Reconciliación con la mejor chupada de polla

Después de una discusión con mi pareja, salí a dar una vuelta por el barrio para calmar los ánimos.

Paré en un bar, tomé una cerveza y una hora más tarde subí de nuevo a mi casa. Mi mujer estaba viendo la tele y al entrar me saludó muy cariñosa. Los dos nos abrazamos y nos besamos como si no hubiera pasado nada.

Con el abrazo, mi polla se empezó a endurecer. Ella lo notó, y sin mediar palabra me desabrochó el pantalón, bajándolo hasta el suelo y dándole una patada lo alejé. Siguió besándome la polla por encima del bóxer, para acto seguido bajarlo y saltar mi polla como un resorte, rozándole un poco la cara.

Comenzó a besarla suavemente, desde mis huevos hasta mi glande, luego hacer el mismo recorrido con la lengua, y al llegar al glande se lo metió entre sus labios y poco a poco lo succionaba muy dulcemente. Se lo metió en la boca y comenzó a subir y bajar con sus labios por mi polla, mientras me miraba a los ojos.

No se si por la reconciliación o por que se esmeró más, pero era la mejor chupada de polla que me había hecho en el tiempo que llevamos juntos. No me pude resistir y al poco estaba soltando varios chorros de leche que le inundaron la boca y que tragó relamiéndose. No paró de chupar hasta que me dejó seco y totalmente limpia la polla.

No se si más adelante volver a discutir con ella, para otra buena reconciliación.