Sumisa infiel y marido cornudo relato bondage BDSM
Mi trabajo de azafata en un lujoso edificio de oficinas famosas por alojar abogados, arquitectos, y empresarios, consistía en abrir la puerta a las personas, saludarles amable, sonreír, estar siempre guapa, indicarles dónde está el ascensor, o tal despacho, y…