Las famosas cabinas de internet
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Hace diez o quince años atrás se empezó a volver popular la Internet en Lima, poco a poco empezaron a aparecer las famosas cabinas de internet, las cuales buscaban captar a un público ávido de información y también con ganas de explorar una nueva forma de vincularse socialmente. Estas cabinas primero se ubicaron estratégicamente frente a las universidades y en el centro de Lima (Av. Wilson principalmente) pero con el paso de los meses se volvieron un ?boom?, no había barrio que no contara con su propia cabina de Internet y hasta era fácil encontrar uno, dos o hasta tres de estos locales en una misma cuadra.
En el contexto anteriormente descrito es donde se desarrolla esta historia. Yo tenía 18 años y me había vuelto asiduo concurrente a las cabinas de Internet. Me dedicaba a bajar fotos, comics, música, información y de paso mataba el rato conociendo gente por el Mirc (un chat muy popular en la época, casi tan popular como el Facebook actualmente). En este chat se podía encontrar toda clase de personas desde enfermos cibernéticos, chicas bien, adolescentes en busca de nuevas amistades, etc.
Bueno, aún recuerdo que fue un sábado por la tarde cuando divisé a alguien en el chat que me llamó mucho la atención, se trataba de una tal ?corazoncita? y clamaba ayuda por la red. La salude y luego de hablar un rato ella me contó que tenía problemas y que necesitaba ayuda económica y me pidió que la ayude. A mí desde un primer momento me pareció que ella no tenía ningún problema y solo buscaba incautos que le depositaran algo de dinero en su cuenta bancaria así que no le tomé mayor importancia y le seguí el juego. Le dije que yo le podía prestar algo de dinero pero que yo no la conocía y yo no podía estar regalando el dinero así nomas, así que le pregunté si tenía algo que ofrecer a cambio. Ella casi al instante entendió la sutileza y me ofreció sexo a cambio del favor, me dijo que me haría de todo y hasta me detallo su forma de hacerlo. La charla se puso caliente y eso a mi me puso arrecho pero lamentablemente mi tiempo se había acabado. Ella me dio un número fijo y me dijo que la llame.
Pasaron unos días y un tío que acababa de llegar de viaje me dio una propina por mi cumpleaños que había sido hace poco. Con el dinero en mano me acordé de aquella chica del Mirc, pensé que quizás ese numero que me había dado era falso pero igual decidí llamarla, total yo no perdía nada. La llame y después de unas timbradas ella misma me contesto el teléfono, se mostró sorprendida por mi llamada, yo sin entrar en rodeos le pregunté si seguía en pie nuestro trato y ella me respondió afirmativamente. Nos citamos en el cruce de la Av. Faucett con Colonial a las 5pm.
Yo llegue puntual al punto de encuentro, fueron pasando los minutos y ella no aparecía, paso media hora y nada, pensé me había dejado plantado. Cuando ya eran las 6 de la tarde decidí buscar un teléfono público y llamarla, grande fue mi sorpresa cuando ella me dijo que aún se encontraba en casa. Ella se excusó diciéndome que no tenía dinero y me dijo que porque yo no iba a su casa y me cito en la Av. Perú cerca a Bocanegra, yo no conocía ese lugar y me sonaba algo peligroso, pensé que quizás era un truco para asaltarme pero mi arrechura pudo mas y enrumbe hacia el nuevo punto de encuentro.
Una vez ahí la espere cerca de 20 minutos frente a una pollería, por mi cabeza rondaba constantemente la idea de un nuevo plantón. Pero fue grande mi sorpresa cuando la vi aparecer. Ella era alta de aproximadamente 1.75 de altura, cabellos negros, ojos achinados, labios gruesos y carnosos (sin duda lo más atractivo de ella) y unos pechos exuberantes. Pero al poco rato me di cuenta de un detalle que ella no me había contado. ¡Se encontraba embarazada de aproximadamente unos 4 o 5 meses! Ella me dijo que no podía estar parada mucho tiempo y que fuéramos a algún lugar, inmediatamente nos dirigimos hacia un hotel cercano. No se porque su actitud de ir de frente al grano y su condición de embarazada hicieron que sufra de una erección y poco me importe su estado.
Fuimos a un ?telo?, nos echamos en la cama y sin ningún preámbulo ella me bajó lentamente el cierre del pantalón y saco mi pinga, la introdujo en su boca y me la empezó a chupar lentamente, poco a poco lo fue haciendo más rápido, sin duda alguna conocía su trabajo. Estuvo como media hora chupándome y lamiéndome la pija y las bolas. Luego yo le quite su polo y empecé a chupar y succionar sus tetas inmensas producto del embarazo, ella me pedía que se lo haga despacio pero yo no le hacia caso y le lamía y mordía sus pezones. Le fui bajando el pantalón hasta dejarla desnuda, ella al instante se puso en cuatro y me dijo que se lo haga por donde quiera pero que por favor se lo haga despacio. La empecé a clavar por su ?papita?, estaba húmeda y se sentía rico, la sensación de clavar una embarazada era diferente, su vagina era más estrecha de lo usual. Mientras yo la penetraba ella gritaba de una forma descontrolada, no se si lo hacía porque quería que me venga rápido o es que gozaba con su pedazo. Yo la cogía por la cintura y la apretaba contra mí fuertemente mientras la penetraba, en una de esas clavadas saque mi pinga y se la metí de frente por el culo, ella grito pero soportó el dolor un rato pero luego me pidió que pare por favor y yo accedí. Ella se arrodillo y siguió mamándome la verga hasta que me vine dentro de su boca. Ella se bebió todo mi semen.
Una vez finalizado el primer round conversamos un poco. Ella me contó su historia, me dijo que ese chico que llevaba en el vientre era ya su tercer hijo a sus cortos 24 años y que desconocía quien era el padre de la criatura. Había llevado una vida difícil sin duda alguna, cuando tan solo tenía 15 años su tío la embarazó y luego desapareció de su vida. Luego empezó a decirme que yo le gustaba, pero yo raudamente puse el parche y le dije que tenía enamorada, que todo eso solo era un vacilón.
Pasó un rato y ella me dijo que ya se tenía que ir pero yo la detuve y le dije que me la chupe otra vez, ella accedió y me la chupo por casi una hora, yo la veía en el espejo como chupaba y no me quedaba dudas que se trataba una experta. Después de cuarenta minutos ella se cansó de mamarla y yo empecé a corrérmela en su cara mientras ella abría su boca y sacaba su lengua, le embarre toda su cara de leche.
Después del segundo round nos cambiamos y una vez fuera del hotel le di 70 soles y nos despedimos. Luego de ese encuentro a veces hablábamos por el Messenger y en una posterior ocasión nos volvimos a encontrar sin dinero de por medio. También me enteré que era habitual en ella vender su culo por dinero vía Mirc y hasta hacía tríos por 50 soles pero esa es otra historia que ya les contaré más adelante.
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