Las perritas de mis hijas me sorprenden

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Hola, tengo una hermosa esposa, ardiente y amorosa por lo que nunca había pensado en realizar algo debido en lo sexual; además dos hijas hermosas de 21 y 19 años las cuales tienen cada quien una perrita de raza chihuahua de nombres vaquita (es blanca con manchas cafés) y mamita las cuales son muy escandalosas y que me resultaban algo molestas por ser tan ruidosas.

Una mañana desperté y mi mujer y mis hijas habían salido a realizar unas compras para un evento familiar que tendríamos y al parecer no tuvieron la precaución de dejar bien seguras a las perritas que andaban sueltas por la casa.

El asunto es que yo me levanté para ir al baño, cosa que ellas aprovecharon para entrar a mi recámara, saltar a la cama y meterse entre las cobijas.

Yo regresé del baño para tratar de seguir durmiendo un poco más aprovechando que estaba solo.

Después de un rato vaquita se movió y se acomodó cerca de mi estómago y se acurrucó, yo al sentirla tuve el impulso de bajarla de mi cama, pero como tenía flojera opté por dejarla ahí… Al rato empezó a estar algo inquieta y se me pegó más al estómago, yo asentir su cuerpo calientito y con sus movimientos, inconscientemente me empecé a excitar y mi pene se empezó a poner duro…

Vaquita al percibir movimiento bajo mi bóxer, curiosa con su nariz y hociquito se puso a hurgar, cosa que logró excitarme más… No sé si por curiosidad o algo de travesura me saqué el pene y se lo puse enfrente de su carita… La perrita curiosa de manera instintiva después de olfatearlo le dio un lengüetazo… Ufff!!! Algo ocurrió que sentí como un choque eléctrico!!

La sensación de su pequeña lengua, su tersura y calor me puso a mil!! Totalmente excitado y fuera de pensar normal dejé que me siguiera prodigando deliciosas lamidas en la punta de mi pene… La otra perrita, mamita al sentir movimiento igual curiosa se acercó a juntarse con su compañerita… Inmediatamente me saqué totalmente el bóxer para darles más libertades a mis inesperadas amantes y me dispuse a disfrutar…

Con el propósito de verlas mejor, tome a mamita con una mano para hacerla a un lado y poder ver lo que me hacían cuando me percaté que su pequeña vulva estaba hinchada y de un color rosa más encendido de lo normal, síntoma evidente que estaba en celo y eso me dio una idea loca, sabía que no podría fallármela pues es una raza muy pequeña y era imposible, sin embargo me entró mucha curiosidad y empecé a tocarle su pequeña vaginita que estaba muy mojada…

Mamita al sentir mi dedo índice pasando por su parte sexual, de manera espontánea levantó la colita y la hizo de lado permitiendo mi manipulación… Al estar acariciando su mojada vulvita sentía perfectamente cómo se dilataba y como que se preparaba para una penetración y pensé en los instintos animales del apareamiento, así que empecé poco a poco a introducir lentamente mi dedo meñique, primero con temor a lastimarla pero entraba tan facilite y se acomodaba tan bien que continúe…

Mamita dócilmente se dejaba penetrar al mismo tiempo que seguía dándome deliciosas mamadas a mi pene junto a vaquita que golosas disfrutaban de las pequeñas gotas de líquido pre seminal que ya empezaba a salirme… Seguí con mi tarea de follarme a mamita notando como gustosa recibía mi dedo en su pequeña vaginita y yo gozando de esas deliciosas mamaditas.

Hasta que finalmente no aguanté más y tuve una intensa eyaculación, el disfrute fue fabuloso como nunca había sentido antes… Vaquita y mamita al sentir los chorros de semen inmediatamente procedieron a lamerlo todo!! De mi estómago,  de la punta de mi pene de ellas mismas y pude notar que es encantó!! Me fui a bañar y cuando estaba ya secando escuché que llegaron mis mujeres las perritas haciendo mucho escándalo bajaron a recibirlas.

Cuando llegué al comedor para desayunar cada una de mis hijas tenía en sus brazos a sus respectivas perritas y estas cariñosas les lamían la cara y ellas también les daban de besos en sus hociquitos (cosa que siempre me molestó, por considerarlo inapropiado, pero por la experiencia vivida momentos antes, no sé por qué, me invadieron pensamientos muy morbosos al recordar lo que esas lengüitas me habían hecho y que en esos momentos lengüeteaban a mis hijas…

Realmente me asaltaron ideas incestuosas y hasta me imaginé una escena donde eran ellas y no las perritas la que me lo hacían y me hice el propósito de intentar algo así después aunque sea que estén dormidas.

Desde ese día vaquita y mami me siguen a todas partes, creo me reconocen como el macho de la familia  y mis mujeres felices al ver que yo “ya la tolero y acepto más”, si supieran los placeres que me proporcionan cada vez que nos dejan solos…

By: Joanlu

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