Claudia y Ángel encuentran la felicidad

📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.

Este relato hace un resumen de la historia entre la estudiante de medicina, Claudia y el periodista Ángel, quienes reencuentran después de mucho tiempo en la plaza Moreno de la Ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Entre ellos, nacerá una relación de amor que termina con el matrimonio de Claudia y que a su vez, unirá a Claudia y el periodista en el paraíso de la felicidad eterna.

Habían pasado mas de 10 años en que Claudia y el periodista Ángel no se veían las caras en la soledad del oscuro amanecer que los mantenía distanciados en un contexto de desconfianza, donde predominaban los celos enfermizos de terceras personas. Fue asi como a través de llamados telefónicos, ellos podían estar permanentemente comunicados hasta que llegara el momento del reencuentro final.

Claudia, quien vivía atada a los celos enfermizos de su marido se decidió a buscar a Ángel y después de varios intentos fallidos por encontrarse, pudieron volver a verse sus caras sonrientes frente a la catedral de Plaza Moreno en la Ciudad de La Plata. El destino habia querido unir a estos dos seres queridos de la infancia que se habían conocido en un curso de ingles en la entonces ex academia Pitman y a partir de allí, nacería una nueva relación de amistad que sellaría sus destinos para siempre.

Las relaciones de Claudia con su pareja no estaban pasando por un buen momento sentimental y el definitivo reencuentro con Miguel fue el detonante que desencadeno una ruptura matrimonial en donde predominaban los celos y la falta de amor. A partir de allí se vuelve a escribir una nueva novela de amor entre Claudia y Miguel al obedecer a ese aquel dicho que dice:

“Creemos que la amistad entre el hombre y la mujer no solamente existe sino que no tiene limites ni fronteras”.

Pero, no todas eran rosas para ambos, ya que Mario (el ex marido de Claudia), habia amenazado con llegar hasta las ultimas consecuencias para vengarse de lo que el consideraba una traición y un acto de deslealtad. Mientras que el miedo invadía el corazón de Claudia por miedo a ser encontrada por su ex pareja, juntos no tardaron en “idealizar” la posibibilidad de ir a instalarse a una nueva casa en Olmos Center que era un pueblo de 20 mil habitantes, distante a 10 Km de La Plata.

Claudia, dudo mucho en ir a instalarse en una zona rural, pero sabia que en la ciudad no se podía quedar por temor a represalias y tomo sus pertenencias para ir a vivir con Ángel. En tanto, Mario no paraba de buscarlos en vano a los dos en el casco urbano platense hasta que harto de bronca se metió en uno de los tantos cabarets de la estación para saciar su impotencia con todas las putas que habia. Pero se encontró con que las putas bien entrenadas se lo fallarían a el hasta por el culo, pues algunas se habían colocado un consolador a la altura de la vagina, mientras que las otras tenían látigos y prótesis peneanas.

Mario salió del cabaret antes que las chicas bisexuales le rompieran completamente el coño por completo y busco refugio en los brazos de una intima amiga, llamada Sandra que era conocida de su ex mujer. Con ella comenzó a follar perdidamente y masticando bronca hasta que descubrió que el sexo se hacia con amor, aunque sin olvidar lo que el consideraba como una “deslealtad matrimonial” porque su ingnorancia le impedía comprender que una mujer no es posesión de un solo hombre.

En tanto que Claudia y Ángel habían superado los miedos a los que se habían aferrado como amigos inseparables e iniciaron una vida amorosa con mucha felicidad en sus corazones para recuperar todo el amor
del mundo en aquella infancia perdida que los uniría para siempre en paraíso de la felicidad eterna.

(II) Claudia y Angel en problemas

Claudia y Miguel habían aparecido en las paginas sociales del diario El Día de La Plata, lo que inmediatamente, causo la conmoción y el enojo de su ex esposo, Mario como el de su familia. Enterado de este acontecimiento la familia de Mario (que vivía en la ciudad de Ensenada), comenzó a lanzar una campaña sucia para destruir al matrimonio Cirelli-Pousada, quienes vivían muy felices y alejados de todo el ruido en el pueblo de Lisandro Olmos. La mentalidad perversa de Mario hizo llevar el caso a los tribunales platenses, debido a que Claudia tenia dos hijos, que, según sus argumentos, “No se los dejaba ver” nunca. Con estos falsos argumentos monto todo un show mediático para quedarse con los chicos y de esta manera darle un dolor de cabeza a Claudia, quien vivía muy feliz junto a su pareja. Enterados de lo que estaba pasando, Miguel Ángel y Claudia, deciden librar una dura batalla contra Mario al declarar que dicho señor, si bien tenia todo el derecho a ver a sus hijos, jamás habia aparecido por Lisandro Olmos. Tambien, adjuntaron las torturas psicológicas a las que era sometida Claudia que fueron acompañadas por testimonios de los mismos chicos y de algún familiar, lo que mereció a que el juez ordenara que la tenencia de los chicos correspondía a Claudia Cirelli en tanto que Mario (el ex marido) solo podía visitarlos una vez por semana.

Casi vencido Mario y su familia se dedicaron a hacer llamadas anónimas al teléfono de la pareja Cirelli-Pousada a los que amedrentaban con amenazas de todo tipo. Pero, el periodista Miguel Ángel (marido de Claudia), invento una estrategia que consistía en hacer intervenir la línea telefónica y grabar las llamadas. Es asi como todos los enfermizos intentos de Mario por perjudicar a Claudia Cecilia se le volvieron en contra a tal punto que además de sendas denuncias, fueron presentadas las cintas grabadas ante el juzgado de La Plata, lo que puso a Mario al borde del abismo. Finalmente, Mario tuvo que renunciar no solo a la hipotética tenencia de los dos chicos sino que se vio obligado por la justicia a no acercarse a la casa, donde habitaban Claudia Cecilia Cirelli y Miguel Ángel Pousada. Después de conocer el fallo ambos se estrecharon en un abrazo de jubilo y felicidad, pues habia triunfado el amor por sobre los celos enfermizos de algunas personas. Tal fue la alegría de ambos que estando al borde de la pileta, cayeron ambos en su interior y mojados con toda el agua, sonreían de felicidad, se abrazaban y besaban apasionadamente, pues compartirían la vida juntos como en aquella primera vez que se conocieron en un curso de ingles en la ex academia Pitman.

Autor: Ángel Pousada
Buenos Aires – Argentina

Si desea enviar algún punto de vista u opinión puede hacerlo a: [email protected]

Compartir en tus redes!!