La primera vez que me reventaron el culo

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Siempre hay una primera vez para algo, el primer día de colegio, la primera novia en el recreo, incluso la primera vez que a uno le dan por el culo, a mi fue a una edad muy temprana trece años, por mi constitución física, yo estaba mas desarrollado de lo normal, y con esa edad, aparentaba un par de años mas, y mi pene también estaba mas desarrollado, así que por esas circunstancias, cuando salía del colegio, solía juntarme con chavales mas mayores que yo, tema de conversación las chicas, ya cuando oscurecía, solíamos buscar algún sitio oscuro y fuera de la vista de los adultos, eso era realmente fácil ya que era un barrio nuevo, en las afueras de madrid, estaba todo rodeado de descampados, de locales vacíos, calles a medio asfaltar y la luz brillaba por su ausencia, en esos sitios solíamos escondernos y mientras hablábamos de las chicas, con los pantalones bajados y las pollas al aire, que terminaban duras como piedras, pensando en las tetas y coños de las chicas, a veces, nos tocábamos para saber a quien se le ponía mas dura, yo no me daba cuenta, pero antonio el mas mayor de todos, solía ponerse siempre a mi lado y al final yo terminaba haciéndole una paja a él y él otra a mi, así iban pasando los días, siempre se solía hablar de una chica del barrio, a la cual yo no conocía, o mejor dicho no era capaz de ponerle cara en aquellos momentos, aunque de vista si me había cruzado con ella en algunas ocasiones, la llamaban así por sus rasgos orientales, y contaban de ella que solo se dejaba follar por el culo, yo imaginarme meter mi polla en ese culo, mientras que antonio me meneaba la polla, hacía que mi semen saltara como un geiser.

había un local vacío, que estaba, en obra, con dos plantas una a la altura de la calle y la otra planta de sótano, no tenia escalera para bajar pero nosotros nos agenciamos unas de madera, incluso llegamos a agenciarnos hasta un sofá de tres plazas, allí en aquella parte nuestros juegos y conversaciones llegaron mas lejos, incluso llegábamos a quedarnos desnudos, el antonio este, comenzó a ampliar mas los tocamientos llegando incluso a tocarme el culo y así como el que no quiere la cosa, me rozaba con su polla, la verdad es que aquellos juegos me gustaban, pero no pensé como terminaría aquello, yo solo hacía lo que a mi me gustaba que me hicieran, me gustaba que me tocaran la polla y me hicieran una paja, y yo hacía lo mismo, me encantaba que me acariciaran las cachas del culo, y yo hacía lo mismo, me encantaba cuando así como el que no quiere la cosa, se colocaba detrás de mi, estando de pies y me acariciaba las tetillas y sentía como su rabo se apretaba contra las cachas de mi culo, sentía su calor, su palpitar, a veces no hacía falta que le hiciera una paja, en esa postura terminaba por correrse y dejaba chorrear su lefa por mi trasero y luego el mismo la limpiaba, con algún paño que teníamos allí, así pasábamos los días, hasta que en cierta ocasión allí apareció antonio con un chico nuevo, un muchacho bastante delgado y su forma de hablar y de moverse, se veían que era un chico bastante amanerado, me llamó la atención, ya que haciendo lo que hacíamos, ni me consideraba, ni consideraba a los demás homosexuales y al ver aquel chaval me sentí extraño, pero bueno me deje llevar por los juegos como todos los días, al final terminamos todos desnudos y cosa que no habíamos hecho nunca este muchacho estuvo chupando alguna polla que otra, antonio se lo llevó al sillón y lo colocó a cuatro patas, colocándose detrás de él, apuntó su capullo en el ojete de este muchacho y dando un fuerte golpe de caderas le hundió la polla en su trasero, aquel chico lanzó un gemido de placer arqueando la espalda y comenzó a mover el culo, metiéndose y sacándose la polla, estuvieron así un buen rato, hasta que antonio, dando un pequeño gruñido y pegando un fuerte empujón, terminó corriéndose dentro de él, cuando la sacó vi salir de aquel ojete un hilillo de liquido blanquecino, me entraron ganas de meter mi rabo dentro de aquel agujero recién abierto, pero no me atreví.

los días iban pasando y la cosa casi se empezó a volver monótona, pero yo continuaba con las ganas de meter mi verga en aquel culo, y un día se lo comenté a antonio, el me dijo que esa tarde noche, seria yo quien lo follaría, estuve esperando con ganas que llegara la hora de juntarnos, cuando bajamos yo no paraba de mirar aquel muchacho con ganas de empotrarle, por fin nos desnudamos y comenzamos con nuestro juegos habituales, comenzó a chupármela me encantaba que lo hiciera, en alguna ocasión me había vaciado en su boca y él escurría y tragaba todos mis jugos, pero esa vez no permitió que me corriera, y el mismo me tomo de la mano y nos acercamos al sillón, se colocó a cuatro patas encima de él y me dijo que me colocara detrás de él y se la metiera, así lo hice pero fue antonio el que se puso detrás de mi, tomó mi polla con sus manos y la acercó al ojete de aquel chico, empujé para introducirla dentro de él, y al hacerlo, sentí un dolor muy fuerte en el capullo que me hizo intentar retroceder, pero no pude ya que antonio estaba detrás de mi, sentí como antonio me apretaba para adelante, sentí su polla palpitante rozarme las nalgas, mientras aquel chico hacía el mismo un mete y saca con mi polla que me dolía a rabiar, no llegué a correrme por culpa del dolor, y sentí una liberación cuando mi polla fue liberada de aquel tormento.

antonio me miro y se dio cuenta de que no me había corrido, me cogió y me dijo que me colocara yo a cuatro patas igual que el chico, para que este me chupara los huevos y el culo, que eso me iba a gustar y a relajarme, le hice caso y me coloqué como me dijo, aquel chico cuyo nombre no me acuerdo, comenzó a pasar su lengua por todo mi culo, con su mano por entre mis piernas, comenzó a acariciarme la polla y los huevos, en un momento, con sus manos separo mis nalgas y comenzó a pasar su lengua por mi ojete intentando follarme con ella, me encantaba aquello y cerré mis ojos dejándome llevar, incluso me gustó cuando introdujo uno de sus dedos dentro de mi y me estuvo follando durante un rato con ambas cosas, hasta que llegó un momento en que paró, me quede quieto esperando a que continuara, pero sentí unas manos que me sujetaban de las caderas y algo mas duro y gordo que un dedo me rozaba el ojete, en ese momento me di cuenta de lo que pasaba me iban a follar fui a quitarme, pero no pude, sentí como aquella cosa gruesa y dura entraba dentro de mi, la sensación que tuve fue como si me partieran en dos y no pude por menos que lanzar un chillido y pedir por favor que me sacaran eso, pero no se me hizo caso y antonio comenzó un mete y saca que se me hizo eterno, el dolor fue disminuyendo, pero no se quitó, hasta que él se vació dentro de mi, dándome la primera lavativa de lefa de mi vida, desde aquella vez raro era el día en que no me premiaba con otra lavativa, llegando el día en que su polla entraba en mi culo con un poquito saliva y sin gota de dolor, así fue mi primera vez.

🙂 Baguira1955

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