De nuevo con la madre de mi amigo

Estábamos en la casita que ellos tienen en la playa. Mi amigo, su padre y su hermana estaban en la piscina, mientras su madre estaba en la cocina preparando unos aperitivos. Yo entré para ir al servicio, y al pasar por la cocina, desde la puerta, vi a la madre de mi amigo, con una bata transparente y su bikini, y de espaldas a mi. Se veía deliciosa.

Cuando salí del servicio, me acerqué a ella.

.- ¿Puedo ayudarla en algo?… Dije mientras me acercaba a ella.

.- Uy, cariño, me has asustado… Comentó riéndose… No te esperaba.

Sus tetas subían y bajaban al compás de la respiración agitada por el susto. Ella se dio cuenta de como las miraba y de como mi polla se empezaba a poner dura. Miró por la ventana y vio a su familia divirtiéndose en la piscina y directamente me agarró la polla.

.- Parece que a tu amiguito le gusta lo que ves… Comentó mientras subía y bajaba la mano.

Se puso de rodillas y se la metió en la boca, haciéndome una espectacular y deliciosa mamada, hasta que no lo pude evitar y solté varios chorros de lefa que le llegaron a la garganta y tuvo que tragar relamiéndose. Se incorporó y como aun la tenía dura, la coloqué de bruces en la encimera y subiéndole la bata y bajándole el bikini, se la inserté en el coño mientras jugaba con sus tetas. Después de un rato bombeando, solté un pequeño chorro de lefa en el interior de su coño. La saqué, nos dimos un beso en los labios y mientras ella se recomponía la ropa, yo volvía con los demás a la piscina.

Al poco salió ella con los aperitivos. Cuando nuestras miradas se cruzaron no pudimos evitar una pequeña sonrisa.