Cogiendo con mi jefe, un panzon lindo
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Me llamo Ana pero me dicen Ani, tengo 19 años, soy rubia de ojos celestes y con un cuerpo que por ahí le guste a mas de uno! les dejo una foto asi saben de lo que les hablo 😉
Entre a trabajar a una tienda de ropa, solo ahí me dieron trabajo, me encanta coger, tenían un novio que me lo hacia pero no tan seguido como quisiera y eso me hacía quedar con bastantes ganas, cuando empecé a trabajar para don Luis (ese era el nombre de mi patrón, de 43 años) todo empezó normal, me preguntaba como estaba, que si estaba triste, que si tenía broncas con mi novio cuando me veía decaída, seguido me preguntaba cosas de mí, era un señor algo gordo con su panza algo abultada, con muy poco pelo y algunas canas ya y alto.
Como a las dos semanas de entrar a trabajar ahi, un día llegue algo molesta y triste, Luis se acercó y me dijo:
El: que pasa Ani? Porque tan triste?
Yo: no por nada, no tengo nada.
El: como no? estás muy distraída y con la mirada desencajada. Que te sucede?
Yo: es que mi novio me dejo plantada ayer e íbamos ir al cine, eso me molesta demasiado, (pero era mentira para ver que me decia)
El: no, no te enojes, porque no buscas otro hombre él no te aprecia, no te quiere y no te respeta. Por ahí podrías encontrar a alguien que si te quiera.
Me dijo eso mientras me pasaba el brazo por mis hombros apretándome, yo acepte el abrazo y también lo abrase, me invito un helado y me invito a sentarme con el en el deposito, hablamos de todo un poco. Al poco rato salimos del deposito, ya un poco más feliz y un poco sonriente, cuando volteaba a ver a Luis que sacaba cuentas y pedía más cosas a proveedores, le sonreía y el a mí. Al siguiente día sin decir nada Luis se acercó a mí y me dijo:
El: como esta mi niña linda?. Mientras me agarraba una mano con las dos de él.
Yo: bien, hoy estoy mucho mejor. Gracias por la charla de ayer.
El: no agradezcas, veni, mejor vamos a la bodega a acomodar lo que llego hoy, todavía no vamos a abrir, llegaron algunas cosas y hay que acomodar.
Yo: si claro vamos a acomodar. ? un poco extrañada yo porque era muy temprano para que surtieran el pedido, pensé que eran cosas que habían llegado ayer por la noche-. Cuando entramos a la bodega no había nada de mercancía, solo algunas cosas tiradas en el suelo, que debían ir en un anaquel superior, y para eso había que subirse a una pequeña escalera.
El: mira hay que acomodar estas cajas y esos vasos, te subis a la escalera y te los paso?
Yo: ok si claro Luis, pásemelos. ? le dije mientras me subía a la escalera, ese día llevaba puesto un pantalón muy ajustado, con una remera ajustada también, y de ropa interior una tanguita. Mi cola le quedaba a la altura de su cara o tal vez un poco más arriba.
El: si a ver toma primero estas cajas. ? me pasó dos cajas, mientras me voltee a acomodarlas él me puso sus manos sobre mis nalgas, una mano en cada nalga, diciéndome:
El: aquí te cuido no te vayas a caer.
Yo: ya acomode estas páseme las otras.
El: si claro Ani
Me dejo de agarrar las nalgas se agacho por mas cajas y me las paso. En cada acomodo de cajas me ponía las manos en mis nalgas para según el cuidarme de que no me cayera. Sentía como subia el morbo, de hecho me tardaba más acomodando las cajas para sentir sus manos en mi culito. Cuando empezamos a acomodar las bolsas ya sentía que no solo agarraba mis nalgas sino que también las apretaba un poco, cuando acomodaba las ultimas bolsas de reojo voltee a ver a Luis y vi cómo me estaba viendo fijamente a las nalgas mientras las apretaba. Eso me lleno de calentura y lo deje que siguiera mientras lo seguía viendo de reojo, Luis sintió que lo veía y volteo a verme, se sonrojo y las quito enseguida, baje de la escalera y me puse frente a él, le dije:
Yo: que paso? Porque dejo de hacerlo? No le gusto lo que sentía? Porque a mí sí.
El: no juegues chiquita, no creo que te haya gustado.
Yo: porque no? – le dije eso mientras agarre sus manos y me las puse en mi culo, una mano en cada nalga, de frente a él viéndolo a los ojos.
El: de verdad te gusto pendeja?. Ya sabia se nota que te re gusta? (me decía eso mientras empezaba a apretarme las nalgas)
Yo: obviooo, claro que me gusta recibir las caricias de un macho (mientras ya queria gemir de la calentura)
Mientras decía eso, me puse de espaldas a él y me desabrochaba el pantalón. Me lo baje hasta las rodillas dejando mi culo solo en tanga. Luis empezó a manosearme el culito de arriba abajo de un lado a otro, lo abría y lo cerraba, lo pellizcaba y apretaba, se oía su respiración más y más agitada, puse mis manos sobre un escalón de la escalera quedando algo empinada, ahí bajo mi tanguita hasta mis rodillas hasta donde ya estaba el pantalón, y empezó a acariciar mi culito y mi conchita. Se agacho un poco y me empezó a lamer el culo mientras me metía un dedo en mi concha, empecé a agitarme a excitarme estaba en total cooperación ante ese señor mayor que no podia cree la pendeja que se estaba comiendo, se puso de pie y mientras me dedeaba alcance a oír el cierre de su pantalón, se acababa de desabrochar el pantalón. Me puse nerviosa no sabía si quitarme o dejarlo seguir, pero no pude hacer nada cuando me disponía a retirarme sentí la punta de la verga en mi concha, cerré los ojos y me entregue al momento.
Luis me agarro de las caderas y poco a poco me fue penetrando, cuando ya estaba toda la pija dentro de mí, la empezó a mover más y más rápido hasta que empecé a gemir y empujar para atras
Yo: aahh, aahh, ahhhh asi Luis cogeme asi
El: que rica estas pendeja sos un encanto, que hermoso culo y que linda sos al dejar que un viejo como yo se satisfaga y se saque las ganas
Yo: mmm sii, mas, mas siga dándome, mas, mas, mmm siiii, que ricooo.
El: aah sii que rico te entregas pendeja, estás re buena. Pendeja puta te entregas por nada.
Yo: aaaahh siiiii, más Luis.
Me saco la verga y me dijo:
El: ponete de perrito, dale en 4 ponete pendeja.
Sin decir nada y sin pensar en nada, solo lo obedecí me puse en el suelo como toda una puta, él se arrodillo atrás de mí y abriéndome las nalgas me cogio por la conchita nuevamente, se sentía su verga más y más dura como si no tuviera límites de erección, cada envestida era más y más fuerte, más y más rápida, sin cerrarme las nalgas me penetraba con mucha fuerza. Mi concha se cerraba y abría más y más rápido estaba a punto de acabar, empujaba y jadeaba muy fuerte y rápido:
Yo: aaaaaahh siiiiiii. Aaaahh siiiii, mmmmm aaaaahh.
El: te gustaaaaa???
Yo: siiii?..siiiii?.aaaaahhh.
De repente sentí que mi conchita se mojaba y mi piel se erizaba, deje de moverme y solo sentí que ya el orgasmo había llegado, acabe como nunca, me desvanecí sobre el suelo, el me levanto y me puso en 4 patas, no pude aguantar y deje caer mi cabeza sobre el suelo mientras mi culo estaba empinado hacia su verga.
El: para las nalgas Anita, páralas yo también quiero acabar pendeja.
El: asiiii asiii pendeja regalada así para el culo.
Me saco la pija, me tiro a un lado y me acomodo boca arriba, me quito por completo el pantalón y la tanguita, abrió mis piernas las separo lo más que pudo, para que el entrara entre ellas, se acostó sobre mí y me metió la pija en la concha, tenía su panza casi sobre mis pechos podía sentir su sudor de tanto cogerme, se movía desesperadamente sin control, se notaba que hace mucho no se cogia una pendeja como yo, después de un rato a si se incorporó sin sacarme la verga me agarro las piernas las puso sobre sus hombros, se empezó a mover más y más rápido, yo con la cara hacia un lado solo esperando a que terminara, mi conchita ya se volvia a mojar de nuevo con ganas de explotar de la calentura
El: estas esperando que acabe no pendeja?.
El: me encanta que las pendejas putas como vos se dejen usar.
El viejo se movio tan bien que no aguante y le volvi a acabar la pija y el se empezo a mover mas fuerte y me la clavaba cada vez mas adentro, se escucho que el viejo gemia de sentir la pija toda mojada con mi flujo y que no iba a aguantar mucho mas esa leche acumulada, entonces con una ultima clavada bien fuerte acabo todo adentro de mi, termino dentro de mi conchita despues nos vestimos y mientras me acomodaba la tanguita me dijo:
El: la proxima vez te rompo bien el culo pendeja
Con cara de putita le dije cuando quiera, y ese dia me fui temprano a mi casa contenta por ser util y servicial en mi lugar de trabajo.
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