Soy cornudo por culpa del alcohol en mi mujer – I, II

📋 Lecturas: ️37947
⏰ Tiempo estimado de lectura: 20 min.

Me llamo Renato. Tengo 33 años. Estoy casado con Carmen hace cinco años. Ella tiene 30 años. Nuestra relación de pareja ha sido muy buena. Los primeros años teníamos sexo todos los días. Ahora último lo tenemos días intercalados. Pero lo seguimos disfrutando al máximo. Mi esposa es muy complaciente. No me niega nada. Yo me esfuerzo para hacerla llegar al orgasmo siempre.

Ella es linda y sexy. Tiene buen trasero y buenas piernas. Todos los hombres se le quedan mirando cuando vamos por las calles. Eso eleva mi ego de macho y semental. Estábamos planeando tener nuestro primer hijo dentro de tres años. Siempre hemos organizado reuniones en la casa con nuestros amigos. Ya sea en nuestros cumpleaños u otro motivo. Nunca habíamos tenido ningún problema. Aunque mi esposa se pasa un poco de tragos. Pero yo siempre estaba atento para cuidarla.

En las reuniones que teníamos, todos los hombres querían bailar con mi esposa y la miraban con lujuria tanto jóvenes, como mayores. Ella es bien alegre y desenvuelta. Le gusta bailar y conversar con todos. Tal ves eso confunde a algunos hombres y piensan equivocadamente.

Sucede que hace un mes aproximadamente tuvimos una fiestecita en la casa por el cumpleaños de mi esposa. Invitamos a nuestros amigos en común. Entre ellos invitamos a Javier. Un amigo de la adolescencia. El tiene 35 años. Vino con otro amigo mas joven que no lo conocíamos. Pero lo recibimos por nuestro amigo Javier. Sabiendo que el vive bastante alejado de nuestra casa, y era un buen gesto de su parte que haya venido a nuestra reunión.

La fiesta estuvo muy amena. Comimos y tomamos vino y cerveza. Como siempre todos querían bailar con mi esposa. Para mi eso era normal. Las horas pasaban, y todos estábamos muy alegres disfrutando de la reunión. Pero me di cuenta que Javier y su amigo le hacían tomar vino a mi esposa. A cada momento le decían: Brindemos por tu cumpleaños Carmencita. MI esposa alegremente accedía a lo que Javier y su amigo le ofrecían. Luego también a mi me servían vino y cerveza a cada rato.

Ya como a las dos de la mañana, los invitados se estaban retirando. De dos en dos se fueron todos. Solo se quedaron mi amigo Javier y su amigo. Mi esposa ya estaba bastante pasada de copas. En eso Javier me dijo: Renato. Ya es bastante tarde para retirarme. Podrías darme un lugarcito para dormir un rato mi amigo y yo hasta que amanezca? En cuanto amanece nos retiramos.

Por la amistad que teníamos, yo no podía negarme a su pedido. Le dije que se quedaran en el sillón de la sala. Que es un sillón cama. Llevé a mi esposa al dormitorio, que la puerta da justo a la sala. Luego le di algunas mantas a Javier para que puedan taparse y descansar un rato hasta que amanezca. Yo me fui a dormir con mi esposa a nuestro dormitorio.

Me quedé dormido rápido. Posiblemente por el licor que tomé. Pero de pronto me despierto sintiendo un movimiento sospechoso. Muy despacio miro a mi esposa que estaba a mi lado. Estaba bien dormida echada de costado con la cabeza hacia mi, y el culo para el borde de la cama. Traté de despertarme bien para saber que es lo que estaba pasando. Estaba con las luces apagadas, pero se podía ver levemente.

Ya mas despierto escucho las voces de mi amigo Javier y de su amigo. Uno de ellos decía: despacio. No se vaya a despertar el cabrón de su marido. El otro decía: Ya salte. Ahora me toca a mi. Entre los dos se lo estaban follando a mi mujer mientras yo estaba allí al lado. Ellos estaban aprovechando que el culo de mi esposa estaba al borde de la cama. Se movían despacito con ese típico movimiento de mete y saca y me hacían mover también a mi.

Se me paró la verga como un resorte. Quise levantarme y sorprender a esos cabrones, pero no lo hice. Me quedé quieto con la curiosidad de saber que mas hacían. Uno de ellos decía: Bájale mas el calzón. El otro decía: No se puede. Hay que meterle por el culo. El otro decía: Y si se despierta. El otro decía: No se va a despertar. Está borracha. Y seguía el movimiento de mete y saca. Mi corazón latía a mil por segundo. Mi verga parada como un fierro. Increíblemente al contrario de sentir rabia, eso me excitaba demasiado.

De pronto Javier dijo: Estamos incómodos. No le entra bien. Mejor llevémosla al sillón de la sala. El otro dijo: Si. Pero con mucho cuidado. Que no se despierte el marido. Entonces Javier alzó en vilo a mi esposa y la llevaron a la sala. El otro cerró la puerta de mi dormitorio. Yo me levanté despacito. Abrí un poquito la puerta de mi dormitorio y miré al sillón. Allí estaba mi esposa. Todavía dormida echada boca abajo con las manos colgando del sillón.

Vi como le quitaban la ropa hasta dejarla totalmente desnuda. Uno de ellos dijo: Prende la luz para mirarle bien el culo. Prendieron la luz. Y desde mi dormitorio por la pequeña abertura de la puerta se veía todo muy claramente lo que estaba pasando en el sillón de la sala. Vi a mi esposa echada boca abajo, y vi como le manoseaban las nalgas. Le metían el dedo al culo y a la vagina. Le daban nalgadas sonoras. Hablando despacio: Que rico culo tiene la puta. A cada nalgada que le daban, mi esposa parecía despertar un poco porque gemía despacio.

Voltearon a mi esposa y le separaron las piernas. Javier dijo: Primero yo. Y mientras Javier se lo metía por la vagina a mi esposa, el otro le ponía la verga en la boca. Luego se turnaron. Mi esposa parecía estar despertando porque empezó a gemir mas fuerte.

De pronto Javier le dijo a su amigo: Échate en el sillón para hacerle un sándwich. El hombre se echó en el sillón. Javier puso a mi esposa encima de su amigo y le dijo: Métele por la panocha. Yo se lo voy a meter por el culo.

Mi esposa ya parecía estar aceptando esa situación porque parecía que hasta colaboraba en las posiciones que le hacían. No se si por la borrachera pensaba que estaba conmigo. Mire a mi esposa montada sobre el amigo de Javier con la verga en su vagina. Luego Javier se lo metió por el culo. Ahora si mi esposa dio un grito fuerte: Haaayyy. Y Javier le dijo ya con palabras fuertes que yo podía escuchar claramente: Aguanta puta de mierda. Ya estas con dos vergas ensartada. Ahora mueve tu culo como una puta.

Esa escena que yo miraba, y las palabras que decían, mas los gemidos de mi esposa me excitaba demasiado. Empecé a masturbarme con muchas ganas. Jamás había pensado escuchar que le dijeran puta de mierda a mi esposa y ver que se lo metieran por el culo y la vagina en mi delante. Mi esposa empezó a gemir ya fuerte. Hay, hay, hay. Y vi como movía su culo tratando de que le entren mas esas vergas.

De pronto Javier le dijo: sabes quien te está rompiendo el culo verdad puta? Ella dijo: siii. Eres Javier. El dijo: Este culo se lo das al cabrón de tu marido. Y nunca me diste importancia a mi cuando éramos adolescentes. Ella dijo: siii. El le dijo: Que rico culo tienes puta de mierda. Quien te folla mejor, tu marido o yo. ella dijo: Tu Javier. Quien es tu macho. Tu Javier. Quien es mi puta. Yo mi amor.

Así estuvieron un buen rato intercambiando posiciones Javier y su amigo. Ya parecía que no les importaba que yo despierte porque hablaban fuerte y sin temor alguno. O creerían que yo estaba muy borracho para despertar. Mi esposa también gemía y gritaba sin importarle nada. Yo mojé todo el piso de la puerta de mi dormitorio con la leche que me saqué masturbándome hasta dos veces seguidas.

Increíblemente yo no quería ir a parar a esos dos cabrones. Al contrario, quería que le sigan rompiendo el culo a mi esposa. Nunca había sentido tanta excitación como estaba sintiendo allí. De pronto me di cuenta que ya estaban llegando al orgasmo. Limpié el piso que había mojado con mi semen. Me fui a la cama y me hice el dormido. Luego de un rato, sentí que mi esposa entraba y se acostaba a mi lado.

Dejé que ella se durmiera, pero yo ya no tenía nada de sueño. Todas esas imágenes y esas palabras y gemidos venían a mi mente. Después de un rato puse mi mano entre las piernas de mi esposa. Estaban húmedas. luego puse mi dedo en su culo y también estaba mojado.

No aguanté mas y se lo metí por el culo. Mi verga entró suavecito. Su culo estaba lleno de semen. Ella ni siquiera se movió, creo que ni lo sintió. Allí en su culo me moví con todas mis fuerzas como queriendo destrozarle ese culo que ella se lo había dado a mi amigo Javier. Esperaba un gemido o algún movimiento, pero ella nada de nada. Me dormí con mi verga metida en su culo.

Al día siguiente como a las 11 de la mañana mi esposa se levantó y se fue al baño. Al volver se echó nuevamente a mi lado. Era Domingo. Le pregunté: Te gustó la fiesta por tu cumpleaños? Ella me dijo: Si. Estuvo muy bonita. Yo le dije: Escuchaste la hora que se fueron Javier y su amigo? Ella me dijo: No. No escuché nada. Ni siquiera sabía que se han quedado aquí. Yo todavía tenía la esperanza que ella me dijera algo. Que Javier trató de sobrepasarse, o que no le gustó que Javier se quede en la casa. Pero no me dijo nada. Entonces saqué mis conclusiones. Bien ellos eran amantes, o ella quería que se repita lo que le hicieron. Pero no le dije nada.

Ya me he encontrado con mi amigo Javier varias veces. Pero tampoco le he dicho nada. El me mira y me saluda como si nada hubiera pasado. Increíblemente yo quisiera ver otra ves a mi mujer así ensartada por el culo. La sensación de celos y excitación al mismo tiempo, desatan en mi un morbo que no logro sentir con nada mas.

PARTE II

Hola amigos. Soy Renato tengo 33 años, y mi esposa Carmen tiene 30 años.  Tengo un relato anterior con el mismo nombre. Agradezco a todos los que me escribieron a mi correo dándome consejos y sugerencias. Mi correo es: renatotoledo99 (a) hotmail (.) com

En mi relato anterior cuento como mi esposa se emborrachó y se dejó follar por mi amigo Javier y otro amigo de el. Yo vi y escuché todo porque ellos creían que yo estaba dormido. De esa ves, me quedé con la duda. No se si mi esposa se siguió viendo con mi amigo Javier. Pero el morbo de los celos y la excitación que sentí ese día me siguen atormentando. La verdad me quedé con ganas de ver mas a mi esposa con otro cabrón. Pero no puedo hacer nada para lograr eso. Solo esperar a que algo suceda. Y ese algo sucedió.

Con mi amigo Javier nos vemos de ves en cuando. Pero somos amigos desde la universidad. El vive un poco lejos de donde vivimos mi esposa y yo. El es solterón. Ha tenido esposa, pero se separó hace tiempo. Desde entonces vive solo. Seguro lleva mujeres a su casa. Tiene 35 años aprox. Una tarde me encontré con  Javier en el supermercado. Y me invito a mi esposa y a mi a su cumpleaños que sería el Sábado por la noche. Al escuchar su invitación, inmediatamente pensé que esta era la oportunidad para ver de nuevo a mi esposa con Javier. Mi corazón dio un vuelco al oír esa invitación. Javier me dijo: Espero que vengas tu y Carmen a mi cumpleaños así como yo fui al cumpleaños de ella. Yo le dije que iríamos sin falta. Total, somos amigos de hace tiempo. Le conté a mi esposa sobre la invitación de Javier, ella se mostró entusiasmada por la idea de ir a esa fiesta.

Llegó el día Sábado. Desde el medio día mi esposa me dijo que iríamos a comprar ropa para la fiesta. Yo acepté y fuimos a la tienda de vestidos y demás. Allí mi esposa compró dos vestidos, dos faldas y mas blusas. Llegamos a la casa y mi esposa se empezó a probar los vestidos y las faldas. Me preguntaba cual le quedaba mejor. Yo me imaginaba como la vería Javier con cada prenda que mi esposa se ponía. Y le dije que mejor le quedaban las faldas. Ella se decidió por una falda y la blusa. Mi esposa tiene bonita figura. Buenas tetas, cintura delgada, trasero grande y piernas torneadas. Cuando vamos por la calle, todos los hombres le miran el trasero. Eso me excita. Llegando a la casa me la follo a full.

Llegó la hora de ir a la casa de Javier. Yo estaba un poco nervioso. Y creo que mi esposa también. A mi me invadía la idea de lo que iba a pasar en la casa de Javier con mi esposa. Llegamos a la casa, y Javier nos recibió muy amablemente. Nos hizo pasar a la sala y nos presentó a sus demás amigos. Como siempre sucede, todos los hombres le miraban el trasero a mi esposa. Ella estaba con una falda altita que se le veían buena parte de sus piernas. primero pasaron bocaditos y champaña. Luego vino y cerveza. después sirvieron la cena y cortaron la torta.

Luego empezaron a bailar. Todos querían bailar con mi esposa. Incluido Javier. Ella bailaba con todos. Y cuando terminaba la música, mi esposa se sentaba junto a las otras damas que estaban en un grupo. Allí la veía conversar muy animadamente. De pronto vi que Javier le daba a cada momento vino y champaña a mi esposa. Claro que también me lo daba a mi. Pienso para disimular sus intenciones. Mi esposa recibía toto lo que Javier le daba y se lo tomaba alegremente. Luego me di cuenta que Javier conversaba con un hombre mayor, de unos 55 años aprox. los vi hablar mirando a mi esposa.

Así iba pasando el tiempo, hasta que mi esposa me dice que está cansada y que quiere que vayamos a nuestra casa. Javier se dio cuenta lo que me decía mi esposa, se acercó y dijo: Todavía no se vayan. La noche es joven. Y si Carmen quiere descansar, allí tengo un ambiente con una cama para los dos. Así como ustedes me dieron alojamiento cuando yo fui al cumpleaños de Carmen, yo también debo darles lo mismo a ustedes. Pero sigamos divirtiéndonos un rato mas todavía. Diciendo eso, le sirvió mas vino a mi esposa y también a mi.

Los minutos que siguieron, Javier los aprovechó para darle mas licor a mi esposa y a mi. Hasta que vi a mi esposa ya dormitando en el sillón de la sala. Entonces le dije a Javier que me indicara el ambiente que tenía preparado para nosotros. El me dijo: Si. Llévala a Carmen y que descanse. Pero tu no te vayas todavía. Aún tenemos tiempo para seguir divirtiéndonos. No me vas a dejar solo verdad? Me indicó el lugar y yo llevé a mi esposa a esa habitación y la hice acostar allí en la cama que había. Solo le saqué los zapatos.

Entonces Javier me presentó al hombre mayor que estaban conversando anteriormente. Me dijo que era un buen amigo del barrio. El hombre se presentó como Max. No se si se llamaría Max, o Máximo. Era robusto, ya canoso pero se le veía fuerte. Me dijo que era militar retirado. La gente se iban retirando por parejas. hasta que nos quedamos solo los tres. Javier, su amigo Max, y yo. Javier le hablaba muy bien de mi a su amigo Max. A cada momento me daban de beber cerveza y vino. Yo intuía sus intenciones. Querían emborracharme para follárselo a mi esposa. Eso pensaba yo.

Los tres nos sentamos en el sillón grande de la sala, y seguimos tomando y conversando. La verdad, yo ya me sentía mareado. Entonces decidí hacerme el dormido en ese momento. Porque si seguía tomando seguramente me quedaría dormido de verdad. Cerré mis ojos, y solté mis brazos como un verdadero borracho y dormido. Javier dijo: Renato no te duermas. luego repitió mi nombre varias veces. Pero yo no contesté nada. Hasta que Javier me movió de los hombros. Renato despierta. pero yo seguí en mi ley. No me moví para nada.

Entonces Javier en vos bajita le dijo a Max. Ya se durmió el cabrón. Vamos a ver a la puta. Los dos se fueron directo a donde estaba mi esposa. La adrenalina me invadía todo el cuerpo. Pero todavía no me moví de donde estaba. No vaya ser que uno de ellos vuelva y me atrape despierto. Así en donde estaba yo imaginaba lo que le estarían haciendo a mi esposa. Dejé pasar unos minutos y luego fui despacito hasta la puerta de la habitación donde estaban ellos con mi esposa. Primero puse el oído sobre la ranura de la puerta. Escuché que Javier decía: con ropa no se va a poder. Hay que sacarle toda la ropa. Max decía: pero si se despierta? Javier decía: No se va a despertar. Ya se como es esta puta. Ya me la he follado anteriormente como te dije.

mi corazón de nuevo latía a mil por segundo. traté de empujar un poquito la puerta, pero estaba bien cerrada. entonces solo atiné a escuchar. Javier decía: desabróchale la blusa para agarrarle las tetas. Mira que tremendo culo tiene la puta. Imaginé que ya le había sacado la falda y el calzón. Max decía: tenías razón. tiene un tremendo culo y ricas piernas. está toda una puta rica. Javier decía: Yo primero cabrón. Después tu. Max dijo: Si tu primero mientras yo le agarro las tetas. escuché un gemido leve de mi esposa. pensé que ya se lo metió Javier. Entonces escuché ese sonido característico de mete y saca y los golpes que le daba con el pubis Javier a mi esposa.

Luego de un rato, Max dijo: Ya cabrón ahora me toca a mi. Javier dijo: Mejor tu échate a la cama, y que la puta te monte para yo metérsela por en culo. Yo me imaginaban lo que estaban haciendo con mi esposa dormida y borracha. De pronto escucho un gemido fuerte de mi esposa. Haaayyy. y pienso: Ya selo metió por el culo. luego escucho la voz de Javier. Aguanta puta de mierda. Ya debes estar acostumbrada a mi verga en tu culo. Mi esposa empezó a gemir mas fuerte. Hay, hay, hay. También escucho nalgadas sonoras que Javier le daba a mi esposa.

de pronto escucho la vos de Max. Ya ahora me toca a mi metérsela por el culo. Javier decía: espérate cabrón. Está rico este culo. Javier seguía hablando: ya sabes quien te está rompiendo el culo verdad Carmen? mi esposa dijo: siii. Javier. el siguió hablando. quien es tu macho. tu mi amor. quien te da rico por el culo? tu mi amor. Dime mi nombre. Tu Javier. Quien te hace gritar de placer. tu Javier. yo seguía escuchando todo eso mesclado con los sonidos de las nalgas de mi esposa al chocar con el pubis de Javier y las nalgadas que el le daba.

De pronto Javier dijo: Ahora te va a romper el culo mi amigo Max. El es militar y tiene la verga mas gruesa que la mía. pero vas a aguantar como la puta que eres. mi esposa dijo: No por favor ya no mas. Luego escucho otro grito fuerte de mi esposa: Haaayyy me duele. Sácalo sácalo. Y la vox de Max dijo: Aguanta mamita. Ya estas con la verga adentro. Ahora mueve este culo para que te entre mas adentro. Mi esposa decía: Me duele, me duele haayy. Max decía: Ahora ya sabes como es una verga de verdad, y como te folla por el culo un hombre de verdad. te gusta mi verga? mi esposa dijo: Siii pero me duele mucho.

a estas alturas yo ya suponía que se les viene el orgasmo. Y me fui al sillón. Tenía muchas ganas de masturbarme en ese momento pero no podía hacerlo. después de un rato escuché que salieron Javier y Max. yo me quedé un rato mas todavía en el sillón. hasta que Javier se despidió de Max. escuché que le dijo: si te portas bien, lo haremos nuevamente ja ja ja. no hables nada de esto con nadie. Max dijo: no te preocupes. Claro que quiero nuevamente ese culo.

escuché que Javier se iba a su dormitorio, y luego de un rato me levanté y fuí al ambiente donde estaba mi esposa. La encontré dormida. O eso pensaba yo. le agarré el culo estaba todo sudado. metí mi dedo a su ano. estaba mojado lleno de semen. Así excitado como estaba se lo metí mi verga por el culo. Entró suavecito, ella ni lo sintió. Me moví con todas mis fuerzas. pero ella ni un gemido. derramé dentro de su culo toda mi leche que lo tenía atragantado en mi verga. y me dormí.

al día siguiente Domingo me desperté como a las 11 de la mañana. Desperté  a mi esposa y le pregunté: como has dormido? Ella me dijo: bien. No le dije nada mas. Nos despedimos de Javier, le dije gracias por todo. Casi le digo gracias por romperle el culo a mi esposa. nos fuimos a la casa. por la noche quise follar a mi esposa, pero ella no quiso. Me dijo que estaba cansada. y que no lo molestara por favor. yo pensé: seguro le está doliendo el culo por tanta verga. y mas por la verga del maduro Max.

Bueno. hasta allí mi nueva experiencia con mi esposa y mi amigo Javier. aunque esta ves no pude ver nada, pero si escuché todo como si estuviera viendo. esperaré a otra oportunidad que se me presente para ver a mi esposa con otro cabrón. Ahora se que ser cornudo es lo mas rico que hay. Quiero ver siempre a mi esposa ensartada por el culo con la verga de otro cabrón. pero que ellos no sepan que les estoy viendo. eso me llena de morbo y excitación.

Compartir en tu redes !!