Por orgullosa me termina cogiendo un tendero
📋 Lecturas: ️18117
⏰ Tiempo estimado de lectura: 12 min.
Este será mi primer relato de muchos o eso espero yo jejeje, ojala les guste, no olviden comentar si les gusta o alguna recomendación para ir mejorando mi escritura, ténganme paciencia que este es el inicio, pueden entrar a mi perfil y ver mi descripción para saber más de mí y conocer mi red social para que puedan mandarme un mensajito contándome cosas interesantes o haciéndome alguna pregunta en específico.
Hola me llamo Bianca actualmente tengo XX años pero esto inicio cuando iba en el último año de mi CQ lo pongo así para que no haya problemas con la edad que ya dejo a tanteo de ustedes, desde que inicie esa etapa de mi vida me llegaron las hormonas junto con todo y el desarrollo del cuerpo, tengo una cara tierna que siempre me hace ver menor a mi edad real y mi cuerpo es de complexión delgada, como desde pequeña mis padres me metieron hacer ejercicio tenía un vientre plano con una cinturita bastante pequeña, mis pechos apenas empezaban a salir nada resaltante ahí pero tenía un trasero tipo burbuja que estaba muy bien parado y firme que hacia relucir mas mi cintura, media 1.45 siempre se me considero bajita y lo soy a la fecha.
Como les comento mis hormonas iniciaron por inicios de CQ por lo que me empezaron a interesar los chicos, en un principio solo eran besos pero conforme fui conociendo más empecé a tener sexo pero era bastante decepcionante ya que ninguno de mis novios me hacia sentir la gran cosa, no duraban ni 5 min, en cuanto mis padres ambos se la pasaban trabajando en la tarde noche, trabajaban como vendedores de ropa por lo que salían por eso de las 11-12 de la mañana y regresaban pasando las 10 y había ocasiones en las que no regresaban y como yo salía a las 2 de la escuela me dejaban quedarme en casa todo el día.
En ese entonces vivíamos en un pueblo donde las casas estaban separada ya que aún no había tanta gente y mi casa solo habían unas 6 o 7 casas alrededor, también había una tienda en la esquina y tenía mala fama ya que quien atendía decían que era un viejo cochino que siempre andaba viendo a las mujeres, yo nunca había ido ya que mis padres siempre compraban la despensa, hasta que un día por saltarme las clases para ir estar con mi novio llegue temprano a mi casa por eso de las 11 am, como no había comido y tenía dinero para comprarme el desayuno en la escuela decidí ir a la tienda pero mi sorpresa fue que cuando me acerque y al abrir la puerta sin hacer mucho ruido empecé a escuchar gemidos por lo cual me quede quietecita para escucharlos mejor.
-ay Ceferino despacito despacito
-aguántala, que no la querías!!
-si pero la tienes muy grande ay ay
Yo estaba totalmente impresionada, pues no esperaba escuchar nada, enseguida que dijo eso me di la vuelta con el corazón acelerado al máximo, mis hormonas me empezaron a jugar en contra y más por lo insatisfecha que me dejaron, me fui corriendo a mi casa a masturbarme un poco con lo que acababa de escuchar, cuando termine me dio mucha curiosidad por ver quién era el señor por lo que pasado como 2 horas fui con mucho nervio y con algo de pena, al llegar a la puerta intente escuchar algo pero todo estaba tranquilo así que la abrí intentando hacer más ruido por si seguían haciendo algo pero todo estaba tranquilo así que entre sin más y lo escuche con su voz algo ronca
-Buenas tardes
-Buenas tardes – conteste algo nerviosa y con voz timida – Disculpe tiene huevo
-claro que tengo mucho huevo- tenía una sonrisa que me dejaba ver su doble sentido – Cuanto quieres?- Se rio un poco
-me da medio por favor
-no te había visto por aquí, te acabas de mudar?
-no, ya tenemos tiempo aquí solo que mis papas son los que compran las cosas
-quienes son tus padres?
-mi papa se llama Oscar y mi mama Rebeca
-oh ya, si he visto a óscar, en ocasiones viene a comprar y tu cómo te llamas?
-Yo soy Bianca y usted?
-yo me llamo Ceferino
-un gusto- Le estire la mano por lo cual le dio la vuelta al mostrador y por fin pude verlo bien, era un señor como de unos 65 años alto como de 1.90 y muy moreno con una panza que le resaltaba, con pocos cabellos.
-un gusto- se me acerco y me agarro por la cintura y me saludo de beso- que cinturita tienes- Yo solo lo salude igual y me puse súper nerviosa
-gracias- me sentía nerviosa y ya no sabía que hacer- cuanto es por el huevo?
-son 12 pesos- Se estiro y me lo paso cerrando la bolsa- ten.
Le di el dinero agradeciéndolo pero en cuanto me di la vuelta como la puerta era de vidrio vi como su mirada no dejaba de estar en mi culito lo cual por alguna razón me hacía sentir algo caliente, salí y me fui a mi casa con el cuerpo algo caliente, me tenía impresionada lo alto que era y lo fácil que se había acercado a mí, casi todos los chicos que me intentaban hablar estaban nerviosos o tartamudeaban por lo cual yo me sentía superior y me gustaba a veces molestarlos y en ocasiones humillarlos y ahora era yo la que estaba nerviosa por lo cual mi orgullo por así decirlo salió a flote queriendo volver a ir con aires de grandeza como siempre los había tenido por lo que en la tarde decidí volver con aires de grandeza pero esta vez me arregle un poco más, subí un poco mi falta y me perfume, antes de salir rondaba en mi cabeza si debía hacerlo, después de todo solo era un viejo que seguro no le interesaban las mujeres pero recordé rápidamente los ruidos que había escuchado en la mañana por lo que me decidí a ir.
Enseguida que llegue a la tienda vi que estaba atendiendo a una señora riendo, la verdad estaba algo fea y gorda por lo que pensé que enseguida que me viera iba dejar de fijándose en ella pero cuál fue mi sorpresa que al entrar ni siquiera voltio a verme ni nada, solo se quedó hablando con ella por lo cual fui a los estantes de atrás por unas frituras las pague y me fui de ahí.
Por alguna razón ardía de coraje, como era posible que fuera ignorada después de haberme arreglado así y por si fuera poco por estar con una señora gorda, dentro de mi sabía que eso no debía importar pero por primera vez no era el centro de atención por lo que me decidí a que ese viejo iba a estar babeando por mí.
Pasaron los días y un viernes el cual no iba a ir a la escuela por estar “enferma” empecé a planear el cómo iba a ir, ya había investigado y la tienda abría como por eso de las 7 y mis papas para variar ese día se iban a ir muy temprano por lo cual tendría mucho tiempo, lo primero que hice fue bañarme para después ponerme un pants bastante ajustado para que resaltara mi culito y una playera entallada la cual me hacía ver un cuerpo bastante esbelto pero con el culito paradito y en mi poca experiencia algo que volvía locos a los hombres, me termine de perfumar y me fui con el cabello lacio, total que llegue a la tienda y me decidí por entrar.
-Buenos días- ya más segura de mi
-Buenos días- me contesto, se veía que apenas acaba de abrir la tienda pues todavía se le veía cara de sueño
-disculpe señor, sabe dónde está el jabón de trastes- yo sabía que el punto de irme con ropa más provocativa era que me viera pero como les digo yo soy muy chiquita por lo que el mostrador que era como un refrigerador me estorbaba
-Esta hasta el fondo, en el segundo pasillo- No se le veía muchas ganas de atenderme por lo que me hice la tonta un poco
-En este- para poderme guiarme ya que me fui a en medio del pasillo se tuvo que parar y paso justo lo que esperaba, su reacción me encanto, pues abrió los ojos y se sorprendía al verme
-ese mero banquita, haber déjame voy para poder decirte cual- Se paró casi corriendo vino hacia mi poniéndose atrás- mira es ese
-ah ya lo vi- yo camine lo más despacio que pude y aunque no lo veía sabía que lo que me estaban viendo era mi culito, me sentía empoderada en ese momento- Oiga pero está muy arriba, no lo alcanzo- Daba pequeños saltitos y me ponía de puntitas sacando lo más que podía mi culito
-Ah perime tantito- Vi que camino hacia mí pero no espere que se pusiera justo detrás de mí y lo bajara pegándose a mí que aunque no quedábamos a la medida con sus piernas sentía mi culito- Toma
-gracias- aunque me sorprendió trate de mantener la compostura sin sobre saltarme- oiga pero es el de alado
-claro- se volvió a pegar a mí pero esta vez puso su mano en mi hombre haciéndome hacia atrás, yo solo me reí
-Toma bianquita
-gracias- nos dirigimos al mostrador pasando enfrente de el para que siguiera viendo mi culito
-oye bianquita, eres muy linda, no te había visto bien- eso me hizo saber que ya había logrado mi cometido lo cual me hizo llenarme de orgullo
-muchas gracias don Ceferino- pongo el jabón sobre el mostrador pero que gran sorpresa me lleve que en lugar de irse al otro lado del mostrador me empujo con su cuerpo e hizo como si buscara cambio, yo quede con las manos en el mostrador recargándome
-que busca?- al ver que no ponía resistencia empezó a mover sus piernas- pesa mucho- ya estaba empezando a sentirme aplastada por lo cual se retiró rápidamente-
-perdón bianquita, lo que pasa es que en la mañana se me cayo el cambio por debajo del mostrador y es que a mi edad ya no me puedo agachar, no quieres ayudarme?
-claro, pero está aquí debajo- señale el mostrador y me iba a empezar agachar cuando me detiene
-no bianquita, es más fácil por el otro lado
-ah ok ok- Nos fuimos al otro lado del mostrador
-mira es justo de ese lado donde está la caja- del otro lado aunque no era tan espacioso había un sillón una tele y su caja al fondo por lo cual debía empinarme prácticamente para poder agacharme
-vale haber agárreme el jabón- le di y empecé a empinarme sacando mi culito e hice como si buscara las monedas cuando de repente siento como me toma de la cintura y se pega a mí, fue tal mi sorpresa que salte un poco y estaba a punto de pararme
-Tranquila bianquita soy yo solo que quise agarrarte para que no te fueras a resbalar- aunque me puse nerviosa decidí continuar
-ammm vale, déjeme ver si esta- me volví a empinar y me volvió a tomar de las caderas pero esta vez me las apretaba como si me estuviera dando un masaje, yo empecé a calentarme y movía mi culito a la par que el movía sus manos
-no lo encuetrOOO- sentí como se pegó a mi sintiendo su pene entre mi culo- Cuidado que me clava su celular- yo quería seguir haciéndome la inocente
-perdón bianquita, pero si deben estar ahí, fíjate bien-
Me puso su mano en mi espada y me volvió a empinar, esta vez en lugar de pegarse a mi empezó a bajar sus manos hacia mi trasero empezando a masajearlo, entonces de repente metió sin aviso su mano en medio de mis piernas yo las cerré un poco al sentirlo muy bruco pero luego las volví abrir, mi calentura estaba ya por los cielos, el con unos de sus dedos empezó acariciar mi rayita, yo solo daba pequeños gemidos, era una sensación nueva para mí, continuo un tiempo hasta que empecé a sentir muy caliente mi cuerpo y de repente PUM mi primer orgasmo, sentía tan bien que aparente su mano con mis piernas y temblé toda sintiendo una gran sensación, era increíble
-estás bien bianquita
-ahm si…- apenas si podía hablar y antes de que me diera tiempo de decir algo siento como me baja mi pants, yo por inercia me pare y no lo deje bajar- Ah creo debo irme, disculpe no encontrar nada- El antes de pararme me abrazo por atrás y se dejó caer en el sillón haciéndome sentir toda su verga
-muchas gracias bianquita, quizás otro día las encontremos- me sorprendí al sentirla ya que se sentía que estaba grande, pero cuando yo me iba a dejar hacer se escuchó que entro alguien, el luego luego me echo para abajo y obvio yo también me escondí ya que no quería que me vieran, el atendió y después de que se fuera el cliente me dijo que mañana podíamos intentarlo, yo le dije que no porque iban a estar mis papas pero que el viernes no tenía clases.
Sin darme cuenta había quedado con don Ceferino el otro vieres,
Continuara….
Espero les haya gustado la primera parte, recuerden dejarme en los comentarios si les gusto, si quieren que continue o si mejor busco otro pasatiempo jejeje los quiero, dejo mis redes para que me manden mensaje de cualquier duda o sugerencia
* donaji2gris(a)gmail(.)com *
Tendencia ahora