La vecinita se coge a vecino recien divorciado

📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.

Hace unos meses, bajando en el ascensor de mi nueva casa me crucé con una de mis vecinas, que venía acompañada de sus dos hijos. El chico es un niño de unos 10 años y la chicas una mocita de unos 14.

Cuando me subí en el ascensor, la madre estaba reprendiendo la hija por haber tirado unas hojas de papel al suelo. Todo el trayecto la regañó.

Esto no tendría mas interés si, la niña, al salir del ascensor en la planta, no me hubiera mirado con una cara que me dejó perplejo. me pareció ver en ella una cierta admiración, o algo así.

Me marché a mis cosas, pero?

Unos días después coincidí con la niña en el ascensor. Vestía una falda por las rodillas y una blusa amarilla que denotaba que esta desarrollandose. ?Hola? me dijo, ?¿Que tal?, el otro día menuda bronca que te soltó tu madre?. ?Si, es que no me tiene en consideración?. Me pareció que había una conversación que no me esperaba y la pregunté? ¿A qué te refieres??. ?Me considera una niña y no me tiene en cuenta mis opiniones?.

Se me vino a la cabeza una historia que está publicada en El rincón de Fidonet, sobre una colegiala. Pensé que sería interesante hablar mas tiempo con Lucia, que así se llama la vecinita.

?¿Donde vas?? ? A clase de música, no ves mi flauta??. ?¿Quieres hablar mas conmigo?? (era un poco arriesgado, pero me pareció posible hacer esta pregunta) ?¿sobre qué?? ?Sobre ti, que haces, me interesas?.

Ella cambió su cara y puso una gran sonrisa ?¿De verdad que quieres saber cosas de mi?? ?Si, me pareces una persona muy interesante?.? Donde está tu clase?. Me lo dijo y le aconsejé tomas el autobús urbano hasta un par de paradas mas lejos y yo la recogería en mi coche. Aceptó.

Cuando me dirigía al garaje pensé que podría hacer. desde luego no sería solo una charla. Conocía un sitio en un bosque cercano donde podría estacionar el coche y aprovecharme de la inocencia de esta niña.

Cuando llegue a la para convenida, Lucia me esperaba. Se subió al coche y me miró con ojos soñadores. ?Cuentame cosas tuyas?, le pedí. ?Tengo 14 años, estudio 2º de secundaria y vivo con mis padres. Mi padre siempre está de viaje y mi madre se ocupa de nosotros? ?¿A qué hora tienes que regresar?? me respondió que hacia las 9. teníamos 4 horas por delante. Lo cierto es que, donde pensaba llevarla sería aun de día pero decidí ir allí y ver que pasaba.

Inocentemente me siguió contando cosas de su vida y de su familia. Yo la observaba hablar. Morena, como de 1,60 de estatura, pecho apuntando bajo su repita. rodillas bonitas y morenas. Los muslos hasta donde se veían eran apetecibles, y una boca con labios hechos para besas y mamar. Sería mi juguete sexual.

Cuando llegamos a nuestro destino estacioné el auto y pasé mi brazo por detrás de ella. Seguía contandome sus penas. ?Me parece que no tienes a nadie que te entienda, ¿Quieres que sea yo??. Ella dudo unos segundo y dijo que si. ?Este será nuestro secreto, nadie deba saberlo, pues de lo contrarios deberíamos dejar de vernos.?.

Me contó los días que iba a clase de música (tres a la semana) y, lo que era mejor, que la dejaban ir al cine los sábados. Quedé con ella en vernos el siguiente miércoles y quizás el sábado.

Cada día desde ese, me la llevaba al monte y me fui enterando de todas sus alegrías y penas. Pesaba 40 Kilos, usaba un sujetador talla 60. ?Has tenido ya la menstruación??. Ella se quedó un poco corbata y dijo que si.

Ese era el 3er día que iba con ella, acercando su cara a mi boca, le di un beso en la cara. Me miró y le dije ?Besame?. Ella lo hizo tímidamente. ?Soy tu amigo y quiero tener confianza contigo, besame otra vez? Esta vez lo hizo mas cerca de mi boca. ?Otra vez? y moví mi cara par que me besase en la boca.

Se puso roja y me dijo que le daba vergüenza. ?No debe darte, muchas chicas tienen amigos mayores que ellas, que las explican cosas. ¿Quieres que yo lo haga??. Me dijo que si.

¿Sabes cuales son tus punto erógenos?? Desde luego que no lo sabía. ?Te los mostraré?, le contesté. La fui besando en los puntos de su cara y, cuando le hable de los pechos se puso roja ?Abrete la blusa par que pueda mostrarte donde esta el punto erógeno de los pechos.? Le ayude un poco y se abrió la blusa, le saque las tetitas del sujetador y tome uno de sus pezones en mis dedos. ?este es un punto erógeno. ¿lo sientes?? ?Siiiii?. La tome de la cabeza y la bese, separando sus labios introduje mi lengua en su boca.

Se había hecho de noche así que me volví mas atrevido. ?Ahora quitate la falda y las braguitas?. Ella dijo que no lo haría. ?Entonces te dejaré aquí y tu verás como llegas a tu casa?.

Ella insistió y yo abrí la puerta del coche par que saliese. Como no quería la saqué sin miramientos y la dejé allí, de pies con los brazos rodeando su pecho. Arranqué el coche y me dispuse a salir. Entonces ella vino frente a mi ventanilla y se desabrochó la falda que calló al suelo. ?Sube? le ordené. ?Qué sea la última vez que me haces esto, o no vuelvo a verte? ?Separa las piernas?, Entonces vi su pequeño coño. Con una pequeña mata de pelo y unos labios rosados.

Recline el asiento del coche y me dispuse a follarmela allí mismo. Me quité los pantalones y calzoncillos y dejé libre mi polla que estaba como un palo. Había tenido la precaución de llevar una toalla por lo que pudiera ocurrir. ?Lucia, te voy a follar, vas a conoce lo bueno que es eso y me lo pedirías cada día que nos veamos?.

Coloqué mi polla en la boca de su coñito y comencé a entrar. Ella me dijo que le dolía ?Haberlo pensado antes de subirte conmigo en el coche? y se la metí hasta el fondo. Ella lloró por el dolor y yo me corrí a los pocos minutos. No fui capaz de mantener un orgasmo tanto tiempo, teniendo como tenía empalada a una niña de 14 añitos.

No obstante descansé unos minutos y la volvía a poner en situación. ?Por favor no me hagas tanto daño?. ?Eres mi putita particular y haré lo que quiera. Ahora, de todas formas disfrutarás tu.?. Dicho esto comencé a metérsela despacio. Esa vez a ella le gustó y tuvo su primer orgasmo. Le cambió la cara y la pregunte si le había gustado, con voz entre cortada me dijo que si.

Desde entonces me la tiro cada semana 3 veces, de esto hace ya 9 meses de manera que os podéis imaginar lo experta que se ha vuelto. A veces toca la puerta de mi casa y pasa. Me la follo subida a la mesa del recibidor. Hace unas mamadas de impresión y, a veces, la llevo en el coche, bajo los pedales chupandome la polla.

Otro día os contaré mas cosas de Lucia.

Compartir en tus redes!!