Encuentro con los buenos amigos solo para coger
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Regresamos después de muchos meses por nuestra anterior ciudad y residencia. Si no has leído nuestros anteriores relatos decir que somos una pareja cerca de los cuarentas conviviendo juntos desde hace 15 años. Atrás en esa ciudad habíamos dejado buenas amistades, buenos momentos y a dos buenos amigos Jaime y Ernesto que nunca puedo olvidar.
Los dos primeros días estuvimos visitando viejas amistades departiendo con ellas y recorriendo lugares entrañables. Al tercer día mi esposo Nacho me preguntó:
– ¿Que sabes de Ernesto y Jaime?.
Unos días antes de viajar había llamado a Jaime para decirle que estaríamos pronto ahí y que le volvería a llamar. Le dije a Nacho la verdad y que de Ernesto no sabía nada. Desde que habíamos decidido ir una de mis mayores ilusiones era poder volver a disfrutar con los tres.
Mi esposo se había llevado muy bien con ambos y ante mi sorpresa me dijo que unos días antes de viajar quedó para cenar, pero que Ernesto iría con su novia Carmen y que ella no sabía nada pidiendo discreción. Aunque nosotros en nuestra intimidad en varias ocasiones habíamos disfrutado recordando los gratos momentos pasados con Jaime y Ernesto mi respeto y total discreción la tenía ganada.
Lo que Nacho y yo no evitamos fue en presentarnos atractivos bien vestido, eligiendo un restaurante grato para la ocasión. Encontré a Jaime y a Ernesto muy guapos como recordaba apreciando con detalles todos sus rasgos mientras departíamos. Carmen me agrado desde el principio, una mujer guapa con buen tipo, para mi sorpresa mayor que Ernesto y dos años más joven que yo. No pudo esconder su agrado al conocer a mi esposo, con su mirada lo devoraba y coqueteaba sin parar.
Acordamos ir a tomar una copa,… en el coche le dije a Nacho que a Carmen la tenía en el bote y que por mí no había problemas que yo estaba muy bien lanzada con ellos dos. Si llegaba a algo más con Carmen bien pero sino era así ya quedaríamos con Jaime y Ernesto en horas diurnas sin ella.
Al poco de llegar Nacho se empleó a su tarea y se fue a bailar con Carmen, al dejarme sola aproveché para despacharme con mis amigos que como lobos me besaron acariciándome por todo mi cuerpo. Durante varios minutos compartimos caricias y besos que fueron subiendo en intensidad hasta que cada uno lamían mis pezones, les pedí que pararán deseaba seguir pero no era el lugar. Les dije vamos a un reservado… Ernesto respondió:
– ¿Y Carmen y Nacho?
– Nacho está conquistándola si ella no va con él salimos todos – le dije.
Solicitamos un reservado, nos dieron una llave una bolsa con sábanas, al pasar vimos en la pista a Nacho y a Carmen bien pegados besándose y metiendose mano, a una de las chicas le indicamos que a esos dos les informara en que reservado estábamos.
Nada más entrar me enrolle a caricias y besos con mis dos chicos sacando nuestras ropas, frotando en mis manos sus pollas y sus manos recorriendo mi cuerpo. Muy excitada me senté sobre la cama chupando sus tersas pollas recorriéndolas con la lengua dentro de mi boca durante un rato, hasta que Jaime no podía esperar más y sentándose a mi lado se ofreció, pasando mis piernas sobre él para meter su miembro dentro de mí. Hacía tiempo que esperaba ese momento, su polla entró en mi dándome mucho placer, apretando las piernas sentí mejor como estaba toda dentro de mí hasta el contacto de sus huevos en mis nalgas.
Mientras follaba con Jaime no paraba de chupar la polla de Ernesto, cuando tocaron a la puerta, abrió Ernesto yo seguía con Jaime dentro de mí. Eran Nacho y Carmen, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo Jaime y yo seguimos follando. Nuestra actitud les animó y sin dudas Nacho había calentado bien a Carmen y al ver ella a su novio desnudo con la polla dura se ocupo de ambos. Al empezar a oír sus jadeos vi como Nacho la estaba follando desde atrás, para que Ernesto pudiera participar, Nacho se puso sobre la cama como Jaime y Carmen se subió sobre él. Ahora las dos estábamos juntas follando cabalgando sobre una polla. Su novio Ernesto de puso frente a las dos, compartiendo su polla en nuestras bocas. Jaime ya no pudo más y se corrió en mi espalda, ella siguió con Nacho y Ernesto ocupó su lugar, juntas nos besamos saltando con sus miembros dentro de nosotras.
Cando terminamos nos fuimos, dejamos a Jaime en su casa pero Ernesto Nacho Carmen y yo seguimos en casa.
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