Exhibiendo a mi novia y ella no lo sabe

Me presento a todos, soy un chico joven de 28 años que actualmente reside en Ecuador. Siempre me he considerado un chico «normal». He tenido varias novias a lo largo de mi vida, chicas lindas, no puedo decir que fueran supermodelos ni nada por el estilo, pero sí bonitas. He mantenido relaciones sexuales con la mayoría de ellas y siempre lo he disfrutado. Todo normal, nada del otro mundo.

Todo seguía así en mi vida hasta que, tiempo después de mi última ruptura amorosa, encontré a la chica que actualmente es mi novia y que, por así decirlo, cambió mi vida.

Después de varios meses con ella, tuvimos nuestra primera relación sexual, todo normal, seguimos teniendo relaciones sexuales de vez en cuando.

Hasta que, por cuestiones de estudio y trabajo, nos distanciamos por varias semanas, pero hacíamos videollamadas todos los días.

Una noche que hacíamos videollamada me dijo que no se aguantaba más las ganas de volver a verme para tener sexo, se comenzó a desnudar hasta quedarse desnuda y se comenzó a masturbar, lo que me excitaba mucho. Cada noche esperaba su llamada para verla desnuda.

Eso despertó en mí el morbo de seguir viéndola así, así que, de vez en cuando, comencé a grabar las videollamadas sin que ella lo supiera.

En un momento dado, cuando volvimos a vernos y tener relaciones sexuales, me entró el deseo de grabar ese momento, así que saqué el móvil y empecé a grabar. A mi novia no le importaba que grabara mientras la cogía; solo al final del acto me pedía que borrara eso, y yo lo hacía, pero siempre se quedaba una copia de seguridad.

Esos vídeos los veía solo para masturbarme. Luego, tras buscar páginas de porno, un día encontré un grupo de Telegram de porno en donde algunas personas subían fotos de sus parejas para que los demás se excitasen.

Me dio curiosidad y comencé a publicar fotos de mi novia; varias personas morboseaban esas fotos, y eso me excitaba mucho.

Seguí así durante varios meses, pero sentí que quería algo más. Entonces se me ocurrió una fantasía: que otras personas me enviaran ropa interior y/o lencería que les gustaría ver puesta a mi novia y yo me encargaría de dársela.

Obviamente, haciéndolo pasar como un regalo mío para ella, y grabarla, tomarle fotos con eso puesto y, finalmente, enviárselo todo a quien me envió el regalo.

Esa es mi fantasía. Sigan leyendo, no se arrepentirán.