Mis muñecos de peluche se hicieron realidad

📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.

Tengo 18 años de edad y la mayoría de mis amigas ya nos son vírgenes, pero el miedo que siento me impide tener una relación con una hombre así que decidí hacerme un favor a mi misma, darme placer de alguna forma. Nunca he tenido sexo, el motivo es por que me da miedo a pesar de las ganas que tengo de practicarlo, pero hasta que llegue el momento me conformare con tener de amante a mis muñecos de peluche.

Un día me encontraba sola en mi casa así que me puse a ver películas porno, sinceramente la mayoría se me hacen muy vulgares pero esta película me estaba poniendo a mil, mientras la veía me puse mi mano entres mis piernas y presione con bastante fuerza, me dolió mi mano pero sentí placer algo muy rico tanto que tuve que soltar un gemido de lo bien que había sentido. Pero no acabo todo ahí, después de ver la tele decidí subir a bañarme me puse un short corto y una de las playeras de mi hermano que usa por debajo de sus camisas, me metí al agua así vestida, el agua tibia caía sobres mis tetas que son algo grandes las veía y me excitaba, decidí bailar en el agua como si fuera una teibolera, sentía tan rico como la playera mojada rozabas mis tetas, dentro del baño note que había una escoba así que decidí jugar con ella, aun seguía vestida, por encima de mi short decidí rozar mi rica colita con el palo de la escoba, jugaba con el agua, en unos momentos hacia que cayera poca agua y un poco fría, después le abría mas a la caliente para que el agua cayera mas y más a mi cuerpo sobre mi ropa sintiendo un gran placer.

Después decidí quitarme la ropa, poco a poco delicadamente, así pude sentir como cada gota de la regadera caía en mi cuerpo, chocando con mis tetas, al estar desnuda jugué con la escoba y mi clítoris, pero no pude llegar a nada ya que todo el tiempo sentí miedo de que algo malo me pasara, así que decidí irme a mi cuarto, me seque pero aun no estaba satisfecha a si que agarre tres de mis muñecos de peluche, un perro grande, un león de tamaño normal que era suave y otro perro que esta duro, ya lista me dí a la tarea de revolcarme por la cama un poco con el peluche mas grande besándole la nariz de plástico que tiene los puse debajo de mi presionándolo con mis tetas, sentía que tenia que hacer algo mas quería sentir algo, quería sentir placer, así que puse a mi león debajo de mi colita su melena peluda chocaba contra mi rica cola jugosa en ese momento, empecé a hacer movimientos suaves arriba y abajo… mmmm…ohhh…ahhh… que delicia que rico.

Quería sentir más sabia que aun me faltaba sentir mas riqueza en mi peluda cola, abrí mis labios dejando que mi clítoris tocara a mi peluche me movía en círculos lo cual me encanto…mmmm…aahhh…ahhh…era la primera vez que me sentía así, que mis gemidos salían sin que los pudiera controlar, trataba de alcanzarme mis tetas y chupármelas las rozaban contra mi perro el grande dándole un masaje que me daba placer, pero necesitaba mas así que decidí usar el perro que esta duro, al principio no me lo podía acomodar pero después de un rato decidí soportar lo incomoda que estaba por el placer que me hacia sentir me movía como una puta, arriba y abajo… era lo mas rico que había sentido, podía ver mi culo por un espejo y lo veía riquísimo como se contraía, parecía una puta en celo, una perra en celo que pedía mas placer, aaahhh… aaahhh…mmmm…, en eso pensaba eso me excitaba mas, pensar que era una puta, una perra, gemía y gemía y me volvía loca con el placer que sentía

No podía parar mis pies sentían calambres hasta ellos sentían placer me di cuenta que mi cuerpo sudaba, veía el sudor en mis brazos, así que me concentre para poder terminar con un orgasmo o al menos llena de placer y satisfecha, aahh…aaaahhhh… que rico… que delicia y entonces pare, me que de acostada boca arriba y sentía un gran placer mi cola sentía una serie de palpitaciones y contracciones las cuales eran riquísimas además de sentir un poco de ardor el cual me encanto.

Después de eso decidí vestirme ya que no tardaría en llegar mi familia a casa. Desde entonces mis peluches me han servido como entrenadores tal vez no en la penetración pero si en el placer.

Compartir en tus redes!!