Francisco… simplemente, un buen amante
A Francisco me lo presento una amiga; desde el primer momento que lo vi y que toque su mano, un excitante liquido corrió por mis muslos y un deseo grande de poseer a ese macho nació de lo mas profundo…
Relatos porno de Infidelidades, encontrarás historias donde el adulterio o infidelidad, los cuernos, el engaño y la traición son el pan nuestro de cada día.
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Mi más grande fantasía sexual es el de ver a mi novia teniendo sexo con otro hombre y poder verla gozar y gritar de placer, al mismo tiempo que yo disfruto de ver desde un lado. La primera vez que…
Me llamo Martha, tengo 33 años, me mantengo en forma gracias a que me ejercito diariamente. Llevo 10 años de casada con Antonio aún no tenemos hijos porque así lo decidimos ambos para poder crecer laboralmente, mi esposo es ingeniero…
Soy una mujer madura, con 18 años de casada, profesionista que me urgía ascender, fue hace un año que conocí a Roberto, él era el indicado para ayudarme, además no ocultaba su interés por mí, varias veces me subí a…
Continua mi relato… Lo contare como ella lo platico, siendo en primera persona. Aclaro que es totalmente cierto. Después de sacarme la blusa, comenzaron a masajearme mis tetas y yo les sobaba sus paquetes. Luis me comenzó a subir la…
Hola mi nombre es Lucero ya he mandado relatos este seria el tercero creo, ya no quiero hacerlo pero siempre digo es la ultima vez que lo hago De nuevo cogi con mi yerno, les cuento que este fin de…
BERENICE, DULCE VENGANZA PARTE 2 DE 2 Lógicamente, por las dudas, estaba jugando a dos puntas, Romina era una gatita que andaba buscando conquistar, una compañerita de trabajo que me debía algunos favores? El sábado fui a trabajar como de…
BERENICE, DULCE VENGANZA PARTE 1 DE 2 Hola, me llamo Eduardo, cuarenta y dos años, divorciado. Trabajo en dependencias del estado, soy lo que vulgarmente se conoce como un recaudador de impuestos. Mis jornadas pueden resumirse a vestir impecable, traje,…
Llegó esta nueva chica a la oficina donde trabajo, (voy a cambiar los nombres para evitar problemas), digámosle Ana, quien me pareció agradable, nos tocaba compartir la misma oficina, ya que son dobles, y en varias ocasiones salíamos a tomarnos…
Hacía ya cuatro meses que no nos veíamos y tenía unas ganas voraces de tenerla en mis brazos y contagiarme de su olor y de su sabor. Por mi cabeza fueron pasando, como si de una película se tratara algunos…