La doble vida de Alexia (II)

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He vulnerado una regla que tenía, que a más de uno os ha de sonar “Donde se come no se culea”, sucedió en un viaje por negocios que tuve que hacer a Jordania, para los que no me conocéis soy Alexia tengo 30 años un look bastante exótico y estoy buena, nada de silicona pero mucho de todo y en su sitio, nada de ficción aquí la realidad. Esta fue la segunda pero no última vez que corneé a mi marido, y le tomé el gusto como veréis.

La compañía decide enviar un grupo de consultores para cerrar un negocio a Jordania, ya sabéis hotel de categoría etc. Era pleno verano un calor de locos y fuimos hicimos todo lo previsto y el día antes de partir hacemos una excursión a Petra (se ha hecho conocida porque fue donde se filmó Indiana Jones) algo breve ya que al otro día volvíamos, a mí me asignan habitación con Carmen con la cual no tengo onda pero que le vamos a hacer y en la habitación de enfrente están 2 colegas más a los cuales apenas conocía ya que trabajan en otra filial, uno de ellos Adolfo de unos 35 años castaño y guapísimo.

Hacemos la excursión prevista y regresamos agotados y llenos de esa arena finita del desierto, después de tanto caminar decido darme un gusto y agendo cita en el spa del hotel para que me den un buen masaje. Carmen decide irse de ligue por ahí yo le deseo suerte y feliz de librarme de sus ronquidos aunque sea por un rato, de manera que me pongo a hacer la maleta para después tomar una ducha antes de ir al spa. Ya os digo pensaba en nada muy exótico, spa room service y a dormir. Bueno salgo de la ducha me pongo una toalla y decido sacar la maleta a la puerta para ya librarme de ella y en eso se me cierra la puerta de la habitación y me quedo en el pasillo en toalla y obviamente sin llaves, y Carmen ya se había ido!. Con lo cual pienso que ahora sí buena la he hecho!. Pienso que hacer y me decido por golpearle la puerta a Adolfo rogando para que esté y me salve del papelón. Abre la puerta y ha tomado una ducha también ya que está en toalla y el cabello mojado y con un vaso de whisky en la mano, se sorprende de verme (después de todo que tan frecuente es que una bella mujer te golpee la puerta del hotel y esté solo en toalla) le cuento lo que me ha pasado se ríe y me dice:

– Mira guapa estamos en un país musulmán y no sé si es tan buena idea andar de toalla por ahí, así que pasa te tomas una copa y esperamos que Carmen que siempre olvida algo vuelva y si eso no pasa me pongo un tejano y voy a recepción y consigo que vengan a abrirte.

Me pareció buena idea y ni modo paso, le pregunto por Diego y me dice que también se fue de ligue, con lo cual estamos solos, trato de no mirar lo bueno que está, esas horas que ha pasado en el gimnasio ¡si que dieron frutos!, os lo describo tiene el pelo sedoso abundante, lacio y bien negro, unos ojazos marrones con una mirada profunda, ronda el 1.85 y se le nota firme en todos lados, en fin un bombonazo. Se me sienta enfrente me ofrece una copa yo le acepto el whisky pero se lo pido sin hielo. Levanta una ceja y me dice:

– No dejas de sorprenderme Alexia.

Nos tomamos la copa y le comento lo del masaje me dice que un es una idea estupenda y que podemos pedir que vengan aquí. Así lo hacemos y mientras esperamos a que vengan, empiezo a reír por lo insólito de la situación, él me da la razón y me dice que si le decían que iba a terminar conmigo en su habitación y casi en pelotas se hubiera reído de buena gana. Con esto decido relajarme y pasármelo bien. Viene la chica y pregunta cual de los dos va primero si mi esposo o yo, antes de que yo intente decir nada me hace una seña con los ojos y dice mi esposa primero. Confieso que me gustó el juego de roles que me proponía, además el muy cabrón se sienta con el whisky en la mano y me observa a gusto. Me relajo y disfruto del masaje que me deja como nueva. Ahora es mi turno de mirar se quita la toalla. ¡Por Dios que bueno está!, le dan su masaje y se ve que le gusta. Yo ya a estas alturas me he olvidado de Carmen de las llaves y sé que me voy a comer ese bombón si o sí. La chica se va y él cierra la puerta, se me acerca me pone las manos encima de mis rodillas y me pregunta que quiero hacer, yo por toda respuesta me quito la toalla y le quito la suya y lo empiezo a acariciar, le digo que me preocupa que venga Diego y me dice que no me inquiete. Pregunta en recepción si hay una habitación matrimonial disponible le dicen que si y nos pasan a la habitación de al lado de la mía.

Entramos y lo pongo contra la pared le saco la toalla con los dientes y le voy recorriendo con mi lengua, pongo su polla entre mis tetas y le hago una linda cubana. Le encanta y antes de que acabe me la pongo en la boca y le termino con una chupada de padre y señor mío. El alucinaba y me pedía ¡no pares, por favor no pares!. Termina en mi boca y sabe dulce. Me sienta en la cama y me dice que le encantó y que me quiere gozar toda, comienza a lamerme las tetas (que me pone a mil) y me dice “te juro que esto lo soñé ahora lo quiero disfrutar”, lo rodeo con mis piernas y me pone las manos debajo del culo me sube encima de él y sin dejar de besarme me lleva a la terraza le digo:

– Adolfo has enloquecido nos van a llevar presos no podemos dar un show aquí.

Me tranquiliza y me dice que nos vamos a quedar adentro pero que si le gustaba que lo vieran y que quisiera hacérmelo contra la ventana, a mí me dio mucho morbo y a estas alturas si me pedía ir a la recepción y follar delante de todos igual hubiera ido. Me pone de frente a la ventana y me empieza a besar la nuca y a sobarme las tetas con una mano y con la otra a acariciarme el clítoris y me dice:

– Que caliente estás perra.

Yo casi moría y de mis tetas pasa a acariciarme la cara, me apodero de sus dedos y se los empiezo a chupar y le digo:

– Así te chupé la pija papito.

Me da vuelta y me dice:

– Zorra ahora vas a tener una buena chupada.

El baja hasta mi sexo y cumplió, yo gozaba como una posesa, le acariciaba el cabello y gemía pidiéndole que ya me follara que la quería tener adentro toda, que no me hiciera rogar. Le digo:

– Ahora vas a ver lo zorra que soy.

Lo tiro arriba de la cama le chupo los huevos, se los lamo como un helado y me dice:

– Me vas a matar.

Me río, le pongo un condón y me la meto toda y comienzo a montármelo con ganas subiendo y bajando, me dice:

– Me gusta verte.

Así que yo le di gusto y cambié de posición me lo seguí follando pero dándole además de la espalda una linda visión de mi culo, me dice:

– Que buena estás y que rico coges.

Me está dando una sobada de culo de las buenas y se moja un dedo y me empieza a follar el culo, yo acabo como nunca y ya que como él todavía no lo había hecho le pregunto dónde quiere acabar y me dice que en mis tetas pero en la terraza y yo chupándosela. Le sirvo un whisky, y le digo para hacerlo, hacerlo bien, lo siento en una tumbona que había y se la empiezo a chupar, el se tomaba el whisky y yo se la chupaba hasta que tal cual lo prometido acabó en mis tetas. Nos duchamos y nos dormimos sin promesas ni bobadas fue algo de una noche y ya.

Antes del alba hablé a recepción y pedí que me abrieran mi habitación, el botones no dijo ni pío gracias a la propina. Carmen dormía como un lirón, a la mañana siguiente en el desayuno le pregunto que como le había ido y me contestó que de ligar nada y que para colmo en la habitación de junto había una pareja que se la habían pasado follando toda la noche y que con sus gritos casi no la habían dejado dormir. Adolfo me guiñó un ojo y yo tuve que contener la carcajada os imaginaréis.

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