Me violó el hombre más deseado
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No esperaba que aquella simple fiesta de fin de semestre despertara en mi aquella lujuria y deseo de sexo que sin esperar fue complacido por el hombre más espectacular de la facultad, que se posesionó de mi, sin pensarlo. Era la fiesta de fin de semestre y todos los hombres guapos de mi carrera irían allí. Lo que en verdad no era mi motivación, pues toda la vida me he caracterizado por ser una niña muy tímida y la verdad el sexo no era mi prioridad, hasta el momento.
Ricardo el hombre del cual voy a hablar en este relato, es muy guapo, por lo menos para mi gusto, no es muy alto, y en realidad se ajustaba a mi, pues yo tampoco lo soy, rubio, y lo que más me atraía era sus inmensos ojos azules, que te dejaban perplejos si los mirabas fijamente, su piel blanca y sus brazos supremamente fuertes por las horas que pasaba en el gimnasio de la universidad.
En varias ocasiones habia tenido la oportunidad de tropezarme con el y como se me quedaba mirando me sonrojaba y me iba de inmediato para que no se diera cuenta, aunque parece que de nada sirvió pues el se daba siempre cuenta de ello, como también yo daba cuenta que él se me quedaba mirando como con una mirada que no sabía expresar, pero que me atemorizaba.
Era el día y tenía que buscar algo bonito para ponerme, pues aunque no fuera de conquista tenía que ir preciosa, así que busque unos jeans, una camiseta de brillantes, espectacular, y me deje suelto mi largo cabello. Bueno falta decir que soy delgada y atlética, pues me encanta el deporte, muchos dicen que mi cara es preciosa y mis ojos son grandes y color miel claros. Me estaban esperando cuando llegue en el taxi, eran mis compañeras de semestre, y entramos. Cabe decir que desde que llegué sabía que algo andaba mal y que no todo iba a salir como estaba planeado, claro lo último que me iba a imaginar era que Ricardo se había confabulado con los chicos compañeros de su semestre para quedarse a solas conmigo en un lugar que nadie podría ayudarme.
Todo empezó cuando como cosa rara Ricardo se acerco hacia mi, para invitarme a bailar, encantada acepte y nos dirigimos hacia el centro de la pista en donde nuestros cuerpos se acercaron mas de lo acostumbrado, más por voluntad suya que por cosa mía, pues traté de soltarme, pero de pronto me sujeto tan fuerte que no pude soltarme y mareada por el humo y la música, más los tragos que tenía encima, me desmayé sin saber hacia donde me llevaba.
Cuando desperté, que calculo fue dos minutos después de desmayarme, me encontraba en el segundo piso de aquel lugar, lo pude saber, pues se escuchaba el ruido que provenía desde abajo. Ricardo estaba sin camisa y se disponía a bajarse el cierre, de pronto yo trate de gritar pero me sentía débil y no pude hacerlo, me tapó suavemente la boca, pues sabía que no podía estropear sus planes, me subía la camisa y desabrochó mi sostén, quedando mis senos por fuera a su vista y rápidamente se lanzó hacia a ellos y empezó a devorarlos sin piedad, me quitó la camisa y se frotaba a mi con más fuerza, yo trataba de gritar pero todos mis esfuerzos eran en vano, me bajo lentamente el pantalón, hasta que dejó al descubierto mi ropa interior, metió su mano entre mis piernas y empezó a frotarla con mi vagina, yo estaba sintiendo cosas muy extrañas y tenía mucho miedo, pero lo estaba disfrutando, movía su mano tan delicadamente que me excitaba mucho, luego, me quitó completamente los pantalones y se dispuso a hacer lo mismo, se quitó todo y dejó su pene a mi vista, descaradamente me dijo que si me gustaba y que si no lo estaba disfrutando, pues ya sabía como me ponía al mirarlo.
Mientras el se distrajo mirando como crecía su pene, recupere fuerzas y me dispuse a escapar, tomé fuerzas y me levanté así sin ropa, corrí pero me alcanzó a sujetar tan fuerte, que me empujó hacia la pared, me giró hacia él y rompiendo las pequeñas tiras que sostenían mis pantyes me besó a la fuerza a la vez introdujo su pene con fuerza en mi vagina sentí mucho dolor, pero me gustaba, y mis gritos fueron callados con sus besos, sujeto mis manos contra la pared, y sin soltar mis labios que tenia atrapados en los suyos, me penetraba sin compasión, frotándose contra mi y así contra la pared, no se si me escuchaban, solo se que mis gritos se ahogaban en su boca, bajaba y subía frotándose con mi cuerpo sin compasión, tocaba mis senos y los besaba, al fin el sintió un orgasmo, y sacó su pene dejando salir semen en el piso.
Pensé que todo habia acabado allí, pero estaba equivocada, me tiré con mucho dolor al piso y tratando de consolarme a mi misma trate de recoger mi ropa para escapar de él, pero luego el se tendió a mi lado y montándome por atrás me penetro sin compasión, luego se fue y siguió en la fiesta como si nada, me vestí y sin mirar a ningún lado fui a mi apartamento en donde me duche y dormí tratando de olvidar lo que me habia pasado, sin esperar lo que me pasaría el día siguiente que contaré en otra ocasión.
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