Fantasía cumplida con el mejor amigo de mi novio
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Desde el tiempo que llevamos con Ricardo, aún no vivimos juntos de manera permanente. Ricardo siempre ha querido que nos juntemos, pero yo le digo que para qué vamos a echar a perder la relación. Le pregunto si no está bien así con mis visitas ocasionales y frecuentes a su departamento. Ricardo no es celoso y yo tampoco. Hemos aprendido a entender ese tema y ambos confiamos el uno respecto del otro. El sabe que siempre haremos todo en pareja, nada a espalda del otro y eso ha sido fundamental para estar tan bien como estamos. Sé que para Ricardo no fue fácil porque debió reeducarme entera en ese tema. Yo siempre quise ser libre y eso mismo me afectó mucho porque no sabía pensar o hacer las cosas de a dos (por simples que parecieran). Debió enseñarme cosas básicas, debió darme cada uno de los ejemplos en las cosas que yo debía cambiar porque yo soy así, si no entiendo, simplemente no entiendo. Y peor aún… como buena ariana no pensaba sólo me lanzaba. El dice que yo soy atolondrada, que tenía que cambiar y claramente sólo él podía lograrlo. Hizo todo un trabajo de relojería.
En el sexo siempre nos hemos llevado excelentemente bien. Tiene todo el tiempo del mundo para prepararme… me espera… me excita… me conoce cuando voy a reventar con mis orgasmos. Él tiene todo lo que necesita un buen amante, sabe de técnicas, y sabe lo que me gusta. El despertó en mi la sexualidad en todos los sentidos y esto significa que cuando hacemos el amor no hay órgano o sentido que no funcione… simplemente es “maravilloso” con cada una de sus letras… me hace fantasear de tal manera que he llegado a creer que yo no tengo fantasías, sólo utopías. Nunca he sabido que hace a Ricardo tan diferente… tiene todo lo que cualquier mujer desea para ser feliz.
Ricardo siempre ha tenido excelente relación con Maximiliano… su ex suegro. Máximo pronto cumplirá los 55 (en noviembre) y Ricardo siempre lo ha definido como un hombre Superior. Yo nunca consideré mucho ese término porque claramente Máximo es ABC1 y ese sólo hecho ya lo hace diferente para alguien C2 como yo… Máximo es médico y Ricardo pasó a ser como un hijo para él. Desconozco si Máximo sabía de mi existencia porque nunca se lo pregunté a Ricardo, aunque casi segura que no si su hija estaba casada con Ricardo. Además no tiene sentido saberlo ya que Ricardo está conmigo y eso es lo que importa. Por Ricardo descubrí que a mi me gustaba lo prohibido, lo que se escapaba a lo normal, lo que nunca se debe tocar o entusiasmar por los efectos negativos y costosos que puede traer. Al principio no me gustó pero debí reconocer que era así… Ricardo siempre me dijo: “Eres como eres” y me convencí.
Un día que estábamos haciendo el amor con la calentura a full, le susurré al oído que quería hacerlo con Max… No sé si Ricardo no me entendió y me preguntó… qué? le insistí que me dejara probar a ese hombre. Dentro de la calentura Ricardo comenzó a decirme que me dejaría estar con Max… y yo como siempre comencé a alucinar, al final sin saberlo Max y, gracias a él, lo pasamos de maravillas. Al final le pregunté porqué me había dicho que sí… y me dijo porque es Superior… yo le dije, y lo haces por él o por mí a lo que Ricardo me respondió: por ambos.
Un día Ricardo me comentó que el segundo sábado de agosto, Pablo el hijo mayor de Máximo, se ponía las argollas con su novia. Pablo es un minazo, es la versión cercana a Brad Pitt, y Máximo en su juventud había sido igual. Ricardo era el invitado número uno a ese acontecimiento y yo sólo lamenté que él se vería con su ex mujer.
El día anterior a esa fiesta, Ricardo me comentó que Máximo estaba con problemas para la atención de sus invitados para la puesta de argolla. La nana se había enfermado y no podría ir a trabajar. Ricardo había calmado a Máximo… le dijo que no se preocupara porque la hija de la Sra. que hace aseo en su departamento estaba con su hija que venía del sur y que andaba buscando trabajo. Le advirtió Ricardo a Máximo que Laura era sólo una muchacha, pero como era de confianza, podía ayudarlo en ese momento. Naturalmente Máximo no insistió más y confío en lo que Ricardo le indicaba. Cuando Ricardo me habló de la situación yo no entendía nada porque nosotros no tenemos alguien que nos hiciera el aseo en el departamento ya que yo le hago el aseo y lavo su ropa las veces que lo visito para dormir con él y por eso Ricardo, sorpresivamente, comenzó a darme algunas indicaciones básicas, agregando: entendiste Laurita? Seguramente yo me puse pálida porque no entendía nada. Ricardo tomó el corta uñas y comenzó a cortarme todas mis uñas que cuido como chiche. Yo he trabajado siempre de ejecutiva y cuido mucho mis manos y mis uñas. Ricardo añadió: una nana no debe tener estas uñas… hasta que no me quedó ninguna larga. Yo seguía sin entender nada y Ricardo salió a comprar una corbata con una camisa para la famosa postura de argolla. Dentro del schok que tenía comencé a arreglar las cosas para que todo saliera bien al día siguiente.
Con Ricardo nos dormimos temprano en la noche. Yo debía tener una cara saludable y sin ojeras para el día sábado. Ricardo se levantó y se duchó, yo preparé el desayuno y me fui a la ducha. Poco preguntaba porque sabía que los ojos me brillaban. Después del desayuno Ricardo me llevó a la cama y estuvo cerca de una hora haciéndome sexo oral, me dejó el clítoris hinchado de tanto chuparme… después hizo lo mismo con mis pezones que los tenía rojos e hinchados. Yo estaba verde pero no me dejó que su miembro me calmara. Sorpresivamente me dijo: Aries dúchate, tenemos que irnos… yo estaba media aturdida y excitada a concho pero hice lo que me pidió porque a Ricardo le carga la impuntualidad -algo que yo no he logrado superar-. Me duché lo más rápido que pude y apenas pude tocarme los pezones y el clítoris que claramente no pensaban en deshincharse. Me vestí volando y me puse una falda que a Ricardo le gusta, no es larga pero tampoco es corta. El dice que las mujeres con clase no muestran más de la cuenta, y observándolas a ellas tiene razón. De él aprendí que el comportamiento público debe ser distinto al privado porque si se mezclan, todo se vuelve chabacano, farandulero y bataclano.
A Ricardo le encantan mis piernas, pero en la mañana no me dejó marcas con sus caricias porque usaría faldas ese día. Me vestí y me hice un par de trenzas, sin tacos, sin maquillaje, con las trenzas y con las uñas cortas y todo mi aire de ejecutiva desapareció. Ni siquiera pude ponerme perfume, así que me fui lo más natural que pude. Fácilmente me saqué 10 años de encima. En el camino el colales que llevaba me incomodó todo el tiempo… el clítoris hinchado hacía que se me moviera ante cualquier roce… francamente estaba media incómoda. Un par de cuadras antes de llegar a la mansión de Máximo, Ricardo no me besó, no quería que me quedara la boca roja, además él sabía que si me tocaba un pelo yo me tiraría encima porque hasta ese momento todavía estaba caliente… me sentó en el asiento de atrás del auto y me pasó un bolso que yo llevaba (con mi delantal de nana).
Llegamos al lugar y yo siempre estuve a distancia de Ricardo ya que me sentía ridícula y rara. De pronto apareció Máximo y Ricardo me presentó ante él. Ella es Laura le dijo con aires de ABC1 a Máximo. Obviamente que Máximo ni se dio cuenta que yo estaba ahí. Sólo atinó a agradecerle a Ricardo su preocupación. Después que bebieron no sé qué y yo seguía a pleno sol, Máximo y Ricardo se volvieron hacia mí y me llevaron a la cocina. Yo no hablaba nada, porque además no tenía nada que decir. Máximo me dijo, Laura ahí tienes tu delantal (era fome y yo llevaba el mío)… y alcancé a ver sus ojos azules, los que me quitó en menos de un segundo, y peor aún se fue no mirándome. Yo no sabía qué hacer porque como nunca había tenido nana no sabía qué deben hacer ellas. Así es que me imaginé que esa era la cocina de mi casa… Aunque era muy grande y elegante era mía en ese momento.
Durante el día estuve haciendo todos los preparativos para la comida de la tarde. Preparé todo tipo de pancitos para el cocktail y toda la vajilla que se iba a necesitar. Los invitados serían en total 10 personas. Durante el día, Máximo entraba con su esposa a la cocina a darme indicaciones de lo que debía hacer. La esposa andaba muy nerviosa y a cada rato decía que debía ir a la peluquería. Era medio gritona y me ponía nerviosa cada vez que entraba. En un momento, Máximo salió con Ricardo y fueron a buscar todos los tragos que se consumirían. Estuvieron como 2 horas fuera y yo mientras tanto avanzaba con la preparación del cocktail.
La esposa de Máximo se fue como a las 3 a la peluquería y me dijo que volvería como a las 5. Me dijo que cuando llegara su hija menor, le dijera que se fuera a la peluquería donde ella estaba y que no llevara dinero que ella le pagaría. En 10 minutos llegó la hija y le transmití el recado y se fue volando. Para mi suerte, ya tenía todas las cosas muy avanzadas y eso ya me relajaba ya que sentía que dejaría muy bien a Ricardo con su recomendación. Como a las 3:30 llegaron Máximo y Ricardo con las botellas y una torta helada. Los vi desde la ventana y corrí a ponerme el delantal que yo había llevado y que era distinto al que máximo me había pasado.
Pasaron a la cocina a dejar lo que habían comprado. Les dije que la esposa y su hija (ex esposa de Ricardo) habían ido a la peluquería y que volverían como a las 5. Ricardo dijo que iría a dormir un rato y que luego se cambiaría de ropa. Yo que todavía estaba caliente tenía unas ganas enormes de tirarme encima de él pero no me infló… bueno era obvio. Máximo quedó conmigo en la cocina arreglando las botellas y preparando los distintos tipos de vasos. Lo vi cortarse un pan y abrir el refrigerador para prepararse un sándwich. Le dije que yo se lo prepararía y me contestó que no que se estaba preparando algo simple. Lo vi abrir una botella con salsa y untar el pan… Y de repente apretó mucho la botella y salió para todos los lados la salsa blanca. Se manchó la camisa y la corbata… y gritó chuchaaaa… Me manché la corbata!… Y me dijo perdone Laurita, pero es que la embarré. Descuide le dije, yo se le voy a ayudar a limpiársela y Máximo se sentó en una silla buscando algo para limpiarse, yo me dirigí a un estante y quedé en frente de Máximo, levanté los brazos lo que más pude y mi delantal que estaba completamente ceñido al cuerpo quedó casi como delantal de enfermera… delicadamente abrí las piernas y dejé unos segundos para que con la luz de la ventana a mi espalda lograra traslucirse toda mi silueta… dejé otros segundos y me dirigí donde estaba sentado Máximo y me arrodillé para limpiar su corbata con un paño que tomé de una mesa porque el estante sólo tenía vasos… al arrodillarme Máximo quedó paralizado y yo logré rozar su miembro un par de veces mientras limpiaba su corbata. Cuando noté que ya estaba duro su pene, Máximo no respiraba. Como la salsa no sólo cayó en la corbata sino también un poco en el cierre de su pantalón a lo que yo con un gesto inocente le pasé el dedo y chupé lo que tenía, sin mirarlo le dije: qué es esto tan rico señor… y él me dijo salsa… blanca. Máximo casi no podía hablar y yo me levanté y el quedó a la altura de mi busto.
Máximo seguía paralizado… y yo no sabía cuál sería la reacción de él, pero como con Ricardo aprendí de sutilezas eso me tranquilizaba un poco… le saqué la corbata y traté de arrodillarme nuevamente pero Máximo me detuvo, noté que estaba nervioso y puso sus manos en mi cintura… yo acerqué sus manos al cuello de mi delantal que se cerraba con un cierre, pero Máximo sacó sus manos, sin pensarlo me senté en sus piernas y comencé a olerlo, tenía el mismo olor de Ricardo así que me pegué no sé como. Le tomé las manos a Máximo y se las puse en mis piernas, pero Máximo no reaccionaba del todo… de pronto me apretó y me pegó a su cuerpo y escuché que me dijo: qué edad tienes Laura? yo no esperaba esa pregunta y aunque no le contesté, dibujé en su espalda un 1 y un 8… y él casi bruscamente se apartó de mi cuerpo, yo que había comenzado a calentarme más que nada por nervios, porque yo ya estaba caliente de mucho antes, y en ese momento entendí el porqué Ricardo me había dejado hinchado el clítoris y los pezones, lo había hecho a propósito. Frente a cualquier estímulo yo iba a reaccionar de inmediato, pero Máximo no era como yo. Alcancé a susurrarle a Máximo al oído… si no hay huellas, no hay delito… y le dije tenemos como una hora antes que llege tu esposa y debes probar otra mujer para que veas que no somos todas igual, no alcancé a terminar la palabra cuando Máximo ya estaba a full. Bajó completo el cierre de mi delantal y me vio como Dios me mandó al mundo… porque sin querer yo me había sacado la ropa interior por los roces que me provocaba en los pechos y en mi vagina y además porque estaba sola. Ahí Máximo sacó la camisa de su pantalón y yo le abrí todos los botones, y sorpresa!. Ricardo era peludo como mono, pero en blanco, así que pasé mis pechitos hinchados por su pecho y Máximo me apretó cada vez más… de pronto me tomó en brazos y me llevó al lavaplatos y no sé cómo me instaló en él que dejó el chorro del agua directo en mi chocho hinchado y de pronto comenzó a chupármelo como malo de la cabeza… yo ya no aguantaba más y él tomó unos hielos que habían quedado cuando me serví aguita y comenzó a pasármelo por los pechos mientras me seguía chupando y ahí cagué… Comencé a mover mi pelvis como loca y él seguía pegado en mi choro, pasaba sus manos con el hielo y yo estaba al rojo, de pronto me bajé y me puse a lo perrito para que Máximo me lo pusiera en el ano, me puse en cuatro patas, él nunca lo había hecho así, por el ano, así que no supo qué hacer. Así que atiné rápido y me di vuelta y le saqué su pene y comencé a chupárselo rápidamente.
El problema es que yo soy media brusca porque chupo tan fuerte que a Ricardo le he sacado sangre así que se lo chupaba muy fuerte, contaba hasta tres y lo soltaba… así lo hice por unos segundos porque Máximo estaba caliente, caliente, que al morderme el ombligo me arrancó el percing que tenía ahí. Seguramente él no los conocía, y me manoseaba lo que más podía, me soltó las trenzas y quedé con el pelo suelto y en la cara como le gustaba a Ricardo… sensual… Máximo se pegó en mi cuello y yo necesitaba a full los besos de Ricardo pero sabía que eso no se podía, así que llevé la mano de Máximo a mi vagina y él sintió lo mojada que yo estaba así que lo llevé a una silla y me monté sobre él como condenada… ahí llegué tres veces, tres orgasmos muy ricos… Hasta que de pronto Máximo no aguantó más y gritaba eyaculando como desesperado. Quedamos tiesos. Menos mal que la silla resistió, yo estaba sudada y pegada por completo a él… en un momento que cerré los ojos pensé que estaba con Ricardo y seguí moviéndome como loca hasta que al abrirlos vi que era Máximo. Máximo tenía cortada su respiración y la boca seca. Me cerré el delantal y rápidamente le cerré los botones de la camisa, lo ordené el pelo y cerré su pantalón. Máximo sólo me miraba porque estoy segura que nunca había hecho algo igual. Le sonreí y le dije que se fuera a cambiar porque en cualquier momento iban a preguntar por él. Máximo besó mi frente y me recorrió nuevamente por completa. Yo lo miré de atrás y tenía la misma estructura que Ricardo.
Después de dejar todo en orden, me puse el delantal que inicialmente Máximo me entregó y partí a arreglar la mesa de la comida. Máximo pasó detrás de mí y me dijo que por favor no le dijera nada a Ricardo ni a nadie. Yo le contesté que si no hay huella, no hay delito. Que él me había dado un rico placer y que yo era fiel y discreta a los que me lo daban. Máximo me dijo: eres una mujeraza pese a ser joven y creo que me volviste adicto a ti… eran las 16:45 y le dije, me gustan los que tienen poca o nada de experiencia y tienen hartos años de vida. Me gusta premiarlos por haber sido tan fieles durante muchos años. Pero ya tengo mi hombre permanente y tendría que pedirle permiso a él.
Luego llegaron la esposa y su hija y más tarde los invitados. No sé a qué hora comenzó todo, pero en un momento Ricardo pasó por la cocina hablando con Máximo y ahí noté que Ricardo se había cambiado de ropa. Al pasar al lado mío me toco una de mis piernas haciéndose el leso y evitando que Máximo se diera cuenta… Ricardo se veía regio, porque él lo que se ponga se ve regio, andaba con un terno negro que se ve más atractivo (como es moreno) y con camisa blanca. Yo que todavía estaba caliente tenía unas ganas de tirarme encima pero no me infló… bueno era obvio. Cuando salió de la cocina me sonrió y me cerró un ojo.
Se sentaron en la mesa y vi a Ricardo al lado de Máximo. Comencé a servir el cocktail. Me puse entre Ricardo y Máximo y les dije a ambos: más salsa señor? Ellos no se habían percatado que era yo y Máximo casi se ahogo con lo que comía y Ricardo dijo no gracias… Yo sonreí disimuladamente y me fui a la cocina. Luego de dos horas vino la esposa con Máximo a decirme que me fuera que me agradecían mucho la ayuda y en vez de pagarme los 30.000 pesos acordados, máximo me pasó a escondidas 100.000… Huy… (me sentí como puta). Tomé un taxi y me fui… estaba muerta… y me dormí. No supe a qué hora llegó Ricardo, sólo comencé a sentir sus besos y desperté. Ricardo notó que el percing no estaba pero no me dijo nada. Ahora sí que me hizo el amor a full. Me había dejado toda la mañana hinchado el clítoris, yo no supe si lo anterior lo había soñado o era verdad, pero para el caso daba lo mismo porque Ricardo me llena enterita. Hicimos el amor y nos dormimos.
Pasaron tres días después de la fiesta y Máximo no aguantó más. Le preguntó a Ricardo por Laurita, quería que fuera a cuidar a una de sus hermanas como dama de compañía. Ricardo sabía que no pasarían más de 4 días porque había visto a Máximo algo nervioso uno de esos días. Ricardo le dijo a Máximo, sabes me encantaría ayudarte, pero ahora no puedo, la mamá de Laurita me comentó que la muchacha volvió al sur y no sabe por qué. Es posible que haya encontrado el trabajo que tanto necesitaba… quién sabe… Máximo no volvió a preguntar, era la primera vez que había estado con otra mujer y se había vuelto adicto a ella. Fue ese día que entendí cuando Ricardo decía que Máximo era superior, él nunca tuvo a otra mujer lo mismo que Ricardo. Yo fui la segunda mujer que él conoció, y entendí qué hacía a Ricardo diferente. Ricardo también es superior, y lo es porque él siempre se relacionó con gente así.
Tengo claro que Ricardo conmigo no ha aprendido lo mejor de la vida, pero si lo más mundano… Siempre le digo que los buenos se van al cielo y los malos a todos lados… creo que se convenció… Debo reconocer que lo que ocurrió con Máximo fue heay. Todavía pienso de qué manera yo podría premiar a Ricardo… si en este momento tuviera plata no lo pensaría dos veces. Pagaría un concierto privado (de sólo una canción) a Shakira (el último video con A. Sanz) que le cantara y le bailara completo el video… mmm… personalizado para Ricardo, sé que un tipo como él la dejaría llenita a la Shakira y, de pasada, ella a mí también.
Espero sacarme mañana el número premiado.
Valentina
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