
El portero de mi edificio me coge
Me llamo Julio, soy un bebote muy cachondo. Desde muy chico sabía que me gustaban los hombres. Trato de que no se me note tanto mi putez pero no me sale, no me visto de nena (pero si lo deseas…
Relatos eróticos de Gays para leer y masturbarse. El temagay está de moda, hombres deseando a otros hombres en historias morbosas.
Me llamo Julio, soy un bebote muy cachondo. Desde muy chico sabía que me gustaban los hombres. Trato de que no se me note tanto mi putez pero no me sale, no me visto de nena (pero si lo deseas…
Mi nombre es Raúl, separado 46 años. Vivo en una torre de departamentos tranquila, por cierto. Mi vida transcurría de casa al trabajo y del trabajo a casa, una paja era lo más parecido a tener sexo, un embole total.…
Mi nombre es Alfredo, tengo una tienda de disfraces, y debido a que soy medio gordo y corpulento, en las épocas de navidad me disfrazo de papa Noel y animo fiestas de despedidas de año. Este año particularmente me contrataron…
Mi vida sexual pasaba por mi primito Norberto y mi tío Lucio. Con mi primo era más fácil cogernos porque me quedaba en su pieza y listo. Mi cola golosa quería la pija de los dos, muchas veces cuando me…
A mi primo Norberto le conozco cada centímetro de su hermosa pija rosada y cabezona. La de mi tío Lucio es más cortita pero más gruesa, las dos me dan placer. Mi tío Lucio se fue como 3 meses por…
Hablar de mi niñez es muy gratificante y hablar de don Alberto mucho más. Alberto es hasta el día de hoy nuestro mentor, no solo con el aprendimos a fumar, tomar, aprendimos de sexo, decir que él nos enseñó a…
Estaba sentado en el sofá de la casa del quiosquero, desnudo por completo, chupándole la polla, y ahora el cabrón del quiosquero, de pie delante de mí metiéndome el rabo en la boca y en pelotas al igual que estaba…
Soy un hacedor de sexo frecuente, me considero bi y soy capaz de cualquier guarrada. Esa tarde estaba muy caliente quería garchar a como dé lugar, me bañe y como hacía un poco de calorcito me puse un pantalón corto…
Desde que me había levantado el sábado, llevaba todo el día nervioso, apenas había podido comer a causa de los nervios y stress que tenía, era como un hormigueo que me recorría todo el estómago, y todo era por causa…
Yo cerraba los ojos y gemía de excitado y caliente que estaba. El cuerpo me ardía y moría porque me hiciera suyo de nuevo. Quería que el quiosquero me poseyera de nuevo y me ensartara su tranca, dejándome bien empalado…