Mi médico me ayudó a sentir placer – I, II

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Desafortunadamente las atenciones de mi marido hacia mi se estaban esfumando y obvio eso estaba impactando en mi vida sentimental.

El médico que conocí en una urgencia me daba atenciones y que con el transcurso de los días estaba haciendo estragos en mi mente, el día que todo cambio fue cuando en una consulta a la hora de despedirme de el me dio un beso en los labios y no dije nada, me quedé callada y la escena se quedó en mi cabeza que deseaba se volviera a repetir.

Al llegar a casa mi pareja estaba viendo tele y ni siquiera pregunto cómo me había ido, me fui a bañar y al meterme a la recámara me vi en el espejo y la verdad tengo unas chichis bien sabrosas y unas pompas que ya muchas chamacas quisieran tener, soy chaparrita de 1.56 mt pero bien repartidita gracias al ejercicio.

Al día siguiente llegó un mensaje de mi médico donde decía que si me había molestado por la acción, le dije que no y que me hacía falta un poco de atención.

Me sugirió verlo en la tarde y pues no dude en ir a verlo, como pretexto le dije a mi marido que iba por medicamentos que no habían el día de ayer y que me avisaron que pasara por ellos en la tarde, así que me puse una blusa de botones y una falda entallada con una abertura en un costado el cual enseñaba un poco de pierna pero como era largo el tóxico no me dijo nada pero al subirme al taxi si enseñaba de más, me acomode un poco la falda y creo que me lo subí más de lo debido porque al bajar del taxi creo que le enseñé la pantaleta a un señor que estaba esperando servicio de taxi en la clínica.

El caso es que llegue y la chica de recepción se había ido y para entonces le mandé mensaje al doctor, diciendo que pasara al consultorio, que solamente me esperaba a mi.

Al abrir la puerta apenas me dió tiempo de cerrar, el se abalanzo a mi y me estampó un beso como queriendo comerme, le correspondí de tal manera que me empiece a mojar, sus manos se fueron al cierre de mi blusa para poder ver mis pechos que solo tapaban mis pezones, hizo a un lado mi brassier y comenzó a darle chupadas ricas a mis tetotas, lo hacía bien rico luego uno de sus manos bajo a mi falda tocando mi vagina por encima de mi pantaleta húmeda y luego metió un dedo dentro de mi panochita peluda.

Tanto era mi calentura que me vine solamente con el roce de los dedos de mi médico.

Mis piernas temblaban y como pude me deje caer en la silla para también bajarle el cierre de su pantalón para sacar su verga el cual no era muy grande pero si estaba bien parada.

Mi médico me dobla la edad, en ese entonces yo tenía 23 años y el 49, todo un viejo lobo de mar, al tomar su verga con mis manos lo empecé a juguetear y después a darle chupadas que también le fascinaron porque se vino muy rápido en mi boca.

Descansamos un ratito y me dijo… te voy a llevar a tu casa para que no llegues tarde, salimos del consultorio y me subí a su camioneta.

Como ya era tarde, estaba casi oscuro y el aprovecho a meter su mano entre mis piernas para ir tocando mi vagina completamente húmeda, llegué a casa y no pude despedirme como quisiera ya que los vecinos son bien chismosos.

Luego les cuento que paso más adelante, porque viene lo mejor.

PARTE II

Dado que el descuido de mi marido continuaba, las insinuaciones de otras personas de quererse comer mi cuerpecito pues también aumentaban, ya que me veían caminar sola por la calle y no de la mano de él como cuando apenas estábamos iniciando nuestra relación como parejas, a mi me permitió también sacar un poco de ropa del closet que dejé de usar por un buen tiempo.

Al año de que me casé, me embaracé y luego un problema de la vesícula que estaba doblada hizo que conociera a mi médico ya que me dio un tratamiento para poder disminuir el dolor y para posteriormente hacerme cirugía si es que se volvía crítico. Durante ese tiempo no pude tener relaciones por muchas complicaciones y pues eso de una manera enfrió la relación con mi marido, no se pudo aguantar y era entendible pero yo también me tuve que aguantar, entonces creo que no habría que reprocharme nada, pero pues no fue así y ahora las cosas estaban cambiando conmigo porque sus desaíres le iban a cobrar factura.

Era fin de semana y recuerdo que mi esposo llamo para avisarme que se quedaría tiempo extra por ocho horas mas, había entrado a las tres de la tarde a trabajar y regresaría a las 7 de la mañana del día  siguiente, mi hermana me llamó para ver si le llevaba a mi hijo para que se quedara con sus primos durante la noche y pues se lo llevé, me regresé sola a la casa y en eso me llega un mensaje del médico, donde decía que ya me extrañaba, le llamé y le dije que pues tenia que ser precavida para que eso no se saliera de control.

El insistente volvió a contestarme: me gustaría que vinieras a verme, espérame en el estacionamiento y nos vamos a platicar aunque sea un ratito.  Pues como también no tenia mucho que hacer le dije que me esperara porque andaba en pants debido a que me había preparado para hacer mis ejercicios en casa, ya que ni hijo no estaba. Pero no se quedó con las ganas en llamarme y solo para decirme que fuera con faldita o vestido sexi, ya que le gustaba ver a la mujer muy femenina, esta bien le respondí, a ver que me pongo.

Me di un baño y había un vestido azul que no tenía mangas y era un poco corto, muy pegadito al cuerpo, recuerdo que ese vestido lo había comprado para una fiesta pero pues ese día nos discutimos con mi esposo y  ya no fuimos, el vestido nunca lo estrené debido a que estaba bien corto, pero pues había que aprovechar ahora. Así que me apuré, me puse una tanga azul pastel, porque me enamoran los colores pasteles, igual el brassier del mismo color pero que apenas me cubría los pezones, ya que por el tipo de vestido se tenia que poner un brassier sin tiras, combiné con unas zapatillas negras no muy altas para no verme muy exagerada, pero realmente me veía bien sexi.

Como ya estaba casi oscureciendo pues no hubo problemas para subir y bajar del taxi aunque abriera un poco de mas las piernas. Llegue al estacionamiento y el ya estaba esperándome dentro de su vehículo, le pedí disculpas por llegar tarde pero pues una es mujer y hay que arreglarse.

Nos saludamos con un rico beso y nos movimos de allí para no levantar sospechas, como a tres cuadras del consultorio, anteriormente había un parquecito, pero por falta de mantenimiento se  fué deteriorando y los  arboles crecieron demasiado, lo cual mantenía en completa oscuridad esa parte, se detuvo y apago las luces para que pudiéramos platicar un rato. Pero pues eso no pasó ya que las ganas de besarme era primero, dentro de los besos su mano ya estaba haciendo aun lado mi tanga para poder abrir paso a la cuevita por el montecito recién depilado, su dedo encontró rápidamente mi clítoris y me provocó gemidos de placer, me levanto un poco el vestido para poder acariciar mi culo, mi panocha ya estaba derritiéndose por las constantes dedeadas que estaba recibiendo.

Yo también aproveché a bajar el cierre de su pantalón para sacar su verga bien parada, me agaché para empezar a chupársela, sentía bien dura la cabeza, quería estallar pero se no se daba por vencido, me dijo que parara para no derramarse todavía y pues le hice caso, pero también aprovechó a darme un pequeño detalle, un paquete que contenía ropa interior, era un brassier rojo, tanga roja de encaje y medias con ligero color negro, me dijo: quiero que vayas a un convivio conmigo, pide permiso a tu marido y dile que iras con unas amigas de la escuela, asi no te pone peros, yo respondí: no te preocupes el estará de cursos fuera de la ciudad en esos días, así que solo le pediré a mi hermana que se quede con mi hijo, entonces continuamos con las caricias y ahora me tocó a mi, reclinó un poco el asiento y me empezó a mamar la panochita que ya estaba super mojada y luego continuó con mi chichis que también estaban bien erectos, parecía un pulpo, pero pues estábamos un poco incómodos, entonces  nos pasamos al asiento de atras y pues la ventaja de la oscuridad se prestaba para hacer cosas, me acosté y el metió su boca en mi entrepierna, lo chupaba con tanta delicadeza que me estaba casi viniendo, lo detuve y le pedí que cambiáramos de posición, me puse de a perrito y el se puso un preservativo, me fue metiendo su rica verga hasta que sus huevos chocaron con mis nalgas, para que no se viniera todavía cambiamos de posición y ahora el se acostó en el asiento y yo me subí para cabalgar en su pito que ya casi se venia derramando.

Me saque el palo de mi panocha, me acomodé de tal manera que pudiera chupar mi panocha y yo su camote, no se aguanto mas y se derramó en mi boca, yo también sentí su lengua moverse rico para dejarle caer mis jugos en su boca producto de una rica venida, quizá por lo incómodo pero por las varias posiciones que hicimos él terminó super cansado, quiero comentar que el me doblaba la edad, yo 23 y el 48 años sin aparentarlos, había una gran diferencia pero la experiencia de un viejo lobo de mar sacaba adelante su tarea de buen mozo.

Ya mas tranquilos, nos arreglamos las vestimentas y me dijo que me llevaría de regreso a mi domicilio, pero pues le dije que no, que me deja unas cuadras antes para no levantar sospechas como siempre, asi lo hizo y pues quedamos en vernos el día del convivio. Sin embargo para mi la noche al parecer no iba a terminar todavía, resulta que tenía ganas de cenarme unos antojitos y pues pasé a comprarlos, llegué al negocio y allí estaban unos chicos que igual me molestaban siempre, me tiraban piropos pero sin llegar a lo vulgar; los muchachos estaban en la parte de enfrente donde dos de ellos atendían una tienda que era de su abuelita, la señora que antedía el negocio de los antojitos me pidió que me sentara porque tenia pedidos por delante de mi, el único lugar era una banquita afuera del negocio de antojitos pero de frente a la tienda, como andaba con las piernas un poco adolorida por el ejercicio del día y la cogida con el médico tuve que sentarme pero pues si me descuidaba tantito iba a enseñar calzones a los muchachos, puse mi bolso entre mis piernas pero como decía, un descuido y ya valió, tal como sucedió, un mosquito empezó a molestar cerca de mis pies y pues al querer matarlo descuidé mi entrepierna, los chicos se me quedaron mirando con ojos de querer comerme, pero pues se aguantaron en decirlo; pedí algo de beber en los antojitos y solo tenían refrescos y pues no tomo eso en la noche porque no me deja dormir, a diferencia de un cervecita, no mucho porque también me hace daño, pero pues ahora tuve que levantarme a comprar agua a la  tienda, pasé con un poco de pena pero pues me valió, al fin y al cabo solo fue el calzón que me vieron.

Uno de esos muchachos me atendió se empezó a reír y me dijo así directamente sin tapujos, señora usted está haciendo que andemos como perritos tras de usted, me sorprendí por el extraño comentario pero pues a la ves eran jóvenes de mi edad, traían todas las ganas de follar y de quererse comer a cualquier mujer; le dije: pero pues hay muchachitas mejores que yo y pues yo tengo un compromiso con mi marido, no podrian andar con nadie de ustedes, el me respondió rápido; mi bella señora pero con usted sería completamente distinto debido a que ya tiene mucha experiencia a diferencia de una chica soltera, con usted ni hay compromiso, con las chicas solteras piden que las lleven al cine o a otras cosas y no aflojan nada, osea que ¿me estas diciendo que soy facilona?  –No señora pero hay un poco de mas flexibilidad, porque el cine para usted ya no es novedad al igual que ir a un buen restaurante…pues si tienes razón le contesté.

Mire que le parece si le doy mi numero y yo le doy el mío para mensajear o llamadas por las noches cuando su marido no esté, ahorita ya casi voy a cerrar la tienda y a usted ya le estan hablando de sus antojitos ¿le parece?…ok esta bien volví a responder.

Llegué a la casa y me dispuse a cenar pero me quede pensando lo que me dijo este chico, me di una ducha y me puse a ver tele para esperar a que bajara la cena, ya eran casi las once de la noche y llega un mensaje de texto, señora esta usted despierta todavía? —si todavía estoy viendo tele–¿ porque la pregunta? pues es que mire la verdad quisiera decirle algo personalmente pero será de forma confidencial, ok esta bien mañana te veo en tu tienda–no señora bonita ¿le parece si la veo por atrás de su casa, ya que no hay iluminación y así no la meto en broncas.

Lo pensaré y te regreso la llamada en unos minutos, la verdad era un albur el dejarlo venir a la casa porque podría pasar algo y en que broncas me meto, pero era mas mis ganas por saber, asi que le dije que si, que viniera–ok señora pero que sea casi la media noche ya que este dormida la mayoría de gente.–ok bueno—. Me mando un mensaje que ya estaba atrás de la casa, yo traía un short y una blusita sin brassier para dormir, al verme salir se acerco y me dijo: señora la verdad es que le traigo muchas ganas y se que no le puedo ofrecer nada de lujos pero casi a diario me masturbo con imaginándome desnuda y hoy que le vi la tanguita casi estaba a punto de estallar, de hecho aun la traigo dura—oye pero pues que van a decir tus demás amigos si se llegan a enterar de esto—usted no se preocupe porque ellos se fueron a una fiesta y van a tardar porque llevaron serenata a la novia de uno de ellos–ahh bueno–pero pues si tengo miedo a que se puedan enterar no solo tus amigos, alguien que te hay visto llegar no se–mire usted puede decir que no vio a nadie y pues yo también lo voy a negar, diré que fui a dar serenata, mis primos me ayudaran con eso—ok esta bien tu ganas, pero con una condición, que solo puros besos te gusta la idea? —ok bueno al fin ya di el primer paso—

Me tomo de la cintura y nos empezamos a besarnos y la verdad no lo hacia mal, se esmeraba mucho, pero la carne es débil y como que nuestro aliento se sentía caliente, signo de que me estaba calentando, de movimientos suaves se hicieron a movimientos mas fuertes y de allí empezó a tocar  mi panocha por encima del short, me lo fue bajando y ahora su mano ya tenia agarrando mi vagina recién depilado, mi juguito ya se estaba saliendo y eso lo animó a meter su dedo, dejó de besarme y empezó a darme lengua en la punta de mi vagina, ese chico si que tenia algo de experiencia, pero luego me dio la vuelta y me dijo que me inclinara, porque quería chuparme la colita; hice lo que me pidió y ufff que delicia es que te pasen la lengua en el culo, pero pues le dije que solo era chupada porque no iba a quererme coger por atrás, me dijo que no, que era su sueño chuparme el culo.

Ahora le pedí que se bajara el short también para que yo hiciera lo mismo con su verga el cual también estaba super mojada, pero algo tenia que suceder, creo que de tanto coger y moverme mucho mi periodo se estaba adelantando porque sentí algo espeso en mi panocha, revisé y cierto eran trazas de mi periodo, asi que tuve que  decirle que solo iba a sacarle la lechita con la boca, pero pues me dijo que si no habría la posibilidad de que le diera chance de restregarme su verga por la cola sin meterla, ok esta bien le contesté, me puso de espaldas y empezó a friccionarse en medio de mis nalgas, sentía como ese camote a pesar de que le dije que no se metiera, estaba tratando de abrirme los pliegues, pero no lo iba a dejar porque no estaba preparada al cien por ciento para eso, pero de tanta fricción un chorro de leche se derramó en mi colita, estaba bien cargado el jovencito, tuve que decirle que ya tenia que irse porque nos podrían descubrir si alguien nos hubiera escuchado, pero la verdad era porque sentia algo de cólicos y ya no podía disfrutar de la acción, quedamos en vernos luego cuando se pudiera pero en otro lugar.

Me fakltan varios relatos mas que seguiré contando mas adelante, byeee.

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