El inicio en el sexo de mi esposita
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Bueno pues ya les había contado como me fui dando cuenta que mi mujer le encantaba el sexo y me parecía que era una zorra muy puta.
Pues bien ya casados y con mucho sexo diario la calentura subía cada vez más así que le fui preguntando de su experiencia sexual anterior a mi, ella en un principio no me quería contar mucho, así que yo utilizaba lo que mejor tenia a mi alcance para que ella soltara todo lo que tenia oculto el sexo, así es yo le daba muy duro y la hacia gozar, para que ella empezará hablar y me empezó a contar que desde pequeña, pero ya con noción de lo malo y lo bueno, la pareja de su abuela que no era su abuelo, el la tomaba y cada oportunidad le acariciaba su puchita por encima de sus calzoncitos esto hacia obviamente que ella se mojara y claro que eso le llamo la atención ya que le daba placer, así que ella misma iba y lo buscaba con el pretexto de ayudar a su abuela.
Sabia que debía esperar a estar solos para que el pudiera meterle mano, para eso ella ya solo vestía falditas con vuelo para que no se notará cuando se sentaba encima y el metía su mano, a ella le gustaba sentirle crecer la verga en su trasero, que solo se oponia para ser penetrada la ropa de el y su calzoncito ya que la falda la levantaba, todo eso mientras el le sobaba con la mano su puchita, donde terminaba empapada, ella pensaba que se orinaba.
Con el pasar del tiempo aquel hombre le empezó a hablar y decir que le diera permiso de hacer más, que no le iba hacer daño, ella pues ya se imaginarán muy caliente le permitía, así que la sentaba a la orilla de la silla y la abría en su totalidad de piernas le hacia un lado su calzoncito y le empezaba a dedear su puchita, eso la hacia temblar y lógico hacia que se viniera y terminará empapada, el se llevaba el dedo a la boca para saborear los jugos de mi chaparrita, terminaba limpiando su puchita con los dedos y los chupaba, me contaba que eso la exitaba aun más, así que el avanzo con el paso de los dias otro poco más y se hincaba frente a ella y no solo le frotaba su puchita ya le penetraba las puntas de los dedos, me imagino que para no desflorarla, quizás aún no era tiempo, y le hacía un oral pasando la lengua de aquel hombre para ir recogiendo todos los jugos qué ella emanaba.
Eso era prácticamente diario, hasta que el empezó a tener más contacto, me cuenta mi esposa que el se sacaba la verga frente a ella y se empezaba a masturbar hasta venirse ella solo lo miraba decía que la tenia muy grande y a decir por su expresión me imagino que era enorme por que ella decía tener miedo que la fuera a lastimar si la penetraba, en ocasiones el le tomaba la mano y la hacia qué ella lo masturbara para igual venirse a chorros a presión, me decía ella que todo la lechita la hechaba en una cubeta y que al terminar de venirse varias veces era una cantidad considerable.
El a veces la llevaba a otra habitación ya por la noche para estar más privados y ahí la tomaba y le acariciaba todo su cuerpo le metía la mano por debajo de sus ropas le apretaba sus pequeños senos y que decir de su trasero qué siempre tubo buena cola qué ese ya lo acariciaba del diario así como su puchita y el oral qué le hacía el se sacaba la verga y se la ponía en su trasero encima de su calzoncito ella solo se repegaba sintiendo ese gran trozo de carne grueso según me contaba ya la calentura no la dejaba pensar hubo una ocasión que ella ya no aguantaba y fue a buscarlo ya decidida a que fuera penetrada, el lo noto y lo que hizo fue tomarla metiendole los dedos ya más profundo a lo cual ella me dice que la lastimo y le dio un beso en la boca eso le provocó asco a mi chaparrita y ahí termino todo no pudo penetrarla.
Aún así ella seguía muy caliente ella ya deseaba una verga dentro de su vagina húmeda y caliente, así que como dice el dicho ya no buscaba quien se la hiciera sino quien se la pagará un día fueron a visitar a la tía y su primo, pero eso será otra historia.
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