soda que tenía ahí, y me vuelvo a recostar, me desabrocho el pantalón, y me saco el miembro, una enorme erección me acompañaba. Ya no había duda, lo que es su momento fue una pesadilla, a partír de ese momento paso a ser un sublime sueño.

Ya para entonces mi mente empezaba a encontrar respuestas. Entonces me pongo a repasar en mi mente y con más detalle lo que había soñado. Mi mujercita siendo cogida por otro, Cogiendo como no lo hacía conmigo y yo observando. Digno de un guion de película XXX. Parado ahí en la puerta de su oficina viendo a través de la abertura que quedaba al quedar entre abierta la puerta. Mi mano en un frentico vaivén, masturbándome sin dejar de pensar en mi ?sueño? Lo que termino con una venida como pocas. Ahí estaba yo retorciéndome en mi cama, con un cumulo de semen atrapado entre mis manos. Ya no había duda. El cornudo que llevó dentro, había asomado a la luz.

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