Filmé a mi novia con otro tipo en Córdoba

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Una caliente noche de verano mi novia por primera vez se acostó con otro tipo y yo registré el momento para siempre… Hola, les escribo por que siempre los leo y me excita mucho esta página y las anécdotas sin son reales y creíbles son más jugosas. Les voy a contar lo que me pasó el verano pasado. Los nombres que voy a dar no son verdaderos, pero sí lo que pasó.

Mi nombre es Leonardo, soy de Argentina y me encontraba veraneando con mi novia Pamela en Córdoba, en Villa Carloz Paz. Una noche habíamos salido a bailar, y habíamos tomado bastante de más (sobretodo yo). Yo tengo 27 años, mido 1,76 y no me puedo quejar por la presencia que tengo. Pero Pamela es un bombón. Es Morocha, tiene 23 años con labios bien carnosos, ojos oscuros con una mirada muy sexy, y sus medidas son 95-64-94. Además tiene mucha sensualidad al caminar y más al bailar. Ella hasta que me conoció, no había tenido relaciones sexuales, y era bastante conservadora para vestirse. Pero con mi llegada a su vida, creo que su modo de ser paulatinamente fue cambiando al punto de vestirse muy provocativamente, además de haberse convertido en una guerrera en la cama.

Esa noche llevaba ella un pantalón blanco muy ajustado, que transparentaba una bombachita tipo cola-less que me vuelven loco de color rosa, y una remera muy ajustada negra y con un escote bastante pronunciado, lo cual la hacía muy apetecible. Yo veía camino del boliche como todo el mundo la miraba y la miraba. Lo cual en vez de enojarme me excitaba aun más. Una vez estando en boliche bailamos y seguimos tomando. Llegó un momento en el que yo no pude mas y me quedé apoyado en la barra, mientras ella bailaba cerca de mí. Me senté en una banqueta de esas que hay en todos los boliches, y ella seguía bailando a un metro de distancia de donde estaba yo, por lo que nadie sabía que ella estaba en realidad conmigo. En eso que las luces empezaron a dar mil vueltas en mi cabeza por la borrachera que llevaba, veo que un chico se le acerca. Era mas alto que yo, rubio, y con un buen físico, se notaba que hacía deporte. Le dijo algo al oído y ella le contestó también al oído. Yo no podía escuchar desde donde estaba aquella conversación. Al segundo, Pamela vino a mi lado, y me dijo que el chico le dijo que la había visto bailar sola y que quería bailar con ella. Yo le dije que bailara con él y que le dijera que estaba conmigo y le propuse un juego: que le diga al chico que yo era su hermano y no su novio, a lo que ella asistió debido a que es muy bromista y le gusta mucho hacer bromas de todo tipo.

Comenzaron a bailar, primero muy sueltos debido a que la música no daba para otra cosa. Luego pusieron cuarteto que es una música típica de Córdoba con mucho ritmo, pero donde los cuerpos se rozan constantemente. Ví como el chico que se llamaba Hernán, la acercaba cada vez a su bulto, y sentí celos y una gran excitación todo eso junto. Pamela respondía con su baile sensual y lo estaba disfrutando, lo sé, porque la conozco muy bien cuando una situación la va excitando. Luego de un rato de bailar y conversar mucho, Pamela vino hasta donde yo estaba con Hernán de la mano. Eso me puso realmente caliente, me excitó de sobremanera. Debo reconocer que ambos hacían muy linda pareja y se notaba que se gustaban mucho ya que se comían con la mirada. Le dije a Pame al oído que si quería podía transarlo, que no me molestaba y que no era un engaño debido a que yo lo consentía. Su sorpresa fue grande, pero noté cómo se le iluminaron sus ojos. Pame, lo llevó a la pista nuevamente y luego de dos canciones mas ya estaban besándose apasionadamente lo cual me puso al palo casi a reventar mis pantalones. Ya la borrachera había desaparecido. Estaba totalmente excitado y quería que la cosa pasara a mayores. Estaba decidido a entregar a mi chica (quien nunca había estado con otro hombre) a un desconocido. La quería ver en acción con otro. Y sabía que ella no se iba negar.

Fueron a un rincón y los seguí. Realmente se estaban matando el uno contra el otro. El recorría aquella gloriosa cola con su mano y ella tenía sus manos detrás señal de estar haciendo algo parecido. De repente, Pame se dio cuenta que yo también existía y vino hacia mí, nuevamente con Hernán de la mano. Hablé con ella y le dije que vayamos los tres a la cabaña que estábamos alquilando. Hernán asintió. Cuando llegamos, Hernan pasó al baño y ahí pude hablar con Pame que no entendía porqué estábamos ahí pero la idea no le disgustaba. Le dije que yo me quedaba en la antesala del cuarto, donde había una camita simple y que ella duerma con Hernán en la cama principal, que hiciera lo que fuera, que esa era su noche y que yo consentía todo lo que quisiera hacer con su levante. Ella me preguntó si estaba seguro a lo que yo asentí y luego me miró como diciendo “espero no te arrepientas”. Vovió Hernán y yo me hice el dormido en la camita. La cabaña era bastante chica, y yo estaba separado del cuarto sólo por una cortinita, que atravesaba la cabaña y la dividía en dos. Hernán me vió y le dijo a Pame:

– Tu hermano está destruido.

– Si va a dormir toda la noche, vení dejémoslo descansar – Le escuché decir a ella.

Pasaron al cuarto una vez allí apagaron todas las luces y Pame, prendió unas velas que había de la decoración de la cabaña. Estaban de pié al lado de la cama. Yo los observaba ya que la única luz del lugar venía de esas velitas y toda la cabaña estaba oscura por lo que ellos no podrían verme. Comenzaron nuevamente a besarse parados al frente de la cama, primero despacio y luego como los encontré en el boliche. Busqué mi filmadora y le puse visión infra-roja, no quería perderme detalle de lo que aconteciera en esa pieza. De mas está decir que yo estaba al palo y medio viendo y filmando como se estaban transando a mi novia y le sobaban el culo de la manera en como lo estaban haciendo. Pame en un momento se sacó su remera, Hernán se lanzó en sus tetas y las lamió como si nunca hubiera lamido otras, yo creo que hasta las mordía de la desesperación a lo que Pame comenzó a dar pequeños gritos de placer. Mientras tanto, Pame no perdió el tiempo y le sacó la remera, y descubrió el trabajado dorso de Hernán que comenzó a lamer y recorrer en los abdominales marcados de aquel muchacho.

Hernán se sentó en el borde de la cama, quedando Pamela a espaldas de donde me encontraba, el chico le bajó el cierre del pantalón y luego éste, proporcionándome una vista espectacular de su maravilloso culo solo tapado por la ínfima cola less rosa, que tan bien le quedaba, y que mi cámara estaba inmortalizando. Luego Hernán se paró, arrodilló a Pamela y se quitó los pantalones en la cara de mi novia, dejando un abultadísimo slip azul a centímetros de su boca. Pame refregó su cara contra el slip y luego puso una mano en la cola de Hernán y con la otra comenzó a bajar lentamente el slip azul que no necesitaba para su propósito. Lo bajo y parecía que aquella pija nunca terminaba de aparecer. Era enorme, mucho mas gruesa que la mía y muchísimo mas larga. Nunca había visto una de ese tamaño. Pamela tomó su mano y la levantó mas aún de lo que ya estaba parada y comenzó a lamer los huevos de aquel muchacho que no hacía mas que gemir por lo que estaba recibiendo. Luego lamió desde la base hasta la punta, utilizando su lengua como si estuviera comiendo un helado. La gigantesca cabeza, ya estaba escupiendo gotas de semen, que Pame recogió con su lengua y esto parece que la excitó aún mas metiéndose de un solo paso todo lo que pudo aquella pija desconocida en su boca. Allí arrodillada como estaba le dió una mamada de película, sin saber que yo la estaba haciendo película en ese momento. Yo comencé a masturbarme y no dejaba de registrar todo lo que allí pasaba. El tipo realmente estaba gozando, porque gritaba de placer a lo que mi novia mas se excitaba y se tragaba y escupía la pija a mayor velocidad, cada vez era mas la excitación del lugar que hasta yo sentí que el tipo ya iba a acabar en la boca de mi novia, y quería saber si ella tragaría toda la leche o la dejaría correr en sus tetas. Sorpresa me llevé cuando Hernán gritó:

– Te acabo puta te acaboooo – y Pame tragó todo lo que pudo, dejando escapar algo de leche por su comisura debido a la cantidad y espesor de aquel líquido. Y es mas siguió chupando la pija hasta limpiarla y ponerla dura nuevamente, parece que quería disfrutar aquella noche a tope. Mi cámara y yo agradecidos. Hernán dijo:

– Ahora vas a gozar como nunca antes.

La hizo agachar el borde de la cama, él se puso detrás en posición perrito, corrió su bombachita y así sin preámbulo la enterró hasta los huevos en la conchita de mi novia hasta ese momento sólo explorada por mí. Aquella pija era espectacular entrando y saliendo de la concha de mi novia, quien gritaba como desesperada, realmente estaba gozando el momento. Luego que se cansó de cojerla en perrito la subío encima de él (él acostado) y nuevamente corriendo la tanga le incrustó aquella pija que en esa posición se veía realmente imponente. No sé cuántas veces la hizo subir y bajar saltando en aquella pija, Pamela se veía muy excitada como nunca antes la había visto, hasta que explotó el un gran orgasmo en un grito casi bestial que debe haber despertado a mas de un vecino. Hernán a pesar de haber hecho acabar a mi novia siguió arremetiendo ya que él todavía no estaba a punto. Luego paró. Puso a mi novia a su lado, le quitó la tanga y se avalanzó sobre ella en posición del misionero. Y la estaba cojiendo a tope cuando se veía que Hernán nuevamente se estaba excitando, levantó las piernas de Pamela, y le empezó a dar que yo pensé que le iba a desgarrar la concha y creo que así lo hizo, porque los gritos de Pame eran de dolor y de placer hasta que en un grito acabó en la concha ya partida de tanta ida y vuelta de esa terrible pija.

Yo ya había acabado dos veces masturbándome. Parece que ambos se durmieron de tanto derroche de energías. Y yo apagué mi cámara. Cuando pensé que la noche había terminado, escucho la voz de Hernán que dice:

– Aún me falta un agujero.

Y comenzó a lamer el culo de Pame. Yo pensé que ella se iba a negar ya que rara vez me lo dá a mí porque dice que le duele y aquella pija que era el doble que la mía y ya le había destruido su concha era demasiada amenaza. Pero otra vez me equivoqué. Los lamidos de Hernán convencieron a mi novia de darle su terrible orto, Hernán luego de lamer, tomó el bronceador que estaba en la mesita de luz, y se embadurnó la pija y embadurnó el culo de Pame y la puso de costado, poniéndose él detrás. Volví a encender mi cámara. Allí enfiló su cañón al agujero de mi novia y lo metió lentamente. Pame pegó un grito cuando entró aquella terrible cabeza, y movía sus brazos como queriendo zafarse, pero Hernán la tomó de la cintura y se la clavó de una hasta los huevos. El grito de Pame fue desgarrador, es que realmente le estaba desgarrando el culo de dolor. El tipo se la dejó unos segundos quieta hasta el fondo y comenzó un mete-saca lento, Pame con el correr de los enviones se notaba que le estaba gustando cada vez mas y más y más hasta que comenzaron a culear con todas las fuerzas mete y saca, mete y saca, gritaban, se retorcían de placer hasta que Hernán en un envión clavó la cintura de Pame contra sí con fuerza y gritó llenando de leche el culo de mi novia que estaba ensangrentado de semejante tarea y Pame al mismo tiempo también acabó con su compañero que ya la había llenado por donde la mires. Yo nuevamente había acabado, y apagué mi cámara que ya había registrado la mejor película que recreó mis sentidos desde ese momento hasta hoy.

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