Estimulación del punto G, el clímax en las mujeres

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Para las mujeres, a diferencia de los hombres, el camino para llegar a un orgasmo se presenta a través de la estimulación no solo del clítoris, sino vía vaginal, con la manipulación del denominado Punto G.

La mayoría de investigadores considera a este punto el foco de la máxima excitación en la mujer. El punto G es una masa compuesta por nervios, situada a dos o tres pulgadas de la entrada de la vagina, y de forma parecida a un fríjol, sin embargo, su tamaño puede diferir, como su localización y dimensión, de una mujer y otra. La mayoría de estudios han revelado que este punto suele ubicarse detrás del hueso púbico y es muy fácil de localizar después del orgasmo ya que se convierte en una zona muy sensible y adquiere mayor volumen. Su tacto es parecido al de un botón de relieve ligero. Muchas mujeres consideran que no poseen el Punto G, pues no es muy fácil encontrarlo, pues requiere de una tarea de autoexploración.

Encontrarlo requiere un tacto que a menudo es difícil que la mujer logre sola. Quizás, la mejor postura para esto es tumbándose de espaldas, con las piernas elevadas; o colocando una almohada debajo de las nalgas para lograr un mayor apoyo y comodidad. Toma en cuenta que para esto la vagina debe estar bien lubricada, y es mejor que la mujer vacíe su vejiga, pues este punto está muy cerca de ella, y su estimulación podría hacer sentir al principio necesidad de orinar. Si has hablado con tu pareja, ella puede ayudarte en este proceso de búsqueda, por lo que lo mejor es que el hombre comience utilizando sólo un dedo, lo introduzca lentamente, y luego lo doble para que la yema toque el techo de la vagina.

Así doblado, lo lleve lentamente por el techo hacia el principio, como si estuvieras volviendo al clítoris. Lo común es que lo encuentre a medio camino de la parte trasera del hueso púbico y el clítoris, en la zona de la pared delantera hacia la abertura. El corazón del Punto G no está realmente sobre la pared pero se puede sentir a través de ella. Su textura es distinta a la del tejido sedoso que lo rodea; es más fuerte y con una superficie desigual, como la aureola del pezón cuando se excita, o como el paladar, con una especie de leves plieguecillos. El dedo anular o corazón del amante ofrece el acceso más fácil o más cómodo al punto, con los otros dedos apoyados ligeramente contra los labios menores y la parte inferior de la palma en posición para ejercer una ligera presión contra el clítoris, estimulándolo un poco.

Explora tu punto G

Las primeras veces que se toca el punto pueden despertar cierto miedo en algunas mujeres; algunas podrían incluso experimentar dolor. Muchas también sienten como si tuvieran que orinar, aunque acaben de vaciar la vejiga. Esta sensación sólo dura de unos diez a cuarenta segundos, más o menos, para luego cambiar normalmente a un intenso placer sexual. Pero esto quizá no ocurra en seguida; pueden pasar semanas o incluso meses antes de que se experimente este gran placer. Tal vez la mujer sentirá una sensación agradable las primeras veces que se toca el punto G, sensación que luego desaparecerá de repente; el punto puede llegar a ser demasiado sensible, y por tanto cualquier presión es excesiva. Se deberá aligerar el tacto o salir, si es necesario, hasta que ella pueda tolerar más. Cuantas más veces se dedique la pareja a este contacto tan íntimo, la tolerancia de la mujer se ampliará, al igual que sus posibilidades de placer.

El punto G normalmente puede aguantar una estimulación más intensa, durante períodos más largos, que el clítoris. Sin embargo, en todo este proceso la pareja debe ser extremadamente suave al principio. Lo ideal es que para realizar este tipo de caricias las manos estén completamente limpias, las uñas bien cortadas y limpias y no estaría de más utilizar un poco de crema o aceite lubricador a fin de hacerlas más suaves si cabe. Una vez que una mujer llega al orgasmo, se dice que la explosión de placer es muy intensa, e incluso investigadores han dado cuenta de casos en los que las mujeres realizan una especie de “eyaculación”, la expulsión de una pequeña cantidad de un líquido blanco o transparente, cuando llegan al clímax, algo que está contemplado dentro de los parámetros normales y que ha llamado mucho la atención.

Después de este proceso, muchas mujeres ya saben qué posición es la que mejor les induce durante el coito o penetración en la estimulación de este punto, para la mayoría la posición conocida como la de “perrito” es la más conveniente, o aquellas en las que la mujer está de espaldas al hombre durante la penetración, pues esto permite que se produzca un mejor acceso del pene a la pared del frente de la vagina, donde se encuentre dicho punto. Una presión firme, un ritmo rápido y mucha fricción, facilitarán el logro del orgasmo del Punto G. La mejor forma de encontrar el punto y conseguir el orgasmo, no solo de la estimulación del punto G, sino también del clitoral, y de hacer que las relaciones sexuales sean satisfactorias es a través del diálogo con tu pareja, y como le expreses sobre dónde y cómo te gustaría que te tocara para que ambos puedan disfrutar a plenitud y sin obstáculos del sexo.

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