22 años y aun era virgen

Tengo una amiga en Piura – Perú, ella es muy bonita, pelo castaño, blanca, de muy bonita sonrisa, de muy buen cuerpo y sobre todo muy conversadora; yo la estuve enamorando por un buen tiempo ya que me gusto desde la primera vez que la vi. Ella tenía 22 y yo 35, nos hicimos muy buenos amigos, yo le comente los problemas que tenia con mi esposa en casa, ella me escuchaba y me aconsejaba. Yo me portaba muy amablemente con ella, era muy caballero. En su casa me portaba amablemente con su familia también, y me gane la confianza de su mamá.

Pero yo quería que ella fuera mía así que comencé a invitarla a salir, siempre pidiéndole permiso a su madre. Salimos varias veces a pasear, comer, siempre en las nochecitas (a partir de las 7 p.m.) y luego le insinuaba que me gustaba, que me gustaría estar con ella, pero nunca quiso por que yo era casado. Tantas veces le dije lo mismo y yo pensé que ya no pasaba nada. Así que un día le dije:

– Esta es la última vez que salimos juntos, y quiero que te cuides y si algún día tuvieras un problema no dudes en buscarme.

Ella solo me dijo que ya; caminando hacia su casa unas cuadras antes me pare y le di un beso en los labios, ella me correspondió sin decir nada. Fue un beso apasionado, ella trato de disculparse y la volví a besar. No quiso aceptarme como su enamorado por ser casado. Nuestras salidas eran de solo besos y caricias nada mas, a veces le insinuaba para ir a un sitio mas tranquilo, fuera de las miradas de la gente a lo que ella me decía que no.

Un día salimos con el permiso de su mama (10 a.m.) fuera de la ciudad y luego de almorzar en otro sitio, le dije para irnos a un hotel a descansar. Ella solo movió los hombros como diciendo “no se”. Fui a un hotel; subimos ambos al cuarto, me tire a la cama, ella se fue al baño, cuando salio del baño le dije que se echara a mi lado a lo que ella accedió, allí la comencé a besar, los labios el cuello, con otra mano sobaba sus senos y comencé a desabrochar la blusa, ella opuso un poco de resistencia, yo no la forcé, yo me saque la camisa y le dije que me besara, ella me beso y bajo hasta las tetillas, yo le llegue a sacar su blusa. Era su primera vez de ella, que un hombre la veía semidesnuda, la vi. Sonrojarse y me decía que no siga. Le saque el brasier y ella se cubrió con sus manos su pecho, le dije que no tuviera miedo y que estábamos los dos solos, la bese y saque sus manos de su pecho, me quede mirando sus bustos y tenia sus pezones rosaditos, me acerque a dichos pezones y comencé a besarlos y chuparlos, que rico lo sentía, ella me decía:

– Basta, basta, ya no sigas.

Me eche encima de ella, todavía estaba con pantalón y ella también y me comencé a mover al mismo tiempo, mi pene estaba por reventar, pero me seguía moviendo al mismo tiempo que la besaba labios, senos, cuello. Parece que el roce de mi pene con la vagina de ella le excito y me pregunto:

– ¿Que sientes cuando te mueves?.

Yo le conteste:

– Se siente muy rico pero difícil de explicar, ¿Quieres sentir lo rico que se siente también?.

Ella me contesto con un si. Ella estaba con pantalón, uf que difícil era desabrochar el pantalón, pero lo hice, trate de bajarle el pantalón y no quiso. Vi su ropa interior (calzón) era blanca con rositas rojas estampadas, ella me dijo que no la viera que tenia vergüenza, así que no insistí, yo me baje el cierre de mi pantalón y saque mi pene, con una mano trate de jalar su calzón a un costado y la siento mojadita, se lo hice saber, ella no de dijo nada, con la otra llevaba el pene hacia su conchita. Cuando puse el pene en la entrada de su conchita ella dio un suspiro, y yo trate de empujar despacio. Ella dio un grito de dolor cuando comenzó a entrar el pene a su conchita. Era virgen mi amorcito (22años). Yo quise seguir metiéndola y ella me dijo que le dolía. No se la metí todo, tenia miedo de hacerle daño y teníamos que regresar a su casa y le dije que mejor lo haríamos otro día. Ella se fue al baño, se lavo y regresamos a su casa. Así estuvimos intentándolo una vez mas, no se la metía toda por que le dolía. Pero como dicen en la tercera va la vencida, la lleve a un hotel y le dije que ahora si la iba a convertir en mujer, que ya no iba a ser una niña nunca mas.

La excite bien, con besos y caricias (ella no se dejaba hacer el sexo oral) le mamaba los senos y bajaba hasta el ombligo, quería bajar mas abajo llegar a su conchita, pero ella me detenía, me decía que le daba vergüenza, la bese toda la espalda, la desnude toda, ella con un poco de vergüenza se tapo con sus manos su conchita, no quería que la viera. Me eche encima de ella y se la comencé a meter lentamente, ella gemía de dolor, yo le decía que se relaje, que cuando entre todo, le iba a gustar. Ella se fue relajando y lentamente el pene iba entrando poquito a poquito en esa cuevita aun inexplorada, ella se quejaba, me decía duele, yo le decía amor relájate, poquito a poquito esta entrando. Me movía suavemente metiéndolo, tratando de no hacerle doler mucho, cuando estuvo todo adentro le dije si quieres lo saco (el pene). Ella me dijo no quédate ahí nomás.

Después comencé a moverme y a ella le comenzó a gustar me abrazaba y me besaba. Estuvimos haciendo el amor un buen rato, ella estaba bien mojada que lo sentí hasta en mi barriga sus flujos. Cambiamos de posición, yo echado en la cama mirándola y ella encima mío cabalgando, yo me movía rápido y eso a ella le gustaba. En voz baja decía: que rico se siente así, me beso y clavo sus uñas en mi espalda y decía que rico, la vi sonrojada y sudando. Después de un rato siento que voy a eyacular y le dije a ella: bájate; ella se salio y se puso al costado de la cama y yo agarre mi pene con la mano y comencé a moverlo rápidamente y que me sale toda le leche, ella miraba parecía que le gustaba y yo que gritaba despacio de placer. Todo el semen cayó en mi pecho. Ella de curiosidad me pregunta: Que sientes cuando te sale eso, yo le dije: siento lo mismo que tu. Ella también había tenido un orgasmo cuando yo comencé a botar. Me dio un beso y fue al baño a traerme papel para limpiarme.

Después de eso fuimos a su casa y me despedí. Desde ese entonces le hago el amor casi siempre. Ella es mi amante, mi niña, mi compañera.

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