Cuando el deseo de ser atendida se hace cada ves mas frecuente

Me llegó un mensaje de mi médico para preguntarme como estaba, le dije que bien en lo que cabe porque había pasado mi periodo andrés ( el que viene cada mes), ok respondión ¿cuando vienes a verme entonces? pues seria hasta el fin de semana que es el dia de tu convivio en el rancho que acabas de comprar; ok me parece perfecto  ¿que ropa iras a llevar? porque te quiero ver mas guapa y sexi de lo acostumbrado ¿te parece? no se un vestido pegadito que se vean tus curvas, mas bien que se vea el trabajo de tus ejercicios..jajaja, si quieres yo te compro la ropa interior para que te lo pongas; no es necesario, aqui tengo ropita que no he usado ya tiene un buen rato, como te comento mi adorado esposo no mira que tiene un mujeron a su lado; ok mi reina lo dejo a tu criterio pero te quiero lo mas rica posible, jajaja.

Como había comentado en el relato anterior, mi espos se iria de cursos y yo tendria tiempo suficiente para salir a la fiesta del médico, me fui a la estética para darme un retoque en el cabello, etc.

Me puse una falda de tablones cortito, una blusita tipo top color hueso, medias invisibles y una gabardina por lo fresco de la noche del mismo color de la blusa, por dentro una tanga roja de encajes y el brassier sin ajustadores igual de color rojo pasión, laz zapatillas tipo plataformas y un buen maquillaje tambien muy atractivo.

Se me complicó un poco para poder salir a la calle vestida así por la falta de costumbre, ya que con mi esposo era imposible salir así, le dije a mi amigo el médico que iba a tomar taxi y que estuviera en el sitio para irno a su rancho; por fortuna estaba saliendo a la calle y un taxi estaba pasando en esos momentos, asi que aproveché, me tape lo mas que pude con mi gabardina para que el chofer no fuera molestando, llegué al sitio y mi amigo ya estaba allí, le di un beso en la boca y arrancó la camioneta porque sus invitados ya lo estaban esperando en su rancho, me dijo que me veia muy deliciosa con mi vestimenta.

Durante el trayecto fué tocando mi vagina por encima de mi tanga, dejandola lubricada por la excitación; llegamos al rancho y pues no había mucha gente que digamos, solo 10 personas, cada quien con su pareja a excepción del señor que se quedaba a cuidar el rancho, me presento como su amiga y pues empezamos con la cena que estaba recien hecha, el aun lado de mi y cuando habia oportunidad tocaba mi pierna para que no dejara de lubricar mi vagina.

Empezó la música con un tecladista y uno de sus amigos me invitó a bailar ya que su pareja nomas no se le daba, mi médico no se opuso y pues a mover el bote se ha dicho como suele decirse aqui en méxico; hubieron instantes en que la falda se me levantaba por las vueltas y pues como que mi doctorcito empezaba a ponerse celoso, pero pues el me pidió algo sexi y ahora se tenia que aguantar.

Dejamos de bailar un ratito y empezamos a convivir con un poco de whisky porque la cerveza a mi no me pasa, la verdad no hiba a beber demasiado por las condiciones de salud en la que me encontraba, la noche seguia su curso y en eso se acabo el hielo, me dijo el doctor que si de favor fuera a la cocina por un poque de hielo que habia en el refrigerador y se los hacia en pedacitos, al levantarme como que me empezó a dar vueltas la cabeza, pero pude normalizarme, llegando a la cocina abri el refrigerador y estaba bien pegado el hielo, entonces el señor que cuidaba la casa me estaba observando y acudió ayudarme, sin embargo el tipo se pego demasiado a mi espalda y sentí un ´bultito en mi colita, no le di importancia pero el alcohol estaba haciendo efecto, a tal grado que volvi a sentirme mareada, el muy atrevido me agarro de la cintura y luego atrapó mis senos con una de sus manos; hay señorita usted ya no debe seguir bebiendo porque entonces no se va a querer levantar y se nos puede quedar dormidita, me reí un poquito y el tambien.

No se como pero el alcohol me estaba calentando la panocha y urgía que fuera manoseada por quien fuera, el señor ese veía que no andaba bien y dejó que llevara los hielos a los invitados, ya algunos se empezaban a retirar, de hecho ya solo quedaba la ultima pareja, mi doctor y el capatáz del rancho, el tecladista levanto sus cosas y las personas que habían hecho el trabajo de la comida tambien ya habian levantado todo para irse, no pasó ni cinco minutos y la ultima pareja tambien se retiró y ya solo quedabamos mi doctor y el capatáz, pues todavia quedaba un poquito de alcohol en la botella pero yo ya no quise, se lo tomo mi doctor y como que tambien ya se le estaban apagando los ojos, en eso suena el celular de mi médico, uno de sus amigos se habia quedado tirado en la carretera y habria que ir auxiliarlo, como el ya estaba hasta las chanclas, el capatáz dijo que el iba apoyarlos, pero mi doctor yo voy contigo porque a veces se necesitan manos, me dijo que me quedara en el rancho para que lo ayudara a en meter la bocina con la que nos quedamos escuchando musica; se fueron y paso como media hora vi llegar al capatáz sin mi doctor, pense que algo le habia sucedido, me dijo que no, que venia por unas herramientas que le iban a facilitar el arranque del coche tirado, mas sin embargo yo apenas me podia parar y al tratar de bajar unas cosas casi me caigo.

Me detuve en el sofa de la sala y el capatáz se dio cuenta de mi inconveniencia, la falda se m habia levantado y expuse mi ropa interior, se acercó a mi y yo me le quedé mirando, su mano  corrio hacia mi  pierna y lo dejé de tal manera que llegara hasta mi entrepierna, su boca empezó a besar mi tanga exactamente a la altura de mi panochita peluda, me excitó tanto que hizo a un lado la tanga y metió su dedo áspero pero eso no importó mucho ya que estaba bien mojada, subio mi top e hizo a un lado mi brassier para poder chupar mis pechos como un loco,  yo tambien gemia porque un desconocido me estaba manoseando y estaba a punto de follarme, sacó su verga que era de buen tamaño y lo puso en dirección a mi peludito, lo detuve para que se pusiera un condon, no tenía pero yo si iba prevenida y se lo puse en esa vergota, lo fu ensartando poco a poco hasta que sus huevos chocaban, empezó el mete y saca  con mis piernas encima de su hombro, me bombeaba muy rico, me levanto del sofá y me recargo encima de la mesa para dejárme ir su camote bien tieso, me vine muy rapido y el presentí que el tambien, asi que le dije que si se lo mamaba, no lo pensó dos veces, me lo puso enla boca ya sin condon, dos chupadas y dejo caer un chorro de leche, apenas y se pudo acomodar su ropa para irse a ver a mi doctor.

Ya casi me estaba durmiendo y mi doctor me dijo que lo disculpara porque no era esa su intención, le dije que me tenia que ir porque estaba bien cansada por el baile, el ya se le habia bajado el alcohol, me vió un poco rara pero me dijo que si que no habia problemas, penso que me quedaria pero pues no podia porque mi hijo lo tenia que ir a buscar temprano, ya eran casi las dos de la mañana, nos subimos al vehiculo y en el camino me pregunto si todo estaba bien, le dije que si pero que el cansancio era lo que me estaba venciendo, detuvo la camioneta y pues me empezó a besar, no se pero mi panocha se volvio a calentar y deje que metiera mano en mi cueva que ya escurria por monton, me dijo estas bien excitada, le dije que es que me causa adrenalina hacerlo en el carro y que alguien nos vea, el igual dijo lo mismo y me puso encima de sus piernas, se puso un preservativo y con la tanga de lado me clavo su verga, mi top levantado mostraba mis chichis erectos para que los mamara, empezé a gemir como una loca, no me importaba si me escucharan pero esta excitada por hacerlo en un vehículo, nunca lo había hecho así, de pronto dijo que ya estaba pór venirse, me dijo que me los iba a poner en la cara  y yo pedi que en la boca, se lo succione todo y esa noche habia probado dos tipos de leche, ummm que rico sabor.

Las piernas si que se me doblaban, llegue a la casa y quede completamente dormida, ya hasta que abri los ojos pude leer los mensajes del muchachito de la tienda y de mi médico, asi como de otro amigo de mi doctor que queria conocerme tambien, eso es en el siguiente relato.

Bye