Ojos que no ven, corazón que no siente
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Vuelvo a escribir para contaros mi aventura del fin de semana pasado con mi amiga Paloma, como ya sabéis, ella era virgen y aunque tuvimos sexo, no llegamos a la penetración. Los acontecimientos ocurrieron de la siguiente manera, quedamos el sábado por la tarde y nos fuimos directamente al hotel, como era pronto aprovechamos la tarde en pasarlo bien.
Nos empezamos a besar, y nos fuimos quitando la ropa mutuamente, me encanto la braguita tan sexy que llevaba, nos quedamos los dos en ropa interior y nos tumbamos en la cama, yo la fui acariciando los pechos, luego baje a su rajita, mientras la mordía los pezones y le tocaba el coño, por encima de la braguita negra tan sexy que llevaba, estaba empezado a humedecerse, ella me tocaba la polla por encima de los boxers, la verdad es que estaba totalmente empalmado. Yo le metí dos dedos por dentro de su braguita y empecé a acariciarla el clítoris, ya estaba bien mojada, luego la metí dos dedos dentro del coño, estaba muy excitada y mojando las braguitas, me incorpore y me puse a comérselo con la braguita puesta, quería que se las mojase, corriéndose con ellas puestas y así luego tuviera que salir a cenar mojadita.
Ella, me desabrocho los boxers y empezó a chupármela, mientras yo la metía la lengua en su chocho mojado, la empecé a meter a la vez un dedito, ella me la chupaba con ganas y me estaba poniendo cachondisimo, los dos teníamos ganas, se nos notaba, le chorreaba mi saliva y sus jugos por los muslos, yo además, estaba encantado, pues se había cortado los pelitos y daba gusto comérselo, yo estaba muy excitado y sin avisarla, me corrí en su boca, no tubo mas remedio que tragárselo, eso la excito, porque se empezó a convulsionar y se corrió en mi boca, yo absorbí los jugos y me gire, para darla un morreo y mezclar nuestros flujos y a la vez, la pase bien la braguita por su chochito para secárselo, para que estuviera luego bien mojadita la braguita.
Nos duchamos y nos fuimos a cenar, la cena fue de maravilla, me dijo, que se sentía excitada y un poco incomoda, pues tenia la braguita húmeda de antes, me dijo que la gustaba la sensación, sabiendo que era su corrida de antes y que se sentía como una cerdita. Luego fuimos a bailar y a tomar unas copas, bailando me pegaba a ella, me empalme un par de veces y eso lo notaba y se excitaba, pues estábamos todo el rato morreándonos.
A las cinco de la mañana nos fuimos para el hotel, ya en el taxi, la iba metiendo mano en los pechos y ella me acariciaba la polla por encima del pantalón, no se, si nos miraba el taxista o no, la verdad es que me daba igual, pues con el calentón y las copas, íbamos animados. En la habitación nos desnudamos, se quedo solo con la braguita, estábamos de pie al borde de la cama besándonos, luego nos sentamos y nos tumbamos morreándonos, yo empecé a acariciarla el coñito por encima de la braguita, luego por dentro mientras nos besábamos, la quite la braguita, yo estaba ya desnudo y empalmado, empecé a meterla un dedo dentro del coño, luego el otro, estaba muy excitada, me dijo, vamos a intentarlo.
Yo me puse el preservativo, ella se abrió de piernas y yo me puse encima, se la empecé a meter con cuidado, me decía que la dolía, al meterla la puntita, por lo que se lo hice con mucho cuidado, se la fui metiendo poquito a poquito, solo la metí media polla, pues la molestaba un poco, así estuvimos un ratito, me dijo que se la sacase, que la molestaba un poquito, la hice caso y se la saque, me quito el preservativo y me hizo una mamada, la verdad que yo estaba muy cachondo y me corrí prontito en su boca, cuando yo fui a tocárselo, me dijo que no, que la había gustado lo de antes, pero que no la apetecía mas, que tenia una sensación extraña, que no se había corrido, pero que la había gustado tener la polla dentro, que mañana terminaríamos lo que habíamos empezado.
Nos dormimos juntos, ya a la mañana siguiente y después de desayunar, nos pusimos a acariciarnos en el sofá y a besarnos, estábamos desnudos, yo empecé a besarla los pechos, ella me acariciaba el mío, mientras iba bajando mi mano a su entrepierna, las abrió, todo lo que pudo en el sofá, yo la metía un dedito en su almejita, para lubrificarla, ya tenia la polla tiesa. Paloma me dijo, vamos a la cama, dicho y hecho, allí nos tumbamos y seguimos con lo que estábamos haciendo un ratito, cuando estaba muy excitada, me dijo, metemela otra vez. Cogí la almohada y la puse en el suelo, la atraje hacia el borde de la cama, la dije levanta las piernas y ábrelas, cosa que hizo, yo me puse de rodillas, al borde de la cama, me puse el preservativo y se la empecé a meter poquito a poco, la entro bien hasta la mitad, me agarraba con su mano del brazo y me dijo con cuidado, iba despacito, se la estaba metiendo poco a poco, cada vez la iba entrando mas, notaba un poquito de dificultad, Paloma me dijo, ten cuidado, se la notaba con miedo, pegue un apretoncito y entro casi toda, pego un gritito, ya había perdido la virginidad, yo estaba cachondisimo, empecé a moverme mas deprisa, ella empezaba a gemir, la dije me voy a correr, me dijo, espera un poco, baje el ritmo, para esperarla, empezó a gemir y yo ya empecé a moverme deprisa, me corrí en el globito, ella jadeaba, corriéndose a lo bestia.
Cuando saque la polla con el globito, salió con un poquito de sangre, me dijo que se había corrido de una forma diferente, que había tenido otra sensación, luego nos duchamos y nos fuimos cada uno para casa.
Bueno, pues esta es la historia, real como la vida misma.
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