Mi primera experiencia con el vibrador
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Soy una andaluza de 28 años y hoy me atreví hacer algo que siempre he querido hacer y nunca lo hice quizás por la vergüenza que me provocaba ir al Sex Shop y comprar un vibrador. Tengo un amigo Argentino, por cierto bastante chanchito, con quien hablo con toda libertad sobre sexo y otros temas, yo tenia muchas ganas de comprarlo y él me convenció, a si que me armé de valor y hoy me fui al Sex Shop y compré un vibrador de un buen tamaño y también un lubricante porque sin duda me haría falta pues llevo más de 2 meses que no mantengo ninguna relación con nadie y mi vagina esta algo cerrada y por el tamaño tan considerado del vibrador seguro que me haría falta.
Salí de la tienda muy contenta como si fuera un niño al que le habían comprado un juguete y deseoso de llegar a casa para jugar con él, así me sentía yo, estaba como loca por probarlo y sentir aquello entre mis piernas
Terminé de comer y tomándome el té relajada en mi sofá pensaba en ello, me levanté y me fui al dormitorio, lo preparé todo en la mesita de noche el vibrador, el lubricante y en un vaso eché un par de cubitos de hielo, me encanta jugar con el hielo, me desnudé por completo y cerré la ventana para que mis vecinos no escucharan mis gemidos y gritos pues soy bastante jaleosa a la hora de llegar al clímax, me gusta disfrutarlo y gritar. Me tumbé en la cama y empecé a tocarme los pechos y dándome pequeños pellizcos en mis pezones para ponerlos duros, cada vez iba bajando mas abajo hasta estimularme el clítoris mientras con la otra mano acariciaba mis labios y chupaba mis dedos, empezaba a excitarme y a sentirme muy húmeda introduciendo en mi vagina un dedo, luego dos y hasta tres, estaba empapada.
Cogí un cubito de hielo me lo metí en la boca y empecé a jugar con mi lengua metiéndolo y sacándolo de mi boca, me lo saqué de la boca y lo hice arrastrar por mi piel hacia abajo recorriendo mi cuello y mis tetas poniendo duros mis pezones, seguí bajando hasta el vientre recorriéndolo todo, mi cuerpo estaba cogiendo una temperatura elevada y el hielo se derretía cada vez más, seguía bajando hasta mis nalgas y mis entrepiernas, ummm… era muy excitante hasta llegar por fin a mi sexo humedeciéndolo todo hasta derretirse el hielo por completo.
Luego cogí el vibrador y me lo llevé a la boca saqué mi lengua y empecé a lamerlo y a chuparlo con muchas ganas mientras con la otra mano empezaba a masturbarme.
El vibrador tiene 3 velocidades, empecé con la primera acariciándome por todo mi cuerpo hasta llegar al clítoris, nunca pensé que un vibrador podía darme tanto placer y fui subiendo la velocidad poco a poco, abrí mis piernas al máximo y me lo penetré pero solo la punta para jugar un rato con pequeños movimientos y poco a poco intentaba penetrarlo más pero me dolía el vibrador era bastante grande y me costaba, entonces cogí el lubricante y me eché un poco por todo mi sexo volviéndolo a intentar, lo metía y casaba despacito y con la otra mano me estimulaba el clítoris, estaba muy excitada gemía y gritaba de placer.
Mi cama está por un lado pegada a la pared, quería cambiar de postura para darme más placer y me tumbé a lo ancho de la cama poniendo los pies en la pared y subiéndolo para arriba quedando mi cabeza casi colgando en el otro extremo de la cama así conseguía penetrarme mejor y poder moverme con más facilidad y con la otra mano me tocaba los pechos. Aquella postura era muy excitante, hacia fuerzas con mis piernas hacia la pared para subir el culo hacia arriba y con mi cabeza colgada del filo de la cama me movía y cada vez más fuerte me penetraba y estimulaba el clítoris, iba retrocediendo de vez en cuando para no correrme de enseguida quería disfrutar más, hasta que al final llegué al esperado orgasmo, gemía y gritaba como una loca era un orgasmo muy intenso mi cuerpo vibraba de placer y cada vez gritaba más, hacía tiempo que no sentía nada igual.
Terminé chupando el vibrador, saboreando mi propio jugo. Sin duda mi primera experiencia fue realmente excitante.
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