Historia de Hotel con mucho sexo y placer

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Hola me llamo Sheila soy una mujer de 38 años, alta, delgada con muy buen cuerpo, soy morena clara con el pelo negro azabache y una cara muy linda, tengo un hijo y vivo en Venezuela, soy casada aunque me estoy divorciando, lo que les voy a contar es algo que no lo he contado a nadie, pero me atrevo gracias al anonimato que existe aquí.

Hace cerca seis meses al separarme de mi esposo conseguí un trabajo en un condominio cerca de la playa, allí mi trabajo era en la administración como asistente, el trabajo me gustaba bastante y el ambiente era muy agradable y sigue siendo lo que pasa es que me mude a otra ciudad. En este lugar frente a la playa hay residencias vacacionales bellísimas con vista a la playa estas o se venden o se alquilan todas amobladas. Quien se encarga de esto es una señorita de 22 años que se llama Consuelo, ella es muy amable y bien educada ella es pequeña y delgada con un cuerpo perfecto y el cabello liso hasta la cintura, la verdad que todos en la oficina la aprecian por lo bella y alegre que ella es. Nos hicimos amigas y fuimos a la playa allí me di cuenta de lo que sospechaba ella tiene el cuerpo perfecto y nada de grasa.

Un día en el receso del almuerzo ella me dice: “Quiero mostrarte algo que encontré en una de las suites” eso no me sorprendió ya que ella tiene acceso a todas las propiedades que se ofrecen a la venta. Así que subí con ella al ultimo piso y entramos a una suite espectacular, ella me dice: “Mira lo que encontré” y me muestra un cassette de video, yo lo leo y me doy cuenta que es el video porno de Roxana Díaz que esta de moda. Me pregunta: ¿Te gustaría verlo?” Y yo que siempre he sido una señora muy seria pero me encanta el sexo le digo que si.

Cerramos todas las cortinas pusimos el video y nos sentamos en el sofá a verlo, al principio tenia una gran curiosidad porque me habían hablado mucho de él. Pero al empezar a verlo me empecé a calentar, Consuelo estaba sentada a mi lado y ella me hizo algunos comentarios, mas de pronto ambas no callamos viendo la escena en donde Roxana le meten una botella de vino en su vagina, a medida que continuaba el video yo me sentía más caliente y al voltear a mi lado observe que mi compañera se había levantado su falda y se estaba masturbando, cuando me vio me dijo: “Discúlpame pero no aguantaba mas estoy muy caliente” y me sentí bastante incomoda pero me di cuenta que yo estaba en la misma situación que ella y me abrí los pantalones y deslice mi mano en mis pantis y empecé a jugar con mi clítoris mientras que continuaba viendo las escenas.

Mientras me excitaba con una mano vi como Consuelo se agarraba un seno y se lo acercaba a la boca y comenzaba a lamerlo, eso me excitó muchísimo y comencé a estimularme los míos con la mano ya que los míos no son tan grandes. En eso ella volteo hacia mí, se me acerco y me pregunto con una sonrisa de ángel: “¿Puedo ayudarte?” A lo que conteste que si. Ella se acerco y comenzó a lamerme mi seno derecho yo me sentí extraña pero me dejé llevar. Hacia tanto que nadie me hacia sentir lo que estaba sintiendo. Mientras que lamía con la otra mano comenzó a explorar mi vagina y a meter sus finos dedos en ella yo a cada instante me estaba entregando mas a ella, poco a poco comenzó a bajar su boca hacia mi cintura y a besarla mientras que metía con mas intensidad sus dedos en mis partes intimas. Poco a poco llevo sus labios a mis genitales y los comenzó a besar y a meter la lengua entre ellos. Yo estaba respirando aceleradamente y mi excitación era multiplicada por el hecho de que una mujer me excitara tanto. Me metió la lengua con toda la pasión que ella tenia y así me fue llevando hasta que tuve mi primer orgasmo, ella me besó una vez mas y me dijo: “Creo que te gusto ahora me toca a mí”, entonces ella se hecho de espalda en el sofá y comencé a lamerle su vagina.

Yo me sentía extraña ya que nunca había experimentado algo como eso siempre creí que me gustaban los hombres pero ahora estaba deseosa de esa mujer. Así que le bese su vagina he introduje mi lengua en ella, el sabor ácido me gustó y seguí lamiéndola así la fui llevando a una mayor excitación y comencé a chupar su clítoris, ella me dijo: “Tu si sabes como amar a una mujer, méteme el dedo mientras que me lo chupas” y así lo hice ella comenzó a gemir y gemir. Entonces me dijo: “Métemelo por detrás”, eso si que me asombró, le pregunte: ¿Qué dijiste? que me lo metas por el culo. Al ver mi cara ella me dijo: “Lubrícate con mi vagina y me metes un dedo en el culo mientras que me chupas”. Así lo hice y ella comenzó a excitarse más y más y yo también hasta que llego a un orgasmo como nunca me pude imaginar. Cuando termino me dijo: ¿Tu nunca has tenido sexo anal? Le respondí la verdad que no. Ella me dijo: “Te has perdido la mitad del sexo, ponte en cuatro” y lo hice. Ella acerco su cara a mis nalgas y las abrió e introdujo su lengua en mi ano. Me dijo “¿Rico verdad?” yo asentí, ella volvió a meter su lengua y me comenzó a hacer un masaje de abajo hacia arriba y mi corazón comenzó a latir mas fuerte, y cada vez metía mas su lengua y cada vez me excitaba mas y mas, hasta que con una mano me comenzó a estimular mi vagina y con su lengua y con sus dedos me los metía en el culo, así me fue llevando al éxtasis.

Al llegar a mi orgasmo caí en el sofá y me di cuenta que la película se había terminado y vi la hora me asuste muchísimo pero todavía nos quedaban 20 minutos. Ella me pregunto: “¿Quieres seguir explorando o quieres terminar?”. Yo estaba indecisa pero todavía tenia ganas. Ella me dijo como que mejor terminamos, pero yo le dije que quería descubrir más. “Así me gusta” se dirigió al teléfono y llamo. Me dijo: “Ahora si que vamos a gozar, a los 3 minutos tocaron la puerta. Yo le pregunte ¿A quien llamaste? Y ella me respondió: A un amiguito con quien yo acostumbro tener estos jueguitos a la hora del almuerzo. Se acerco a la puerta y la abrió, era Simón el bellboy un muchacho joven, alto y moreno, por no decir negro. Ella le dijo “Espero que estés preparado porque hoy tienes doble ración en la mitad del tiempo” el se empezó a quitar la ropa, pero cuando me vio quedo estupefacto y me mostró su sonrisa. Ella, lo tomo del brazo y lo comenzó a besar, ella con la mano me indico que me acercara le agarro el pene y me indico que se lo mamara.

El pene comenzó a ponerse grande mientras que yo lo chupaba en eso ella dijo, rápido que no tenemos mucho tiempo y corrió y se lanzo en la cama. Simón aprovecho y me agarro una nalga y me besó, desde la cama Consuelo grito. Apúrense que no tenemos tiempo. Así que Simón se le lanzo y comenzó a cojerla yo no sabia que hacer así que ella me dijo: “Bésame” y lo hice. Ella me dijo: déjame lamértela. Y me monte sobre ella, mientras que Simón continuaba, ella le dijo a Simón. Deja que ella me lama y tu se lo haces a ella y comencé a lamerla mientras que dejaba mis nalgas al aire, Simón comenzó a lamerme todo mi sexo y me comenzó a meterme su pene yo estaba bien excitada y a punto de tener otro orgasmo cuando Consuelo le dijo a Simón. Méteselo por el culo pero con cuidadito porque es la primera vez. Eso me aterro pero ella me dijo: “Tranquila que por eso lo llame a él si sabe” en eso sentí la lengua de Simón, en mi ano, después los dedos y luego algo duro y grande, poco a poco se fue abriendo paso, hasta que comenzó con un movimiento rítmico, vi la cara de Consuelo y ella sonreía, comencé a gritar del placer, mientras que me cogían por el culo, Consuelo se puso en 69 y comenzó a lamerme mientras que yo trataba de hacer lo mismo con ella. Sentí mi orgasmo en el momento que sentí la eyaculación dentro de mí. Y quede tendida en la cama.

Cuando todo termino. Tendimos la cama, arreglamos el sofá, recogimos el video. Y nos montamos en el ascensor. Llegamos a la recepción justo a las 2:00 p.m. al entrar a mi oficina mi jefe me dijo. La busque en el comedor pero no la vi, ¿En donde estaba? Yo le respondí, Revisando una habitación con Consuelito. El me miró y me dijo: “Yo le enseñe a consuelo a revisar habitaciones, dígame ¿Revisaron también la entrada posterior?”. No supe que decir!. Pero ya entendí cuando dicen “Cuentos de Hotel”.

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