Mi mujer y yo disfrutamos de la polla mas gorda que jamas habíamos visto

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Como ya he contado en algún relato anterior, mi esposa y yo nos trasladamos a otra ciudad, cerca de madrid, ya que la fabrica la habían trasladado, así que perdimos los ligues que ambos teníamos, ella perdió a su antoñito que la hacía chillar como a una perra y yo mis ligues, que eran unos cuantos, dicen que sitio nuevo vida nueva, pero eso no es cierto, pronto nos buscamos otros compañeros sexuales y tengo que decir que ahí mi mujer me ganaba por goleada, se busco tres o cuatro que se la follaran bien follada incluso a pares, pero claro un día la pillé y tuvimos una bronca, tenia que disimular, no podía decirla que ya la había visto con antonio y que me había encantado y tampoco la podía decir que yo también tenía alguna que otra amante, pero ya había habido unos cotillos compañeros de la fabrica, que la habían chismorreado que yo estaba liado con otra compañera.

Como he dicho cristina tenía unos cuantos amantes, uno de ellos con el que la pillé era manuel un muchacho que estaba en el ejercito y era novio de un travesti, que trabajaba en un bar de camarero, y que de vez en cuando actuaba en algún espectáculo imitando alguna cantante, los conocimos gracias a ese matrimonio compañeros míos, que nos llevaron al bar donde trabajaba y la empezaron a comer la cabeza a mi esposa sobre todo él que la verdad lo que buscaba era follarla, tanto el militar como el travesti paco que así se llama, no tenían donde dormir y lo hacían en un local abandonado, cerca de donde mis hijos iban al colegio, y en una de esas cristina pasó por allí y mira por donde había otro militar con ellos y cristina se quedó a desayunar, claro porras, la dieron porras por todos los lados, incluso se tragó dos a la vez, ese fue el principio de que durante algún tiempo, ellos dos paco y manolo, subieran a mi casa a desayunar, mientras paco se encargaba de llevar a mis hijos al colegio, manolo se encargaba de darle la porra a mi mujer y llenarla el tazón bien de leche calentita.

Llegó el día de nuestro aniversario de bodas y vino mi cuñada a pasar el fin de semana con nosotros, cristina me dijo que bajaba a comprar una tarta y una botella de cava para la cena, vi algo raro ya que siempre era yo el que bajaba a comprar, así que deje a mi cuñada en casa y salí detrás de ella sin que se enterara, a paco y manolo los habían echado del local y se habían agenciado una tienda de campaña, que había instalado en un parque en las afueras de la ciudad, pero no muy lejos de mi casa, la seguí hasta que la vi entrar en la tienda de campaña, en el parque no había casi nadie así que me acerqué hasta la misma tienda, la escuche hablar a ella y a manolo

Luego un tiempo de silencia, me imagine que ese silencio se debía a que le estaba comiendo la polla y no tarde mucho en escuchar los gemidos de ella, eran inconfundibles, la estaban penetrando bien, en aquel momento vinieron a mi mente las imágenes de ella follando con antonio y volví a empalmarme, pero por otro lado me cabreé, es que la puta de mi mujer no era capaz ni de respetar nuestro aniversario y me fui para casa, donde estaba mi cuñada, cuando llegué se lo conté, ella se sentó a mi lado, me echó el brazo por el hombro, yo pensaba que lo hacía para consolarme, pero cuando comenzó a acariciar mi polla por encima del pantalón, yo también la abracé y la comencé a besar y acariciarla los pechos, estábamos en esos menesteres, cuando cristina abrió la puerta de la calle, y antes de nada, yo comencé a recriminarla lo que había hecho y claro me lo confesó, no tenia otra alternativa ya que la dije que la había escuchado en la tienda, en ese momento llamaron al portero la parejita, yo pegué un chillido y quise ir a por ellos, y mi mujer les dijo que se marcharan, y mi cuñada volvió a actuar y volvió a meterme mano, no se si por tranquilizarme o porque quería royo, el caso es que al final terminamos follando los dos en la cama mientras cristina preparaba la cena, cuando terminamos, me acerqué a la cocina y la di un beso apasionado a cristina y la dije que fuera a buscarlos y cenamos los cinco, con tarta y cava.

Al final ya cuando cristina y yo nos quedamos solos, nos confesamos muchas cosas, ella me confeso lo de antonio y lo de los otros y yo también la conté alguna de mis aventuras extramaritales y después terminábamos follando como locos, la confesé también que yo era bisexual y que me gustaba también estar con chicos, que me encantaba que me dieran por el culo, entonces fue a cristina a quien se le ocurrió la idea de que si manolo estaba con el travesti y había follado con ella, pues era lo mejor que teníamos y mas a mano y así quedamos, ella se encargaría de decírselo y como ellos aún continuaban subiendo cuando yo no estaba y seguía follando con mi mujer, pues en algún mete y saca de esos se lo diría y así lo hizo, quedaron para que nos viéramos al domingo siguiente, la noche del sábado al domingo cristina y yo follamos como locos pensando en lo que ocurriría, al final nos quedamos dormidos y nos despertó el timbre de la puerta, sabíamos que era manolo, nosotros siempre dormimos desnudos y cristina se levantó y miró por la mirilla, efectivamente era manolo y ella abrió la puerta tal y como estaba, yo también me levanté y le hicimos entrar en el salón, el y yo estuvimos hablando, manolo estaba un poco cortado, él sabía que yo estaba enterado de que follaba con mi mujer, pero intenté, tener una conversación agradable y amable pero sin tapujos y al final él cogió confianza, desayunamos, así conforme estábamos.

Después pasamos al dormitorio, él se desnudó yo miré su polla estaba bien, no es que fuera algo del otro mundo pero estaba bien, empezamos a jugar manolo comenzó a meterle mano a cristina, ella comenzó a comerme a mi la polla que no tardo en ponerse dura, luego ella me cogió a mi y entre los dos le empezamos a chupar la polla a manolo, estuvimos un buen rato jugando con ella, nos la metíamos y sacábamos de nuestras bocas, a veces juntábamos nuestros labios con la polla entre ellos, cristina hizo tumbar a manolo boca arriba con su polla apuntando al techo y se colocó de rodillas mirándome a mi, mientras se introducía la polla dentro del coño, y comenzó hacer un mete y saca con ella, yo miraba como lo hacía, como aquella verga entraba y salía de ella, la miraba también la cara, que dibujaba una gran sonrisa, con sus labios entreabiertos y que no paraban de gemir, solo paró para decirme que la comiera el coño mientras el otro la follaba y no me hice esperar, me coloque entre las piernas de los dos y hundí mi cabeza entre ellas, comencé a pasar mi lengua por los huevos de manolo, paseándola hasta el clítoris de cristina, de vez en cuando le sacaba la polla del coño y me la metía en la boca, momento en que cristina me daba en la cabeza y me decía que le metiera la verga que acababa de sacarle del coño, así lo hice pero continué con mis caricias y lengüetadas, hasta que se le salio dando paso a un gran chorro de lefa que me saltó a la cara.

Descansamos un rato y fue cristina otra vez quien tomó la iniciativa y le dijo a manolo “venga fóllate a este, que quiero ver como le rompes el culo” , me hicieron poner a cuatro patas, manolo aún tenia su polla bien dura, se colocó detrás de mi y apuntando su capullo a mi ojete, comenzó a introducir su polla dentro de mi, tenia la punta aún húmeda por la lefa que había soltado y no le costo nada abrirse camino, la verdad es que no me hizo ningún daño y entró muy suavemente, hasta que sentí sus huevos chocar contra los míos, momento en que comenzó a bombearme, primero con mucha suavidad, que fue aumentando con cada empujón, como ya se había corrido tardó mucho en volver hacerlo, arrancándome un montón de quejidos y dándome mucho placer, en el último empujón que me dio me hizo caer sobre la cama, quedándose quieto, note como se corría dentro de mi, llenándolo de lefa calentita y espesa, estuvimos descansando un buen rato y después volvimos a repetir, esa noche cristina y yo follamos como locos, hablando y recordando como lo habíamos pasado y llegamos al acuerdo de tener mas contactos y contactamos con varios chicos más un par de ellos eran los queridos de cristina y a través de alguna revista contactamos con algunos mas y uno de esos contactos es el que da titulo a este relato.

Pusimos varios anuncios en varias revistas, recibimos un montón de mensajes, he hicimos una selección, la mayoría mentían, decían una edad joven, y luego les faltaba llegar con el andador, otros eran solo gay, otros solo heteros, y otros jamás supimos lo que eran, pero recibimos una carta que nos llamó la atención, era de un chico de un pueblo de ciudad real, la carta venia con foto, se veía un chico joven, delgado, guapo, alto, moreno, vamos en la foto se le veía muy bien, al final contactamos por carta, estuvimos un tiempo carteándonos y al final le facilitamos el teléfono y recibimos una llamada, estuvimos hablando bastante tiempo y quedamos para vernos el fin de semana siguiente, como venia de tan lejos decidimos todos que podía quedarse todo el fin de semana, aunque tenia coche decidió venir en tren ya que le daba miedo llegar a madrid en coche.

Tuve que ir a la estación a buscarle, cuando llegó nos saludamos y le llevé para mi casa, era viernes por la tarde, llegamos sobre las ocho de la tarde, el dio un beso a cristina, en casa ya pasamos al salón, no tardamos mucho en comenzar, fui yo el primero en comenzar con cristina y luego le di paso a él, yo pensé que era que estaba cortado, y la verdad era mas o menos así ya que él nunca había estado con nadie, ni hombre ni mujer, al final comenzamos a desnudarnos, cuando cristina y yo vimos lo que le colgaba entre las piernas, en mi vida había visto algo así, y cristina tampoco, no puedo dar la medida en cm, pero aquella polla era mas gorda que mi muñeca y tengo las muñecas bastante gruesas y largo no llegaba a 20cm pero le faltaba poco, por mas que abríamos la boca para chupar aquello era imposible, a la primera que folló fue a cristina, ella se puso a cuatro patas para que la follara josé que así se llama él, se colocó detrás de ella yo miraba su cara, según aquella cosa la iba entrando en el coño su semblante cambiaba por momentos, sus ojos se abrieron a la par que su boca, momento que yo aproveche para introducir mi polla dentro de ella, mientras la bombeaba a mi me la estaba mamando, yo no hacía nada mas que mirarla a la cara que la tenia desencajada, pero cuando le dije a josé que se la metiera por el culo, ella me apretó las nalgas con las uñas, que cada vez clavaba mas.

Yo pensé que los ojos de cristina se la iban a salir de las orbitas, pero al final todo aquello la entro hasta el fondo, cristina ya no jadeaba si no que chillaba de gusto y placer, cuando josé terminó yo pensé que íbamos a descansar un rato, pero él me tomó del brazo y me hizo girar, aún tenia la polla dura y chorreando de los jugos tanto de él como de ella, me colocó a mi también a cuatro patas y cuando sentí aquel gordo capullo en mi ojete, miré yo a cristina, tenia una sonrisa y una mirada picante, como diciendo ahora vas a saber lo que es bueno y lo supe valla si lo supe, cuando noté que aquello se iba abriendo camino en mi culo, yo pensaba que me iba a reventar, me mordí los labios y aguanté como un valiente hasta que noté sus caderas chocar contra mis glúteos, no se el tiempo que estuvo follándome, pero lo único que se es que chillaba como una guarra entre placer y un poquito de dolor, que no tardo mucho en desaparecer hasta que sentí como se derramaba dentro de mi, cuando me la sacó me quedé así como estaba a cuatro patas durante un tiempo, en el cual noté como mi ojete rezumaba aquel liquido caliente y espeso, eso fue nada mas comenzar el fin de semana, imaginaros tres días así nos dejo todos los agujeros como bebederos de patos, fue uno de los mejores fines de semana que tuvimos.

By: Baguira1955

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