Vacaciones en el camping solo falta una mujer cachonda

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Éramos dos parejas de vacaciones, los 4 amigos del instituto y con muchas horas de vuelo juntos, aunque no revueltos. Javi y yo íbamos a la misma clase y Maria y mi novia Sandra un curso por debajo en otro instituto. Habíamos quedado en invierno en salir de camping en el mes de Julio y por fin había llegado la fecha.

Mi novia, Sandra vestía una falda de esas hippies muy vaporosa y una blusa abotonada por detrás blanca. Sandra es alta, rubia, delgada y con media melena lisa. Teníamos experiencia acumulada de todo el invierno haciendo el amor donde podíamos y de calentarnos en cualquier sitio. Maria es más bajita y si hay algo que destaca en ella es que tiene dos tetas grandes como melones, que me han costado mas de una paja después de ir con ella a la playa. Aquel día llevaba unos vaqueros cortados a la rodilla y una camiseta azul bajo la que se podía ver un sujetador que apenas aguantaba su pecho. Cuando entramos en el vagón del tren que nos había de llevar a Llanes nos sorprendo que no hubiese nadie en él. Nos sentamos al fondo y hablamos de cosas sin trascendencia después de colocar las mochilas. La conversación derivo al sexo. Maria confesó que le daba mucho morbo que te puedan pillar cuando lo haces y que el sexo anal le daba un poco de miedo. Sandra y yo estuvimos de acuerdo en lo del morbo y mantuvimos un discreto silencio sobre lo del anal ya que nosotros si lo practicábamos y nos iba bien a los dos. Mientras hablábamos de estos temas Javi escuchaba y acariciaba distraídamente los hombros de Maria por debajo de la camiseta. Sandra disimuladamente desvió su mirada e inconscientemente me hizo mirar a los vaqueros de Javi y parecía que la conversación le estaba gustando a tenor del bulto que demostraba el pantalón. Mi novia hizo que se le caía el tabaco y divertida se agacho a recogerlo de manera que su cabeza entro entre las rodillas de Javi y su pelo se esparció por sus muslos, le note nervioso. Cuando Sandra se levantó con el tabaco en la mano, él cogió a Maria y sonriendo nos dijo:

– ¿No os importa que os dejemos solos un momento, verdad?

Se dirigieron al otro extremos del vagón y se sentaron, podíamos verles reflejados en el cristal de paso entre vagones.

– Estos la van a liar aquí mismo

Las manos de Javi se veían debajo de la camiseta de María, amasaba sus tetas mientras la devoraba la boca. Ella se puso de rodillas ante el que permanecía sentado y le desabrocho el pantalón. Saco su polla y después de masajearla a gusto se la metió en la boca. El se agarraba al reposabrazos con una mano y con la otra la revolvía el pelo empujándola contra el. Sandra se sentó sobre mi para ver mejor:

– Que puta es Mari. Joder no lo veo bien pero parece que Javi tiene un pollón enorme, ¿O me lo parece a mi?.

– Si que lo tiene, aunque nunca se lo había visto en forma.

Mi erección se estaba volviendo importante y le desabroche algunos botones de la blusa en la espalda para meter mis manos, mientras ninguno de los dos dejábamos de mirar. Solté también el sujetador y metí mis manos hasta sus tetas, sintiéndolas duras y tremendamente contentas. Javi levanto la camiseta a Maria y dejo a la vista su sujetador, mientras aparentemente intentaba sobar sus tetas por delante, nosotros solo veíamos la espalda de Maria. Frecuentemente, ella dejaba de chupar y le miraba a los ojos sonriendo mientras no dejaba de pajearle con sus manos. Pasaba su lengua de abajo arriba y al final le miraba. Yo levante a Sandra y la hice volver a sentarse pero con la falda extendida a mi alrededor, de forma que sus braguitas y su culo estaban en contacto directo con mis vaqueros. Nos besamos y ella metió sus manos entre sus piernas, se levantó ligeramente y me bajó la bragueta sacándome la polla. Estaba completamente empalmado y ella mientras hacia esto no perdía imagen del cristal que nos reflejaba a Javi y Maria. Se apartó la braguita y se dejo caer poco a poco sobre mi polla, hasta que quedó completamente empalada. La falda impedía ver que hacíamos y el movimiento del tren producía un gusto terrible.

Maria entro a matar y aceleró la chupada, la polla de Javi estaba a punto de estallar y apenas le cabía en la boca. Javi se corrió, la primera andanada le entro a Maria hasta atrás y el resto las dirigió por debajo de la camiseta hacia sus tetas. Inmediatamente se levanto y beso a Javi en la boca.

– Que morbo. Yo quiero que lo pruebes tambien – me susurró Sandra.

En ese momento el tren disminuyo la velocidad para entrar en un apeadero lleno de gente. Intenté quitarme a Sandra de encima para colocarme bien, pero ella se mantuvo en el sitio.

– No te muevas, me dijo, aguanta un poquito.

Vimos a Maria bajarse corriendo la camiseta y a Javi meterse la polla dentro del pantalón. Ambos se dirigieron a buen paso hacia nosotros. Sandra sin salirse de mi, levanto una de las mochilas que estaban en el pasillo y la puso en el asiento que ella ocupaba antes, dejando el paso libre. Javi se sentó frente a la mochila y Maria frente a nosotros. Tenia la camiseta llena de goterones de semen y estaba despeinada. Se arreglo un poco el pelo y nos sonrió, olía a sexo. El tren paró finalmente y se lleno de gente, mientras Sandra y Maria hablaban y yo permanecía dentro de Sandra quieto. Javi miraba por la ventana ajeno a todo con los ojos cerrados. Cuando el tren se puso en marcha el traqueteo hacía que hubiese movimiento entre nuestros sexos. Disimiladamente cerré los botones de la blusa, aunque el sujetador lo deje desabrochado.

– Que callado estás… – me vacilaron ambas.

– Es que estoy deseando llegar… – Sandra se rió de la ironía.

Por cierto Maria, ¿Qué son esas manchas de la camiseta? – Dije con coña.

En ese momento Sandra miro a nuestro alrededor y al ver que nadie miraba levanto la falda por delante, dejando a María ver mi polla taladrando el coño de Sandra. Después la dejo otra vez en su sitio. El tren volvió a parar y la gente se bajó, parece ser que era día de feria. Cuando reanudó su marcha María despertó de su letargo a Javi.

– Mira esto, a ver que opinas.

Javi se giró y ella levanto ligeramente la falda un momento.

– Joder, que vicio tenéis. Por cierto ¿Me ha parecido que lo tienes afeitado?.

– Si, has visto bien, totalmente rapado – contesto Sandra.

Yo me corrí en ese momento, no podía mas, entre el movimiento del tren, el morbo de que nos miraran ellos dos, y la noticia de que mi novia se había afeitado y yo sin enterarme. Metí mi mano por un lado y comprobé que era cierto, había cantidades industriales de flujos de ambos que aproveche para masajear su clítoris. Ella dejo de hablar de pronto y un escalofrío la recorrió de abajo arriba. Maria y Javi lo notaron y no dejaban de mirar, a él se le adivinaba otra vez la erección y ella no hacia mas que pasarse la lengua por los labios. Al rato Sandra se levantó, y sin dejar de taparme con la falda me permitió que guardara mi polla en el pantalón sin montar un escándalo entre las pocas personas que había aún en el vagón. Se fue al baño y el solo pensamiento de que Sandra iba por el pasillo del vagón sin bragas hacia que me calentara de nuevo.

Cuando Sandra desapareció por el pasillo, yo no pude evitar mirar las manchas que Maria llevaba sobre su camiseta y me preguntaba que estarían pensando ella y Javi. El se sentó y murmurando miro a Maria solicitando información. Esta se acerco a su oído y le susurro durante un rato, no pude oír lo que decían aunque pude ver su cara mezcla de asombro y excitación. Maria debía estar como un volcán. Sandra regresó del baño y anunció:

– Llegamos a Llanes chicos, hora de bajar. ¿Os apetece que montemos juntas las tiendas?.

– Claro – dijo Javi que parecía hipnotizado por sus tetas, no hacia más que mirarlas.

Recogimos las mochilas y bolsas y desembarcamos en el camping. Durante todo el camino estuve jugando con Sandra comprobando con satisfacción que debajo de la mini no llevaba bragas. Nada más llegar nos pusimos a montar las tiendas, cada pareja la suya. Las montamos puerta contra puerta. Sandra estuvo martirizándome durante la instalación de la tienda agachándose delante de mi cara a clavar los vientos y excitándome como nunca. Cuando estuvieron montadas Sandra dijo:

– Vamos a estrenarlas.

Descojonada de risa, se agacho y a 4 patas entro en la tienda mostrándonos el culo y el coñito que desde detrás y todo pelado era maravilloso. Miré a Javi y a Maria y me metí tras ella en la tienda. No cerré la cremallera de la entrada, aunque solo una rendija quedaba al exterior. Estaba empalmadísimo y el entrar y encontrarme a Sandra sentada con las piernas abiertas en ángulo recto, con la faldita levantada y enseñando su coño entreabierto y brillante no me ayudaron mucho. Me tumbé boca abajo, todo lo largo que soy, y puse mi boca en su coño, sin tocar con las manos, solo moviendo la lengua. Ella apoyo las manos en el suelo y levanto la cintura para que mi lengua llegara a todos los sitios. Movía la cadera haciendo círculos alrededor de mi lengua. Chorreaba. Dio un gritito y se corrió con un estremecimiento largo. Yo me gire y me puse boca arriba. Me desabroche el pantalón y lo baje hasta los tobillos junto con los calzoncillos. Tenia una erección descomunal. Sobre mi cabeza, estaba Sandra sentada aún, podía olerla. Se incorporó y gateo sobre mi formando un 69. Tomo la polla con su boca y comenzó a lamerla primero y a chuparla después. Yo gemía sin contemplaciones, estaba realmente excitado. Mis manos se posaron en su culo y mis dedos masajeaban su orificio aprovechando la humedad de su coño. Conforme ella aumentaba el ritmo de la mamada, yo introduje lentamente uno de mis dedos en su culo, mientras mi lengua de vez en cuando daba una pasada larga por su coño. La aparte, me puse de rodillas con mi cabeza deformando la lona del techo de la tienda y la desnude por completo, fue dificultoso, porque Sandra no dejaba mi polla, unas veces con la mano y otras con la boca.

Una vez desnuda la puse a 4 patas mirando hacia el exterior de la tienda y se la metí sin mas, sus grandes tetas se bamboleaban sin control hasta que las agarre con mis manos estrujándolas. Para entonces ella gemía sin control, estábamos los dos a punto de corrernos. En la otra tienda se oía hablar a Maria y Javi.

Sandra con una mano abrió uno de los laterales de la entrada de la puerta. Enfrente nuestro estaban Maria y Javi, sentados en el interior de su tienda. Se quedaron mirándonos y Sandra soltó la tela de la entrada quedando nada mas que una rendija. Yo estaba a punto de correrme, pero no quería terminar sin darla por el culo. Mi excitación así me lo pedía. Lubrique su culo con saliva y lentamente la fui metiendo, no era la primera vez.

– Métela de una vez cabrón, dame por el culo.

Su voz sonaba alta y clara, quería que la oyeran.

– Vamos vamos, a que esperas, quiero correrme sintiéndote en el culo.

La metí de un empujón, dios que bueno era. Agarraba sus caderas con mis manos y la metía y sacaba rápidamente. Mientras tanto ella se masturbaba con una mano. De pronto dejo de masturbarse y abrió de nuevo la entrada de la tienda, Maria y Javi se masturbaban mutuamente. La visión de Maria semidesnuda, mirándome mientras enculaba a Sandra hizo que me llegara el orgasmo, mientras Sandra gritaba palabras soeces y miraba la polla de Javi. Estoy seguro que si la hubiese tenido a distancia se la hubiese mamado mientras yo la enculaba. Sin sacar la polla de su culo metí mi mano hasta llegar a su clítoris y comencé a masturbarla.

Javi se puso detrás de Maria y comenzó a desnudarla para nosotros. Dios que tetas tiene esta chica pensé mientras movía mis dedos. Sandra se corrió gritando mientras yo miraba la erección de Javi y el cuerpazo de Maria. Al correrse, Sandra cayo derrengada al suelo y soltó la entrada de la tienda y yo me abrace a ella por detrás. Mientras se escuchaban los gemidos de Javi y Maria frente a nosotros. Sin duda se la estaba follando con ganas ahora. Con este relajante sonido Sandra y yo nos dormimos placidamente.

Transcurrió el día lentamente sin que nadie hablase del tema. Por la tarde estuvimos en la playa y la visión de Maria en bikini e insinuando el cuerpo que antes vi desnudo me estuvo calentando considerablemente. Por su parte Javi parecía tener una empalmada permanente, y miraba las tetas de Sandra como si no pensara en otra cosa que en follarlas. Con este ambientillo por la noche sentados a la puesta de las tiendas hicimos cena y hablamos, derivando al final al sexo. Sandra mas atrevida preguntó sabiendo la respuesta:

– ¿No os molestó lo de esta mañana verdad

Javi dijo que hacia mucho tiempo que no se excitaba tanto y que había echado el mejor polvo de su vida en la tienda. Maria asintió sonriendo y preguntó:

– ¿De verdad te estaba dando por el culo? Solo os veíamos de frente.

– Propongo que cada uno realice una pregunta a quien quiera, con la condición de que la respuesta sea verdad.

Todos estuvimos de acuerdo. Sandra contestó a la pregunta de Maria:

– Si, me enculó y se corrió dentro además. Mi pregunta es ¿Os excitó lo que pudisteis ver?.

Al unísono Maria y Javi contestaron:

– Siiiiiii.

– Lastima que me perdí lo del tren. ¿Lo habíais hecho alguna vez delante de alguien? – dijo Javi

Sandra contesto por los dos:

– No fue la primera vez, pero vuestra mamada nos puso por los cielos y surgió así.

Mi pregunta fue para Javi.

– ¿De lo que viste que fue lo que más te gustó?.

– Como se movían sus tetas mientras la enculabas. Joder me estoy poniendo solo de recordarlo.

– ¿Una ronda de pruebas cada uno con su pareja? Cada uno propondrá una a su contrario, yo a Maria y viceversa y los chicos igual.

Todos de acuerdo de nuevo, yo pregunté:

– ¿Quién empieza?

Tras un sorteo le toco empezar a Javi, después Sandra, yo y Maria. Javi nos pidió un morreo y quería ver los pezones de Sandra de punta bajo la ropa, lo podíamos conseguir como quisiéramos. Sandra vestía un pantalón de chándal pegado a su cuerpo y una camiseta blanca, debajo de la cual habia un sujetador. Así pues nos empezamos a morrear con ganas, mi lengua entraba hasta su garganta y se entrelazaba con su lengua. Después ella hizo lo mismo. Comencé a lamerle la cara y fui bajando hacia el cuello sabedor de que esto la ponía muy excitada. Paré y entre en la tienda, revolví en mis cosas y saque un spray de after shave muy suave que tenia, lo agite y lo acerque a sus tetas. El liquido sale muy frió y al aplicarlo sobre su camisa generosamente conseguí dos cosas, que sus pezones se pusieran como dados y que se transparentaran casi por completo. Sandra dio un respingo primero y después se rio, cuando empezó a notar el calor que daba el liquido al evaporarse.

– Muy original, prueba superada. Te toca Sandra – dijo Maria.

Sandra pensó un momento y sonriendo dijo.

– Veo que a Javi le ha gustado nuestra prueba, quiero que se masturbe por encima de la ropa y que tu consigas que se corra sin que lo toques.

Maria se arrodillo a un lado de Javi sin tocarle y tras un momento de pensar empezó a pasarse la lengua por los labios, a tocarse las tetas por encima de la ropa. Javi se tocaba por encima del pantalón del chándal, donde se veía nítidamente la forma de su polla. Movía la mano arriba y abajo. Maria cambio de táctica y se puso detrás de el, y comenzó a hablarle al oído susurrando:

– Estas caliente mi amor… mira las tetas de Sandra, tiene unas tetas enormes, no creo que tus manos las abarquen… no te gustaría lamerlas, y apretarlas.

Javi intensifico el ritmo.

– Acuérdate de cómo se movían mientras la enculaban… y ahora imagínate que mi culito esta delante de ti, ahora mismo me dejaría follar por ti, por el culo, como se que quieres… como una zorra que soy.

Javi se corrió, vaya si se corrió. Saco su mano llena de semen, debajo del pantalón debía de estar empapado. Maria cogió su mano y lamió sus dedos uno a uno. Después lo beso. Nosotros aplaudimos

– Muy bien, fabuloso, prueba superada.

Me tocaba el turno, y ya habia pensado lo que iba a mandar.

– Javi, quiero que cojas la espuma de afeitar y la maquinilla y depiles el coño a Maria, no queremos ver un pelo.

Maria protestó levemente, pero estaba excitada, se veía claramente. Javi entro en su tienda y salió con la espuma y la maquinilla. Puso de pie a Maria y le bajo el pantalón vaquero que llevaba hasta los tobillos, le desató las botas y se las quitó. Después sin quitar los pantalones le bajo lentamente las braguitas desde atrás, poniéndola de frente a nosotros. La hizo levantar las piernas y sacarse el pantalón y las braguitas. Estaba preciosa solo con la camiseta y enseñándonos su coño. La hizo tumbarse en la tienda, solo veíamos sus piernas y su coño. Se untó las mano con espuma y comenzó a aplicarla. Primero hubo un respingo, sin duda estaba fría a la primera impresión. Después Javi aplico la crema deleitándose y moviendo su mano de arriba abajo y masajeando su clítoris. Se podían oír sus gemidos dentro de a tienda. comenzó a rasurar ayudándose de una botella de agua para limpiar la cuchilla. Oímos al menos dos orgasmos de Maria mientras duró la operación. Cuando termino y sin previo aviso Javi tomo la botella y limpio su coño con agua fría. Maria gritó y se levantó corriendo. Todos nos reímos y le pedimos a Maria un pase para ver como habia quedado. Estaba divina. Yo tenia una erección enorme, me tocaba levemente, porque al menos movimiento me iba a correr. Sandra estaba callada, sin duda excitadísima, se apreciaba una ligera humedad en su pantalón de chándal gris, debía estar chorreando. Atinó a decir:

– Prueba superada chicos… uffffff.

Maria se sentó sin molestarse en ponerse los pantalones y a Javi se le veía otra vez con la polla en lo mas alto.

– Me toca y ya lo tengo pensado. Quiero que encules a Sandra para que podamos verlo mejor, pero no quiero que te corras, deberás aguantar cinco minutos. Javi pon el reloj tu.

Me puse de rodillas y puse a Sandra de pies. Baje sus pantalones con braguitas incluidas y se las quité. La puse frente a ellos y por detrás puse mi cara en su culo. Mi lengua no llegaba a su ano, así que se agacho para facilitarme la tarea. Olía a flujo mogollón y estaba empapada. Mi lengua fue a su ano y comencé a ensalivar y a intentar entrar con la lengua. Giramos y nos pusimos de lado para que pudieran verlo. A continuación la hice ponerse a 4 patas y puse mi polla en la entrada de su culo.

– Despacio… despacio.

Javi y Maria se colocaron mejor donde podían ver como mi polla entraba en su culo centímetro a centímetro. Cuando estuvo dentro de ella completa me puse a bombear lentamente y a intentar no pensar en nada, ni mirar a Maria semidesnuda que nos miraba con su coño depilado. Sandra comenzó a masajearse el clítoris mientras yo entraba y salía despacio para no correrme.

– Tiempo… Prueba superada – dijo Javi.

En ese instante Sandra se corrió aullando de placer, ante las risas de Javi y Maria. Me salí del culo de Sandra, me dolían hasta los huevos del esfuerzo por no correrme. Me senté con la polla más tiesa que un palo y propuse:

– Ahora lo mismo pero con las parejas cambiadas.

Sin hablar más todos cojimos el dado y se estableció el orden: Maria, yo, Sandra y Javi. Me senté al lado de Maria en su tienda y Javi en mi sitio. Maria paso un rato pensando y dijo:

– Voy a dar gusto a Javi, porque creo que se que es lo que quiere… Sandra deberá recoger el semen que tienes debajo del pantalón y tu deberás limpiarlo con la boca, a cambio podrás hacerte una paja entre las tetas de Sandra, pero debes conseguir que se corra ella tambien.

Mientras Sandra procedía a dejar en libertad a los atributos de Javi. Maria dijo:

– Tu ven aquí que te limpie bien la polla. Y dicho esto cogió la botella de agua y procedió a limpiarme los restos de la enculada.

Cuando consideró que estaba limpia me susurró:

– Ahora observa bien a tu chica, me gusta como lo hace.

Al volver los ojos a mi chica pude ver en primer plano su culo en todo su esplendor, alargue la mano y lo toque. Le estaba lamiendo a Javi su anterior corrida y lo debía estar dejando limpísimo a tenor de lo que tardaba. Javi estaba sentado como los indios y levantaba su pubis hacia arriba a intervalos regulares.
Maria hizo algo entonces que casi hizo que me corriera en ese momento, alargó tambien su mano y comenzó a jugar con el culo de Sandra, mientras con la otra me masturbaba muy despacio. El dedo de Maria que jugaba con el culo de Sandra llegó a mi boca y lo chupe con deleite, después volvió al culo de Sandra y lentamente se introdujo en él. Creo que Sandra pensó que era yo porque ni siquiera se volvió.
Cuando Javi consideró que estaba completamente limpio, hizo que Sandrita se tumbara boca arriba y el se sentó en su pecho. Coloco su polla entre las tetas y apretándolas por los lados comenzó un lento movimiento de cadera. Se veía aparecer su glande entre las tetas de Sandra y esta doblaba el cuello para que la punta tocara su boca. Maria me tomo de la mano y nos sentamos cada uno a un lado de la pareja y Sandra me dijo:

– Haz lo que yo.

Acto seguido comenzó a escupir entre las tetas de Sandra con el fin de lubricar, y yo hice lo mismo. Algunas gotas de saliva caían en el glande de Javier y otras en la cara de Sandra. El resultado era estremecedor. Se veía brillar las tetas, la polla y los labios de Sandra. Javier gemía como si en ello le fuera la vida y no pudiendo mas se corrió abundantemente en su cara. Maria me mando vaciar por completo su polla y yo la cogí y la descapullé varias veces hasta que salió la ultima gota. Cuando terminé recogí con los dedos goterones de semen y se los introduje en la boca a Sandra que los chupó con fruición. Yo no podía más, nunca estuve tan excitado, y deseaba follar a Maria a lo salvaje. La tome de las manos y la puse encima de Sandra a modo de 69, le pedí a Javier que se la pusiera a Maria en la boca para que su polla quedara limpia, y de rodillas, a su espalda, le metí la punta nada mas. Sandra debajo comenzó a dar lengüetazas a su coño y por extensión a mi polla. después de un rato Javier que no perdía de vista como se la metía a su novia se empalmó de nuevo y comenzó a decir:

– Fóllatela, fóllatela hasta por el culo. Quiero que jodamos a esta puta hasta que diga basta.

Me miró y estaba desencajado.

– Métesela por el culo, quiero ver todos sus agujeros tapados.

Se la metí hasta los huevos de un empujón y encajó en su boca la polla de Javier tambien hasta los huevos. Gimió, no podía respirar y se sacó la polla de Javier mientras se le caía la baba y mojaba a Sandra que estaba debajo. La follé con fuerza, agarrandola de las caderas y de las tetas a partes iguales. Cuando estaba a punto, Sandra metió uno de sus dedos en mi culo. Sentí algo raro en mi, pero no podía parar y seguir follando. Javier volvió a meterla en la boca de Maria y a ella se le cayeron dos lagrimas del atragantamiento. Javier volvió a sacarla chorreante y se levantó, se fue detrás de mi, se arrodillo. Sandra le cogió la polla con sus manos y la dirigió directamente al centro de mi culo. Estaba en tal estado que no intenté ni protestar. Me corrí aullando en el mejor y más grande orgasmo de mi vida. Mi polla permaneció un rato en su culo y salió con un plof mientras el semen goteaba muslos abajo y eran recogidos por la zorra de mi novia que sonreía al ver entrar la polla de Javier en mi. Javier a punto de correrse se salió y Maria agarro su polla y la dirigió a mi cara. Se corrió mientras ella le masturbaba y lleno mis ojos, pelo y nariz de semen. Yo cerraba con fuerza la boca para que no me entrara nada y Maria se acerco a mi y recogiendo los goterones con un dedo me limpió la cara poco a poco. Generosa, nos regalo varias raciones de semen a Sandra y a mi, y finalmente caímos rendidos todos juntos en una de las tiendas.

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