Las hormonas y la genética haciendo su trabajo en mí
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Mi nombre es Matías, ahora tengo 18 años. Todo esto empezó
hace unos dos años, muy cerca de mis 16. Las hormonas y la genética estaban haciendo su trabajo en mí. Sin ningún esfuerzo de mi parte mis pectorales, espalda, piernas, brazos y trasero tomaban unas formas que otros de mi edad sólo adquirían con duros ejercicios, deportes y gimnasio. Pero yo apenas me daba cuenta, sólo me asombraba por el escaso vello dorado que me aparecía en el pecho y las piernas.
Ese día regresábamos con mis padres y hermanos de unos días de playa, estaba un poco tostado por el sol. Mi padre me pidió que fuera a lavar la camioneta para guardarla. Hacía mucho calor así que fui al estacionamiento con todos los elementos y sólo un short blanco por ropa. Estaba en plena tarea cuando veo acercarse a Emiliano, un chico de mi zona un par de años mayor que yo, con su bolso rumbo al gimnasio. Su cuerpo se veía espléndido a través de su remera negra y los jeans ajustados. Me saludó con una sonrisa, pero en lugar de seguir su camino hacia la parada del bus se acercó a mi y para mi gran sorpresa me dijo: ?…qué bueno que estás…me
muero de ganas de cogerte…el miércoles estarás solo, ya lo sé…espérame…? y siguió su camino. Esa noche mi cabeza siguió dando tantas vueltas como las que tenía a la tarde desde que escuché esas palabras. Los dos días siguientes estuvieron llenos de fantasías y algunos nervios. No vi a Emiliano en esos días. El miércoles por la mañana mis padres partieron rumbo a su negocio y mis hermanos hacia sus lugares de recreación veraniega. No regresarían hasta la mad**gada del viernes. Decidí ir a nadar con dos amigos y regresé al caer la tarde. Al poco rato, cuando ya me había duchado y estaba mirando la TV llamaron a la puerta. Era Emiliano. Pasó, cerró la puerta con llave y se me vino encima. Inmediatamente pegó su cuerpo al mío de frente y sentí sus manos en mis nalgas cuando las introdujo bajo el bañador que tenía puesto. Plantó sus labios sobre los míos y me sometió a una sesión de caricias en la espalda, piernas, cabello, cara, pecho…Me inundó en un instante de tanto placer que di un hondo suspiro y sentí su olor a macho en celo y su verga muy dura bajo su
bermuda. Tiró su gorra y me invitó a desnudarlo mientras el me quitaba el bañador. Su cuerpo estaba hermoso de tanto gimnasio, sus músculos se sentían firmes, duros, fibrosos. Esa piel algo trigueña tenía un brillo especial. Nos disfrutamos un instante con los ojos y nos fundimos en un abrazo de fuego, pero esta vez abrí mi boca y el beso fue profundo, nuestras lenguas entraban y salían de nuestras bocas hirvientes. Sentí sus dedos hurgar en mi culo virgen y entrar en mi cuerpo, me estremecí de tanto placer. Unas oleadas eléctricas recorrían todo mi cuerpo…y me entregué totalmente. No supe muy bien en qué momento me llevó hasta la cama y me puso su vergota en el ano pidiéndome que lo afloje para penetrarme. Y yo no deseaba otra cosa. Gracias a su trabajo con los dedos y probablemente a mi gran calentura me penetró sin dificultad. Sólo una punzada cuando introdujo su cabeza y después el cielo ¡! Sentí cuánto me había deseado hasta ese momento…me lo decía entre jadeos, mientras me besuqueaba, lamía y acariciaba…y cuando se estremeció todo, me abrazó muy profundo y explotó dentro mío entre espasmos de placer. Me
sacó la verga despacio y me la mostró con la cara llena de satisfacción, se tumbó amorosamente a mi lado y se dedicó a masturbarme lentamente hasta que me vine como nunca antes. Dormimos abrazados, dándonos besos cada vez que despertábamos, oliéndonos, diciéndonos cosas muy calientes entre caricias. Y nos confesamos que esa había sido nuestra primera vez.
A partir de ese día, cada vez que mis padres y hermanos me dejaban solo en casa Emiliano aparecía al atardecer para pasar la noche juntos. Probamos todas las posturas y lugares. Coger parados bajo la ducha tibia era nuestro favorito. Yo levantaba mi pierna izquierda y le rodeaba la cintura mientras él colocaba su verga en mi culo, me abrazaba y me penetraba. Varias veces, al llegar la familia de regreso nos encontró sentados en el diván, mirando la TV y bebiendo jugos…como dos buenos amigos!!
Pero el año pasado ocurrió algo inesperado. Juan Pablo, que había sido uno de mis compañeros de curso, me pidió que lo esperara en los sanitarios de la escuela luego del recreo. Me lo pidió de una manera extraña, noté un poco de color en su rostro. A los pocos minutos de esperarlo
apareció. Cuando lo vi llegar entendí cuál era el motivo de la cita en ese lugar. ?…Estoy loco por tu culo…te quiero coger..? , me dijo. Todos sabíamos en el curso que Juan Pablo tenía muy buenas novias y fama de machito…pero allí estaba frente a mí y muy caliente. Era martes…así que le pedí que fuera hasta mi casa el día siguiente al atardecer. Mi mente ya imaginaba la fiesta!!.
Al atardecer llegó Emiliano, nos duchamos juntos y fuimos a la cama. A los quince minutos tocaron a la puerta. Era Juan Pablo. Estaba hermoso, con los ojos iluminados de deseo, un jean prelavado muy apretado, un suéter de cuello redondo color salmón, zapatillas deportivas y un lindo olor a macho mezclado con perfume. Le pedí con un beso que fuera al sanitario a desnudarse y lo esperaba en mi habitación. Me acarició el pecho mientras me besaba y me dio un tierno beso en un pezón antes de hacerlo.
Rápidamente volví a mi habitación y le dije a Emiliano que no había problemas. Me tendí de espaldas en la cama y lo invité a penetrarme. Rodeé su cintura con mis piernas….eso le agradaba mucho…y deslicé mis
dedos muy despacio por su espina…Y Juan Pablo abrió la puerta con una hermosa verga muy parada. Quedó atónito por un instante…no se esperaba esto. Pero en un momento estaba de rodillas detrás de Emiliano…besándole la espalda, diciéndole obscenidades al oído y fregándole la verga contra las nalgas. Pude sentir cuando lo penetró porque la pija de Emiliano pegó un golpe dentro de mi cuerpo. Y los tres nos fundimos en una locura de sexo y placer. Me agradaba mirar la cara de Emiliano mientras era cogido y me cogía, se lo veía tan feliz ¡!
Los dos acabaron casi al mismo tiempo. Emiliano me dio un beso y giró su cabeza para besar a Juan Pablo que le acariciaba las nalgas y la cintura muy tiernamente.
Mi pequeña trampa había dado resultado…ya éramos tres y estábamos muy a gusto. Nos separamos lentamente y Emiliano y Juan Pablo se miraban a los ojos. Yo esperaba ese momento. Se acercaron, se besaron…y Juan Pablo atrajo a Emiliano hacia él yéndose de espaldas y acercando la verga de Emiliano hacia la entrada de su culito apretado. No pude esperar. Me unté las manos con lubricante y ayudé a ambos. Mi
verga comenzó a crecer mucho al ver cómo Emiliano penetraba a Juan Pablo hasta el fondo….y cómo él se retorcía de placer!! Me puse detrás de Emiliano con su culo recién desflorado, pasé mis manos lubricadas por mi verga y se la introduje toda de una sola vez. Giró la cabeza con los ojos cerrados, la boca abierta y su lengua buscando la mía. Acabé como nunca dentro de ese cuerpo hercúleo mientras le acariciaba el vientre bien esculpido con una mano y con la otra sostenía sus huevos mientras él llenaba de semen a Juan Pablo.
Fue una noche de fiesta perfecta. Nos duchamos los tres juntos, Emiliano me confesó que hacía tiempo que deseaba que lo cogiera y el machote de Juan Pablo se integró como si siempre hubiera sido parte del grupo. Llevamos un hermoso tiempo en este trío de sexo y placer. Para los demás sólo somos compañeros y amigos ¡!!
Ahora, al ver mi cuerpo en el espejo comprendo por qué los atrajo tanto. Me gusta usar remeras una o dos tallas más pequeñas para que se ciñan bien a mis pectorales y espalda y los mejores jeans para que marquen bien mi
verga, piernas y trasero. Emiliano va al gimnasio con ropas cada vez más provocadoras para lucir su lindo cuerpo y con Juan Pablo pude estar a solas una noche en que Emiliano tuvo que reemplazar al instructor de su gimnasio. Entre besos y caricias me agradeció haberlo iniciado de esa manera, me dio una buena mamada y me ofreció su rico culo. La complicidad entre los tres es total.
Los tres hemos recibido propuestas de sexo pero preferimos continuar así. Nos gusta halagarnos mutuamente, elegirnos e intercambiarnos la ropa, salir a bailar y pasear, ver la TV …y hacernos desear y tener historias incluso con chicas…para luego disfrutarnos uno al otro!!
Pronto iremos juntos a la Universidad con Juan Pablo…no sabemos si Emiliano nos seguirá o no. Quizá decida esperarnos para los fines de semana…pero hasta hoy la pasamos muy bien!!!
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