Cuando me folle a mi tía y la embarace

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Desde que tuve uso de razón siempre me gustó mi tía, esposa del hermano mayor de mi mamá, nunca pensé lo que sucedería con ella, y peor aún que terminarían descubriéndonos. Bueno, empezaré por contarles que desde ya hace 3 años que vengo leyendo los relatos que día a día se van publicando en esta columna. Hoy tengo 21 años y siempre quise escribir acerca de mi primera vez con mi tía que en ese entonces tenía 47 años y yo 18 años. Nunca me di un tiempo para hacerlo ya que actualmente estoy en la universidad y muchas veces el tiempo no me alcanza. Hoy me animo a hacerlo ya que siempre hay una primera vez ¿verdad?. Yo vivo en el Perú, en Lima para ser más exactos y ella vive en Huancayo que es una provincia que queda a 3 ó 4 horas de acá.

Recuerdo que en ese entonces mis tíos habían invitado a toda la familia al bautismo de sus dos hijas. Y fue así que todos empacamos nuestras cosas y nos fuimos de viaje ya que justamente coincidía con un fin de semana largo. Desde ya, yo había aceptado ir porque siempre me llamó la atención mi tía quien es de tez clara, talla mediana, delgada pero con un par de senos firmes y bien puestos y ni qué decir sobre sus nalgas que están para comérselas. Es muy bella de rostro y tiene una sonrisa que encandila a cualquiera. Además también, iba porque justo el año pasado había acabado el colegio y no había excusa alguna como para poder faltar.

Siempre al ver las fotos y mirarla a ella pensaba en cómo sería si por lo menos llegase a darle un beso o darle a entender que siempre me gustó, cosa que hice también durante el viaje. Sabía en ese entonces que era totalmente absurdo e imposible lo que pensaba. Que era una utopía que ella pudiese fijarse en mí, pero para mi gran sorpresa todo eso y más ocurriría unos días después.

Al llegar lo primero que hice fue saludarla a ella quien se sorprendió de verme tan cambiado ya que la última vez que nos vimos había sido como hace 4 años; recuerdo que traté de prolongar aquel beso en la mejilla lo más que se pudo, tenía puesto un perfume muy rico típico de ella, al abrazarla quería pegarla hacia mí y sentir sus senos pero como todos estaban presentes sólo atiné a saludarla rápidamente. Luego lo saludé a él, mi tío, a quien si bien no lo odiaba, me era indiferente su presencia pero eso sí, le mantenía cierto grado de respeto ya que es el hermano mayor luego de mi mamá. Todos nos alojamos en su casa (mi abuela, mis demás tíos y primos) ya que es muy grande. Éramos como 24 personas. Al día siguiente era el bautismo, en la mañana arreglaron el segundo piso de su casa para hacer la recepción y una pequeña reunión. Ella estaba tan atareada que ni cuenta se daba de que yo posaba mi mirada a cada instante en ella y principalmente en su cuerpo. Seguía divagando y haciéndome a la idea de que nunca podría pasar lo que quería que pase con ella. Recuerdo muy claramente que sólo deseaba un beso de esos labios tan carnosos que tiene, creo que me conformaba con eso, sólo con eso, un beso.

Al llegar el mediodía sucedió lo inesperado, a mi tía se le había olvidado comprar los pendientes de mis dos primas, entonces como toda la familia estaba ocupada en otras cosas, no había quién acompañara a mi tía a comprar dichos aretes y como yo siempre estaba al tanto de ella, me ofrecí a acompañarla y ella aceptó de muy buena forma.

En el camino yo me sentía la persona más feliz del mundo ya que estaba directamente en contacto con ella, es decir, me estaba prestando atención solamente a mí. Hablábamos de cómo había pasado el tiempo y en eso le dije habrá pasado para mí, porque tú sigues manteniéndote igual de regia y muy hermosa!, al decir esto, pude notar que ella se sentía halagada y avergonzada a la vez y lo único que hizo fue soltar una sonrisa, ya que seguramente no esperaba tal comentario de mi parte. Al regresar, ya eran como las 2 de la tarde y tenían que apresurarse para ir a la iglesia. Al ver a mi tía arreglándose y maquillándose en el baño, atiné a silbarla y piropearla, ella me miró y dio otra de sus dulces sonrisas como agradeciendo el cumplido. Todos asistieron a la iglesia menos yo y otra tía que nos quedamos porque ella se estaba encargando de la cocina y yo veía lo referente a la música y los equipos de audio para la reunión que se vendría luego.

Ya en la noche todo salía de maravilla, mis familiares y amistades de mis tíos bailaban y bebían a más no poder, luego vino la cena, luego nuevamente el baile y yo claro no perdía la ocasión de sacarla a bailar cuando podía. En cada paso de baile, aprovechaba, ahora sí, de pegarla lo más que se podía a mi lado y sentir todo su cuerpo junto al mío, ya no había ningún temor como cuando la saludé al principio, ya que todos bailaban y parecía normal hacer eso.

Poco a poco el ambiente se iba calentando ya que con el pasar de las horas, la gente se iba emborrachando, menos los primos que al igual que yo no cumplíamos la mayoría de edad y porque tampoco nos lo permitían. Pero como nunca falta algún tío que como sabía que ya había acabado el colegio, me daba de tomar un poco y así todo era felicidad para mí, me sentía en el paraíso de por fin poder confraternizar con toda esa gente mayor. Él, mi tío, bailaba alegremente con una amiga de ellos, al parecer ambos se gustaban, cosa que se dieron cuenta todos, menos la persona más indicada, mi tía. Nadie decía nada, ni tampoco había porqué hacerlo ya que todos mis tíos y tías que asistieron son hermanos de él, incluyendo mi mamá; y porque también mi tía no les caía tanto que digamos a todos ellos y como que de cierta forma alcahueteaban a mi tío. Lo bueno y lo malo para mí fue que ella también se divertía ojo sólo bailando con sus amigos y amigas de la clínica donde trabajaba, porque aunque no lo mencioné antes, ella es enfermera.

Ya eran casi las 5 de la mañana y quedaban como 6 personas, mi tío, mi tía, una pareja de señores que eran los mejores amigos de ellos y una compañera más de mi tía; todos los demás ya se habían ido a dormir. En eso tocaba la canción de los Iracundos: “Con la misma moneda”, grupo que hasta ahora me trae recuerdos y que de paso se convirtió en uno de mis favoritos y en eso la otra amiga que quedaba ya tenía que retirarse, por lo que mi tía se ofreció a acompañarla hasta la salida que obviamente quedaba en el primer piso, yo aproveché la ocasión y fui con ellas, mi tío seguía tomando y hablando con la pareja de esposos que aún seguían ahí. Al despedir a la amiga de mi tía y cerrar la puerta y proceder a regresar arriba, le dije a mi tía para bailar la canción que aún seguí sonando y como a ella también le agrada mucho los Iracundos, aceptó y nos pusimos a bailar ahí al costado de la puerta en el primer piso los dos solos.

Aquél que haya oído la mencionada canción, sabe que es en ritmo de balada, por lo que agarré su cintura con una mano y con la otra sostenía una de sus manos, ella había puesto su otra mano sobre mi hombro. Al sentir el olor de vodka combinado con whisky que emanaba de su boca y sentir que estaba un poco mareada, la sorprendí y la besé con tanta pasión que ella en un primer momento me empujó y me dijo que como era posible tal osadía de mi parte, me recordó que era mi tía y que eso no era posible. Yo le respondí que eso no importaba, que siempre me llamó la atención y que me gustaba mucho. Fue cuando nuevamente la besé y fue ahí donde ella me correspondió el beso, ya que ella con sus manos frotaba mi cabeza en señal de que estaba disfrutando el beso, yo también le frotaba el cabello y con mi mano derecha cogía su cintura y la aprisionaba junto a mí, para que pudiese sentir la erección de mi pene, que ya estaba a mil, queriendo salir del pantalón. No sé si ella habría notado ese detalle, pero lo único que sé es que su hijo, el menor de los tres que tiene, estaba bajando y se ganó con el beso que le estaba dando a su mamá. Fue entonces que ella se asustó y corrió hacia él, lo agarró y éste empezó a llorar. En eso mi tío estaba bajando con sus amigos que ya se iban y al ver un cuadro extraño en el primer piso, preguntó que había pasado, ya que el llanto de mi primito completaba aún más lo sospechoso de la situación.

Por suerte mi primo no dijo nada y mi tía alegó que estaba así porque ya tenía sueño. Luego nos despedimos de sus amigos y fue cuando todos nos fuimos a dormir.

Al día siguiente yo pensé que todo había sido un sueño, ya que todo parecía de lo más normal, era domingo y casi todos tenían que regresar a Lima debido al trabajo, incluida mi familia.

Al ver a mi tía parecía que no recordaba lo que había pasado sólo unas horas atrás. Total yo ya estaba conforme porque ya había cumplido con mi misión. Ya en la noche llegaba el momento de partir pero antes íbamos a cenar. Ya en la cena delante de todos, mi tía me preguntó que por qué no me quedaba unos cuantos días en su casa, ya que al fin y al cabo estaba de vacaciones y ya no tenía obligación alguna. Recuerdo con mucha gracia que mi tío también me animó a quedarme (pobre, si hubiese sabido lo que pasaría después), y luego todos adujeron: Claro aprovecha tus vacaciones y quédate un tiempo, total luego te preparas para postular a la universidad.

Yo ya había tomado una decisión desde el momento en que mi tía me había echo la invitación de quedarme y fue entonces que respondí con un: ¡Claro está bien, porque no!.

Y así llegaron los días en que empezaba a darse toda la antesala de lo que sería follarme a mi tía que tanto deseaba. Mis primas iban a la escuela durante las mañanas, mi tío viajaba y salía, ya que su trabajo consiste en la venta de materiales electrónicos a las diferentes empresas, sólo quedábamos en casa: mi tía, mi primito y yo. Todo transcurría de la mejor forma, ella aún actuaba como si nada hubiese pasado, salíamos por las tardes a pasear, a comprar cosas, al mercado, etc., etc. casi todas esas veces en compañía de mis primas y una que otra vez de mi tío.

Un día le sugerí a mi tía llevar a mi primito al cine, y ella me dijo: “Claro buena idea!”, y aprovechando que mis primas tenían mucha tarea, fuimos sólo los tres. En plena película que recuerdo que era creo Cats & Dogs, yo estaba sentado al lado de mi tía y mi primo como todo niñito de su edad estaba de lo más entretenido con la película, en eso no me explicó porqué (tal vez por instinto), mi mano izquierda agarró la derecha de ella y nos quedamos así hasta el final de la película, yo por momentos le apretaba la mano y ella correspondía a mis apretones y también presionaba mi mano contra la suya. Ambos no decíamos nada y actuábamos como que si todo eso de lo más normal o como si no hubiese pasado. Me parecía tan raro que mi tía, una persona seria, no dijese ni haga nada con el extraño comportamiento que tenía yo para con ella.

Así al llegar, cenar y ya irme para el cuarto que me habían asignado, sentí que mi tía entraba, yo ya estaba echado y fue entonces que se sentó en medio de la cama y me dijo Richard, quiero hablar contigo. Yo me puse un poco nervioso, ya que no parecía preocupada, ni molesta. Me senté sobre la cama y fue entonces que ella me dijo: “¿Qué está pasando? Estoy notando varias actitudes tuyas, me agarras de la mano y ni pienses que olvidé lo que paso aquel día”. En ese instante ya me había puesto nervioso, ya que imaginé que se lo iba a contar a mi tío y que todo se iba a llegar a saber, pero no fue así, fue cuando me dijo: “¿Sabes?, todo eso me gusta” y fue cuando ella ahora tomó la iniciativa, se acercó a mí y me besó. Terminó y me dijo: “Luego hablamos” y se retiró. Yo me quedé más impresionado y anonadado que nunca, simplemente no lo podía creer. Al día siguiente mi tío tenía que irse de viaje por dos días, durante el día ya parecíamos un pareja, nos besábamos, pero sólo hasta ahí llegábamos, o era tal vez que sólo hasta ahí me atrevía a llegar con ella, ya que sentía que no era del todo correcto.

Ya en la noche mis primas se iban a dormir, mi primo ya se había quedado dormido, yo estaba en el cuarto escuchando música y fue ahí donde nuevamente mi tía entró, vestía una bata blanca y entonces me dijo: “Ven, vamos para mi cuarto!”. Nuevamente, no sé si en esos momentos no pensaba o no quería darme cuenta de lo que ella tramaba y sin decir nada fui detrás de ella. Al llegar al cuarto de mis tíos, vi la cama entreabierta, ahí reaccioné y entonces empecé a besarla con tanta pasión e intensidad que no me importaba nada, y cual fue mi sorpresa, de que al sacarle la bata estaba completamente desnuda. En eso sentí como ella bajaba sus manos hasta agarrar mi verga por encima de mi pijama, que se encontraba súper erecto y más duro que nunca, cuando lo agarró me dijo: “Umm qué delicioso!!!, supongo que hoy será mío ¿no?”, yo no respondí y seguí besándola por el cuello, bajando poco a poco, hasta que llegué a sus senos, como es blanca se notaban bien blanquitos y con las puntitas bien rosaditas, deliciosas para besarlas y así fue, empecé a besarlas y darles unas pequeñas mordidas en sus pezones, sentía como ella empezaba a jadear. Terminé por sacarle toda la bata que se encontraba aún por su cintura. Entonces ella se echó sobre la cama y me invitó a seguirla con una cómplice sonrisa de mujer excitada y arrecha lista para ser follada. Sin pensarlo dos veces me saqué el pantalón y me quedé sólo con la truza puesta y me eché a su lado.

Era la primera vez que iba a hacer el amor, y que mejor que con la persona que tanto me gustaba y atraía desde pequeño. Yo era un inexperto en la materia por lo que ella se dio cuenta y me preguntó: ”¿Es la primera vez que lo haces?”, ni bien le dije que sí, noté como se excitó y empezó a tomar el control de la situación. Yo estaba un poco nervioso, pero poco a poco los nervios se me iban yendo. Seguíamos besándonos y le decía que siempre me había gustado, que me llamaba la atención desde que tenía uso de razón y que la razón por la que me quedé fue porque deseaba tanto ese momento que ya estábamos viviendo, que me arrechaba y que quería hacerla mía de una vez, que todo eso era el motivo por el cual yo actuaba así con ella, y ella me respondió al oído: “Yo también sentía lo mismo, me di cuenta desde el día en que me besaste”, ambos ya estábamos más que excitados supercalientes diría yo. Fue entonces que bajé mi mano y empecé a agarrar por primera vez la vagina de una mujer y sentir esa humedad de la que tanto me hablaban algunos amigos, sentí como su conchita estaba bien mojada y bien calientita, empecé a frotarle el clítoris y pude sentir toda ese suave vello púbico que tanto me gusta en una mujer, sentí como ella cerraba los ojos y sacaba la lengua lamiéndose el contorno de su boca en signo de estar gozando de mis caricias, seguía posando mi mano en su vagina hasta que sentí un pequeño agujero que sería sus labios vaginales y fue cuando introducí unos de mis dedos en ella, pude ver como ella seguía tan excitada al punto que ya se iba a correr de tanta excitación, pero fue entonces cuando ella me bajó la truza, se arrodilló, me cogió el pene y se lo puso en la boca y me la empezó a mamar, era la primera vez que también sentía lo delicioso que es una mamada de una mujer que sabe bien lo que hace, sentía como su boca trataba de tragarse todo mi pene, sentía esa succión tan placentera que hacía con sus labios, miraba como jugaba con mi pene besándolo y lamiéndolo en cada milímetro, como agarraba mi verga y me besaba en la base mientras me miraba como diciéndome esto es mío, luego me mordía suavemente los huevos y me echaba un poco de saliva en la punta que estaba bien roja de la excitación y se lo volvía a introducir a la boca, hasta tragársela lo más que podía.

Pude sentir cómo toda su experiencia en el sexo se plasmaba en aquella mamada de ensueño que la estaba aplicando, estaba tan arrecho que estaba apunto de venirme en su boca y cuando ella se dio de eso me dijo “No, no, no; tu semen me la dejas en mi conchita no en mi boca, quiero que me inundes primero mi concha, que me la dejes chorreando, luego te lo dejaré hacerlo en mi boca ¿ok?”. Eso me puso más arrecho aún y no aguantaba para que por fin pudiese penetrarla y sintiera cuan dura estaba poniendo mi pieza cada vez que hablaba como toda una reverenda puta y por fin poder sentir lo rico que es comerse una buena concha. Fue de ahí que se tiró a la cama y me abrió las piernas mostrándome su hermosa chucha que ya desprendía un riquísimo olor y que estaba bien mojadita, no lo pensé dos veces y me abalancé hasta su vagina y empecé a chupársela, le metía mi lengua hasta lo más profundo que pude y empecé a besar cada uno de sus deliciosos y suaves vellos púbicos mientras buscaba su clítoris para saborearlo y lamerlo, ella me aprisionaba la cabeza con una mano y con la otra se cogía los pezones, gimiendo y diciéndome “Así papi, cómeme la chucha así, tu tío nunca me la chupó ahí, sigue así! Lo haces tan bien!!”, entonces sentí como mi boca se llenaba de aquellos deliciosos jugos que me confirmaban que no había aguantado más y se había corrido en mi boca, sentí como lanzó un gemido de placer y como me apretó lo más fuerte que pudo a su clítoris que casi me quedo sin respiración.

Fue entonces que yo tomé la iniciativa, me levanté, le abrí las piernas y comencé a metérsela poco a poco, ella en ese momento me agarró la verga y se frotó el clítoris, ello la excitaba mucho y lo puso justo a la entrada de su chuchita, al sentir ese contacto de mi pinga con su agujerito, sentí una sensación electrizante, poco a poco se la fui introduciendo y ya por la mitad sentí como mi tía me agarraba mis nalgas y me empujaba hacia ella para de una vez por todas metérsela hasta lo más profundo de su deliciosa vagina aún más caliente que al principio, al contacto con mi pene sentí como su conchita me aprisionaba y apretaba mi pene, fue la sensación más placentera que pude haber sentido en mi vida, sentía una electricidad que recorría todo mi cuerpo y ponía mi verga a mil; sentí como la humedad de su vagina y la saliva que había dejado al mamármelo empezaban a producir un ruido muy apoteósico, era un sonido muy burbujeante, se sentía el calor de nuestros sexos y como ellos nos decían estamos aquí disfrutándonos con tal sonido que realizaban, al empezar el mítico movimiento del mete y saca, ella dio un leve gemido y empezó a gritar: “Así!! Destrózame la concha, cómetela todita, es totalmente para ti amor!!, desde hoy tú serás mi hombre, y quiero sólo tu pinga en mi chucha, me encanta tu verga, dime que sólo será mía!!, eso me pertenece, tírame bien rico mi amor!! Haz lo que tu tío nunca hizo!!”, ambos nos desconocíamos, ya que yo también empecé a decirle una serie de cosas mientras la penetraba, le besaba los senos y ella me cogía de los glúteos para que llevase el ritmo, estuvimos así como 25 minutos, en eso ella se sorprendió y me dijo “¿Qué pasa?¿Por qué no eyaculas?”, a lo que yo me sorprendí y le dije ¿Tiene algo de malo? Y me respondió: ”No para nada!! es que me sorprende que dures mucho, tu tío ya se hubiera venido, olvídalo y sigamos!!” En ese momento ella me dijo para tenderme en la cama que quería sentarse encima de mí y empezó a cabalgarme, sentí como su mano agarraba mi pene y se lo introducía en su vagina, yo le besaba los senos y se los agarraba al mismo tiempo, luego le cogí de la cintura, terminando por agarrarle el culo que tanto deseaba hace tiempo y se lo abría y trataba de meterle uno o dos dedos y de paso la ayudaba para la penetración, sentí como ella se excitaba y en cada embestida que dábamos la veía cerrar los ojos y me seguía diciendo “Así!! cógeme!! Que bien que lo haces!!, dame un hijo tuyo!! Quiero tener un hijo tuyo!!, lo haría pasar como si fuese de tu tío, nadie se enteraría, quiero darte un hijo”, eso me excitó tanto que empecé a embestirla con más fuerza y rapidez. Sentí como mi pene explotaba dentro de su vagina y fue entonces cuando ella se corrió al mismo instante que yo y ambos soltamos un profundo grito de placer, mi semen salía a chorros y había inundado por completo su rica y deliciosa vagina, mojamos toda las sábanas y aún estando ella encima de mí nos seguimos besando y sintiendo como mi pene se contraía y perdía lentamente su erección y terminamos besándonos, riéndonos y felices por lo que había pasado.

No me lo creerán pero al mes mi tía me hablo y me dijo que se había sentido mal de salud últimamente y que tuvo que irse a hacer unos chequeos al hospital y resulta que estaba embarazada, me dijo que el bebe era mió ya que no había hecho el amor con mi tío, yo no lo podía creer, me sentía feliz por una parte y por otra me sentía raro ya que había embarazado a mi tía en aquella noche en la que ella misma me dijo que quería darme un hijo. No lo podía creer, yo les iba a dar un hermanito a mis primitos, ese bebe era hijo mió. Me afliji porque imagínense que mi tío se diera cuenta pero el no sabia que mi tía estaba embarazada pero mi tía muy astuta, tuvo que hacer el amor con mi tío según me contó ella y así después le dijo a mi tío que estaba embarazada y este ingenuo se la creyó que ese hijo era de el, es claro pues, no se imagina lo que paso entre su esposa y yo. Ya pasaron los nueve meses, ya nació el niño y todos están contentos con el bebe, mis primitos están contentos con su nuevo hermanito, mi tío con su nuevo hijo, y todos los demás familiares. Esto quedo como un secreto entre mi tía y yo, y lo será por siempre, ese niño es mi hijo, lo digan o no si yo no me hubiera corrido en la vagina de mi tía aquella noche el bebe no hubiera nacido, quiero mucho a mi hijo y siempre estaré pendiente de el. ES MI HIJO!!!.

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