Alberto mi mejor amante, mi secreto

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Mi nombre es Mar, estaba entrando a los 50 años y mi marido casi a los 60, siempre me he ocupado de cuidar mi dieta y mi figura, por lo que todavía conservo atractivo mi cuerpo. Una tarde estando de compras en una tienda departamental, me encontré con un hombre de unos 45 años que no dejaba de mirarme, la verdad si era atractivo y trate de disimular ya que mi esposo estaba en la tienda aunque no junto a mi, sino buscando una herramienta, mientras yo veía algo de la cocina, así sin disimular Alberto se acerco a mi, me preguntó si venía sola y le conteste que con mi marido pero que en ese momento se encontraba en otro departamento de la tienda, el sacó una tarjeta con su número celular y me la dio, y con una sonrisa se despidió. La verdad era un hombre muy guapo y más joven que mi marido, un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo cuando la idea de marcar su número atravesó por mi mente. Ya en la noche en casa decidí registrar su número y mandarle un mensaje de whatsap, inmediatamente el lo respondió, nos saludamos y sin más Alberto me dijo que yo le había encantado y que le gustaría conocerme, mmmm…la verdad no podía creer que aquel macho se hubiera fijado en mi, seguro habría cientos de chicas locas por acostarse con el, sin embargo accedí inmediatamente, quedamos de vernos en un café del centro de la ciudad, me arregle con un vestido entallado y escotado para excitarlo, el llegó con una camisa tipo polo, que ponía de relieve su musculatura, conversamos, el resultó que también era casado por lo que nos entendimos bien, conversamos y nos despedimos en el estacionamiento subterráneo del lugar, sin más Alberto me beso y yo lo correspondí de inmediato con un beso de lengua muy rico. Así quedamos para la próxima cita, él pasó por mi, quedamos de vernos en un centro comercial, para poder dejar mi coce en el estacionamiento y no despertar sospechas. Nos fuimos directo al hotel, yo ya estaba húmeda pensando en aquel macho y lo que guardaba entre sus piernas, Alberto se quito el cinturón y bajo sus pantalones, mostrándome su enorme verga, yo de inmediato me desvestí, dejando únicamente un liguero y mis tacones altos, el comenzó a mamar mis tetas mordisqueando mis pezones, yo mientras acariciaba aquel enorme falo, fuerte y erecto listo para joderme!, de pronto me puse de rodillas frente a él, y comencé a mamar aquel enorme falo, estaba bien cabezón y eso me excito más, sentía como su cabezón tocaba mi garganta, el tomándome por las orejas casi me ahogaba, lo mamé como perra en celo, para después ponerme en el filo de la cama y ofrecerle mi culo a aquel macho hermoso, el puso la punta de su vergota en la entrada de mi panocha y lo deslizo poco a poco, era enorme, el falo más grande que había entrado por mi panocha, y comenzó a joder mi papaya, tomándome de las caderas lo metía cada vez más rápido, yo gemía como puta en celo por la cogida de aquel rico falo, le pedí que me diera más fuerte y él no vaciló en meterlo con fuerza muy duro en mi papaya húmeda, me estaba dando la cogida de mi vida, sentía como sus huevos cargados de leche golpeaban mis nalgas con cada metida de verga que me daba, era divino, mirar su cara en el espejo gozandome la panocha, esforzandose por joder con ganas mi papaya, mmmmm…, cambiamos de posición, esta vez me subí encima de el, su verga como un mastil se levantaba, gruesa dura poderosa, mi pepa estaba chorreando, lista para recibir aquel animalote, que se erguía esperando introducirse en mi papaya, lo monte y comencé a subir y bajar sobre aquel animalote, una y otra vez me daba gusto con aquel delicioso falo, el con sus manos sobre mis nalgas me hacía subir y bajar una y otra vez, mmmm delicioso, de pronto me puso de a perrito y comenzó a darme muy duro, su pelvis cacheteaba mis nalgas muy fuerte y rápido, como un animal en celo, me tomó de los hombros y me jodió muy fuerte y duro, de pronto me aviso que ya llegaba su venida, se aferró muy fuerte a mis caderas me tomo de los hombros pero con sus brazos por debajo , de forma que era imposible que pudiera safarme, siguió jodiendo mi papaya muy fuerte hasta que su venida llegó!!!! su verga esta bien adentro de mi, completamente dentro y empezó a llenarme la pucha con sus chorros de leche caliente, era muy abundante, ya que me escurrió por la papaya bastante leche, que después lamí de las sabanas para probar su sabor, era un manjar de dioses su semen, comencé a mamar su cabezón , ya que en ese momento estaba muy sensible y eso lo volvió loco, no deje de mamarlo, pase mi lengua por sus huevos y por todo su falo, hasta que volvió alcanzar una potente erección, estaba decidida a tragarme todo ese delicioso semen, se lo mame como una perra en celo una y otra vez, hasta que pude ver sus ojos en blanco y los chorros de esperma bañaron mi garganta, fue delicioso!

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